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El espejo de los sueños perdidos - por Nymphadora

Web: http://ilikebirds-cause-they-can-fly-away.blogspot.com.es/

El autor/a de este texto es menor de edad

Era de bordes dorados, madera retocada con flores, hojas y tallos. En cada esquina estaba tallado un sol, y cada sol contaba una historia.
En casa de la abuela siempre hubo trastos viejos, desde un tocadiscos ruidoso que cantaba canciones de los cincuenta, a un vestido de flores azules que bailaba por toda la casa los domingos a las diez, o un perchero que bailaba claqué.
Sin embargo, lo que más me gustó fue descubrir el espejo.
Cerré la puerta de la salita, quité la sábana, y tras hacer un estudio sobre aquel bello y antiguo espejo, me miré de arriba a abajo.
Empezó a soplar viento, tanto que mi pelo se enredó y las hojas de roble que había detrás de mí se hicieron remolinos.
¿Hojas de roble? Cuando volvió a soplar, caí sobre un suelo húmedo.
—¡Eh! —miré a mi alrededor. Ya no estaba en la salita.
Dejé la mochila a los pies de un árbol centenario, y al levantar la vista, me vi abrumada por las inmensas copas verdes y los troncos astillados y gruesos.
—Pues que espejo más grande…
—¡Eh, chico! —gritó un cuerpecillo a mis pies.
Me dirigí a aquella especie de hombrecillo verde, con ojos y capucha morados.
—¿Quién eres?
—¡Soy el príncipe Kuro!
—Oh, príncipe —pensé extrañada, pero no discutí—, ¿me devuelves a casa?
Kuro pegó varios saltitos, y las orejas le rebotaron.
—¡Coge tu mochila, chico! ¡Es por aquel camino!
—Kuro, no soy un chico. Me llamo Carlota. —para cuando dije esto, el duendecillo ya corría en dirección a dicho camino.
El camino destacaba en aquel bosque de raíces gigantes, y sombras verdes. La senda era de color morado entre árboles tristes, deshojados. Sus ramas eran del color del carbón, al igual que su tronco.
—Kuro, este camino es muy oscuro…
—¡Chico! ¡Kuro conoce estos bosques! —pataleó.
Comenzamos a caminar por el sendero, mientras los árboles peleaban.
Anduvimos durante lo que me pareció una hora, cuando apareció una ardilla del tamaño de una persona, con traje de tweed.
—Buenos días —saludó mirando al horizonte.
—¡Buenas noches!
La ardilla miró fijamente a Kuro durante diez minutos, después, posó su seria mirada en mí.
—Tienes deudas, Josefina.
—Me llamo Carlota, soy su nieta —le respondí. No apartaba sus ojillos negros de mí. Como me daba miedo, le pregunté su nombre para disimular.
—Cheko.
Tras un espacio de tiempo, me fijé en la carilla de miedo del príncipe Kuro. Me asusté más.
—Nos tenemos que ir.
—No.
—En serio…
—No.
Mi cuerpo sintió tanto pánico que mis piernas tomaron el control de la situación. Agarré a Kuro, y salí disparada.
La ardilla nos enseñó sus dientes y comenzó a perseguirnos, enloquecida.
—¡Josefina, me debes un sueño! ¡No vuelvas a huir!
Jadeé, sentía que llevaba una hora trotando.
—¡Tuerce a la izquierda, es el mejor camino, chico!
—¡Soy una chica! —lloré, pero obedecí.
Al torcer, tropecé con una raíz de árbol. ¿De dónde había salido?
Mil árboles de ramas elásticas bailaban al son del canto de los pájaros; me cogieron del tobillo y me llevaron de un lugar a otro, hasta encerrarme en una jaula de ramas y espinas. Cheko estaba debajo, riendo.
—¡Chico! —gritó Kuro llorando—, ¡no me haces caso! ¡Este camino era el bueno! ¿Por qué no me haces caso? Josefina te ha contado absolutamente todo. ¡Vamos a vivir por tu culpa!
No entendía nada, ¡le había hecho caso en todo absolutamente!
—¡Solo quiero volver a casa! —lloré.
Y de repente, una mano apareció, me agarró del jersey y me sacó de allí. Aparecí en la salita oscura, ya no había bosque, ni tampoco estaba Kuro, ni Cheko.
—¿Qué demonios hacías dentro del espejo? ¡Es peligroso! —gritó mi abuela.
—¿Qué mundo tan horrible es ese?
—Es el mundo de los sueños perdidos, hay trece caminos y solo uno, si escoges bien, te lleva a tu sueño.
—Pero Kuro…
—¿Has hecho caso a un kuro? ¡Niña tonta! Los kuros son guías, pero solo saben decir lo contrario a lo que piensan. Te dicen las opciones que no debes seguir.
—¡Pero se enfadaba!
—¡Claro! ¿Te crees que la vida va a aceptar todo lo que digas? La vida es cabezota, y equivocada, ¡como un kuro! Tú debes tomar las riendas. No vuelvas a entrar.
Tal vez yo era muy pequeña para encontrar mi sueño, pero mi abuela escondía este espejo porque ya había encontrado el suyo.
Y tal vez por eso, Cheko la perseguía.

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7 comentarios

  1. 1. Leosinprisa dice:

    Hola Nymphadora, ¿seguro que eres menor de edad?, porque este cuento me parece hecho por un ser muy adulto y que comprende muy bien la estructura y el ritmo de una narración.

    Con ello he de decirte que me ha gustado mucho, desde el principio hasta el final y tampoco he detectado errores que puedan ser corregidos.

    Solo al comienzo he encontrado cierta confusión al leer lo del vestido de flores azules que bailaba, no sabía si era que bailaba solo o una metáfora que empleabas para dar rienda suelta a la imaginación. Aún asi, enhorabuena, si escribes de tal manera siendo menor, ¿como será cuando seas mayor? Espero que no pierdas esa magía, cultivala y da rienda suelta a esa imaginación desbordante.

    Un saludo.

    Escrito el 18 diciembre 2015 a las 10:05
  2. 2. Nymphadora dice:

    ¡Muchísimas gracias, Leosinprisa! No sabes la alegría que me has dado, ¡me alegra oír que te ha gustado!
    En relación al vestido, sí era como una especie de metáfora. Seguiré escribiendo, ¡comentarios así motivan a seguir haciéndolo!
    Y sí, bueno, tengo 17 años, tampoco me queda mucho para tener los 18 por lo que no es tanto mérito jejeje.
    Muchas gracias otra vez, un saludo.

    Escrito el 18 diciembre 2015 a las 18:00
  3. 3. Marcelo Kisi dice:

    Hola Nymphadora, soy tu vecino de arriba, el 127.
    Coincido con Leosinprisa en lo maduro de tu técnica para ser tan joven. Me gustó mucho tu relato, la naturalidad con la que la magia es parte del mundo de la narradora. La semblanza con Alicia en el País de las Maravillas es notoria, pero eso no significa que sea fácil imitar el estilo. Me gustaron los personajes que vas creando en el camino de Carlota. Creo que eres muy habilidosa e imaginativa, así que espero verte por aquí nuevamente. FElicitaciones y buen año!

    Escrito el 18 diciembre 2015 a las 18:29
  4. ¡Hola! Tu seudónimo me pareció muy sugerente, así que me detuve a revisar tu texto. Desconozco si es la primera vez que participas en el taller (yo es la primera vez que te leo y no sé cómo sueles tomarte las críticas). De verdad espero que mis sugerencias te sirvan para aprender y tratar de superarte, y, bajo ningún concepto, sean un motivo para desanimarte en el ejercicio de escribir. ¡Lo haces muy bien!

    No sé si mis compañeros se refieren a madurez narrativa o madurez emocional, no me ha quedado del todo claro. En mi opinión, andas más cerca de lo segundo, pues el símil o comparación que empleas como desenlace de la historia, me parece bastante sensato, aunque sin escapar de los (y discúlpame la palabra) “tópicos” de la literatura juvenil. Más adelante volveré sobre esto.

    En primer lugar, creo que lo que nos cuentas funcionaría mucho mejor con un narrador en tercera persona. Esto no significa renunciar a la primera necesariamente, pero la reservaría para los diálogos.

    En líneas generales, el relato me ha gustado; creo que la extensión que dedicas a cada parte (entendidas como introducción, nudo y desenlace) está bien balanceada y las palabras, así como el tono, son acordes a la historia. Un fallo que le veo, es la estructura de los párrafos. No abuses del punto y aparte, trata de escribir párrafos un poco más extensos. Todo lo que gira en torno a la misma idea, se escribe en un mismo bloque, sin un “salto de línea”. Esto ayudará mucho al lector; dará una sensación de solidez a la narrativa y te permitirá explorar otros signos de puntuación como el punto y coma. Trata de dejar al final de cada uno de ellos algo lo suficientemente apetitoso como para que el lector quiera saber más; podría verse como dejar un sendero de miguitas de pan. Cuando pienses que la narración se atasca, introduce diálogo para aligerar la lectura. ¡Recuérdalo!

    Comienzas con la descripción del espejo; está bien porque es un elemento importante dentro de la trama; continúas exponiendo lo que hay en casa de la abuela; también me parece correcto, porque ayuda a crear la ambientación mágica apropiada para introducir el relato; pero comienza la acción… ¡Y aún no sabemos nada de la protagonista ni de la relación que tiene con su abuela! Trata de esbozar mínimamente los personajes para que el lector pueda empatizar con ellos.

    Al llega al bosque entendemos que comienza el nudo de la historia, su desarrollo: de entrada la protagonista no parece demasiado sorprendida de lo que ha ocurrido y su único comentario es “Pues que espejo más grande”. Por otra parte, no sabemos cómo se siente ni como le afecta el cambio de escenario. ¿Está asustada?, ¿sorprendida?, ¿tiene hambre o frío?, ¿por qué desea salir de ese entorno en apariencia encantador?, ¿le aburre?, ¿qué sucede?

    Aclarar este punto es importante, ya que nos servirá para lanzar la pregunta dramática que hace avanzar la historia y nos lleva al final. ¿Conseguirá escapar de allí?

    Antes de seguir avanzando quería hacerte otra anotación: “trastos viejos” no me parece una expresión adecuada para introducir los elementos de la descripción; para el tocadiscos sí, pero no para un vestido bailarín o un perchero que baila claqué (vigila también que no suene cliché), a menos que Carlota sea la nieta desconocida de Kika Superbruja y esté ya más que harta de cacharros mágicos.

    Como nos vemos obligados a economizar las palabras, ¿no piensas que sería mucho más eficiente para la historia, describir a los personajes y al bosque, que a la casa de la abuela y al espejo mágico?

    El resto de personajes me parece que están bien construidos, sobretodo Kuro, que tiene una forma de expresarse muy peculiar; me parece una combinación efectiva, tenemos un sujeto (el protagonista), un ayudante que hace avanzar la trama (Kuro) y un antagonista (la ardilla) que crea tensión en la historia. Sin embargo, creo que las reacciones de la protagonista podrían trabajarse más, para que sonasen más naturales, bien en el propio dialogo o en los incisos del narrador. Te confieso que, por todo lo que llevo comentado hasta ahora, me parece un personaje un poco “plano” que queda relegado a un segundo plano por culpa de un personaje mejor construido como podría ser duende Kuro.

    Tampoco nos cuentes cosas como “como tenía miedo, le pregunté su nombre, para disimular”, ¡Mejor muéstranos como lo hace y deja que el lector saque sus propias conclusiones!

    Evita contar el tiempo de una forma tan material, “una hora”, “media hora”, “diez minutos” “ un espacio de tiempo”; no es algo relevante ¡Y le resta magia!

    También he notado un abuso de algunas palabras como la conjunción “y” (algunas sobran directamente, por ejemplo, “y de repente”) o los diminutivos, acaba sonando repetitivo. No voy a comentarte mucho sobre la forma del texto, seguro que más adelante algún compañero añade una explicación detallada sobre esto.

    «—¡Chico! —gritó Kuro llorando—, ¡no me haces caso! ¡Este camino era el bueno! ¿Por qué no me haces caso? Josefina te ha contado absolutamente todo. ¡Vamos a vivir por tu culpa!»

    Este párrafo es muy confuso para alguien que no se fije en los detalles, al final sabemos que el duende es el mentiroso, pero no es algo evidente (que le llame chico o diga buenas noches, puede ser solo un síntoma de que no distingue los géneros humanos, y se lleva mal con la ardilla). Al final se aclara, pero te lo comento para que lo tengas en cuenta.

    Al final. todos lloran varias veces, intenta ser más variada en el abanico de emociones.

    No dejes flecos en la historia que luego no vayas a cerrar “Es el mundo de los sueños perdidos, hay trece caminos y solo uno, si escoges bien, te lleva a tu sueño.” ¿Por qué 13? Esa es mi pregunta. ¿Quizá por qué la niña tiene 13 años? No se sabe…

    Idem:

    «Tal vez yo era muy pequeña para encontrar mi sueño, pero mi abuela escondía este espejo porque ya había encontrado el suyo.
    Y tal vez por eso, Cheko la perseguía.»

    ¿Cuál era el sueño de la abuela? ¿Compartía el sueño con una ardilla? ¿Se lo robó? ¿Era acaso roer piñones y vivir en los arboles? (?) Creo que te refieres a sueños en el sentido de ilusiones, metas o esperanzas, pero deberías replantearte si con ese final terminas expresando lo que quieres transmitir de verdad.

    La reflexión del final, de la abuela, en la que habla de que la vida nos lleva por caminos muchas veces equivocados y somos nosotros mismos los que debemos juzgar o valorar que camino tomamos independientemente de lo que nos digan que debemos hacer, queda un tanto difuminado por tratar de que darle un significado exacto a partir de la propia historia. De algún modo le resta potencia. Podrías, por ejemplo, haber dicho lo que acabo de decir yo y sonaría más contundente y no perdería un ápice de fidelidad.

    Espero que mis sugerencias te sirvan para mejorar, y espero leerte a menudo en las escenas del taller.

    Un abrazo.

    Escrito el 19 diciembre 2015 a las 17:22
  5. 5. Nymphadora dice:

    ¡Muchas gracias, Marcelo Kisi! Es la primera vez que participo, pero pienso seguir participando. Gracias por el comentario, de verdad. ¡Muchas gracias y buen año igualmente!
    Un saludo.

    Escrito el 20 diciembre 2015 a las 11:25
  6. 6. Nymphadora dice:

    Hola, Robert w. Peterson.
    Soy nueva por aquí, me alegro que hayas sentido curiosidad por mi texto, ¡tanto para que me hayas comentado una crítica tan constructiva! (Me gusta que me digan en qué puedo mejorar, tranquilo jejej).
    Tu crítica me ha servido de mucho, las cosas que dices tienen sentido y es verdad que debería corregirlas.
    También para la siguiente escena intentaré pensar varias veces el sentido y el mensaje de la historia, como me has comentado (realmente esta escena empecé a escribirla en una aburrida clase de historia “dictada” u.u).
    Tomo nota de la distribución de los párrafos, e intentaré suprimir expresiones o palabras que como bien has dicho, quitan magia o emoción a la historia.
    Agradezco muchísimo tu ayuda, y tu tiempo. Espero poder leerte por este taller y recibir más de tus comentarios en próximos meses.
    ¡Un saludo!

    Escrito el 20 diciembre 2015 a las 11:38
  7. 7. beba dice:

    Hola, Nymphadora:
    Me encantó tu historia; en especial el ritmo vertiginoso que le has impuesto y que condice con lo mágico y volador.
    Excelente tu manejo del lenguaje, con un estilo muy personal.
    Mis más sinceros aplausos.
    Felices Fiestas.

    Escrito el 28 diciembre 2015 a las 02:40

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