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El lápiz mágico - por Noemi

El lápiz mágico
 
La primera vez que te vi, estábamos en el patio esperando a que sonara el timbre, para entrar en el aula. El sol mañanero estallaba en las baldosas relimpias del primer día de clase. Tu rostro a contraluz. Estabas sola, la cabeza inclinada, como ausente.
Las chicas te miraban de soslayo, antipáticas, desconfiadas ante la “nueva” un poco rara.No vestías al uso ni te pintabas. Murmuraban entre ellas con risitas desafinadas. Los chicos te ignoraban, para ellos eras demasiado extraña.
Quizás ésa fuera la causa por la que yo, en cambio, no podía dejar de mirarte. Aunque tampoco me atrevía a reducir la distancia que nos separaba, ni a dirigirte la palabra. Un simple saludo, lo de todos los días, no exigía nada. Pero te rodeaba el silencio misterioso de lo insólito. Lo reconozco, fui cobarde.
El lápiz se limitó a trazar un esbozo de líneas sombreadas sobre el desierto de la hoja en blanco.
En la clase te sentaste cerca de mí. Podía ver claramente tu perfil y tres cuartos de tu rostro cuando te volvías. Rehusabas las miradas directas, yo también. Sin tener clara conciencia de ello, buscaba tus ojos y a la vez los rehuía.
El lápiz continuó trabajando los contrastes de luz y sombra, insinuando siluetas.
No hablabas nuestro idioma, ni ningún otro que conociéramos. Una profesora te acompañaba para traducir en las clases, muchas cosas ya las sabías porque las habías cursado en tu país, otras te las repetía en clases especiales.También aprendías nuestro idioma y su alfabeto. Debía ser muy difícil. ¿Era por eso que te veías siempre tan callada y triste?
El lápiz trazó al fin un contorno, un óvalo perfecto, con la forma de tu rostro: la barbilla apuntada y el borde del pañuelo rodeando tu frente. Dentro quedaba apenas el sombreado, fuera el fondo se llenaba de perfiles amorfos.
Casi te mueres de bochorno cuando la profesora te llevó al frente. Entonces supimos que te llamabas Noor y que venías de muy lejos, de aquellos lugares de los que se hablaba en los noticieros. Pero que no nos incumbían demasiado. Pensábamos. Lo nuestro era lo galáctico y cibernético. El deporte, el rock o algo de eso.
El lápiz modeló unos ojos inmensos, oscuros, realzados por un cerco de tupidas pestañas y unas cejas como delicados arcos romanos. Al fondo había ruinas, casas desmoronadas y ardiendo. El lápiz dibujaba lo que los ojos aterrados veían: mujeres agachadas tratando de cubrir con sus cuerpos a niños gimientes, hombres corriendo que sangraban, humo, escombros, derrumbes.Más cuerpos, muertos o heridos y zapatos, muchos zapatos abandonados.
Los días pasaron, fuiste aprendiendo palabras, frases, gestos. Las chicas te hablaban, los chicos se te acercaron. Pero tu timidez persistía y, lo quisieras o no, tu soledad continuaba.
El lápiz contorneó una nariz aguileña y fina. Se percibía el recio olor a explosivos, chamusquina y piedra desmenuzada. Y una boca de labios carnosos que rogaba una plegaria muda, mientras en el fondo tratabas de desenterrar a los tuyos de entre los restos de una casa.
Pasaron los meses y se acabó el año. Por fin un día en la sombra del patio me aproximé a tu misterio. Te entregué la hoja con el retrato que el lápiz había dibujado. Después de mirarlo durante un rato, alzaste los ojos y vi que no eran negros sino de un dulce castaño, con la pupila nadando en un círculo verde como las hojas de ese verano.
Se acabaron las clases. Durante las vacaciones me descubrí con frecuencia pensando en ti sin saber exactamente qué pensaba. ¿Me habías sonreído? ¿Qué habías dicho cuando te llevaste el retrato? ¿Cómo eran exactamente tus ojos pardos?
Cuando volví al colegio no estabas. Traté de dibujar tu retrato para no olvidarte.
Pero el lápiz había perdido su magia.

Comentarios (18):

Veronica Murillo

01/12/2015 a las 00:27

¡Que relato tan dulce y nostálgico! Me gusta como has utilizado el recurso dándole un giro tan alejado de la magia, enfrentándonos al contrario, con una dura realidad. Sólo un par de sugerencias, a mi parecer, quedaría mejor así: Dentro quedaba apenas el sombreado, afuera, el fondo se llenaba de perfiles amorfos. y el otro: De los que “hablaban” en los noticieros.

Una pregunta: ¿Me dejas ponerlo en mi blog? me gusta muchísimo.

Veronica Murillo
milyuncuentosdeamor.blogspot.es

Noemi

01/12/2015 a las 00:37

Gracias Verónica por tu comentario y tus sugerencias. Me gustaría muchísimo leer mi relato en tu blog.
Noemi

Veronica Murillo

01/12/2015 a las 01:33

Gracias!

milyuncuentosdeamor.blogspot.es

Noemi

01/12/2015 a las 18:33

¡Hermoso tu blog!Y la ilustración del cuento es perfecta.Muchas gracias por publicarlo.Voy a seguir visitándote ¡Que tengas mucha suerte!

Christian Joseph White

03/12/2015 a las 18:48

¡Puff! No sé cómo decirlo… tu relato me fascinado! Es un texto tan duro, tan cruda es la realidad que describes. Trágico y dulce a la vez. Por ejemplo: “Después de mirarlo durante un rato, alzaste los ojos y vi que no eran negros sino de un dulce castaño, con la pupila nadando en un círculo verde como las hojas de ese verano”, ¡Que pedazo de línea! Me encantó.
Siendo honesto, tienes una narrativa poderosa y sugerente. ¡No dejes de escribir! Es algo que, naturalmente, haces bien 😉 Felicitaciones por tu relato. Nos leemos.

¡Saludos, Noemi!

Noemi

03/12/2015 a las 19:39

¡Gracias por toda la energía que me regalan tus palabras!!!
¡Nos leemos y saludamos¡

Robert w. Peterson

03/12/2015 a las 22:51

Hola Noemi:

Leí hace unos días tu relato y me gusto mucho, pero no comente. Hoy, como creo que merece más comentarios te diré que me resulto muy inspirador; ahora retomo esta idea.

Como detalles a mejorar, creo que algunas expresiones no le hacen justicia, se podría atinar con algunas palabras que en ese contexto no resultan tan poéticas y otras me resultan demasiado rebuscadas; quizá algún problema con la puntuación pero le di mi propio ritmo, de modo que no hubo problema.

Lo que te decía al inicio, que me inspiró para otro relato. ¿Te imaginas que la chica en vez de irse, se hubiese ido integrando hasta el punto de perder ese halo de magia que le envolvía? Así lo hice, y al protagonista dejo de interesarle, se convirtió en una más…

Un abrazo.

Noemi

04/12/2015 a las 00:35

¡Estupendo! Me alegro mucho de haberte inspirado,el tuyo es un magnífico ejemplo de lectura creativa,en el fondo es a lo que todos los que escribimos aspiramos,a provocar nuevas creaciones.
¡Saludos Robert w.Peterson!

Wiccan

04/12/2015 a las 22:23

Buenas Noemi,
Fui uno de tus comentarios anónimos, me ha costado encontrarte pero por fin, pensé que no lo habías querido publicar y que me iba a quedar sin saber quien eras para poder seguir tus relatos.
Me sigo reafirmando en lo que te dije, es un texto precioso, muy cuidado y muy poético y me encanta como intercalas la realización del dibujo con el paso del tiempo y las situaciones de los dos chicos, porque lo haces todo muy visual.
Sigue escribiendo porque lo haces genial!!!
Un saludo!!!

Isolina R

12/12/2015 a las 20:21

Hola, Noemi:
Quiero felicitarte por tu prosa. Deseo animarte a seguir con la escritura porque tienes un gran talento. Has enviado esta vez una maravilla de relato. Que sepas que ya soy de tu club de fans y que voy a recomendarte en el foro de la escena 29.
Para que los demás te lean en el taller, te sugiero que comentes a otros compañeros. La mayor parte devuelve visitas.

Cuatro consejillos mínimos:
1.- A veces se te olvida dar el espacio después de punto: “un poco rara.” (espacio) “No vestías”, “en clases especiales.” (espacio) “También aprendías”, “derrumbes.” (espacio) “Más cuerpos”
2.- La rima en prosa no está muy aceptada y tienes algunas oraciones con rima asonante:
“antipáticas, desconfiadas ante la “nueva” un poco rara. No vestías al uso ni te pintabas. Murmuraban entre ellas con risitas desafinadas. Los chicos te ignoraban, para ellos eras demasiado extraña”. Fíjate en cómo suena. Cada poco tienes un término con las vocales aa (“antipática”, “desconfiadas”, “rara”, “pintabas”, “murmuraban”, “desafinadas”, “ignoraban” y “extraña”). Lo mismo ocurre en: “me atrevía a reducir la distancia que nos separaba, ni a dirigirte la palabra. Un simple saludo, lo de todos los días, no exigía nada” (“distancia”, “separaba”, “palabra” y “nada”). En: “fuera el fondo se llenaba de perfiles amorfos” la rima es “oo”. En: “cibernético. El deporte, el rock o algo de eso” la rima es “eo”. En: “de un dulce castaño, con la pupila nadando en un círculo verde como las hojas de ese verano” la rima es “ao”. Lo mismo que en: “el retrato? ¿Cómo eran exactamente tus ojos pardos?”
3.- “Deber de + infinitivo” es probabilidad, “deber + infinitivo” es obligatoriedad. En tu texto el narrador dice: “Debía ser muy difícil”. Supongo que quiere decir: “Probablemente era muy difícil”, no “Tenía que ser muy difícil”. Así que tienes que poner: “Debía de ser muy difícil”.
4.- “¿Era por eso que te veías siempre tan callada y triste?” yo la pondría así: “¿Era por eso por lo que permanecías siempre tan callada y triste?” o “¿Por eso permanecías siempre tan callada y triste?”.
Espero leerte en las próximas escenas.
Ojalá mis sugerencias te sirvan.
Saludos.

Noemi

12/12/2015 a las 21:11

¡Gracias Isolina! Tus consejillos son muy útiles y los tendré en cuenta en lo sucesivo. También las sugerencias porque a veces me paso de retraída. Para el club voy a mandarte ¡un retrato firmado!
Un abrazo
Noemí

Tavi Oyarce

12/12/2015 a las 23:04

Hola Noemí:
Que agradable leer tu cuento. En realidad pasé por alto cualquier imperfección. Es tan intenso como describes la trama que a veces prefiero leer un relato con algunos errores que relatos perfectos sin alma.
Como dice un compañero, tienes pasta de escritora, no dejes de escribir.
Te felicito y te seguiré leyendo.

Noemi

13/12/2015 a las 00:45

¡Muchas gracias, Tavi!
Saludos
Noemí

Leonardo Ossa

13/12/2015 a las 04:29

Hola Noemi. He venido leyendo algunas participaciones y encuentro en tu texto un magnifico relato. Me agrada mucho haberte leído. Espero volver a leerte en una futura oportunidad. ¡Felicitaciones!
Saludos.

Noemi

14/12/2015 a las 23:04

¡Muchas gracias Leonardo por tus amables palabras!
Un saludo cordial
Noemi

beba

15/12/2015 a las 01:33

Hola, Noemí:
Llego por la recomendación de Isolina. Precioso tu relato; me gustó lo ingenioso de crear el ambiente doloroso, terrible, de la protagonista a través del lápiz; y la imagen de gratitud y esperanza en el cambio del color de los ojos.
Me pareció excelente tu manejo gramatical. Felicitaciones

Noemi

15/12/2015 a las 17:40

¡Muchas gracias,Beba!
Un abrazo
Noemi

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