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Rosarito la niña árbol - por Minnie

Rosarito la niña árbol.
_ ¡Ayúdame Rosarito! No puedo respirar. Gritó su padre desde algún lugar de la casa.
_Papá no puedo salir, estoy atada. Es por mi bien, y el de los demás. Podrían causarme mucho daño si salgo de aquí. Tengo miedo.
_Por favor Rosarito sal de tu habitación y pide ayuda. Es una orden.
Ella desesperada, torpemente salió corriendo en busca de ayuda. Las largas uñas de sus pies, como raíces de un árbol, se enredaban con todo a su paso. Caía y se levantaba. Una mujer corrió a su lado, no le importó su aspecto misterioso y le brindó ayuda.
Todo pasó muy rápido. No asustó a nadie y eso era extraño. Quizás esas personas no eran tan malas como le había dicho su padre. Al contrario le hablaban con amor y le dieron la mano. Los vecinos no pudieron hacer nada por su padre, cuando llegaron él ya se había ido para siempre.
La joven estaba triste. ¿Quién regaría su tronco y la alimentaria? Si el jardinero ya no estaba.
Todos quedaron perplejos al entrar en la habitación de Rosarito, las paredes estaban cubiertas con unas imágenes tenebrosas.
_ ¿Qué es eso? Preguntaron en coro.
_Soy yo. Dijo tímidamente
Era una bestia, un monstruo con cuerpo de árbol seco y marchito. Sus cabellos eran telarañas que llegaban hasta el piso enredadas entre las ramas de sus brazos y piernas. Largas raíces eran sus manos y pies, llenos de tierras donde habitaban gusanos y lombrices. Sus oídos una guarida oscura de murciélagos. Su cara triste y resquebraja, con ojos de piedra y boca reseca como un desierto, miraban hacia la nada.
Una buena mujer sintió compasión por ella. Sin preguntarle nada lo entendió todo. La llevó a su casa, podó sus ramas, cortó sus raíces y limpió todo su cuerpo. Ese era el trabajo fácil, lo difícil seria limpiar su alma y su mente, por algo se empezaba y estaban en el camino correcto. Lo importante fue que la joven aceptó la ayuda sin resistencia.
Por primera vez Rosarito se vio en el espejo. El árbol solitario, de aquel bosque oscuro y tenebroso que por mucho tiempo creyó ser, había desaparecido. Un paisaje hermoso en donde sobresalían sus pómulos como colinas brillaban llenos de vida. Sus cabellos enredados como ramas entrelazadas, ya no estaban, en su lugar un cabello liso y sedoso adornaba su bello rostro.
Ahora podía escuchar a través de sus cuevas el eco del canto de los pájaros. Las ceras que como piedras obstaculizaban el paso del sonido y la luz se habían derretido.
Las mariposas purpuras de sus ojos volaron hasta el cielo cuando pudo ver a través del cristal limpio y transparente que ahora mostraban sus hermosos ojos azules.
Una corriente brusca llena de emoción cayó repentinamente desde la cima de sus ojos hasta las raíces ausentes de sus pies que ahora le daban vida y hacían crecer sus tiernos retoños.
Se preguntó por qué había sido tan cobarde. Por qué se dejó llevar por lo que le dijo su padre, le creyó ciegamente todo. Nunca se detuvo a mirarse, a conocerse a sí misma. No tuvo curiosidad, se conformó. Creció en medio de mentiras y engaños. Nunca estuvo atada con cadenas, pero jamás fue libre, sus cadenas eran internas, las peores de todas, pues solo ella debía ser capaz de romperlas y liberarse.
Fue justo lo que pasó al morir su padre, por primera vez Rosarito salió de su casa y pudo ver la luz del sol. Él le había mentido todos los días de su vida. Le había hecho creer que era una niña fea, una especie de monstruo al que todos repudiarían. Por más de quince años la mantuvo en cautiverio. No la maltrató, la cuidaba con amor desde su modo de entender lo que era el amor. Quería protegerla del mundo y le creó su propio mundo. Creó cadenas imaginarias, puntos límites que no debía cruzar si deseaba estar a salvo de la maldad, sin saber que la maldad era él mismo.

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9 comentarios

  1. 1. Leonel Esteban Bracco dice:

    Hola Minnie, gracias por pasarte por mi relato, te lo agradezco.
    Me gusto tu relato, cuenta una historia que parece fantástica, pero lamentablemente conocemos casos reales de personas que vivieron así, que triste la verdad.
    Para ayudarte te puedo decir que tenes que revisar cómo se escriben los diálogos, tenes que usar el guión “—” al principio y final de cada diálogo.
    Ejemplo: — ¿Qué es eso?— Preguntaron en coro.
    Te dejo este link que es muy claro en su explicación, yo todavía no le agarro totalmente la mano y sigo repasandoló.
    Saludos y nos leemos.

    Escrito el 18 diciembre 2015 a las 00:56
  2. Tu relato me parecido un poco confuso en la forma, pero contundente en el contenido. Demuestras una gran imaginación y tu forma de narrar contiene metáforas preciosas.
    En la forma, aparte de la representación de los diálogos, creo que faltan comas. De todas maneras tu forma de escribir es muy poética e imaginativa. El penúltimo párrafo me gusta mucho.
    El contenido lo entiendo como un lamento a la excesiva protección que los padres, algunos padres, acostumbran a dar a sus hijos. Esta sobreprotección dañina que transforma a los hijos en seres que desconocen el mundo. Queriendo guardarles de la maldad, lo que hacen es privarles de la belleza. En vez de darle alas para que puedan volar, les crean cadenas que los inmovilizan sin darse cuenta que algún día tendrán que volar solos.
    Esta es mi interpretación perfumada de tu relato, porque también lo puedo coger por el lado del padre sádico que tiene secuestrada a la hija y la tiene esclavizada y a su merced para hacer de ella y con ella, lo que a él se le antoje.
    En fin, sea como sea, el relato me parece interesante, por supuesto puede mejorar, pero tu vena literaria salta a la vista, es cuestión de pulirla. Yo diría que me ha gustado, con algunas reservas, pero veo en ti entrega y emoción.
    Felicidades

    Escrito el 18 diciembre 2015 a las 11:57
  3. 3. Manoli VF dice:

    Hola Minnie. Siguiendo tu invitación me he pasado por tu texto. Me gusta tu historia y la metáfora cuerpo-árbol que empleas y como la desarrollas. Por lo que respecta a la redacción creo que hay cosas que podrías mejorar como por ej:

    -Ella desesperada, torpemente salió corriendo en busca de ayuda. Las largas uñas de sus pies, como raíces de un árbol, se enredaban con todo a su paso. Caía y se levantaba. Una mujer corrió a su lado, no le importó su aspecto misterioso y le brindó ayuda.
    Todo pasó muy rápido. No asustó a nadie y eso era extraño. Quizás esas personas no eran tan malas como le había dicho su padre. Al contrario le hablaban con amor y le dieron la mano.

    Lo mejoraría así: “Ella, desesperada, salió corriendo torpemente en busca de ayuda. Las largas uñas de sus pies, como raíces de un árbol, se enredaban con todo a su paso haciéndola caer una y otra vez. Una mujer corrió a ayudarla sin importarle su extraño aspecto, ofreciéndole su ayuda.
    Después todo pasó muy rápido. Le sorprendió ver que la gente no se asustaba con su presencia. Quizás esas personas no eran tan malas como le había contado su padre…”

    Son sugerencias solamente, aunque quizá las frases cortas le aporten acción pero a mí me ha faltado una mayor conexión en los conceptos que expresas.

    Por lo demás la historia que cuentas da para mucho por todo lo que encierra.

    Nos seguimos leyendo, Minnie. Felices fiestas.

    Escrito el 21 diciembre 2015 a las 00:08
  4. 4. Minnie dice:

    Muchas gracias por sus comentarios y recomendaciones, por supuesto que las tomaré en cuenta para mejorar mis relatos. Felices fiestas a todos.

    Escrito el 21 diciembre 2015 a las 03:18
  5. 5. lunaclara dice:

    Hola Minnie: es verdad que al principio tu relato me creo confusion, pero mas adelante lo describes genial y de forma muy poética.
    Yo te aconsejo eso, que repases el inicio porque es un poco flojo.
    Enhorabuena!

    Escrito el 21 diciembre 2015 a las 15:15
  6. 6. beba dice:

    Hola, Minnie:
    Gracias por tu visita y comentarios.
    Excelente tu fantasía de la niña-árbol; preciosas metáforas.
    Adhiero a los consejos que te han dado sobre la puntuación y construcción; no tengo otra cosa que añadir a ellos. Por si te pasa como a mí, y no tienes teclado numérico para lograr la raya de diálogo, puedes copiarla de cualquier otro escrito, y tenerla en el portapapeles para pegarla cuando la necesitas.
    Un abrazo, y buenos augurios.

    Escrito el 21 diciembre 2015 a las 21:00
  7. 7. Carolina dice:

    Hola Minni gracias por comentar mi relato. Me gusto mucho la metafora del cuerpo y del arbol es muy rica y me permitio reflexionar. Una ficcion pero que plantea la sobreproteccion del padre hacia la hija, tema recurrente y que ha sido planteada de una manera diferente. Yo en el principio omitira “Rosarito la niña arbol” para mantener el suspenso, ya que, luego en el texto se entiende el sentido; pero es una opinion mia. Saludos y nos seguimos leyendo!!!

    Escrito el 23 diciembre 2015 a las 03:11
  8. 8. Frida dice:

    Hola Minnie. Manoli VF te ha hecho unas correciones muy acertadas, al igual que otros compañeros. Yo me suscribo al desconcierto del principio, pero salvando eso, decirte que el texto en sí es muy rico, no solo metafóricamente hablando, sino con respecto al contenido tan poético y, cargado de verdad. Haces un gran ejercicio y,desde luego la emotividad y pasión que pones al escribir, pueden palparse.

    Te deseo unas felices fiestas.

    Escrito el 28 diciembre 2015 a las 22:02
  9. 9. José Torma dice:

    Hola Minnie.

    Mira que pedazo de cabron salio el padre de Rosarito.

    tu relato esta escrito de manera muy bonita, tanto que contrasta con lo feo del tema que tratas. La violencia no necesariamente tiene que ser fisica.

    Me gustan los finales felices. Algo raro, a mi no me confundio el inicio.

    Te felicito.

    Escrito el 28 diciembre 2015 a las 23:54

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