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El lápiz mágico - por Barón Dumas

A Óscar jamás le había pasado nada fuerte. Desde pequeño le habían contado que Dios a veces se despistaba.
La mañana en que empezaron a sucederse los abusos Óscar llevaba al colegio su bolso de deporte. Para el profesor de Educación Física sólo optaban a sacar 10 en la evaluación quienes se ducharan luego de la clase. El vestuario tenía una sala común con bancos saliendo de tabiques cubiertos de azulejos blancos que separaba la zona de duchas. Las duchas estaban separadas por más tabiques a modo de biombo. Se diría que parecía un laberinto para ratones. Por aquella época durante los recreos se jugaba el torneo de fútbol sala que enfrentaba a las aulas de un mismo curso. Los del A eran considerados solamente empollones: ganaban poco y sólo eran populares por sus chicas. De los del B se decía que eran los de la B de burros. Eran odiados por los chicos del A porque siempre hablaban con sus chicas y eso era intromisión –entonces había Leyes de Patio–. Los del C podrían haber sido los del G, de golfos. Se comentaba que los chicos del C discutían sobre la historia más horrible ocurrida en el despacho del Director. Uno de ellos llegó a ser llevado al Libro de Guardia tres veces en una mañana. Ganaban en los deportes y las chicas del B iban a hablar con ellos. Las del A sólo paseaban en grupos alrededor de las canchas donde jugaban los del C, que no soportaban a los del A porque en clase los maestros se enorgullecían de sus notas. Por aquella época los niños besaban en la cicatriz.
Para cuando Óscar salió de la ducha todos se habían marchado. De su bolso asomaba una hoja de papel mal doblada. La sacó con descuido y leyó para sí <<Los chicos no tienen tetas>>. Bajo el texto, la caricatura de un muchacho con senos de mujer . Era una uve doble que salía de los márgenes del torso y caía hasta cubrirle el tronco. Si hubiese sabido aliviarse el nudo de la garganta habría sido para tragar saliva y decir <<joder…>>. Hasta alcanzar la salida del vestuario el mundo de Óscar acababa en la puntera de sus tenis. Fuera, un estrecho pasillo de niños aguantaban difícilmente la risa. Algunos empujaban para estar mejor situados para cuando saliese el más raro del colegio. Se había corrido la voz de que por allí aparecería el chico con las tetas de chica. Todo aquello era una encerrona. La burla y humillación guiaban los días de Óscar. Su maleta era el buzón de ofensas. En una ocasión tuvo que deshacerse de un montaje de una vaca a la que habían cambiado la cabeza por una foto suya. Óscar se decía que había debutado de tan mala suerte por culpa de un despiste de Dios. Su semblante era de triste gorrión.
De nada sirvieron sesiones con psicóloga del colegio que tuvo a granel. Nuestro muchacho era una llaga en aquel paisaje. Unos periodistas locales visitaron la casa de Óscar. Luego de la entrevista, la reportera comentaba en confianza que la policía solía necesitar un tirón de orejas para activarse. La portada del día siguiente descubría el calvario:

Óscar, a su madre: “Estoy cansado de vivir”.
El testimonio desde dentro del bullying.
La ginecomastia es la causa de las burlas y las humillaciones.

Para Óscar las vacaciones eran la bocanada de aire al emerger desde lo profundo del mar. En sus lecturas levantaba su fuerte. En estos días se decía que si Huck Fynn era feliz durmiendo dentro de barriles y no yendo al colegio él aún tenía posibilidades de ser feliz. Sonó el teléfono. Un alud de alegría le vino encima: mamá corría con los brazos abiertos. ¡Se va a acabar, Óscar!, gritaba. Al hospitalito; al hospitalito. ¡Se va a acabar! Le llovían los ojos.
La del Doctor Muñoz era una consulta decorada con dibujos que habían hecho otros niños. Se sabía porque se leían los nombres en todo el folio. La pared estaba fría. Óscar se dijo que de haberse dejado la camisa puesta también estaría fría. Pero el doctor quería verle sin camisa. Luego acercó su silla hasta Óscar y con un lápiz negro dibujó rayitas en la piel. Quizás la magia del doctor arregle el despiste de Dios, pensó Óscar.

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6 comentarios

  1. 1. Christian Joseph White dice:

    Gran relato. Al margen de lo que comúnmente se escribe, teniendo en cuenta la temática del taller de este mes, que limitó mucho las ideas de los relatos. En cierto modo, didáctico; como concientizando sobre cuestiones de las que todos somos partícipes. Felicitaciones por tu trabajo 😉

    ¡Saludos, Dumas!

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 06:53
  2. 2. Luis Ponce dice:

    ¡Fantástico Dumas!
    Me ha encantado, no puede ser más actual, más crudamente contado, más reflexionado, que lo que pintas.
    Has sabido plasmar un terrible problema con total fluidez.
    Me gusta el planteamiento desde el punto de vista reflexivo de “la víctima”, pero se revaloriza más aún con un ligero toque humor negro y sangre fría que se percibe al releer tu texto.
    Desde el punto de vista técnico, hay algunas cositas que reorganizar, pero no soy el más indicado para anotarlas.
    Te felicito.
    Estaré leyendo lo que escribes.

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 02:06
  3. 3. Manoli VF dice:

    Buen relato, buen tono y buen mensaje que impacta y llega al lector. Tampoco yo te corregiré los errores, porque si los hay, no los he visto, metida como estaba en el contenido de tu texto. Muy bien escrito.

    Te invito a comentar el mío. Un saludo.

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 19:24
  4. 4. Laura Marmaris dice:

    De fácil lectura, me ha atrapado el relato y me ha gustado el tono.
    ¡El bullying en la escuela es un tema en el que hay mucho que trabajar!

    Escrito el 2 diciembre 2015 a las 15:31
  5. 5. Barón Dumas dice:

    Muchas gracias a todos por vuestros comentarios. =)

    Dadme un momentito para tomarme las mismas molestias que os habéis tomado ustedes y así disfrutar de vuestros trabajos.

    Saludos!!

    Escrito el 3 diciembre 2015 a las 11:03
  6. 6. charola dice:

    ¡Hola Dumas! Me gustó tu historia. Al comienzo un poco embrollada, pero engancha. Estuve muy metida en tu relato y solo ví un error. Siendo “bullying” una palabra en inglés, se pone en cursiva o entre comillas.
    Por lo demás muy bueno tu relato. Felicitaciones.

    Escrito el 4 diciembre 2015 a las 05:46

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