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¿El amor puede salvar a los amantes? - por Carolina

Se saludan sorprendidos, hace tiempo no se veían. Él le besa, suavemente, la mejilla; ella titubea y le dedica una sonrisa. Se toman de las manos para bailar, pues en un bar la música fuerte, el alcohol no hay muchas opciones. Pero él la invita a sentarse, justo un asiento está vacío en un rincón como esperándolos.
Así se alejan progresivamente de la multitud exasperada que baila, bebe y canta. Conversan un largo rato sobre cosas triviales estudio, pasatiempos, amigos que los han acompañado esa noche; ella no deja de dedicarle sonrisas, él se le acerca, sigilosamente, no puede dejar de contemplarla, y ella lo percibe:
–Vamos a bailar, esa canción es mi favorita –dijo ella levantándose rápidamente, antes de que pudiera responder.
–Está bien –Se puso de pie con gesto decidido–. Pero creo que queres evitar lo que es inevitable que suceda.
Bailan, se ríen y él se acerca una vez más, ella se propina una y otra vuelta, deslizándose, entre sus brazos. Un juego que los seduce, se acercan hasta rozarse y se alejan hasta que sus manos la atraen nuevamente hacia él. Beben, embriagándose poco a poco mientras fantasean siendo más frágiles a los impulsos, frente a sus deseos y más aún ante a la pregunta rumiante en sus pensamientos ¿Qué quiere el otro de mí?
–Yo creo que todos tenemos un modelo en nuestra cabeza, un ideal de la persona con la que queremos estar –exclama él, con la mirada anclada en sus labios.
–Sí, todos tenemos una imagen de esa persona con la que soñamos. –asegura ella, sintiéndose irremediablemente atraída por cada una de sus palabras.
En ese momento empieza a creer que alguien le hubiese dicho qué decir y cómo hacerlo. Él le provoca una atracción imposible de disuadir, todo cuánto hace la seduce hasta sentir su cuerpo tan cerca que ya no tiene la fuerza suficiente para alejarse, pero tampoco el valor para quedarse. Tan cerca de su rostro, sus ojos color miel y el miedo comienza a invadir cada parte de su ser hasta no poder mirarlo.
–Vete –exclama ella, anteponiendo su mano–; antes de que sea tarde.
–¿Acaso tenes miedo que desaparezca? –responde enojado– ¿Qué después de esta noche sea como si nunca hubiese existido?
Esa frase fue todo lo que necesitó para comprender el origen de su temor, él le había revivido el fantasma de su pasado, un tiempo del que ella quería sustraerse para siempre. Su mente era un torbellino de pensamientos y su cuerpo preso de emociones, sólo quería escapar lejos de ese lugar, donde nadie la pudiera encontrar.
Comenzó a correr, olvidando los escalofríos que le provocaba la lluvia, sin mirar atrás. Pensó en coger su auto, pero en ese estado no podía conducir a ningún lado, y luego recordó la “playita” (su refugio en el mundo) que frecuentaba de pequeña con sus amigas, se encontraba en el bosque tras ese bar de mala muerte. Decidida a huir se quitó los zapatos casi corriendo, pues él ya se acercaba gritándole que se detuviera, hasta que su silueta se perdió entre los árboles. Fue cuando él comprendió que debía buscarla pues esa huida era un pedido de auxilio a causa del temor, un temor que él ya había vencido cuando quiso besarla.
A medida que avanzaba, con cuidado y toda la atención para no caerse, comenzó a escuchar gritos y se dejó guiar por la voz hasta encontrarla adormecida y enredada entre ramas y el barro. Y cuando intenta despertarla percibe que lentamente sus cuerpos se hunden, se desespera y en ese instante ella abre los ojos, le rodea el cuello con sus brazos y se miran con tristeza.
Están atascados en un pequeño pantano donde inevitablemente se necesitan para salvarse. Como si las circunstancias, lo que algunos llaman “destino” hubieran contribuido a aquel encuentro dejándolos atrapados tan cerca, que sus cuerpos se abrazan, tan enredados en el barro y en sus propios miedos, que ya no pueden evitarse, tan lejos del mundo que ya no desean alejarse el uno del otro.
El destino, a veces, cose agujeros hilando personas y encuentros que parecen no tener conexión alguna, pero siempre hay un mensaje. Así sólo cuando se contemplen con los ojos del alma y comprendan que uno es el espejo del otro, tal vez podrán salvarse pero no antes, mientras tanto seguirán perdidos buscando la salida, hundiéndose en sus temores y fantasmas y a la vez tratando de salvarse.

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5 comentarios

  1. 1. Karen Katina dice:

    Es una buena historia sobre todo por su final ese mensaje final es lo mejor.
    Hay algunas cosas para mejorar,cosas de puntuación y eso que se puede arreglar con una revisión más detallado.

    Escrito el 18 diciembre 2015 a las 03:41
  2. 2. Minnie dice:

    El relato me parece bueno en cuanto a la forma en si y lo que tratas de mostrar sobre el amor y temor a ser lastimados. Las historias de amor y reencuentros son mis favoritas. Me hacen sentir muchas emociones y logro conectarme rápidamente. Eso pasó al principio de tu relato, las sonrisas y el leve roce de sus cuerpos al bailar me encantó. Sin embargo, Siento que hay demasiados sucesos y escenarios, bar, bosque, pantano y no muy relacionados entre sí que me confundieron un poco. Estoy en No.90 agradeceria tus comentarios. Nos seguimos leyendo.

    Escrito el 20 diciembre 2015 a las 23:39
  3. 3. Dianet dice:

    Hola Carolina un relato de amor, es muy bonito!!

    Este parafo me encanto!! (El destino, a veces, cose agujeros hilando personas y encuentros que parecen no tener conexión alguna, pero siempre hay un mensaje. Así sólo cuando se contemplen con los ojos del alma y comprendan que uno es el espejo del otro, tal vez podrán salvarse pero no antes, mientras tanto seguirán perdidos buscando la salida, hundiéndose en sus temores y fantasmas y a la vez tratando de salvarse)felicidades.

    Creo que tienes que informarte sobre los adverbios terminados en mente, ¡creo que no son correcto! Otros compañeros de literautas saben más sobre este tema de los adverbios y he intentado buscarte alguna página donde puedan ayudarnos con este tema. Pero, se me hace difícil encontrar algo que lo dejé bien claro. Si sabes de esta información me cuentas ok ;)Yo tambíen tengo algunas dudas y dejé de escribir con las palabras terminadas así en “mente”.

    Saludos.

    Escrito el 22 diciembre 2015 a las 19:21
  4. 4. Manoli VF dice:

    Hola Carolina. En tu texto hay muchos verbos pero faltan conectores y las frases parecen cortadas, por lo que, sobre todo al final se hace confuso: ¿a quien se encuentra en el pantano? ¿quién se abraza a ella? No lo he entendido. Al principio las frases cortas y automáticas ralentizan la acción: él hizo, ella se movió etc…y más tarde ella echa a correr bajo una lluvia que aparece de pronto, es un salto brusco de escenario.

    Por lo demás hay escenas como la del juego de seducción que están bastante
    logradas. Si lo repasas un poco enlazando los conceptos ganará mucho. Te pongo un ejemplo:
    -Se saludan sorprendidos, hace tiempo no se veían. Él le besa, suavemente la mejilla;ella titubea y le dedica una sonrisa. Mejor así:
    _”Se saludan sorprendidos de encontrarse después de tanto tiempo. Él se acerca y la besa suavemente en la mejilla, ella le responde tímidamente con una sonrisa.” Algo así con tus propias palabras.

    Un saludo, Carolina. Felices fiestas.

    Escrito el 22 diciembre 2015 a las 20:39
  5. 5. Carolina dice:

    Hola gracias a los que comentaron mi relato. Si estoy de acuerdo con que tengo que trabajar un poco en la conexion de los diferentes escenarios y descripciones. Gracias por compartir sus opiniones me ayuda mucho!!

    Escrito el 23 diciembre 2015 a las 03:51

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