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Las apariencias engañan - por @jaiarus

Web: http://ladronesdeltiempo.tk

La vida se ha vuelto mucho más difícil desde que mi hermana no está. Pero no debo olvidar el regalo que me dejó, gracias a su espejo soy capaz de ver las cosas que nadie mas ve. Tengo que tomar las riendas de mi vida de una vez, tengo hambre y las reservas de comida se han acabado. Siempre era mi hermana quien se encargaba de esas cosas…

“De nuevo perdiendo el tiempo pensando en el pasado ¡Concéntrate! Tendrás que salir, pero que no se te olvide llevarme contigo o estarás perdido”

El espejo estaba en lo cierto, odiaba salir al maldito Bosque donde vivíamos, que está lleno de cosas que me resultan extrañas. Con el espejo saldré mas tranquilo, hace tiempo que me di cuenta de que una sonrisa puede esconder la actitud más vil.

– ¡Eh, chico! ¿Estás buscando algo? ¿Necesitas ayuda?

Empecé a girar sobre mi mismo, intentando descubrir de donde venía esa voz que me había sobresaltado. Justo a mi espalda, vi una silueta que se movía para ponerse frente a mi. Cuando lo tuve delante, lo analicé. Era un hombre bajito, con el pelo pajizo, todo sonrisa, lo que automáticamente me hizo desconfiar de él.
Lentamente saque mi espejo, y lo apunte hacía él, su cara adoptó un gesto de confusión, y por un momento temí que supiera cual era su poder, pero su gesto fue mutando de extrañeza a divertido, lo que me tranquilizó. Me concrete en el reflejo, que no fue nada alentador. Lo que se mostraba ante mi con apariencia de hombre, era en realidad una serpiente deseando hincarme el diente.

“Actua con cautela.”

De nuevo el espejo estaba en lo cierto.

– Chico ¿Estas bien? ¿Puedo ayudarte? Pareces desorientado.

La voz del hombre me saco de mis pensamientos.

– Si, lo siento. Comida, busco comida.

El supuesto hombre, tardo unos segundos en analizar y comprender lo que intentaba decirle. No me extrañó, siempre había sido así, incluso a mis padres les costaba entender lo que decía. Por eso me aferré tanto a mi hermana, ella sólo veía mis virtudes, dejando el resto de lado.

– Ya veo, así que buscas comida. Si quieres yo puedo mostrarte donde encontrarla.
– Gracias.

Echamos a andar. Después de haber dado unos pasos, el supuesto hombre se detuvo, se giró hacía mi, y me habló:

– ¿Sabes, chico? Creo que lo mejor, es que me des el dinero ya. Nunca se sabe lo que puede pasar cuando lleguemos allí, y si ya tengo el dinero, todo será mucho más rápido para ambos.

“No lo hagas, no se lo des, intenta engañarte. En cuanto le des el dinero, desaparecerá y no volveremos a verlo”

El espejo temblaba en mi mano, y yo no sabía que contestarle a ese mal nacido, lo mío no eran las palabras, empecé a retroceder. En ese momento apareció una chica de la nada, con cara de enfado y apuntado al supuesto hombre:

– ¡No le da vergüenza! Aprovecharse así del pobre chico.
– No sé de que me habla, yo no me estoy aprovechando de nadie.

El supuesto hombre parecía ofendido con la chica, decidí que era un buen momento para usar el espejo, parecían haberse olvidado de mi mientras discutían. El reflejo me devolvió un destello de luz blanca, que consiguió reconfortarme un poco, y me ayudo a relajarme después del sobresalto.

– Solo lo estoy ayudando, no le he puesto una pistola en el pecho para que me dé el dinero.
– ¡Vamos! Es evidente que el chico es autista y sea lo que sea lo que le haya pedido no es necesario que le de dinero, así que le recomiendo que se vaya antes de que llame a las autoridades y tenga que darles explicaciones a ellos, y no a mi.

El hombre decidió que lo mejor era irse, no pareció muy cómodo ante la perspectiva de hablar con las autoridades, y lo cierto es que a mi tampoco me hacía demasiada gracia. Me llevarían de nuevo a aquel lugar del que mi hermana me rescató, donde tenia la cabeza embotada todo el día y no me dejaban hacer nada por mi mismo, no me escuchaban cuando les decía que podía hacerlo sólo, con el espejo. Es más, me lo quitarían, y sin el estoy perdido.

– Autoridades no, ellos malos. Me quitan el espejo, me encierran…

“Deja de hablar y corre, ella no lo entenderá, cree que está ayudándote, no te conoce y no sabe de los que eres capaz”

“¡Corre!”

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4 comentarios

  1. 1. Saldivia dice:

    Saludos, arrobajaiarus. El tema de la mente autista siempre ha cautivado, como cautivan los laberintos. Pienso que te faltó extensión en el relato para atar algunos cabos sueltos, como que le pasó a la hermana. El final me dejó algo insatisfecho. la atomósfera está bien creada y ciertamente el espejo es protagónico. ¡Éxito!

    Escrito el 18 diciembre 2015 a las 14:59
  2. 2. Cam dice:

    Me encantó, la verdad es que me gusto considerablemente mucho este relato. Esos cabos sueltos suelen hacer volar tu imaginación.
    Falto un poco más de descripción física de los personajes, pero a decir verdad me gustó que no hallas descrito a el personaje principal. Los únicos datos que hay de el son… Que es un chico joven, que vive en el bosque, que es autista y que tenia una hermana. Eso hace que los lectores tengan la libertad de imaginarse a aquel chico como quieran.
    la verdad me encantó.

    Escrito el 18 diciembre 2015 a las 22:46
  3. 3. Majose dice:

    Hola! Interesante tema. Sin descripción de personajes consigues que los conozcamos. El espejo es su talismán para sobrevivir. Me gusta mucho.

    Escrito el 21 diciembre 2015 a las 16:47
  4. 4. Cryssta dice:

    Hola, no tengo mucho tiempo así que no voy a centrarme en comentar el texto sino que te diré las cosas que veo mejorables en cuanto a la forma:

    – llevan tilde las palabras “más” (cuando indica cantidad), “mí” (cuando es pronombre personal), “saqué”, “apunté”, “actúa” “¿Estás” (es pregunta), “sacó”, “Sí” (es afirmación), “tardó”, “dónde” (es pregunta) “de qué” (es pregunta), “ayudó”, “dé” es del verbo dar, “tenía”, “sin él” (es artículo)
    – repites tres veces “supuesto hombre” y no entiendo por qué dices lo de “supuesto”, o es un hombre o no lo es
    – “apunté hacia él” y después le va mejor un punto y coma
    – “su gesto fue mutando de extraño a divertido”
    – “no sabe de lo que eres capaz”

    Espero haberte ayudado. Un abrazo
    – “Me centré en el reflejo”

    Escrito el 23 diciembre 2015 a las 08:47

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