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Reflejos del bosque - por Luis Berter

David se introdujo en la cama, colocó un cojín tras su nuca y se dispuso a leer un libro. La misma rutina de todas las noches. El sueño lo abrazó tras pasar la segunda página. Imágenes se arremolinaban en su cabeza, pensamientos de hechos ya acontecidos y de proyectos futuros. Saltaba de unos a otros sin abandonarse a ninguno de ellos hasta que se encontró en una inmensa llanura. En el medio, una multitud de destellos le deslumbraban.
Sonó un clic de engranajes y todo empezó a moverse. Una cinta transportadora bajo sus pies se puso en marcha en dirección a la masa cegadora. Tras unos cientos de metros pudo distinguir alguna forma; unos objetos se alzaban desde el suelo retorciéndose y ramificándose; estaban hechos de espejos y acotados por algún otro material que hacía las veces de marco. Era un bosque de espejos enmarcados.
Al poco, atisbó un árbol que sobrepasaba en tamaño a los demás. Su marco no era sólido, era de un gas rojo intenso que desprendía rayos; una especie de tormenta encarcelada. Al mirar los espejos, David se vio a sí mismo, más grande, solo y acurrucado en el medio de un gran salón gris. Una puerta se abrió y una figura de larga melena lo arrastró de la mano hacia afuera mientras una parte de él se desprendía y se alejaba reptando hacia un rincón oscuro del salón. El reflejo se esfumó.
David continuó por el camino que marcaba la cinta transportadora. Otro gran árbol apareció a su lado. Esta vez, el marco estaba formado por hojas de papel que revoloteaban, notas musicales, piezas de ajedrez y por fórmulas matemáticas que entretejían todo lo anterior. Los espejos le devolvieron su reflejo, gesticulaba con ambas manos y señalaba hacia un grupo de personas con el dedo en actitud admonitoria. En ese momento, el marco colapsó sobre los espejos y, seguidamente, retornó a su estado original. David aparecía ahora más pequeño, en el fondo de un largo pasillo con la cabeza metida en lo que parecía ser un libro.
De nuevo, el ruido de la cinta desvió la atención de David. A ambos lados descubrió una gran cantidad de tulipanes hechos de espejos de colores. Fijó su mirada en uno y se vio en una montaña rusa; subía y bajaba bruscamente, recorriendo unos carriles de cortes rectos y angulosos. Ascendió hasta la cima y, de improviso, el cinturón de seguridad se desabrochó. David salió despedido a través de decenas de ventanas que se superponían una detrás de otra. Al pasar la última, se quedó suspendido en el aire, sobre una gran ciudad, contemplando decenas de azoteas. Entonces empezó a caer mientras su cuerpo se encogía. Instintivamente, cerró los ojos y la vibración de la cinta bajo sus pies lo trajo de vuelta deteniendo su caída.
Se aproximaba a lo que parecía el final del bosque. Un gran arce con espejos rojos llamó su atención. Estaba delimitado por pequeños soles y lunas que danzaban en una vorágine de destellos. David, irremediablemente, llevó su mirada hasta el fondo de aquellos espejos encarnados. Se encontraba en lo alto de una montaña, sentado en una mecedora cuyo bamboleo se acompasaba a la caída de los copos de nieve. Estaba más joven. Mantuvo la mirada fija en su cara, que al momento comenzó a transfigurarse: su nariz se ensanchaba, los parpados parecían más pesados, una barba empezaba a poblar su cara y, por último, el blanco colonizó toda su cabellera. Acabó doblándose sobre sí mismo, encogiéndose en una pelota que se coló por las ranuras de madera de la mecedora hasta aterrizar en el fino manto de nieve.
David agitó la cabeza y se frotó los ojos. Al abrirlos se encontró fuera del bosque, sobre la misma cinta imperturbable. Ante sí había una gran ciudad luminosa de altas torres blancas. Un búho se aproximó batiendo las alas y se posó sobre su hombro. En ese instante despertó. Sobresaltado y con los ojos muy abiertos permaneció erguido sobre la cama.

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6 comentarios

  1. 1. Sara Sarutte dice:

    Hola Luis,
    Me encanta el comieno,las primeras lìneas lograron atrapar mi atenciòn, igualmente tuve que leer dos veces el pàraffo inicial para entender la idea la cuàl me parece alucinante.
    Al ir continuando la lectura me fue pareciendo muy cargada y entreverada, creo que hay muchos elementos y movimientos.
    Me gustò la idea, opino que se puede pulir un poco màs.
    Saludos!

    Escrito el 17 diciembre 2015 a las 14:58
  2. 2. Servio Flores dice:

    Luis, un relato muy barroco y trepidante. Desde el inicio lo toma a uno con la lectura.

    En cuanto a la estructura dramática, siendo circular y lleno de oníricas escenas, lo hace un tanto previsible, sin embargo siempre interesante.

    Como todo puede mejorarse y el relato da para más.
    felicidades!

    Escrito el 17 diciembre 2015 a las 20:18
  3. 3. Manoli VF dice:

    El comienzo está bien, pero cuando llega la cinta transportadora se enlentece la acción, y la cinta cobra todo el protagonismo y carga un poco la reiteración, me esperaba una justificación de la ” cinta” al final, algo que enlazase este elemento con la realidad del personaje (omo por ejemplo si trabajase en unos grandes almacenes o reparando algo relacionado con esa cinta transportadora…)ero concluyes el relato con un demasiado previsible despertar.

    De todas formas son mis apreciaciones y como tal subjetivas.

    Felices fiestas.

    Un saludo.

    Escrito el 20 diciembre 2015 a las 21:28
  4. 4. Luis Ponce dice:

    Hola Luis:
    muchos términos no significan mejor literatura. Las imágenes logradas con el mínimo uso de palabras son las adquieren mayor valor cuando logran transmitir la imagen que el escritor tiene en la cabeza. El lector tiene que caminar junto al texto apreciando lo que el que escribe quiere mostrar, pero no ganas mucho con marearle, porque va a abandonar fácilmente la lectura. Esa es la manera como muchos libros se cierran a medio leer.
    Una revisión meticulosa podría alivianar un poco el texto para hacerlo más asequible.
    Saludos.

    Escrito el 20 diciembre 2015 a las 22:51
  5. 5. Luis Berter dice:

    Hola a todos, ante todo quiero daros las gracias por vuestros comentarios y vuestra sinceridad. Es mi primer relato y lo que necesitaba era precisamente eso.
    Sara y Luis coincidís en que el relato es muy denso. Estoy totalmente de acuerdo, tiendo a construir frases y palabras demasiadas complejas. Mi asignatura pendiente es la sencillez. Quizás intentar introducir tantas escenas fue un error porque me obligó a relatar más rápido y eso puede llegar a marear.
    Servio, calificas el relato como “barroco y trepidante”, esa era la intención pero creo que como ya han señalado, se queda en algo denso y reiterativo.
    Manoli, es verdad que la cinta es muy recurrente. Quería que fuese el nexo de unión puesto que representa el paso inexorable del tiempo.
    Por último, el texto es previsible porque sabes que al final se va a despertar (en este caso es un despertar no sólo físico) pero yo quería que lo importante del texto fuesen las imágenes. Todo el relato está lleno de metáforas (que no sé si se entienden porque ninguno ha hecho alusión a ellas).
    De nuevo os doy las gracias. Procuraré leer vuestros relatos, a ver si mi opinión os sirve tanto como a mí la vuestra.
    Un saludo.

    Escrito el 21 diciembre 2015 a las 13:21
  6. 6. Nicolás Falcón dice:

    Hola Luis: Felicidades por participar; pues eso en sí, es un logro como tal.
    Me recuerdas con la imaginación que derrochas a: Lovecratt o Poe. Me gusta el hecho de que tienes mucha imaginación para el cuento fantástico.
    creo que un buen consejo es que revises siempre mucho el texto. dejalo reposar unos días, luego vuelve a retomarlo: tendrás con ello otras perpestivas, con las que enriqueceras la historia. Si puedes hazte un buen esquema de la historia antes de desarrollarla: tendrás mejor visión de la trama,luego podrás modificar más cosas si te parece que así sea.
    por supuesto te dejo este comentario desde la mayor humildad; pues yo tambien estoy aquí para aprender.
    Siento no haber podido comentar antes tu texto; estas fechas me tienen muy liado.
    ¡Felices fiestas, feliz 2016!
    Un fuerte abrazo.

    Escrito el 22 diciembre 2015 a las 12:08

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