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El bosque de los reflejos - por Sandra

Eran todos iguales y también todos diferentes.
Los miembros del Bosque de los Reflejos vivían en armonía sintiéndose parte de una gran familia, cada uno cumpliendo con rigor y eficacia su parte del papel. Algunos espejos eran altos y espigados y daban servicio a aquellos seres que se movían por las alturas, mientras que otros más achaparrados o con formas angulares, hacían llegar los rayos del sol a todos los rincones posibles dentro de la frondosidad del bosque.
Los habitantes de la aldea contigua, las aves, los caracoles y otros seres mágicos venían con frecuencia a pasear entre los espejos sabiendo que allí, si permanecían en silencio y concentrados, encontrarían la respuesta a sus preguntas. Siempre había luz por muy nublado que estuviera el día, y además era el lugar idóneo para encontrarse consigo mismos. No era casualidad que los aldeanos contaran con los índices de felicidad más altos de la comarca.
Todos los espejos que componían el Bosque de los Reflejos conocían bien cuál era su papel y llevaban a cabo su cometido con rigor y entusiasmo, sabiendo que la norma más importante que habían aceptado cumplir era la de nunca, bajo ninguna circunstancia, devolver una imagen que no fuera un reflejo exacto de la realidad. El bienestar de toda la comarca pendía de sus manos.
Jamás había existido ninguno que desacatara su mandamiento más importante. Nunca, hasta que el espejo número 3107 descubrió que había sido concebido con una minúscula grieta en su cara interna, una pequeña ranura que no afectaba a las imágenes que devolvía ni a la luz que reflectaba, pero que le hacía sentir muy acomplejado por ser diferente al resto de sus compañeros. Creyendo que todos conocían y despreciaban su defecto, decidió guardar su vergüenza y buscar una solución por sí mismo. Así, día tras día, en el afán de reducir a la mínima expresión su pequeña grieta, empezó a curvarse hacia atrás, sin reparar en que al convertirse en un espejo curvo la imagen que devolvía al mundo difería bastante de la realidad. Henchido de orgullo, feliz por haber logrado esconder su defecto no quiso escuchar a sus compañeros, que le alertaban acerca de las imágenes distorsionadas que ofrecía al mundo.
Sin saber por qué, la luz del bosque comenzó a ser diferente, los rayos de sol ya no saltaban alegremente de un espejo a otro y se disipaban sin control fuera de los límites habituales. Los habitantes de la aldea huían despavoridos del bosque al encontrar imágenes propias que no respondían a la realidad y el rumor de que la mentira había llegado a sus vidas hizo que las aves temieran salir de sus nidos y que los caracoles dejaran de pasear sus cuernos a la luz del bosque.
Los sabios del lugar no podían creer que uno de los espejos osara desobedecer su ley más sagrada y se vieron obligados a decretar el estado de excepción. Todos los espejos periféricos viraron de forma que nadie pudo entrar o salir del bosque durante varios días. Se organizó un cónclave al que asistió un miembro de cada una de las especies que allí habitaban para tratar de encontrar una salida al problema. Todos querían apartar de su lado al espejo mentiroso aunque el alto riesgo de ruptura durante el transporte les hacía temer los siete años de mala suerte que deberían soportar después.
La solución llego de la mano de la ardilla, experta en antropología que había viajado de bosque en bosque a lo largo de varios continentes. Convencida de que la mentira podría combatirse con dulzura y pequeñas dosis de verdad, firmó una alianza con hormigas y abejas para hacer llegar decenas de hojas secas y varios gramos de miel a la grieta del espejo combado. Mientras estas trabajaban para disimular la rendija, su buen amigo Pepito Grillo, que no dudó en acudir también a la llamada, mantuvo largas conversaciones con el espejo embustero acerca de la honestidad, el amor a uno mismo y a los propios defectos.
Poco a poco el espejo fue recobrando la autoestima y con ello su forma original. El estado de excepción en el bosque fue desconvocado y la libre circulación de seres en busca de su verdad volvió a ser como siempre fue.
Hoy el espejo embustero es jefe de sección en el Instituto de Inteligencia Emocional del bosque. La ardilla antropóloga, renunció a un puesto de miembro de honor en la Real Academia de la Sapiencia para continuar con su vida itinerante.

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11 comentarios

  1. 1. Ecorpión dice:

    Sandra, mi saludo.
    Me gustó el ambiente donde se desarrolla la historia. El lenguaje utilizado no ofrece problemas al lector, el texto se lee sin dificultad. Mantiene la cohesión.
    Me parece que le hace falta más fuerza el final.
    Una sugerencia. Pondría a la ardilla, como experta restauradora (nitrato de plata).

    Escrito el 17 diciembre 2015 a las 17:55
  2. 2. Ana Carolina dice:

    Me gusto ver que pusiste a Pepe Grillo, me pareció lindo y fácil de leer.

    Escrito el 18 diciembre 2015 a las 21:03
  3. 3. Yubany dice:

    Hola Sandra!
    Interesante trama. Aqui algunas observaciones:
    -Necesita un poco mas de tension.
    -Mostrar mas que contar…crear un elemento contradictorio en los personajes
    -Reducir la longitud de ciertas oraciones para dar un ritmo diferente, por ejemplo:
    Algunos espejos eran altos y espigados y daban servicio a aquellos seres que se movían por las alturas, mientras que otros más achaparrados o con formas angulares, hacían llegar los rayos del sol a todos los rincones posibles dentro de la frondosidad del bosque.

    Escrito el 19 diciembre 2015 a las 04:41
  4. 4. Ioakim dice:

    Hola Sandra, he de decirte que hasta ahora es el relato más original que he leído. Me parece súper gracioso en algunas ocasiones( y no lo digo con mala fe, al revés, me ha gustado muchísimo) Cuando has mencionado a Pepito Grillo me ha hecho mucha gracia puesto que no me lo esperaba.
    En tan sólo 750 palabras has creado un mundo fantástico y mágico con un gran valor de la sinceridad y la aceptación de uno mismo puesto en la figura de un espejo acomplejado (relación que me parece incríblemente perfecta) Me ha parecido casi una fábula puesto que no hay ninguna acción. Aún así, me ha gustado mucho, es el más original que he leído por el momento.

    Te invito a que te pases por mi cuento, en número 14 y le dejes un comentario amable a un joven escritor que está comenzando 😉
    Un fuerte abrazo!

    Escrito el 19 diciembre 2015 a las 22:08
  5. 5. L.M.Mateo dice:

    Hola Sandra:

    Bonita metáfora, redactada de forma sencilla y clara.

    Coincido con los comentarios de Yubani, ya que tienes un texto original y que podría ser muy hermoso, pero el carácter casi periodístico hace que pierda gran parte del encanto. Por supuesto, es difícil crear ambientes en tan pocas palabras, sobre todo cuando tenemos la historia muy clara en nuestra cabeza, pero usar pequeños elementos, jugar con ellos (un adjetivo perdido, un pensamiento de la ardilla, combinar las frases largas y cortas, romper la estructura de las oraciones, etc.), dan mucho juego y enriquecen el texto.

    Desde luego, voy a seguir buscando tus cuentos en los próximos talleres.

    Un abrazo y felices fiestas.

    Escrito el 21 diciembre 2015 a las 11:47
  6. 6. Nerx_ dice:

    Hola Sandra.
    La trama de tu relato me parece bastante acertada y además está bien redactado y es muy fácil de leer, como anteriormente te han dicho.

    Sin embargo coincido también con anteriores comentarios en que podrías haber añadido un giro inesperado a la historia que le diese un punto de acción, algo que el lector no esperase.
    ¡Saludos y sigue así!

    Escrito el 21 diciembre 2015 a las 18:00
  7. 7. Azabache dice:

    Hola Sandra:
    Me ha gustado bastante tu historia. Coincido en que la idea es muy original, a pesar de que le falta algo de fuerza. Quizá con algún diálogo entre los personajes se incrementara la misma. Por lo demás, un placer haberla leído.
    Por cierto… Feliz Navidad

    Escrito el 25 diciembre 2015 a las 23:00
  8. 8. Sandra dice:

    Gracias a todos por vuestra aportación. Descubrí el taller hace nada y es mi primer relato, ¡seguro que no será el último!

    Me quedo con: diálogos y pensamientos de personajes, combinación de frases largas y cortas, buscar un final sorprendente (es cierto, muy precipitado), mostrar mejor que contar.

    ¡Muchas gracias por vuestra ayuda!

    Escrito el 28 diciembre 2015 a las 00:03
  9. 9. Servio Flores dice:

    Hola Sandra! Ya le han dicho muchas cosas y ya veo su síntesis en el ultimo comentario.
    A mi solo me resta felicitarla, una historia bien llevada que aunque carece de una tensión dramá tica deja un buen gusto al haberla leído.
    Como todo, todo es mejorable.
    Saludos y felicidades.

    Escrito el 31 diciembre 2015 a las 06:53
  10. 10. Isabel dice:

    Hola Sandra.

    Primero agradecerte tu paso por mi relato.
    Respecto al tuyo y en lo que a la forma se refiere te doy unas sugerencias. En la primera frase no repetiría ” todos”. Creo que quedaría mejor ” Eran todos iguales y también diferentes”.Pero vamos es sólo una sugerencia. Por otro lado, si algo tengo que destacar es que abusas de las frases cortas, es decir, el texto pierde fuerza al haber tanto punto y seguido. Se podría enlazar de alguna manera algunas frases y el relato se enriquecería.

    El relato me ha gustado mucho y eso que yo no soy muy de cuentos, pero me ha enganchado. Sandra tienes mucha imaginación y eso es un potencial que hay que explotar.
    La trama de los espejos es una idea fantástica al igual que los personajes.
    Te felicito por haber creado un mundo mágico.

    Saludos

    Escrito el 7 enero 2016 a las 16:24
  11. 11. DreamxAlchemist dice:

    Sencillo, atrapa bastante al lector (o a mi al menos), me agrada la trama inicial, pienso que es el tipo de cuento que mezcla a la perfección la sencillez propia para contárselo a un niño, y la complejidad necesaria para llamar la atención de un adulto. Y eso no cualquiera lo logra. ¡Saludos!

    Escrito el 7 enero 2016 a las 19:03

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