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PEPE EL CARPINTERO - por Laicram Divad

Pepe es un hombre corpulento y vigoroso que tiene por oficio la carpintería, todos los viernes se adentra en el bosque para traer la madera que necesita pero eso sí, siempre lleva un espejo de un metro de largo. Un día su hijo Arturo le pregunta.
– Arturo: Papá, por qué siempre que vas al bosque lo haces llevando ese espejo.
– Pepe: Este espejo es el que me permite sacar los mejores árboles del bosque.
– Arturo: ¿Cómo es eso posible?
– Pepe: Ya estás haciéndote un hombre y pronto tendrás que ganarte la vida y vas a tener que entrar a ese bosque que todos le temen.
– Arturo: Si, de sólo pensarlo se me pone la piel de gallina.
– Pepe: No hay nada a que tenerle miedo, yo entro y salgo todos los viernes por madera y nunca me pasa nada.
Ese viernes, como todos los viernes, Pepe se preparó desde muy temprano para ir por madera, pero esta vez lo acompañaría su hijo Arturo un joven impulsivo pero de buen corazón que amaba a su padre. Caminaron por largas veredas durante todo el día hasta llegar al lago, ahí instalaron su tienda para prepararse a pasar toda la noche, rieron y cantaron toda la tarde, cuando en las copas de los árboles el crepúsculo los entinta y en el horizonte los dorados reflejos del sol se desvanecen, Pepe se apresuró a sacar el espejo que por distracción no lo había hecho. Lo recargó sobre unas rocas de espaldas al lago y aguardaron en silencio durante unos minutos.
En cierto momento, empezaron a oírse suaves pero alegres cantos de entre los gruesos y altos troncos de los árboles. Pocos se habían atrevido a incursionar en el bosque y más cuando la música empezaba a flotar en el aire y quienes habían reunido el coraje y la determinación para hacerlo, jamás regresaban a sus hogares.
Pepe le explicó a su hijo, que una vez llegado ese momento deberían de permanecer quietos frente al espejo y que por nada debería de alejar sus ojos del mismo.
Cuando los canticos sonaban a su alrededor, Pepe levantó la voz diciendo:
– Pepe: Lu, ven mírate en mi espejo que hermosa eres.
– Lu: Sí, si me estoy viendo, mi belleza no se compara con nada.
– Pepe: Quiero pedirte permiso para llevarme uno de tus árboles, lo convertiré en bellas obras de arte en tu honor.
– Lu: Una vez más te concedo llevarte el árbol que satisfaga tus necesidades, pero primero debes de explicarme por qué vienes acompañado y ¿Quién es ese jovencito?
– Pepe: Este es mi hijo y deseo que él sea el sucesor de mi permiso para entrar al bosque.
– Lu: También te lo concedo, pero deberá ir acompañado a escoger su primer árbol hoy mismo y en compañía de Tehebor.
Si algo sabía Pepe, es que no se debe desobedecer al espíritu del bosque, así le dijo a su hijo:
– Pepe: Arturo deberás ir por el camino que venimos sin salirte por ningún motivo y regresar hasta la primera franja de árboles de principios del bosque, ahí escogerás uno y regresarás sin desviarte ni cambiar de camino por nada en el mundo.
– Arturo: Si padre.
– Pepe: Anda y ve, no descanses hasta lograrlo y no tardes.
Arturo inició su marcha recordando cada camino que cruzaron para llegar, apenas llevaba unos minutos y Tehebor interrumpió su concentración diciéndole:
– Tehebor: Arturo ya llevas mucho tiempo caminando, descansemos un minuto, no pasará nada.
– Arturo: No, debo apresurarme, mi padre me espera.
– Tehebor: Esos árboles a los que te mandó tu padre están podridos por dentro y no les servirán, ven por acá yo te guiaré a unos más frondosos y fuertes.
– Arturo: No, no desobedeceré a mi padre, tiene que ser uno de esos.
– Tehebor: Pero ya equivocaste el rumbo, ya te perdiste y nunca llegarás por ahí.
Arturo olvidando los consejos prudentes de su padre, al dudar de su memoria decidió con temeridad recomponer su supuesto fallo y seguir a Tehebor, hasta que se encontró completamente perdido.
Mientras tanto, Lu se presentó frente a Pepe y le dijo:
– Lu: Pepe, ya puedes regresar, podrás seguir viniendo por madera todos los viernes.
– Pepe: Pero, que pasó ¿Lo logró Arturo?
– Lu: No, no lo ha logrado.
Pepe, tomó sus cosas y se regresó pensando: Otro año más para trabajar.

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6 comentarios

  1. 1. Sara Sarutte dice:

    Hola, leí tu cuento con atención,y me gustaría darte algunas sugerencias:los diálogos generalmente no se escriben así, es casi un formato de entrevista ir poniendo quién es el que habla y dos puntos, la idea es que se vaya desarrollando solo y el lector comprende quien habla,en todo caso podría ser: Si, de sólo pensarlo se me pone la piel de gallina, dijo el hijo”.

    Me resultó un poco confusa la aparición de los personajes del bosque, no tienen presentación y aparecen abruptamnente.

    En la primera secuencia de diálogos no hay mucha coherencia en la conversación,alguna respuesta no coincide con la pregunta, me resulto extraño eso.

    El final me pareció brusco y la reflexión de Pepe no se entiende mucho.

    La idea general del relato me pareció muy buena, creo que le falta un poco más de trabajo y de depuración,

    Espero te sean útiles mis comentarios,
    saludos!

    Escrito el 19 diciembre 2015 a las 02:34
  2. 2. Luis Ponce dice:

    Hola Laicran:
    Has elegido un formato teatral para tu relato y eso le quita sentido a la narración.
    En los diálogos teatrales, tu aprendes lo tuyo y lo de tu interlocutor, para saber cuando entra tu personaje o cuando habla tu personaje, pero en el caso que nos ocupa, primera pierdes una gran cantidad de palabras nombrando a los interlocutores y luego, el lector pierde el ritmo y el interés en lo que está leyendo.
    Esa es un de las razones por las que las obras de teatro, escritas para teatro difícilmente sin best sellers.
    No terminas sabiendo quien es Lu ni Tehedor y el mensaje final no existe, o si existe es: “no tengas hijos bobos y si los tienes no los lleves al bosque”.
    Los mejores deseos para el año que viene.

    Escrito el 19 diciembre 2015 a las 03:05
  3. 3. marazul dice:

    Hola Laicram
    El argumento de la historia me ha gustado porque está muy ligado con la conservación de los bosques y la naturalez en general. Que te inventes a Lu, ese personaje fantástico que da permiso a Pepe, el carpintero, para talar ciertos árboles y que luego el imprudente de su hijo no siga las normas impuestas por Lu y tenga su castigo, me parece un tema interesante y hasta con cierta moraleja.
    Por lo tanto en cuanto al sentido no tengo nada que objetar, al contrario me ha parecido original y didáctico.
    Sin embargo la forma, como ya te ha dicho Luis, cansa mucho. El formato teatral es para eso, para el teatro.
    Se hace pesado repetir tanto el mismo nombre y rompe el ritmo de la narración. Deberías de haber empleado la forma de los diálogos.
    De todas formas me ha gustado leerte y espero hacerlo en otras ocasiones.
    Te deseo unas muy felices Navidades….!!!!

    Escrito el 19 diciembre 2015 a las 20:47
  4. 4. Wiccan dice:

    Buenas Laicram,
    En principio debo decir que la historia que cuentas me ha gustado, la idea del respeto a la naturaleza y la venganza de ésta si no la respetas, asi como la forma de personificar a los entes del bosque es muy buena. El fallo, como te indican los otros compañeros, es de forma. Los dialogos se hacen muy lentos, comienzas el relato con un tiempo verbal presente y luego lo cambias a un pasado, se repiten mucho los nombres de los personajes lo que provoca que se ralentice aun mas la historia, incluso fuera de ese formato teatral. Ademas, se utilizan frases bastante largas y la puntuacion podria mejorarse. Algunas cosas concretas:
    – “entrar a ese bosque que todos le temen”: Eliminaría ese “le.
    – Las palabras espejo, bosque, arbol, viernes se repiten continuamente, en algunos casos puede evitarse y espaciando sus apariciones consigues que no se note tanto. Así se hace repetitivo.
    – La frase “pero deberá ir acompañado a escoger su primer árbol hoy mismo y en compañía de Tehebor” puesto que no se indica quién es Tehebor creo que sería mejor decir “pero deberá ir acompañado de Tehebor a escoger su primer árbol hoy mismo”, acortas la frase y no pierde el sentido.
    – Cuando se dice “y no les servirán” el les plural es incorrecto, debería ser le.
    En cuanto al final, la verdad es que no sé si era la intención pero da la sensación de que el padre se alegra de que el hijo no lo consiguiera, si esa es la idea queda un poco en el aire.
    De todas formas quiero señalarte que la parte en la que el protagonista coloca el espejo en el bosque y tiene la conversación con el espiritu del bosque me parece muy buena, si se corrigieran esos fallitos me encantaría.
    Gracias por compartir tu relato.
    Un saludo y felices fiestas!!!

    Escrito el 20 diciembre 2015 a las 16:24
  5. 5. Laicram dice:

    A todos les agradezco mucho que se hayan tomado su tiempo para leer mi relato, me ha dado mucho gusto leer sus comentarios, tomaré en cuenta cada uno para ir creciendo cada día más. Reciban un cordial saludo y un fuerte abrazo, felices fiestas.

    Escrito el 22 diciembre 2015 a las 16:40
  6. 6. beba dice:

    Hola, Laicram:
    Ya a esta altura, nuestros compañros te handicho lo bueno y lo mejorable de tu texto. Destaco que tiene buen nivel de expresión; que es muy imaginativo; y que el argumento es claro y apropiado a las problemáticas ambientales.
    Adelante. Felices Fiestas.

    Escrito el 29 diciembre 2015 a las 16:48

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