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El espejo en el bosque - por José Antonio Caudeli
Refrescaba ya, a esa hora de la tarde. Un anciano salía de su mansión para pasear por sus dominios campestres. Caminar sobre ese almohadillado prado lo llevaba inexorablemente al bosque. Donde palpitaba la naturaleza y dejaba de sentirse vigilado.
De a poco apoyaba su bastón en ese rugoso terreno. Mucho más no se atrevía a continuar, flaqueaban sus fuerzas y agachaba la cabeza, hasta que se chocó con algo duro.
¿Con el aire? Alguien estaba delante suyo.
Sorprendido tanteó aquello y descubrió su imagen reflejada en un espejo. No un simple espejo, sino una estructura espejada circular que abarcaba varios metros y deformaba con su concavidad la imagen de todo lo que la rodeaba. Pero lo verdaderamente extraño de todo eso, era su increíble perfección.
Una sombra se erguía a sus espaldas.
Con esforzada rapidez torció el cuello y solo vio la desolación, que a esa hora se iba poniendo más oscura. Regresó a la casa confundido, refunfuñando. Continuó en ese estado hasta la cena, cuando junto a su hija y la empleada despertó de su pensativo silencio.
—¿Qué es eso que han puesto en el bosque?
—¿Qué hay en el bosque, pa? Arboles.
—Al espejo, me refiero.
—¿Un espejo tirado por ahí?
—No… es como una enorme carpa de cristal montada justo en el medio de mis arboles…¡No se hagan las tontas!
Ambas se miraron intrigadas.
—No te pongas agresivo, padre—advirtió su hija—. Mañana si querés te acompaño y lo vemos juntos.
Punto final a la locura. Él complacido, pero ellas quedaron alertas. Desde que murió su esposa, al viejo se lo notaba cada día más acabado.
A la otra mañana, su hija se retiro temprano de la casa para realizar unos trámites. El viejo no pudo con su impaciencia. Antes del mediodía eludió los controles y se escabulló hacia el bosque.
A lo lejos, envuelta en una extraña claridad, ya creía verla a ella, su mujer. Borrosa, como una vieja fotografía del pasado, lo esperaba con los brazos en jarra. Por su cara, parecía que tenía mucho para decirle. Sus hijos pequeños cabalgaban cerca y reían curiosos.
Él sabía que todo eso era parte del espejo, pero su corazón igual se agitaba. En un segundo perdió de vista a su esposa y tuvo que acudir a los niños.
—¿La madre, donde está?
—En casa, enojada…Hace días que te espera.—dijo el varón.
Su cara se descompuso y el espejo se volvió negro. Urgido por la angustia volvió a la casa rompiendo todo a su paso, preso de imborrables recuerdos. La empleada, asustada, dejó que su dueño hiciera ya que su consejo era inútil. Cuando la hija regresó, la situación ya estaba pacificada y todo hecho añicos.
La descarga del viejo las había shockeado. Por sentido común llamaron al médico particular de la familia, que recetó unos sedantes, ordenó unos estudios. El hecho en sí era preocupante.
La hija también telefoneó preocupada a su hermano, eterno desaparecido, incitándolo a interesarse más por la salud del padre, a ayudarla con todo esto, porque ella sola no se bastaba.
Un soleado domingo vino el hijo a visitarlo. Ellas los dejaron solos en el parque, para que hablaran tranquilo de sus cosas.
—¿Qué le anda pasando, padre?
Cruzado de brazos, enojado hasta consigo mismo, contestó.
—No puedo entrar más en el bosque.
—¿Para que quieres ir tanto al bosque?—le preguntó casi a un niño.
Tardó unos segundos en procesar su respuesta y dijo.
—Ahora solo quiero destruirlo. Para mí, está maldito.
Quedaron en silencio mirando el paisaje desde aquel lejano banco. Estuvieron así por varios minutos, hasta que al final el hijo lo empujo a levantarse.
—Vamos, ven. Caminaremos un rato.
Para la expedición, el hijo recolectó un hacha guardada en el cuartucho del jardinero; y al borde de aquel bosque que estaba más sombrío que nunca, se la entregó.
—Toma esto y soluciónalo como tu quieras.
El pobre viejo, como pidiendo permiso entró al bosque. El espejo voraz estaba por engullírselo todo. Del otro lado estaban ellos, una multitud de seres queridos que suplicaban por seguir con vida, que querían pararlo. Pero estaba decidido.
Elevó su brazo y golpeó con furia asesina. Esos gajos vidriados se deshicieron en múltiples caras heridas por el dolor, hasta que se esfumaron de su vista y él pudo cerrar los ojos.
Sobre la tierra ensangrentada yacen ahora los pedazos de un hombre, que solo deseaba olvidar.
José Antonio, primero que nada te relevo algunos detalles en cuanto a la redacción que creo que deberías revisar:
Hay muchos puntos de más en las primeras frases, se traba mucho la lectura al principio y empieza a destrabarse lentamente.
Creo que el tiempo verbal usado en esta frase es inadecuado: “La empleada, asustada, dejó que su dueño hiciera ya que su consejo era inútil.” Yo pondría “sería inútil”.
Repetís mucho “que” en esta frase: “Del otro lado estaban ellos, una multitud de seres queridos que suplicaban por seguir con vida, que querían pararlo. Pero estaba decidido.”
¿”lo empujo a levantarse.”?, ¿no sería “lo ayudó a levantarse?, de todas formas te falta la tilde.
En cuanto a mi opinión con el texto te cuento que me desengancho un poco lo trabado que esta al principio (como ya te mencione), luego no tuve oportunidad de generar empatía por el viejo o alguno de los otros personajes puesto que no aparece mucha descripción de los mismos o que les sucede. Las hijas, la mucama, el hijo…todos aparecen brevemente y no llegamos a conocer mas que algunas vetas del abuelo.
Cuando llega al desenlace veo la analogía que el vidrio estaba representando pero al no estar atrapado por el texto no me genero ninguna emoción, lo siento.
Creo yo que la idea del relato tiene potencial, solo te faltaría aceitar la redacción para que esta sea amena y luego quizá quitar intervenciones pocos significativas y añadir mas sobre el núcleo de la historia, es decir el pasado trágico del abuelo. (pero solo es una opinión subjetiva).
¡Saludos y nos leemos!
Me parece muy buena la idea del relato , lo que sí agregaría mas descripciones respecto a los personajes y sobre el pasado del personaje principal para que no quede una vaga idea.
La trama me parece muy interesante, pero no entiendo bien el final. ¿al final el anciano muriò cuando rompio el espejo?
Un buen relato debe transmitir al lector emociones, intriga, etc, para engancharnos de principio a fin y esto se logra utilizando una prosa fantástica dentro de lo posible y el estilo de cada escritor. Y en mi opinión es lo que le faltó a tu relato, el contenido es bueno, las ideas y descripciones también, pero más allá de las puntuaciones que debieras corregir, sería bueno que lo pulieras un poco con la utilización de metáforas, greguerias, epítetos, etc. estos le dan un toque fantástico a las palabras y la historia en sí. La adornan, la embellecen y la sacan de lo común. Bueno en lo personal a mi me encantan. Sigue escribiendo, que te seguimos leyendo.
Gracias por los comentarios Leonel, Camila y Minnie. En realidad traté de utilizar un narrador bastante neutro(´´un hombre´´,´´una mujer´´) y no explayarme tanto en los personajes. Simplemente me interesa el proceso mental del anciano, que no lo dije en ningun lado pero deberia sufrir de Alzheimer. Esta enfermedad crea como espacios vacios dentro del cerebro y a medida que avanza va borrando todo a su paso. El recuerdo en sí actua solo como un disparador de lo que le sucede al viejo, que ademas esta cada vez mas agresivo. El bosque y el espejo traté que fueran una semblanza de toda esta situación.
Sin embargo reconozco que debo agregar alguna pista más para que se comprenda el sentido del cuento.
A mi me gustó un tanto tu relato, tiene alguna intriga, pero no entendí la figura del espejo, si se trataba de un espejo como tal, o era una visión del anciano, o el espejo era una sombra, una ilusión. Y en ese sentido tampoco entendí el final. ¿Por qué muere el anciano? se mata a si mismo? ¿era parte de la gente del espejo? ¿Por qué el hijo le da el hacha y deja que se mate con ella?. En fin creo que todas esas interrogantes quedaron sin resolver en el relato. Pero en tèrminos generales el intento es bueno. Te Felicito. espero tus comentarios en ¡ALICIA TE AMO!
La trama es muy buena. Le falto describir si el padre tenia locura senil y describir la relación de la hija con el padre.
¡Felicitaciones!
¡Hola José Antonio! Primero decirte que el relato en sí está bien, después de leer que el viejo tenía alzheimer, me cuadra mejor.
Ahora bien, he encontrado bastantes erratas, como que al principio hay mucho punto y se ralentiza la historia; luego también en otras frases sobran algunas comas o yo las pondría de otra manera, pero ya es a gusto del escritor. Lo que sí he encontrado varias palabras sin acentuar: árboles, tanto en mayúscula como en minúscula; en la frase “su hija se retiro”, es retiró; en ésta otra frase: “Toma esto y soluciónalo como tu quieras”, tanto esto como el tu también van acentuados, aunque yo suprimiría el tú.
Luego hay dos frases que me suenan un poco raras:
“De a poco” aquí en España no se dice y me chirría un poco.
“Mucho más no se atrevía a continuar” personalmente cambiaría de sitio las palabras: “No se atrevía a continuar mucho más”
Pero bueno, esto es cosa mía. Los errores anteriores sí que debes revisarlos, varios compañeros hemos coincidido en eso.
Después volviendo a generalizar, me falta algo más de descripción, saber más sobre el padre, su pasado, pues yo me he imaginado que no debía de llevarse bien con su hijo por ejemplo, pues la hija es la que lo cuida. Quizá deberías reestructurar el texto, o eliminar/resumir alguna cosa para poder dar más rienda suelta al final.
El final trágico, me encanta, yo también hago muchos finales trágicos, pero si no es por la frase final creo que no lo hubiese entendido bien.
Bueno, espero que sigas escribiendo, como yo, pues éste mes no he recibido tantos halagos como el mes pasado por errores tontos en los diálogos y porque mi final tampoco se entiende muy bien debido a los recortes, pero seguiré escribiendo para mejorar. Si quieres leerme, soy el 169, es muy distinto a lo tuyo, pero es entretenido.
Saludos.
Buenas Jose Antonio,
Muy interesante el relato, creo que a nivel formal está bastante bien, pero me fue complicado ver realmente lo que estaba pasando en la histora. En un primer momento entendí que el viejo se imaginaba cosas tomando como referencia personas de su pasado y en una segunda lectura incluso me llegué a plantear que el cristal no era una metáfora sino un hecho real y místico que solo podía ver el viejo. Tras haber leido los comentarios entiendo que mi primera percepción era correcta, pero creo que lo que más despista y hace dudar de lo que has leido es el final, por ejemplo, si entiendes que realmente el padre está sufriendo demencia o algún tipo de enfermedad mental es muy raro que su hijo le dé un hacha y le permita ir solo al bosque ¿realmente es tan despegado e inconsciente como indica la hermana? Por otro lado, la verdad es que no conozco a nadie que sufra alzheimer, pero me parece raro que se diga al final que “solo quería olvidar”, supongo que realmente lo dramático es precisamente eso, saber que olvidas, porque quieres aferrarte a esos recuerdos. ¿o realmente es una metáfora para decir que quería morir?
Fuera de esos temas, creo que el tono de la historia está muy logrado, la forma de ir explicando la preocupación de su entorno por los cambios que experimenta el padre y su agobio por lo que está viviendo él. Muchas gracias por compartirlo.
Un saludo y felices fiestas!!!
Tenes razon Wiccan, diste en la tecla. Tengo un error de sentido. Al tener supuestamente Alzheimer olvida sin ningun esfuerzo, pero igual siente ganas de no vivir mas de esa forma.
Gracias por tu comentario. Felices fiestas che.
Me parece una historia interesante, pero algo confusa. He tenido que releer para ver si me había perdido en algún punto y no lo encontré. Estoy segura que si lo revisas tú mismo te darás cuenta. Pero te felicito, la idea es muy buena.
Saludos y adelante!!!
Hola Jose:
En primer lugar, perdona por la tardanza, pero como ya os comenté he pasado las fiestas visitando a la familia y la vuelta al trabajo y a los estudios ha sido dura.
Coincido con Montse en lo comentado, la historia es interesante, pero confusa. Escribir sobre enfermedades mentales es difícil si no se han experimentado.
Por otra parte, en el aspecto formal, ya te han comentado que hay algunos puntos fuera de lugar.
Añado la ausencia de acentos en las palabras “Árbol” (las mayúsculas se acentúan también), “árboles”, en el verbo “retiró”, “dónde” interrogativo siempre va con acento, “¿Para qué…?”, también con acento por lo mismo que el anterior, “empujó”, ya que es pretérito; “tú” pronombre personal (el que no lleva acento es el posesivo).
Te hago una matización más: “shockeado” debería ir entre comillas, ya que la RAE no ha normalizado aún la palabra “Shock”.
Un saludo, y gracias por haber pasado por mi relato.
Buen texto, aunque me costó un poco seguirle el hilo.
Quizás, necesitaría saber más del protagonista, en especial al principio de la historia, ya que al acabar de leer me he quedado sin entender el por qué de los sucesos.
Por otro lado, tienes algunos giros muy poéticos que me han gustado mucho: <>
Un saludo.