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El lápiz mágico - por Marazul
El lápiz mágico
Muchas veces me han preguntado por qué elegí este nombre para la Editorial. Siempre contesto que es una historia que comienza cuando de niño un día encontré un bonito lapicero en el patio de la escuela. Era de color azul brillante y tenía las aristas doradas.
No recuerdo cuando empecé a escribir cuentos ni si llegué a terminar alguna novela, sólo sé que,mientras mis compañeros corrían tras el balón, yo prefería ocupar esos momentos en lecturas o inventando mis propias historias.
Con el lapicero azul y dorado anotaba mis emociones e inquietudes en un diario que llamé: "cuaderno de inspiración".
En una ocasión me olvidé el lapicero al salir de la escuela; cuando volví al día siguiente allí estaba tirado en el suelo bajo el pupitre. ¡Qué alivio cuando lo recuperé!
Siempre lo llevaba conmigo y, aunque no lo usara mucho para no gastarlo, necesitaba sentir su tacto en alguno de mis bolsillos.
¿Y la vez en que mi madre sin darse cuenta lo tiró a la basura?. Busqué por toda la habitación y por toda la casa hasta que se me ocurrió mirar en el cubo de la basura. Mezclado con las peladuras de patatas, lo encontré.
De la papelera de la clase lo rescaté varias veces, y que recuerde ahora, lo dejé olvidado también en un café cercano a la Universidad. Al final siempre alguien me lo hacía llegar.
Aunque la vez que creí haberlo perdido para siempre fue cuando me atracó un individuo para robarme y se llevó mi mochila. Puse la denuncia en Comisaría sin ninguna esperanza de recuperarlo.
Por aquel entonces el lápiz azul ya se había vuelto imprescindible entre mis pertenencias, y reconozco que me creó ansiedad el hecho de que me lo hubiesen robado.
Que me llamaran al cabo de unos días para decirme que fuera a recoger la mochila encontrada, me alegró, pero más me alegró comprobar que mi apreciado lépiz azul con las aristas doradas seguía en su interior.
En ese momento se convirtió en un amuleto, mi lápiz mágico de la suerte
Aquí lo conservo, dentro de una caja transparente, sobre la mesa de mi despacho como una reliquia.
Desde el episodio de la mochila hasta ahora ha habido un largo recorrido. A punto de cumplir los cincuenta años hago balance mientras espero. No he logrado ser un gran escritor, es verdad, pero si he conseguido ser el descubridor de algunos talentos que hoy son ya escritores renombrados, fomentar la lectura y sobre todo crear una empresa: "El lápiz mágico", una de las mejores editoriales del país.
Los comienzos no resultaron fáciles; fueron años de dedicación, mucho trabajo y tesón.
Me empecé a mover por el mundo de las letras como empleado en una de las librerías del casco antiguo. Allí surgió mi vocación de editor. Sé que es un trabajo que puede parecer invisible, pero coordinar todo el proceso de traducción, ilustración, corrección y cuidar los detalles para que un libro llegue perfecto a las manos del lector, me enganchó. Es verdad que tuve la suerte de tener un mentor, Santiago, el propietario de la librería. Mi empeño y tesón hicieron el resto.
He dado ya varios premios literarios con el nombre de la editorial y, aunque todo está preparado para la entrega del premio de hoy, aún siento cierto cosquilleo en mi interior antes del acto. Acudirán escritores conocidos, representantes del mundo de las letras y hasta un Premio Nobel.
En unos minutos el chofer pasará a recogerme y me dejará en el Palacio de las Letras.
Doy los últimos toques a la corbata y acaricio la pequeña insignia que prende en la solapa de mi chaqueta. Representa un lápiz lacado en azul con las aristas bañadas en oro. Es mi amuleto, la imagen de la Editorial
Antes de salir el calendario me recuerda que hoy es catorce de noviembre del 2015, y que hace apenas unas horas la barbarie y la sinrazón han azotado una de las ciudades más bonitas del mundo: París
He de pronunciar algunas palabras en referencia a este brutal atentado y no llevo nada escrito. No será necesario preparar nada, sé muy bien lo que tengo que decir.
Las palabras saldrán de lo más profundo de mi corazón, siempre en defensa de la libertad y de la vida
Hola Marazul: me ha impactado mucho ese final, haciendo referencia a los atentados de París.
Quizás me ha costado enlazarlo con la historia del editor, que es muy bonita y me ha enganchado mucho.
Siempre me gusta leerte. Tus relatos aportan aire fresco y eso es muy importante.
Felicidades.
Felicidades Marazul. Un relato muy bien narrado, solo me ha parecido ver un desliz de tipeo, se coló un “lépiz azul” por ahí, por lo demás excelente. Veo que apuraste al máximo para enviarlo. Un abrazo.
P.D.: ¿La idea del relato te surgió después del suceso que mencionas o simplemente introdujiste lo de París a posteriori?
Me ha gustado mucho el relato, y lo transmites de tal forma que parece autobiográfico totalmente, hasta me he ido a internet para ver si hay alguna editorial que se llame así. No la he encontrado, aunque si he encontrado una colección con ese nombre.
Creo que esta muy bien escrita y la única cosa que me llama la atención es que repitas tantas veces el color del bolígrafo, aunque quizá lo hayas hecho con intención, yo personalmente lo habría descrito al principio y al final cuando habla de que es la imagen de la editorial y que lo lleva puesto en la solapa.
Como al resto de compañeros, me ha sorprendido la inclusión final de la referencia a los atentados, no se si tiene mucho que ver con la historia, pero si me ha gustado que hicieras referencia a la libertad. Algo que todos los escritores debemos defender.
Un saludo y muchas gracias, por pasarte por mi relato. Para mi también es siempre un placer leerte.
Como bien mencionó Miranda tu relato parece “autobiográfico”, y no por ello carece de potencial, aunque en lo personal creo que es más ponderable para el lector avezado. Bonito final, con esa alusión a los valores humanos. ¡Felicitaciones, Marazul!
Saludos 😉
Hola Marazul!
Me alegra muchísimo que te hayas divertido y hasta reído con mi relato, esa fue la principal intención 🙂
¿Qué descubro? Que fui uno de tus comentaristas anónimos. Creo que te daba alguna idea de cómo engarzar lo de los atentados en el argumento anterior. Fuera de eso te repito que me gustó mucho tu relato y que me parece entrañablemente bien escrito!
Abrazos!
Aunque el final para un poco desligado del relato…ME PARECE GENIAL. Al leerlo senti esa alegria de lo que se siente luchar por la libertad, la igualdad y los derechos aunque a veces estos se confundan con hacerles tragar a uno todo lo que hagan asi este mal (hablo desde mi punto de vista de cristiano). Pero volviendo al relato, me parece excelente. Solo hay dos cositas que encuentro raras: la primera, mencionas mucho lapicero. No se, pero tengo entendido que lapicero es donde se guardan los lapices…al menos aca en P.R. Cuando dices que el lapicero era azul y dorado, del mismo color del lapiz, me confundo un poco. La otra es la siguiente oracion: “Puse la denuncia en Comisaría…” A mi entender, creo que puedes poner un la frente a comisaria y esta en minuscula. Claro que puedo estar mal yo, pues esta es mi opinion personal.
De todos modos, eso no quita que sea un excelente relato. Admito que si, hay veces que uno se obsesiona con un objeto y por mas que los años pasen no se quiera desprender de el. Genial tu relato.
Felicitaciones y saludos.
P.D.: Gracias por comentar mi relato. Si, me inclui en el relato pensando en que seria una buena idea y fue despues que lo envie cuando pense que debia ser anonimo… !y yo me mencione! Me senti un poco anormal pero lo hecho, hecho esta, je je.
Saludos.
Hola Marazul.Un relato de lo más interesante y original. Me ha encantado esa autobiografía del editor que, algunos acusarían de ser un escritor fracasado pero que, en el fondo ha sido un pilar importante en la literatura y, qué decir de ese inesperado final. Es evidente que el relato lo enviaste el último día y, que por ello, tu poder narrativo te concedió la oportunidad de incluír tal tragedia en tan bello relato, convirtiéndolo en una oda a la libertad y a la vida. Felicidades por este texto, lo declaro canela en rama. Buenísimo.
Encuentro en tus palabras una historia real, ¿Tal vez la tuya?, da igual, pero la siento tan creíble que si no es tuya si que parece contener parte de ti.
Me agrada su fácil lectura, cuando empiezo a leer algo y no me engancha no suelo seguir, paso a otro relato.
No se evaluar si un texto esta genial o fatalmente construido, pero puedo sentir la belleza de las palabras que me gustan y tu relato encierra una armonía que me atrae.
Marazul, tu relato me ha gustado bastante aunque creo que deberías retocar el final relacionándolo con el lápiz de alguna forma, por lo demás está muy bien.
Un abrazo
Hola Marazul,
Como siempre otra estupenda e interesante cuento, esta vez sobre el editor que tenía un lápiz azul brillante y las aristas doradas. Bonita historia muy bien escrita que, como ya te indicaron Miranda y Tinín, a mi también me pareció autobiográfica.
La narración trascure combinando bien la primera persona del presente y del pretérito, pero hay algunas construcciones que a mi no me suenan del todo bien. Te indico algunos casos.
“Que me llamaran…..encontrada, me alegró, pero más me alegró…..”. Yo lo escribiría: “Me alegré cuando me llamaron….encontrada, pero me alegré más al comprobar….”. Otro caso: “ Me empecé a mover….” yo diría: “Empecé a moverme”. La última: “He de pronunciar…”. Veo mejor en presente: “Voy a pronunciar…”
Son pequeñeces subjetivas pero las expongo para tu consideración esta visión distinta,
Entiendo y aplaudo tu referencia a los crimines del día 13.
Un abrazo
Marazul, Marazul, tienenrazón los que dicen que lápiz y lapicero no son lo mismo y estoy segura de que Marcel ( excelente escritor) te habrá dado los consejos justos para que el relate resulte más redondo. No estoy de acuerdo con quienes te señalan que demasiadas veces pones “azul”. Creo que allí tienes algo personal que valdría la pena meditar. No por nada tu seudónimo también tiene que ver con ese color. Pienso en Novalis (no nuestro compañero sino el poeta alemán) y su Flor Azul símbolo para él de la poesía.
Creo que es algo característico tuyo y vale la pena que lo pienses yno lo pierdas.
Buena historia y tu personaje una buena persona.
Un abrazo
Hola marazul,
A pesar de que el final, como dice algún compañero, lo veo un poco cogido por los pelos, el relato está genial. No creo que fuera necesario ese final, no se, aunque alguno hace falta, está claro. Quizá estabas escribiendo el relato en esos momentos, y te había tocado la fibra lo acontecido en París.
La vida de este hombre, que intentó ser escrito y no pudo o no supo, pero ayudó a descubrir el talento de otros me ha encantado. Así debe haber unos cuantos.
Saludos
Hola amigos literautas.
Me siento muy contenta de veros por aquí, por mi pequeño territorio en Literautas
Gracias a lunaclara, a Wolfdux y a Miranda: es verdad que en esta ocasión envié el relato el último día, justo acababan de dar la noticia de los atentados en París. No me pude resistir en poner mi pequeño granito de arena en favor de la libertad y de la vida. Ya sé que podéis pensar que fuí oportunista, pero me salió del corazón. Soy partidaria de la literatura y el cine de evasión, pero es que hay ocasiones en que hay que hablar y manifestarse. Y la palabra es la manera más pacífica que conozco.
Christian, la historia no es autobiográfica pero me encanta haber creado esa sensación.
Marcelo de qué manera más constructiva me comentaste. Gracias
Ryan, es verdad que me repito con lo del color azul. También me lo dice Juana, pero ella lo ve como algo característico mío. De cualquier manera agradezco vuestros puntos de vista.
En lo que no estoy de acuerdo es en el uso de lápiz y lapicero. En España es lo mismo (un lápiz o un lapicero es el instrumento que escribe y no en donde se guardan).
Claro, que si en Mexico o en otro país de habla hispana se usa de diferente manera entiendo la confusión que he creado.
No me acostaré sin saber una cosa más…..jeje
Gracias Frida por tu acertado comentario
Tinin, si te he llegado me siento muy satisfecha. Sigue escribiendo que lo haces muy bien.
Cryssta ya tengo una buena idea para relacionar el final tan imprevisto, incluso lo fué para mí, con la historia del lápiz. Gracias por leerme.
Roger esas “pequeñeces gramaticales” como tu las llamas son importantes y las tendré en cuenta. Gracias
Juana, me paso pronto por tu relato y por los demás que no he leído.
Un abrazo
En Mexico…
Lapiz, aquel al que le sacas punta y se gasta hasta quedar en un trozo que hay que tirar sin remedio.
Lapicero, el que rellenas de puntillas (minas) y dura hasta que lo pierdes o te hartas de el.
Tu relato tiene un toque como biografico que ya te comentaron. A mi lo del azul azul no me molesta.
Lo de Paris? me voy a echar encima a mas de uno, pero creo que no aporta. No sabemos la verdad tras esos atentatos, es Francia victima o victimario?
Lo que si defiendo es la libertad y esta, viene con muchos trajes que nos pueden o no gustar.
Siempre un placer leerte.
Saludos.
Relato agradable y bien llevado. Me gusta el orden que le diste al texto, así como el lenguaje que utilizaste. Me gusta tu estilo.
Buen trabajo. Saludos
Hola Andrés, muchas gracias por leer mi relato y por tu comentario. ¡Eso siempre anima…!
Ratopin y José Torma a los que no gustó el final de mi relato. Me salió del corazón…!!!
Un saludo
La verdad es que se nota que el final lo escribiste después de tener el resto del relato porque no encaja del todo. Es como muy repentino. Creo que tendrías que haberlo trabajado un poco más, de forma que surgiera con naturalidad. Dejando eso aparte, me gusta el mensaje que transmites y me parece bonito que hayas querido hacer tu pequeño homenaje de esta forma.
Por otro lado, me gusta cómo has ido llevando la historia haciendo un recorrido por la vida del editor. Es cierto que parece autobiográfica; has conseguido crear a un personaje bastante creíble y llegar a tus lectores con él. Bien hecho.
¡Un placer! Y gracias por tu comentario en mi relato.
Gracias Anoide si he conseguido crear un personaje creíble me doy por satisfecha.
Un abrazo
Marazul
Hola Marazul, encuentro que abordas la historia del lápiz mágico con una mezcla de agüero y emprendimiento editorial. Esa combinación resulta favorable a la historia, ya que no se atribuyen condiciones extraordinariamente mágicas al lápiz, sino como mero talismán. Ha sido entretenido leerte. ¡felicidades!
Hola Leonardo:
Ya he visto que en esta ocasión no has participado. Espero encontrarte en la próxima.
Muchas gracias por pasarte por mi relato
Un cordial saludo.
Marazul