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Los ojos son del espejo del alma - por nerx_
El autor/a de este texto es menor de edad
«Bueno señor Lee, entrando en un ámbito más personal, ¿cómo es la relación que mantiene con su familia?»
Cinco y treinta y seis minutos de la tarde, y como cada día, el mismo diálogo. Antes de salir, Travis se miraba con nerviosismo la lámpara de la entrada, esa que parecía reprocharle las ya incontables mentiras dirigidas a su progenitor. Pero realmente no eran incontables porque era una y siempre la misma, dotada de cinco letras y un gran sentimiento de rechazo: boxeo.
Travis Lee fue un chico de dieciocho años residente a las afueras de Seattle. Vivió en una familia tradicional marcada por la desigualdad y falta de condescendencia, motivos que explican que desde pequeño haya sido forzado a practicar boxeo como sus hermanos mayores. En resumidas cuentas, se había criado, no por elección propia, entre tres sujetos repletos de testosterona hasta los topes con la palabra “superioridad” tatuada en la frente, que veían cualquier actividad que no contuviera violencia como un sinsentido, y una mujer que más por obligación que por otra cosa, había adquirido un pensamiento machista del que ya difícilmente conseguiría deshacerse. Pero Travis era diferente. Él no necesitaba subirse a un ring y oír cómo la gente coreaba su nombre entre empujones, ni matar a su adversario a golpes en un intento de elevar sus niveles de ego; y por ello, durante sus cuatro horas de supuesto entrenamiento diario, en lugar de enfundarse en unos guantes grotescos iba al bosque, su vía de escape, a hacer lo que realmente le gustaba: pintar.
Pintar era muy diferente para Travis. Había oído muchas veces eso de que \"los ojos son el espejo del alma\", y por ello él pintaba sobre espejos. Se decía a sí mismo que así podría utilizar sus ojos para verse reflejado mientras disfrutaba haciendo lo que más amaba, mientras plasmaba su alma en la pintura. Trazaba líneas, las perfilaba, les daba color, forma y personalidad, hasta conseguir lo que para cualquiera hubiera supuesto una verdadera obra de arte. Y aunque eran muchas las veces en las que se sentía culpable por haber estado mintiendo durante tanto tiempo a su familia, recordaba la sensación tan indescriptible, tan insignificante para ser representada con palabras que experimentaba al tomar el pincel y era incapaz de creerse culpable.
Llegó entonces un viernes, aparentemente como otro cualquiera, donde estaba sólo en casa por lo que no tuvo que recitar la falacia diaria. Pero cuando llegó al bosque vio allí a su familia, en su pequeño rincón y con todas sus creaciones hechas pedazos. El tiempo pareció congelarse. Lo que ocurrió después fue lo esperado: gritos, golpes y palabras incluso más hirientes que estos, llantos, reproches. Un espectáculo que poco lejos estaba de parecer una guerra, donde nadie salía en su defensa y donde todos los espejos donde durante tanto tiempo había estado plasmando sus emociones y pensamientos eran ya fruto del pasado.
Travis sintió el vello erizado al recordar ese momento de su vida, que él había denominado como “El Innombrable” y había guardado en un recóndito rincón de su memoria. Ahora era un hombre nuevo que pintaba sobre lienzos, un habitante parisino que había conseguido labrarse una carrera haciendo lo que más adoraba, y de quien ya muy lejos quedaba “El Innombrable”. Sin embargo, ante la atenta mirada de perplejidad de la periodista, se descubrió pensando que jamás había vuelto a experimentar la sensación que notaba al pintar en su rincón, su bosque, reflejado en aquellos espejos…, y una añoranza hasta entonces desconocida invadió todo su ser.
—Disculpe señor Lee, le he preguntado que cómo es la relación que mantiene con su familia —dijo la periodista por segunda vez.
Travis volvió a tomar unos segundos antes de contestar. No iba a contarle a aquella periodista que esa relación consanguínea no existía desde “El Innombrable” y que realmente antes de eso tampoco había existido, así que volvió a recurrir a la mentira, como durante tanto tiempo atrás había hecho. Y casi sin pensarlo, las palabras salieron de su boca adoptando un todo sorprendentemente neutro:
—Por desgracia, mi familia murió en un trágico accidente cuando yo acababa de nacer, lo que hizo que pasara mi infancia entre casas de acogida. Me duele pensar que no pude compartir con ellos mi obra, pero el arte me ha ayudado a superarlo. Pintar ha sido y siempre será mi única familia.
Tu relato se parece mucho al mío *sorprendido*. De hecho también utilizo, aunque de otro modo, la metáfora del los ojos como espejos del alma; en mi relato lo coloco como que los ojos ven más de lo que solemos apreciar (ellos captan la verdadera esencia de nuestro ser), reflejándonos en quien más nos motiva a superarnos.
Me gusta mucho tu redacción. El lenguaje utilizado, el estilo y el tono son bastante acertados. Es fluido y fácil de seguir.
Como cosas por corregir sólo podría mencionarte unos pocos pequeños detalles:
-En la parte donde dices “Travis se miraba con nerviosismo la lámpara de la entrada” quedaría mejor “Travis miraba con nerviosismo la lámpara de la entrada”. Porque esa palabra de más causa un choque en la frase al leerla.
-Donde decías: “En resumidas cuentas, se había criado, no por elección propia” creo que utilizas muchas comas, fue un error que me resaltaron a mí también en el taller anterior. Quedaría mejor “En resumidas cuentas se había criado, no por elección propia”
-Por último, al final cuando explicas: “adoptando un todo sorprendentemente neutro” no sé si es que se te fue esa D (cambiando Tono por Todo) o que te referias a un TODO como para describir la neutralidad de sus gestos, su tono, sus palabras
En serio me agradó tu redacción. Espero estés bien y poder leerte en otro taller. Saludos
Tu relato tiene un desarrollo del argumento muy bueno, con tiempos muy bien llevados (me refiero a la velocidad con que pasan las cosas) sin acelerar demasiado o ir demasiado lento. En general, has sabido usar las 750 palabras de la mejor forma. En cuanto a lo negativo, desde donde dice: “Pero realmente no eran incontables(…)” hasta “(…) residente a las afueras de Seattle.” Toda esa oración, ummm te aconsejaría reescribirla, tiene algo que no logro identificar que confunde y rompe el ritmo de todo el relato. También podrías pulir un poco más la escena cuando su familia rompe los espejos, recuerda siempre narrar solo lo esencial para lograr tu objetivo como escritor. Escribir solo lo que se necesita para hacer llegar al lector las emociones que pretendes.
En general, me ha gustado especialmente el comienzo con la pregunta de la entrevistadora, y el regreso al presente para el protagonista.
¡Saludos! 🙂
Hola, me ha gustado mucho tu relato. Coincido con los anteriores comentarios que has sabido aprovechar las 750 palabras. Me ha gustado mucho la historia, cómo has metido el pasado trágico de Travis y cómo ha vuelto a la presente entrevista. Me ha parecido todo tan rápido que casi me lo podía imaginar, al pintor recordando el hecho innombrable mientras que seguramente la periodista se queda atónita mirándole. Me ha gustado, a lo mejor el uso de los tiempos verbales al iniciar el relato de la vida de Travis no han sido los más apropiados pero me ha enganchado hasta el final.
Muy buena relación entre el bosque, los espejos y el mentiroso, enhorabuena. Te invito a que leas mi relato, el número 14 y le des una opinión a este escritor principiante. Un fuerte abrazo.
Hola Nerx:
Un relato lleno de sentimiento (o resentimiento, según se mire) y bien ejecutado.
Los compañeros ya te han llamado la atención sobre un par de cosas, yo te voy a añadir alguna más:
«que parecía reprocharle las ya incontables mentiras dirigidas a su progenitor. Pero realmente no eran incontables porque era una y siempre…». La construcción queda un poco extraña, ya que dices algo para contradecirlo en la línea siguiente, y te obliga a repetir la palabra “incontables”. Además, habla de las mentiras, pero luego hablamos de boxeo, al leer el relato descubrimos que el boxeo no es una mentira en sí misma (como sugieres en ese párrafo), sino lo que provoca que mienta.
También choca un poco la forma de contar la vida de Travis, de un modo casi periodístico. Si hubiese sido la reportera quien nos expusiese su vida, estaría perfecto, pero es Travis quien recuerda, y los recuerdos siempre nos evocan algún tipo de sentimientos, algo que no se expresa durante largo tiempo, hasta que se le eriza el cabello.
De todos modos el relato está bien ejecutado, lo demás son cosas que con la práctica y el tiempo se corrigen.
Te animo a que sigas participando en el taller, para poder leer tus próximos escritor.
Un abrazo y felices fiestas.
Hola Nerx,me ha parecido un relato muy bonito. Me ha gustado como se mezclan el presente de la entrevista con el recuerdo del pasado que tuvo Travis, aunque estoy de acuerdo con LM Mateo en lo de que deberías de haber plasmado un poco más los sentimientos del protagonista.
Pero la idea y la ejecución del texto muy bien hecho.
Hola Nerx, tu relato me ha emocionado, ese tono calmo que se mantiene parece hacerte entrar lentamente en la mente del muchacho. La parte donde describe como pintaba en el bosque ha sido tan nostálgica que la escena se completa cuando recuerda que no ha vuelto ha sentir lo mismo pintando.
Creo que me queda claro que el boxeo era esa mentira que representaba delante de su familia. Te felicito me ha encantado y emocionado. Gracias por este bello relato.
Hola Nerx_, paso a agradecerte por comentar mi relato y aclarar unas cosas:
-Al inicio de mi historia doy una pequeña introducción, si lo relees notarás que de hecho, es el final. Ahí se especifica la situación actual del protagonista.
-No es un disco de La Quinta Estación, sino de una banda llamada Twenty One Pilots, y la canción que recomiendo en el texto se titula Car Radio. Escúchala cuando puedas, espero te guste… por cierto, la letra de la canción complementa la idea central de mi relato 😉
-Te comentaba en mi relato que el protagonista se llama Víctor porque termina triunfando sobre el desafío que se le presentó. Víctor=Vencedor.
Disculpa las molestias, no te explico todo esto en mi relato para no poner esos pequeños detalles en evidencia para futuros lectores jeje.
Un abrazo.
Hola, Nerx:
has escrito una buena historia en dos tiempos: el bosque y París, muy buena la base de valorar la verdadera vocación, por encima de todo; en cambio, esperaba que lograra convencer a su familia; pero era bastante difícil y peliculero.
Concuerdo con las observaciones que te han hecho. Creo que, con un par de los retoques que te sugieren estará perfecta.
Saludos y buenos augurios.
Uuuy. Mil perdones por los errores “de dedo” Se me olvidó la mayúscua inicial; y debe ir punto y seguido, después de París.
Saludos.
Hola Nerx_!
Su relato me ha gustado. Pese a ser tan breve lo traslada a uno de un escenario a otro. Me gusta mucho el recurso de la pregunta de la periodista, todo gira en torno a esto y hace que comprendamos el pasado y el presente.
Felicidades!