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Alaska. - por Danna Novoa

Web: https://www.instagram.com/escritora_compulsiva/

El autor/a de este texto es menor de edad

La noche se hacía se más fría con el pasar de los minutos y de los pensamientos. Alaska miraba su reflejo con vehemencia, esperando a sentirse más hermosa. Las lágrimas caían por su rostro formando un mar bajo sus pies y haciendo que el rímel bañara sus mejillas. El frío se incrustaba en sus huesos pero no sentía nada, estaba muerta por dentro. Con sus manos, ella palpaba cada sentimiento de su piel, cada lunar, cada parte sintiéndose gorda y abatida.
Se asomó por la ventana, intentando vislumbrar el pequeño y viejo bosque al otro lado de la granja. Volvió con su reflejo a la vez que miraba con desdén el plato de comida caliente que se encontraba sobre la cama. Se acercó a la repugnante comida y tomó un pedazo de carne como si fuera algo asqueroso, lo dejó de nuevo en el plato. Su respiración comenzó a acelerarse y su vista se nublo por completo, hacía 4 días que no comía nada más que 3 manzanas y litros de agua. Se miró de nuevo en el espejo por millonésima vez y pensó en que su peso no era suficiente, sus huesos no se notaban lo suficiente, ella era totalmente insuficiente. A pesar de que sus clavículas se notaban más de lo normal, su columna vertebral era apenas acariciada por su piel y que sus piernas estaban separadas por un gran espacio, no se sentía perfecta. <<¡Basta!>> Pensó y con toda la cólera cargada en sus puños golpeo el espejo, esté se hizo añicos en sus manos, causándole pequeñas heridas que expulsaban su dolor.
Alaska era un mentirosa profesional. Sonreía caminando por la calle. Sonreía cuando estaba triste. Sonreía a sus padres cuando le preguntaban si algo le pasaba. Le sonreía a sus amigos cuando le preguntaban <<¿Estas bien?>> y no solo se limitaba a sonreír, sino que también reía a carcajadas y respondía <<Si, estoy bien>> Cuando en realidad sangraba por dentro. Por más que el mundo se le derrumbara encima, por más que el insomnio la azotara todas las noches, incluso por más que las personas la llaman ¨gorda¨, ¨estúpida¨ o ¨inútil¨ Alaska sonreía de oreja a oreja y agachaba la mirada. Nadie sabía que se estaba muriendo lentamente, nadie la escuchaba pidiendo ayuda.
Esa era la noche. Alaska abatida y desgarrada, tomó de las pocas fuerzas que le quedaban y caminó hasta el bosque. El aire fresco de la noche permitía que sus demonios se calmaran. Los árboles se alzaban frente a sus ojos dando la impresión de ser sombras de la noche o guardianes del infierno. Alaska tomó la soga que traía consigo y la colgó ágilmente sobre el árbol menos alto que encontró. Mientras estaba sobre la rama mirando a las estrellas, le contó a la luna todos sus secretos y le pidió que la guiara hacia la oscuridad. Sin más que decir y sin si quiera dejar una nota, Alaska se puso la soga en el cuello y con un último suspiro, saltó de la rama. Sus pies no tocaban el suelo, pero ella sabía que pronto estaría bajo este. La brisa susurraba canciones de cuna, para arrullar el cadáver de Alaska.

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7 comentarios

  1. 1. Nikels dice:

    Tu relato esta genial, a mi me ha encantado. Hay algunas faltas de ortografía que creo que se te han pasado por no revisar el texto un par de veces. Es increíble como escribes siendo menor de edad.
    Para mi gusto haces frases demasiado largas. En algunos sitios yo habría puesto un punto en vez de una coma. Pero está genial 🙂

    Escrito el 17 diciembre 2015 a las 15:22
  2. 2. Zarathustra dice:

    Un texto excelente. Resulta increíble como relatas una realidad tan preocupante y de la que pocos se animan a hablar.
    En un principio pensé en decirte que muestres en lugar de contar, con respecto a la frase “Alaska era un mentirosa profesional”, pero luego me encontré con un argumento más que suficiente. Aún así, hubiese sintetizado más sus “risas y sonrisas” utilizando comas, aunque también puede ser parte de tu estilo o darle un toque diferente al texto -así como las redundancias o pleonasmos se usan a menudo para dar fuerza a un texto o generar finales-; es sólo una opinión personal, tal vez estoy demasiado acostumbrado a los textos informativos.
    No podría decir nada más del texto que el hecho de que me encantó. “Hacía 4 días que no comía nada más que 3 manzanas y litros de agua”, me recordó a los dos días que pasó Bastián leyendo la historia interminable. Por otra parte me sorprendió el final, di por hecho que mi relato sería el único que terminara en suicidio, supongo que esperaba relatos fantásticos.

    Te invito a leer mi relato -el n° 74-, que pese a haber sido escrito en dos días -lamento no haber tenido más tiempo-, confío en que podrás ayudarme a mejorarlo. Saludos y felicitaciones, esperaré ansioso tu siguiente relato.

    Escrito el 18 diciembre 2015 a las 18:41
  3. 3. Ioakim dice:

    Sinceramente, GUAU.

    Hola Danna, realmente me ha encantado tu relato, no tengo palabras para definir lo mucho que me ha impresionado, he de decir incluso que se me han puesto los pelos de punta. Me lo he leído varias veces y seguía sorprendiéndome la manera tan fantástica que tienes de narrar, de cómo has contado una triste realidad que afecta a muchas personas, entre las que me incluyo. No sentirse bien con tu propio cuerpo es algo horrible y muy triste y lo has expresado de tal manera que me he visto a mi mismo en las pieles de Alaska. Me ha gustado muchísimo la meticulosa frialdad que has utilizado para describir la escena del suicidio y cómo has logrado introducir el tema del personaje mentiroso. He visto en Alaska a un personaje muy bien logrado y con el que uno se puede identificar.

    Te invito a pasarte por mi cuento, el número 14 y comentar. Un abrazo!

    Escrito el 19 diciembre 2015 a las 21:37
  4. 4. tyess dice:

    Un relato muy serio, bien contado.
    Me hubiera gustado ver un final feliz, alguien debería decirle a cada Alaska frente a su espejo que no necesita mentir, y que es ella misma quien debe aceptarse y amarse porque al resto del mundo no se le puede tener contento… Pero alguien debe contar la historia de ella, a quien nadie convenció de nada de eso, la que siguió mintiendo hasta que ya no le quedó espacio para tanto secreto. Lo hiciste bien. Ahora, si quieres pulirlo, puedes buscar palabras donde faltó una tilde (esas a mí nunca se me terminan…), leerlo e voz alta para verificar las pausas, y elegir algunos consejos de los que ya se me adelantaron 😛

    Escrito el 23 diciembre 2015 a las 06:35
  5. 5. Azabache dice:

    Un relato muy bueno.
    Lo que hace que una historia sea de calidad es lo que te despierta en tu interior y ésta sin duda te remueve por dentro.
    Es cierto que le faltan algunas tildes, pero son cosas que mejoran con más madurez y lectura de buenos libros.
    Sigue escribiendo, merece la pena.
    Feliz Navidad

    Escrito el 25 diciembre 2015 a las 23:24
  6. 6. gladys ruibal dice:

    Hola! Muy buen cuento! Has logrado atraparme en las primeras líneas y eso es fantástico. Debieras ver un poco las puntuaciones y algunas frases, que no se repiten textuales , pero si en su significado. Nada tan tremendo. Te felicito!

    Escrito el 27 diciembre 2015 a las 21:20
  7. 7. Bea dice:

    Hola Danna:

    Me ha encantado tu relato. Describes perfectamente la ansiedad de la protagonista y su realidad.
    No destacaría nada negativo mas halla de alguna pequeña falta de ortografía que no desmerece en absoluto tu relato.
    El final aunque muy triste me ha encantado y todo es gracias a la forma que has tenido de describirlo.

    ¡Felicidades! Nos leemos

    Escrito el 28 diciembre 2015 a las 13:53

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