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El lago encantado - por Noemi

El espejo encantado

¡Pobre Popó, nadie lo escuchaba! Sonreían, decían sí, sí…y como si nada. Por eso, aunque todavía no los había cumplido, aseguraba tener ya seis años. Quería crecer pronto, rápido y dejar de ser el bibelot de la casa.
Martina de diez y Lena de ocho lo tenían a su cargo. Y una vez más, como de costumbre, peleaban.
─¡No!─ gritaba Martina─¡Es peligroso!
─¡Tonterías! ¡Te digo que hay un tesoro!
─¿Cómo lo sabes?
─Me lo contaron los pájaros. Yo conozco su idioma
Lena miró a Martina de soslayo. Sonreía de un modo, que resultaba imposible saber si lo que decía, era cierto o inventado.
Martina dudó.
─¿Ves ése ahí?─Lena señaló un pinzón posado en el abedul de la entrada─Yo le digo ¡Vete! Y él se va.
En efecto, el pájaro voló
─Ahora le digo ¡Vuelve! Y ¡záz!, ahí está otra vez en la rama.
Popó hubiera podido explicarlo: el pinzón preparaba su nido en un hueco del árbol. Por eso iba y venía a cada rato. Pero Martina no lo escuchó. Lena siguió gritando y sus argumentos ganaron. Fueron al bosque viejo, adonde tenían prohibido acercarse.
Penetraron entre árboles enormes, retorcidos, de gruesas raíces y pesadas ramas. El techo de hojas era tan frondoso que apenas dejaba pasar una débil luz grisácea.
─Ya me estoy arrepintiendo…─murmuraba Martina─ ¡Volvamos!
─¡Te digo que hay un tesoro! Un tesoro de oro y plata.
Frente a ellos, se abrió de súbito un claro. Donde un lago redondo, liso como un espejo, reflejaba el cielo casi metálico. Habían llegado a la antigua cantera abandonada. La lluvia de siglos y las napas habían colmado el hoyo hasta rebalsar. Era muy profunda, nadie sabía cuánto. Los que alguna vez trataron de averiguarlo, se habían ahogado.
─¿Está ahí el tesoro?
─Es un espejo encantado. El tesoro está en el centro y yo iré a buscarlo
─¿Cómo?
─Caminando ¡Yo puedo andar sobre las aguas!
─¡Estás loca!
Lena corrió a demostrar sus aptitudes mágicas. El borde pulido de piedra, tenía apenas unos centímetros.
Desde donde estaban sus hermanos parecía que realmente caminaba sobre el agua. Martina quedó tiesa de espanto.
En ese momento el denso plató de nubes se rasgó, y un fino rayo de sol reverberó sobre el lago.
─¡El oro, el oro!─ gritó Popó y salió disparado hacia el borde de la cantera. Con tal ímpetu, que al llegar, resbaló en el verdín que cubría la piedra y cayó al agua.
Lena chilló. Martina se arrojó desesperada tras su hermano. Vio cómo pataleaba, cada vez con menos fuerza, mientras se hundía. Lo alcanzó y de alguna forma pudo hacerle salir a la superficie. No estaban lejos del borde. Lena llorando, les echó una mano para subir.
Ya en tierra, el niño parecía inerte. Ambas hermanas lo sacudieron con vehemencia. Gritaron su nombre zarandeándolo sin piedad. Al fin Popó vomitó un montón de agua.Y entre toses y berridos abrió los ojos.
─¡Ay Popó querido! ¡Te salvamos!─ exclamó Lena abrazándolo.
Martina no dijo nada, aferró a su hermano y como pudo, emprendió el regreso.
Cuando llegaron a casa, estalló el escándalo.
Martina, por ser la mayor, recibió una injusta paliza. A Lena la mandaron, sin cenar, a la cama . Y a Popó, aunque reconoció a gritos su pecado, le dieron mimos, sopa caliente y postre de chocolate.
Esa noche Martina se encontró otra vez al borde de la cantera. La luna llena dibujaba una hermosa moneda de plata en medio del lago.
Martina caminó imperturbable, sobre la superficie quieta como cristal azogado.Y al inclinarse a recoger la moneda, vio su propio rostro en el agua.
A la mañana siguiente aún tenía la moneda en la palma de la mano.
─¡Es mía !─gritó Lena al verla─ ¡Es mi tesoro!
Y se la arrebató con violencia. Pero en sus manos, la moneda resultó ser una simple gota de agua.
─Para que sea tuya la tienes que ir a buscar a tu propio sueño─ murmuró Martina y se guardó en el bolsillo su moneda de plata.
Lena no conseguiría nunca cumplir ese anhelo.
Popó no dijo nada. Pero fue recogiendo un gran tesoro para cuando, por fin, alguien quisiera escucharle.

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7 comentarios

  1. 1. Ángel Gabrie dice:

    Un cuento lleno de imaginación, bien hilvanado desde el principio, un final mágico. Muy bien conseguido. FFFFelicitaciones.

    Escrito el 18 diciembre 2015 a las 04:29
  2. 2. Noemi dice:

    ¡Gracias Angel Gabrie!
    ¡Nos seguimos leyendo!!
    Noemi

    Escrito el 18 diciembre 2015 a las 19:55
  3. 3. Veronica Murillo dice:

    Hola Noemi, me da gusto volver a leerte. Te sugiero leas un poco sobre construcción de diálogos, es un rollaso pero le da mejor forma al texto. Sobre el contenido, me ha encantado y está bien construido de principio a fin, te felicito por el acertado uso de la magia que le da encanto, especialmente siendo los protagonistas niños. He tenido dificultades para ubicarme por algunos términos de las canteras, pero con eso veo que estás bien documentada, aunque todavía no los he buscado, muy lindo, felicidades.
    Nos seguimos leyendo.
    Mi relato es el #62.

    Escrito el 20 diciembre 2015 a las 01:46
  4. 4. Nymphadora dice:

    Buenas Noemi,
    ¡tengo que decirte que la historia está genial! Llena de magia y de moraleja, das un gran mensaje (o por lo menos a mí me ha parecido recibirlo).
    Voy a comentarte una serie de puntos que he encontrado (de manera constructiva, por supuesto).
    En cuanto a estructura: son fallos simples, que se corrigen fácilmente y a todos nos ha pasado. El primero es el menos importante, y es en la primera frase:
    «¡Pobre Popó, nadie lo escuchaba! Sonreían, decían sí, sí…y como si nada.»
    Esos “sí, sí…” precisamente irían con comillas, ya que los dicen otras personas, en otro momento por así decirlo, y para representar pensamientos, o citar frases (incluso cosas pequeñas como esta) suele ser recomendable ponerlo entre comillas para que no resulte confuso.
    El siguiente punto que quería tratar, tiene que ver con las comas. ¡Pones muchas! Y tranquila, este es un tema en el que todos solemos fallar (o ponemos muchas o ponemos pocas). Te enseño un ejemplo:
    «Sonreía de un modo, que resultaba imposible saber si lo que decía, era cierto o inventado.»
    En esa frase no haría falta comas, realmente al hablar o al leer nosotros hacemos pausas para no leerlo todo del tirón, pero escrito no harían falta. El problema es que a la hora de leerlo, el lector puede sentir que se traba demasiado. Este punto es sólo cuestión de fijarse y práctica (de hecho a mi también me ocurre bastante, estoy intentando mejorarlo).
    El siguiente, y me vas a matar, es un poco el contrario al de las comas, y es: los puntos y seguido.
    «Ambas hermanas lo sacudieron con vehemencia. Gritaron su nombre zarandeándolo sin piedad. Al fin Popó vomitó un montón de agua.Y entre toses y berridos abrió los ojos.»
    Da la misma sensación de trabarse pero a efectos mayores, no en una frase, sino en un párrafo.
    Quedaría mejor algo como: “Ambas hermanas lo sacudieron con vehemencia, gritaron su nombre zarandéandolo sin piedad. Al fin Popó vomitó un motón de agua y, entre toses y berridos, abrió los ojos.”
    Son pequeños fallos que ocurren sin darse cuenta, y más que fallos de escritura son relacionados con la musicalidad a la hora de leer. Recuerda que este comentario es sólo orientativo y sólo quiero ayudar.
    Respecto a la historia, el final no lo he entendido muy bien, cuando Martina le dice a Lena que si quiere su tesoro, deberá de buscar su propio sueño.
    Sin embargo me ha gustado, repito que es una historia muy imaginativa y original.
    Das un mensaje, tal vez no el mismo para todo el mundo, y me ha entretenido mucho la historia del pobre Popó y sus hermanas.
    Sigue alimentando esa imaginación y escribiendo, espero verte y poder leerte por aquí muchas más veces.
    ¡Un abrazo!

    Escrito el 20 diciembre 2015 a las 15:40
  5. 5. MM Ariel dice:

    Bonito cuento. Muy imaginativo. No se ve mucho de esto por aquí. Te felicito.

    Escrito el 30 diciembre 2015 a las 15:31
  6. 6. Clau Cruz dice:

    Hola Noemi.

    Tu relato me ha gustado mucho…
    La magia de los sueños es un tema lindo y al que muchos deberíamos ponerle atención.
    Coincido con Nymphadora en cuanto al mensaje; para mi, ha sido que cada uno tiene que encontrar su tesoro a través de sus propios sueños.

    Fue un placer leerte y espero sigamos haciéndolo el siguiente año.

    Un saludo.
    Bendiciones.

    Escrito el 30 diciembre 2015 a las 18:32
  7. 7. Isolina R dice:

    Hola, Noemí:
    Perdona que haya tardado tanto en pasarme. He tenido un problema familiar y no he podido comentar como me hubiera gustado. Pero como no me gusta ser descortés con los que me comentasteis a mí, aquí estoy.
    Tu cuento es entrañable. Coincido con los demás compañeros que han pasado antes, sobre todo con Nymphadora. Creo que te convendría repasar los signos de puntuación para que no haya problemas con las comillas, las comas, los puntos, las rayas del inciso aclaratorio en el diálogo… He observado que das espacios en sitios inadecuados. Antes de abrir una raya de inciso debes dar espacio, después de la raya no. Para el cierre del inciso la raya se pega a la palabra precedente y se da espacio tras la raya.
    En fin, lo de los signos de puntuación es poco importante. Tienes una buena historia.
    Espero que mis sugerencias te sirvan.
    Saludos.

    Escrito el 14 enero 2016 a las 11:30

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