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el lápiz mágico - por garrincha26

EL LÁPIZ MÁGIGO

La niña Naly tenía una extraña relación con la magia. Era inexplicable. No sabía invocarla y, sin embargo, la promovía hasta en las cosas más nimias. A su alrededor, los objetos cobraban vida: sus peluches le hablaban, las sábanas la abrazaban y hasta las cucharas se retorcían cuando las acariciaba con sus suaves dedos.
En noviembre, la magia se revelaba de forma especialmente intensa. Durante treinta días, favorecía a todas aquellas personas que, de alguna manera, demostraran su afecto o ternura a la niña Naly. Todo comenzó con Camila, la compañera de clase que le había prestado su muñeca preferida y, a cambio, encontró su mochila llena de caramelos. Ese fue el primer episodio de noventa años de magia.
A la niña Naly le encantaba dibujar. Tenía un talento innato para representar cualquier objeto con todo lujo de detalles. Quizás fuera por eso por lo que nunca mostró interés por colorear. Prefería la hoja en blanco, dejar volar su imaginación. Desde muy temprana edad, influenciada por los gustos de sus padres, había mostrado una singular inclinación por la mitología y la botánica. Su trazo, firme y preciso, dotaba de un realismo asombroso a unicornios y elfos, duendes y hadas. Apenas había terminado de esbozar un caballo alado, éste ya desplegaba sus épicas alas sobre el papel, y cuando perfilaba una orquídea Sharry Baby, como las que cultivaba su madre en el jardín, el dormitorio se llenaba de un delicioso aroma a chocolate.
Siempre utilizaba el mismo lápiz, un Faber-Castell del color de la madera vieja, que su padre le había dejado sobre su escritorio la madrugada de su quinto cumpleaños. Lo encontró por la mañana, junto al corazón hecho jirones de su madre y a una hoja sucia en la que él había escrito con letras góticas “la magia existe. Ella te guiará”.
La niña Naly comprendió enseguida que su padre no iba a regresar. Siempre le había visto como un Ajax soñador y trágico, y tenía la certeza de que algún día el Antígona, aquel destartalado atunero con el que salía a faenar, sería llamado por Poseidón a las profundidades abisales. Eso explica que Naly nunca, a lo largo de su infancia, se mostrara triste o contrariada por la ausencia de su padre. Era su alma gemela y estaba segura de que no se había ido. Muy pronto comprendió que, cuando anhelara sentir su tierno abrazo o escucharle recitar la Ilíada al pie de su cama, sólo necesitaría su lápiz y un trozo de papel.
Su madre, en cambio, era absolutamente impermeable a la magia y la mitología. Acusó mucho aquella pérdida y se fue marchitando de a poco, al tiempo que abandonaba el cuidado de sus orquídeas. Ella sí se marchó para siempre una mañana de diciembre, poco después de que la joven Naly hubiera presentado su primera exposición de dibujos, obteniendo muy buenas críticas. Sus nervios, castigados durante años por las ensoñaciones de su hija y la inquietante presencia de un esposo ausente, sucumbieron finalmente ante las fuerzas del más allá …

La vieja Naly tiene hoy más años de los que quiere recordar. Ha visto transcurrir noventa noviembres cargados de magia. Alina ha venido a recogerla para acompañarla al museo municipal, donde se expone la colección completa de su obra. Son cerca de mil dibujos, óleos y acuarelas muy cotizados. Alina y sus hermanos han organizado una pequeña recepción en su honor, un sentido homenaje a la artista pero, sobre todo, a la madre que impregnó de magia la vida de todos ellos.
Hay noventa personas esperándola. Noventa noviembres.

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13 comentarios

  1. 1. delaberna dice:

    Hola, garrincha:

    Tu relato fue uno de mis preferidos del taller anterior, así que me ha hecho mucha ilusión que pasaras por mi relato de este mes y lo hayas disfrutado. Gracias!

    Tienes un estilo increíble. El relato fluye maravillosamente. No sé si es un don innato o cómo lo haces para que todas las frases suenen tan naturales y tan correctas a la vez.

    Me ha gustado especialmente la frase:

    “Lo encontró por la mañana, junto al corazón hecho jirones de su madre”

    Aunque no termino de entender… creo que el padre se marcha, pero en algún punto da la impresión de que se ahoga. Creo que lo que quieres decirnos es que el padre se marcha pero que a Naly no le afecta porque al temer que su atunero se hundiría algún día, estaba preparada para decir adios.

    Este es otro detalle que me ha gustado, el optimismo y la paz interior de Naly. La hacen un personaje muy interesante.

    Nos leemos!

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 22:23
  2. 2. delaberna dice:

    Por cierto! Estoy pensando, si se presta, en aprovechar el taller de diciembre para contar la historia de Martina. Espero que no sea un tema muy navideño 😀

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 22:24
  3. 3. garrincha26 dice:

    Hola Delaberna,
    eres demasiado generos@,no sabes cuánto me alegra tener mi primer seguidor incondicional, 🙂
    En realidad, como en tantos relatos cortos debes formarte tu propia idea sobre determinados hechos de la narración. No hay espacio para más y el lector debe completar los espacios en blanco, las elipsis.
    En realidad, la niña Naly no llega a saber lo que le ocurrió a su padre, pues su madre no se lo cuenta con ese afán protector típico de los progenitores.
    Por un lado, Naly no puede pensar que su padre se haya marchado, dejándola de ese modo. Es tal el vínculo que les une que su mente infantil no puede ni imaginarlo.
    Por otro lado, está tan acostumbrado a escuchar sus historias sobre mitos, que ve reflejada en su padre la figura de Ájax o cualquier otro héroe trágico cuyas hazañas está acostumbrada a escuchar en la cama.
    Así pues, tiene el recurso del naufragio y pronto abandona cualquier conjetura, cuando comprende que su padre siempre estará allí a través de sus dibujos. Esa actitud desarrolla en ella el carácter sereno y la paz interior que describes.

    Te invito a que trabajes la historia de Martina!
    gracias de nuevo y nos leemos.

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 09:52
  4. 4. garrincha26 dice:

    por cierto, releyéndome ahora acabo de darme cuenta que he empleado un léismo (“le había visto”). Error.

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 09:54
  5. 5. beba dice:

    Hola, Garrincha 26:
    Gracias por tu comentario y tus sentidos elogios. Tu estilo no se queda atrás; es eso mágico que crea metáforas, y que no dice tanto sino que sugiere. Y que, además, escribe pulcra y delicademente, sin errores gramaticales de ninguna clase.
    Precioso tu cuento; lo de los noventa noviembres,suena a primaveras productivas. (¿O eres español? En ese caso serían otoños…) Bueno, es bello.
    Un saludo.

    Escrito el 2 diciembre 2015 a las 01:20
  6. 6. PAULATREIDES dice:

    Buenas garrincha26

    Antes que nada, darte las gracias por tu comentario y consejos (siempre me lío con los tiempos verbales, ni veo ni noto esos cambios cuando escribo).
    Yo, intentando hacer reír (y disfrutando de los comentarios), de sacar alguna que otra sonrisa; y ahora vas y me sacas la vena sensible.
    Hermoso relato Garrincha26, bien narrado. Aunque no vemos ninguna escena marinera, me hiciste recorda un cuadro de Sorolla ¡Y aún dicen que el pescado es caro!
    Saludos.

    Escrito el 2 diciembre 2015 a las 19:35
  7. 7. APMB dice:

    Hola, Garrincha26. Es un relato muy bonito, enhorabuena, está muy bien narrado y cuenta mucha información. Es el que más me ha gustado sobre lápices que crean vida.

    Escrito el 4 diciembre 2015 a las 15:30
  8. 8. Jose Luis dice:

    Hola
    Me gustaría hacer una pequeña puntualización, o dos.
    En la frase “Prefería la hoja en blanco, dejar volar su imaginación.”, creo que en lugar de la coma iría mejor la conjunción “y”.
    Dentro de la frase (…)hecho jirones de su madre y a una hoja sucia (…), creo que sobra la “a” que va delante de “una hoja”.
    Dejando estos pequeños errores aparte, tu prosa está muy cuidada y escribes (y describes) muy bien.
    Es un relato muy hermoso, que combina cosas tristes con otras alegres, y que deja su huella nostálgica.
    Gracias por pasarte por mi relato y tus certeros comentarios.
    Un saludo

    Escrito el 4 diciembre 2015 a las 20:04
  9. 9. L.M.Mateo dice:

    Hola Garrincha!

    Gracias por pasarte por mi relato. Aún así, te tenía en las previsiones del mes (ando bastante liada y solo estoy pudiendo leer dos al día).

    ¿Qué quieres que te diga? Me has vuelto a cautivar, igual que el mes pasado. Tienes un estilo muy fluido, dulce, con duende. Me he enamorado de Naly. Me recuerda a mi abuela, que cumplirá 90 en junio, no porque la mía sepa dibujar, sino por ese saber transmitirnos un mundo lleno de fantasía y de esperanza incluso en los malos momentos. Digamos que su magia, igual que la de Naly, sabe cuando operar.

    En lo formal, no coincido con Jose Luis, pues me parece que hace más referencia al estilo propio que podamos tener, pero me ha llamado la atención esto:

    «él había escrito con letras góticas “la magia existe. Ella te guiará”.»

    Creo que debería ser del siguiente modo,

    «él había escrito con letras góticas: “La magia existe. Ella te guiará”.»

    Estás mostrando la cita literal de una nota, no parafraseándola, por lo que debería haber dos puntos, y la primera frase comenzar en mayúscula.

    Un abrazo. Te deseo mucha creatividad para el próximo taller.

    Escrito el 5 diciembre 2015 a las 14:04
  10. 10. garrincha26 dice:

    Beba, Paula, APMB, José Luis, LMMateo … gracias a todos por vuestras hermosas palabras hacia mi relato.
    LMMateo, tienes razón en el apunte.
    Beba, en efecto, soy de aquí, aunque no de Madrid 🙂
    un abrazo a todos y nos seguimos leyendo. Es un verdadero placer.

    Escrito el 5 diciembre 2015 a las 23:15
  11. 11. Christian Joseph White dice:

    Un relato fluido y muy pulido, de lectura amena y con una trama emotiva. Ingeniosa manera de aprovechar el requisito del lápiz. Felicitaciones por tu trabajo, hasta la próxima 😉

    ¡Saludos, compañero!

    Escrito el 7 diciembre 2015 a las 01:53
  12. 12. Isolina R dice:

    Hola, Garrincha26:
    El contenido me ha parecido una maravilla.
    En cuanto a la forma te haré algunas sugerencias.
    Rima interna: “la promovía hasta en las cosas más nimias. A su alrededor, los objetos cobraban vida”.
    En: “A su alrededor, los objetos cobraban vida: sus peluches le hablaban, las sábanas la abrazaban y hasta las cucharas se retorcían cuando las acariciaba con sus suaves dedos” hay demasiados posesivos y el último, además, junto a “suaves” (cacofonía). Quedaría mejor así: “A su alrededor, los objetos cobraban vida: los peluches le hablaban, las sábanas la abrazaban y hasta las cucharas se retorcían cuando las acariciaba con suavidad”.
    En: “demostraran su afecto o ternura a la niña Naly” si quitas “su” queda mejor.
    En: “Todo comenzó con Camila, la compañera de clase que le había prestado su muñeca preferida y, a cambio, encontró su mochila llena de caramelos” puedes poner: “Todo comenzó con Camila, la compañera de clase que le había prestado su muñeca preferida y, a cambio, se encontró la mochila llena de caramelos”. Todo el texto está plagado de posesivos. Creí que no eras español por la expresión “de a poco” y por la abundancia de adjetivos posesivos. A mí tanto posesivo me llama la atención porque no estoy acostumbrada. En fin, no te sugeriré más cambios concretos, pero deberías sustituir algunos posesivos más por artículos determinados.
    En: “Quizás fuera por eso por lo que nunca mostró interés por” repites tres veces “por”. ¿No quedaría mejor así: “Quizás por eso nunca mostró interés en” o “Quizás debido a eso nunca mostró interés por”?
    El término “influenciada” deberías sustituirlo por “influida”.
    En: “Lo encontró por la mañana, junto al corazón hecho jirones de su madre y a una hoja sucia en la que él había escrito con letras góticas “la magia existe. Ella te guiará” hay algo que no queda bien. El lápiz está realmente en su escritorio, junto a una hoja sucia en la que su padre había escrito unas palabras. No creo que el corazón hecho jirones de su madre esté también realmente en su escritorio, junto a la hoja sucia. Es un problema que hayas metido un recurso estilístico sumado con la conjunción “y” a un dato real. El recurso estilístico es bueno. Hablar del corazón de su madre como algo hecho jirones me gusta un montón. Pero habría que sacarlo de donde está. ¡Ah! después de “góticas” deberías poner dos puntos y “La”.
    En: “poco después de que la joven Naly hubiera presentado su primera exposición de dibujos, obteniendo muy buenas críticas” el gerundio es incorrecto, en su lugar deberías poner: “con la que obtuvo”.
    Espero que mis sugerencias te sirvan.
    Saludos.

    Escrito el 8 diciembre 2015 a las 17:03
  13. 13. Marcelo Kisi dice:

    HOla Garrincha26!
    Gracias por tu comentario a mi relato, me alegro de haberte hecho reir.
    También disfruté mucho del tuyo, y veo que ya otros compañeros te han hecho observaciones. Yo había captado el “leísmo” y la rima que te señala Isolina, y no mucho más. Me parece un relato tierno y profundo a la vez, muy bien escrito.
    Felicitaciones!

    Escrito el 16 diciembre 2015 a las 17:45

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