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El lápiz mágico - por delaberna

“La última obra de Javier Cortés es una nueva decepción. Alguien debería hacer notar al señor Cortés que una buena premisa no es suficiente para sostener quinientes trece páginas de palabrería. Tras un comienzo prometedor, que invita a ilusionarnos con el regreso del mejor Cortés, la novela avanza a trompicones hasta un desenlace que no llega a convencer.

Sus seguidores tendrán que seguir esperando a un nuevo despertar de este autor, que parece incapaz de revivir el éxito cosechado con su ópera prima. No sé cuántas oportunidades más estarán dispuestos a concederle. A la que suscribe se le acaba la paciencia”

Javier arrancó la hoja del periódico y la arrojó, hecha una bola, contra la pared.

<<Estúpida vieja ignorante>>

El papel rebotó y se unió al resto de artículos que yacían desperdigados en el rincón. Ella iba a ver de lo que era capaz. Todos lo verían.

Se levantó y llegó hasta el dormitorio en dos zancadas. Abrió el armario y apartó de un manotazo la ropa que cubría la caja fuerte. Necesitó dos intentos para introducir el código correctamente y que la puerta cediera, revelando su contenido.
Extrajo una cajita y sonrió al levantar su tapa.

Allí seguía, insignificante y casi extinguido, pero todavía capaz de devolverle la gloria que se negaban a reconocerle. Depositó la cajita en el escritorio, frente a una pila de papeles en blanco.

Dedicó unos minutos a despejar la superficie de trabajo. Cerró el ordenador portátil y lo apartó: ya no lo iba a necesitar. Se acercó de nuevo a la caja fuerte, que seguía abierta, y extrajo un segundo bulto. Tampoco le iba a hacer falta, de momento, así que lo guardó en el cajón del escritorio.

Por fin, se sentó y sacó el lápiz de su cajita. Afiló su punta con extremo cuidado. Tras el éxito de su primera novela, todos los esfuerzos por prolongar la vida del instrumento habían resultado un fracaso. Había probado a escribir con él tan solo comienzos y finales; después lo intentó empleándolo solo en la estructura y guión de la novela, recurriendo a él en los puntos clave de la trama.

Nada. Tan sólo había logrado una colección de críticas a su estilo inconstante. Algún iluminado incluso había descrito su estilo como bipolar.

Al menos, y eso sí que debía concederlo, se había granjeado un grupo –menguante– de seguidores, que cimentaban sus esperanzas en esos momentos de brillantez que salpicaban su obra.
Esta vez no les iba a defraudar. Emplearía hasta la última partícula de grafito en una obra magistral que grabaría su nombre en la historia de la literatura. Una obra que, sabía, jamás podría igualar.

De repente no pudo seguir sentado. El corazón le latía desbocado, ahora que había decidido entregarse por completo. La adrenalina le recorría el cuerpo, le empujaba a escribir y, al mismo tiempo, le impedía estarse quieto. Dio un par de vueltas por la estancia, rascándose la cabeza, tocándose la nariz, mesándose la barba.

Finalmente se sentó de nuevo y abrió el cajón. Recorrió con el dedo el perfil del arma que estaba envuelta en tela. Lo cerró. Todavía no.

Se irguió en la silla, inspiró hondo y empuñó el lápiz. Levantó la cabeza y permitió que su mirada vagara a través de la ventana. Entonces, la vio:

Martina, erguida y desafiante. Salvaje, letal.

Se estremeció de pies a cabeza. No podía esperar a contar su historia.

Ella sería eterna, gracias a la última gran obra póstuma de Javier Cortés.

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7 comentarios

  1. 1. Celeste dice:

    Hola delaberna! Me gustó tu relato, me deja pensando en quién será Martina, y en lo que es capaz de hacer una persona por reconocimiento y fama. Suerte la de él, que sabía que esa obra sería un éxito sino podría haberse matado en vano! Muy buen relato! Enhorabuena! Espero leerte en el próximo taller

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 13:44
  2. 2. garrincha26 dice:

    me encanta el uso que haces del lenguaje, pulido, y de la estructura del texto, formal y académico.
    Lo tuyo es el misterio, un giro inesperado, un escritor frustrado … bravo!
    Dinos quién es Martina! y por qué se muestra desafiante…
    saludos.

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 14:25
  3. 3. Jose Luis dice:

    Hola
    Creo que las comillas inglesas (<>) sobran, sería mejor usar en este caso las comillas («»).
    Un buen relato, que termina con un gran misterio sin resolver. Se supone que el escritor, tras terminar su última gran obra, ¿iba a volarse la cabeza, no? Pero llega Martina y se lo impide… Le impide incluso escribir esa última obra. O será ella quien se lleve la gloria…
    Un saludo cordial

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 17:57
  4. Sorprendente ese final. Me he quedado con los pelos parados literalmente. Hay personas que por la fama harian cualquier cosa. En fin, sorprendente relato.
    Felicitaciones y saludos.

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 17:31
  5. 5. Luis Ponce dice:

    Hola delaberna: por fin encontré tu relato.
    No puedes escribir para la fama, ni siquiera para tus seguidores, cuando lo haces te conviertes en un esclavo de los demás , en un individuo de papel.
    Javier nunca volverá escribir como en su primera obra, no puede estar condicionado entre Martina y doce gramos de plomo.
    Sólo tú puedes salvarlo si te interesa para el futuro.
    Me ha gustado, por el drama y el misterio, peleando entre la vida y la muerte por un lápiz.
    Te felicito.
    Acepté tu sugerencia y estoy continuando el relato del mes pasado en: letrasalapis.blogspot.com

    Escrito el 2 diciembre 2015 a las 01:22
  6. 6. Leosinpirsa dice:

    Hola, un relato con misterios y secretos de mi gusto. Muy bien llevado, es una pena que acabe de forma brusca y nos impida saber que mas puede ocurrir.

    Interesante y entretenido, un placer de lectura, aunque no sé el lugar que corresponde a Martina, pero me imagino que 750 palabras no dan para desarrollar una historia tan compleja sin perder algo por el camino.

    Un saludo y gracias por comentar mi texto.

    Escrito el 3 diciembre 2015 a las 19:34
  7. 7. Isolina R dice:

    Hola, delaberna:
    Me ha gustado tu historia. Aunque el final me ha dejado desconcertada porque no lo he entendido.
    En cuanto a la forma creo que algunos detallitos deberían mejorarse.
    En: “Alguien debería hacer notar al señor Cortés que una buena premisa no es suficiente para sostener quinientes” yo pondría: “Alguien debería hacerle notar que una buena premisa no es suficiente para sostener quinientas”.
    En: “El papel rebotó y se unió al resto de artículos que yacían desperdigados en el rincón” yo pondría: “El papel rebotó y se unió al resto de artículos desperdigados en la esquina”.
    En: “Necesitó dos intentos para introducir el código correctamente y que la puerta cediera, revelando su contenido” convendría quitar “revelando su contenido”. Está claro que si se abre una caja fuerte se verá lo que contiene.
    En: “Extrajo una cajita y sonrió al levantar su tapa”, yo cambiaría “su” por “la”. También haría lo mismo en: “Por fin, se sentó y sacó el lápiz de su cajita”. Y en: “Afiló su punta con extremo cuidado”, pondría: “Le afiló la punta con extremo cuidado”.
    Rimas: “frente a una pila de papeles en blanco. Dedicó unos minutos a despejar la superficie de trabajo”, “De repente no pudo seguir sentado. El corazón le latía desbocado”, “ahora que había decidido entregarse por completo. La adrenalina le recorría el cuerpo, le empujaba a escribir y, al mismo tiempo, le impedía estarse quieto”, “Lo cerró. Todavía no”, “que su mirada vagara a través de la ventana”.
    En: “Recorrió con el dedo el perfil del arma que estaba envuelta en tela” yo quitaría “que estaba”.
    Creo que convendría eliminar una frase entera: “No podía esperar a contar su historia” y la palabra “última” de “la última gran obra póstuma”.
    Habría que cambiar el verbo “erguir” una de las dos veces del final.
    Espero que mis sugerencias te sirvan.
    Saludos.

    Escrito el 12 diciembre 2015 a las 19:03

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