Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

El lápiz mágico - por Andrea

Elior Miller no solo era el niño con más edad en el orfanato, también era el más solitario y callado de todos. Pasaba su tiempo libre con la cabeza hundida entre letras, sus ojos husmear por grandes libros y con su plumilla danzando sobre papeles. Lucia siempre demacrado y rodeado de libros, y así con el tiempo se había ganado el título de ratoncillo de libros.
Pero ante mis ojos Elior no solo era un niño huérfano absorbido por la soledad, para mí él era brillante, el niño más inteligente y culto que había visto jamás. Era excepcional.
Aquel verano me habían contratado para la limpieza del orfanato y tan pronto como comencé mis servicios un cierto niñito de dorados cabellos exigía toda mi atención.
Siempre lo encontraba cabizbajo escribiendo entre sus libros sin parar, como si su vida dependiera de ello. Hasta solía saltarse las comidas tan solo por tener unos minutos más con sus libros y en una de esas infortunas ocasiones es como lo conocí.
La campana de la cena daba sus últimas repicadas y Elior continuo con sus escritos como si una barrera lo resguardara a él y a sus libros del mundo exterior.
Disimule continuar barriendo el piso mientras de a poco me fui acercando al muchacho de dorados cabellos sentado en las gradas.
-No es bueno para un niño saltarse las comidas, así nunca crecerás- comente esperando una respuesta que nunca reviví.
-Podrías escribir en otro momento, es más importante comer que un aburrido texto.
Elior apartó la vista de sus libros y me miro con cierto desagrado.
-¡Es lo más importante que tengo en mi vida!, ahorita no tengo hambre y si eres un poco considerado ¿podrías hacer silencio? ¡Interrumpes mi inspiración!
El regreso la vista a sus textos y yo un poco mal humorado me retire a otra habitación pensando que aquel muchachito era grosero y descarado. Sin embargo, con el tiempo me di cuenta de sus razones de actuar así, yo lo había ofendido muy gravemente.
Elior Miller a sus doce años era admirable, dirigía el barco de su vida más de lo que cualquier adulto lo abría hecho, mucho más de lo que yo lo hubiera hecho alguna vez.
Cuando nos convertimos en amigos solía mostrarme sus textos esperando un comentario positivo de mi parte y sí que lo conseguía. Me fascinaba su sabiduría de infante y me embriagaba su escritura fluida y dulce que tan solo con unas cuantas palabras me transportaba a un mundo de ensueño.
Siempre me preguntaba como un niño podía escribir tan bien, pero siempre caía en la misma palabra: pasión. Sin embargo, un día me atreví a preguntárselo.
– ¿Cómo es que eres tan bueno en la escritura Elior?
– Es fácil, tengo un lápiz mágico- bromeo
– ¿Un lápiz…?
– Sí- rió- es el que me dice qué escribir.
– Y bien, ¿Dónde está?
Elior río nuevamente y con una mano toco mi corazón
A mi edad es algo que me costaba comprender, como un ser tan pequeño como Elior pudo encontrar su verdadera pasión, yo nunca la pude encontrar ni de joven, y con los años me convertí en un simple viejo como muchos más, desperdiciando la vida en el trabajo, sin pasión, sin diversión.
Elior era fascinante, sin embargo, como todo niño necesitaba la calidez de un amor fraterno y en la ausencia de este cometió errores muy graves.
El pequeño escritor abandonó el orfanato sin avisar y sin que nadie se diera cuenta, tan silencioso y misterioso como le solía ser.
Donde quiera que este mi pequeño amigo sé que tendrá oportunidades grandiosas en la vida, porque en su corazón resguardaba un gran tesoro: la pasión por la escritura.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

3 comentarios

  1. 1. Sara Sarutte dice:

    Hola Andrea, al principio me costò un poco leer el texto por alguna falta de tildes y principalmente de comas. Tambièn noto como cierto desorden que dificulta el entendimiento, algunas veces no entendìa de quièn se hablaba.
    La historia me pareciò muy linda. No me quedò claro la ide de que “cometiò errores muy graves”, hace referencia a si huìda ?

    Saludos.

    Escrito el 2 diciembre 2015 a las 14:22
  2. 2. Leosinprisa dice:

    Hola Andrea, has desarrollado un texto con buena imaginación e interes, pero tienes el lastre de no haber colocado comas que faciliten su lectura y algún error al escribir, por ejemplo “lo que cualquier adulto lo abría hecho, mucho más…”, ese “abría” es con “h”, pues es del verbo haber y no de abrir puertas o algo que esta cerrado.

    La palabra “mal humorada” va junta: malhumorada.

    Te faltan también tildes en algunas palabras “últimas repicadas y Elior continuo con sus escritos”, ese continuó lo pondría así. Fíjate en el golpe de voz de la palabra y ello te ayudara mucho a la hora de colocarlas, hay algunas otras que también lo necesitan. Una buena manera es que leas tu texto y compruebes esos golpes de voz, pues tienes otras palabras que también necesitan de la tilde, como “comenté” y otras.

    Por último, los guiones de los diálogos se hacen con el guión largo. En Word se logra pulsando ALT (sin soltar) mas 0151 (números) al mismo tiempo. Si utilizas otro sistema, tendrás que mirar la combinación adeucada o el atajo que tenga ese programa que uses.

    Todo cuanto te he dicho no es ninguna regañina, ni mucho menos :), a mi también me costó escribir con un poco de claridad, sobre todo al principio. Pero para eso estamos aquí, para pulir nuestro estilo y tener personalidad propia. Tú ya tienes tu propia personalidad, solo te falta sacarle brillo y esplendor, como dice la Academía de la Lengua Española.

    No te preocupes, ni te cohibas por ello, sigue escribiendo y corrigiendo, y cuando quieras darte cuenta, lo habrás conseguido.

    Un saludo :).

    Escrito el 5 diciembre 2015 a las 16:35
  3. 3. Alejandro Bon dice:

    Hola Andrea,

    Bien por la historia. La parte técnica, me la salto. Tenemos pocas palabras como regla para explicar varias cuestiones de nuestros relatos, así que debemos ir al grano, y ahí te entiendo muchas cosas. Me ha gustado la manera de transmitir la magia del lápiz; muy sensata y loca a la vez la idea. Creo que con más palabras y los ajustes técnicos, puedes enriquecer tu relato.

    Nos leemos! Saludos!

    Escrito el 8 diciembre 2015 a las 03:37

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.