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El último beso - por Janna30

Web: http://chicaredactorainspirada.wordpress.com

Hace un largo tiempo cuando mis rodillas eran fuertes, mi espalda recta y mis cabellos todos negros, conocí a los Morgan, una pareja muy extravagante y fanfarrona; hasta tenían una podadora con el mango forrado en diamantes, que veía brillar desde mi casa ubicada justo al lado de la de ellos. Su mascota era un guepardo, el cual llevaban en el asiento de atrás de su Mercedes Benz rojo último modelo, espantando a cuanta persona se les atravesara por las calles. No comprendo cómo nunca le arrancó un pedazo de carne a la Sra. Morgan cuando ella le agarraba por las orejas y lo agitaba como queriendo desenroscarle el cuello.

Yo contaba con una vista panorámica de su casa. Con solo mirar por la ventana de mi habitación en el primer piso veía la piscina olímpica, la lujosa sala de estar, la cocina y el dormitorio principal. Este último tenía un enorme ventanal de vidrios, que generalmente mantenían con las cortinas abiertas. Pero lo que me hizo digamos, volverme curioso, fue básicamente mi desocupada vida, ya que en esos días mi padre había fallecido en un accidente automovilístico y mis ganas de seguir adelante se habían ido con él. Todo eso se aunó a lo que vi aquella tarde de verano cuando el sol en tonos rojizos y violetas se ocultaba por el sur del vecindario.

La Sra. Morgan estaba junto a la estufa preparando pollo relleno, y yo instalado en mi ventana con las persianas entre abiertas y la luz de mi habitación bastante baja. No puedo negar que ella era una rubia atractiva con movimientos sensuales aun cuando cocinaba, pero mis ideas no eran pervertidas, yo miraba para consumir mi tiempo. Al entrar el Sr. Morgan la apretó por los hombros con ambas manos y la beso salvajemente, imagino que debió morderla por el gesto de dolor que ella proyectó, pero lo cambió deprisa por una sonrisa cuando el Sr. Morgan tomó asiento en el elegante mesón del centro de la cocina y la miró hostilmente. Yo me removí del asiento asombrado, no me pareció un beso de amor. Fue algo más. Fue abusivo. Después que cenaron, subieron a su dormitorio. Él impetuosamente la haló del cabello y la tiró en la cama. Yo estaba pegado de las persianas de mi ventana las cuales había abierto un poco más, no deseaba perderme del más mínimo detalle. El Sr. Morgan caminó sigilosamente hasta su ventana y lanzó su vista en dirección hacia mí habitación, yo tiré de manera fulminante las persianas, mi pulso se agitó y el sudor me corría por las sienes. Esperé algunos segundos y abrí con mis dedos de la mano derecha una hilera de las persianas, pensé que si me había visto espiándolos debía seguir allí cazando a su presa, pero no. Las cortinas del ventanal estaban corridas y permaneció así hasta la mañana.

Pasé días notando situaciones excesivas, pero empecé a entender que era una relación sadomasoquista, que ambos consentían cuando vi que ella lo azotaba una noche mientras estaban semidesnudos en su dormitorio y olvidaron cerrar el ventanal. Esto acabaría mal me dijo mi joven e inexperto juicio.

A la mañana ella estaba en el patio parada a la orilla de la piscina, vestía una bata de seda color rosa pálido que mostraba sus gruesos muslos, y sostenía una taza de alguna bebida caliente. Fue cuando detallé una mancha oscura que le cubría su ojo izquierdo. Me llené de cólera, pero sabía que mi papel allí era ser de palo, y así fue hasta noviembre 15 de ese año.

Pasaban de las once de la noche cuando el Sr. Morgan fue hasta la cocina por un cuchillo en medio de una cena nada romántica, que llevaba varios minutos de forcejeos inconclusos. Ella estaba agotada en el suelo con su vestido negro rasgado hasta el final de la espalda, el rímel corrido sobre sus mejillas y el labial desvanecido como el guasón. Mi interior me gritaba que ayudara a la Sra. Morgan, pero dudé, siempre se empujaban y golpeaban mutuamente, pero seguían juntos. Así que en los segundos de duda observe el último beso entre ellos. Un beso tierno, creo que el único que les vi darse. El hundió la hoja del cuchillo en el abdomen de ella mientras soltaba una fría lágrima. Corrí hasta la casa de los Morgan, tiré la puerta a patadas. Yacían. El Sr. Morgan se había cortado las venas.

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5 comentarios

  1. 1. Yolanda dice:

    Buenos días Janna,
    Historia apasionada e inquietante.
    Es mi primera vez en este blog. Soy novata en esto de comentar escritos ajenos.
    Te diré que me ha gustado el argumento y ese tono americano en la forma de escribirlo, que encaja con el nombre de los personajes y con el ambiente que describes. Te trasladas a ese mundo sin problemas.
    Me ha parecido muy interesante tu forma de escribir, que recuerda a la forma de hablar del español americano. Dudo si es intencionado, porque, si no es así, encuentro ciertas faltas gramaticales en el uso de las preposiciones, por ejemplo. Aparte de ver alguna falta de ortografía como “Mí habitación”, ese mi va sin acento.
    También creo que el uso de las comas y de los puntos y coma, se podría mejorar.
    Un placer leerte. De verdad. Y a seguir con esta experiencia tan instructiva para todos.
    Un abrazo.
    Yolanda.

    Escrito el 20 enero 2016 a las 08:28
  2. 2. María Gabriela Sanchez Vallejos dice:

    Hola Yolanda: Leí tú relato, me gustó pero quedé con gusto a poco al final creo que preparaste un relato magistral llevándonos al clímax pero encuentro que se desinflo en el desenlace, podrías mejorarlo. Pero me encantó el tema y todo la descripción de la trama. Felicitaciones. Saludos Rayen.
    Si puedes dame tu opinión estoy en 124

    Escrito el 21 enero 2016 a las 18:37
  3. 3. Leosinprisa dice:

    Hola Janna, he de decirte que durante todo el rato me ha recordado a esa pelicula donde James Stewart esta espiando a sus vecinos y se percata de que hay una situación que va a terminar mal.

    Eso me hizo seguir leyendo para descubrir que, lo que ya se intuía desde que empezaste el relato, iba a acabar tragicamente.

    Lo único, ademas de varias matizaciones que te han hecho los compañeros anteriores, es que me da la sensación de que son textos muy largos, bloques muy compactos de escritura que creo sin fueran mas espaciados con varios puntos y aparte, se agradecerían al leer tu relato. Ten en cuenta que esto es una apreciación mía y tú debes seguir el camino que mejor te parezca. Ni mucho menos los textos son incomprensibles aunque sean tan largos sus parrafos, pero facilita su lectura un mayor espacio entre ellos. Pero como te he dicho, tú continua escribiendo como mejor lo encuentres. Cada persona tiene su estilo.

    Si te das cuenta, menuda parrafada seguida te he escrito :).

    Un placer leerte y un saludo.

    Escrito el 23 enero 2016 a las 12:17
  4. 4. ortzaize dice:

    jajaj que imaginacion. ¿ como puedes ver el rimmel de la señora morgan desde la ventana de la casa de enfrente?
    siempre me pareces muy imaginativa, me ha gustado y siempre me gustas.
    saludos.

    Escrito el 27 enero 2016 a las 12:50
  5. 5. Janna30 dice:

    Hola amigos muchas gracias por pasar y escribirme.

    Yolanda:
    Bienvenida al blog, te aseguro que aprenderás muchisímo. Tienes razón siempre me enredo con los puntos y comas jajaja tengo que mejorar eso, es una tarea que dejo y dejo pasar.

    Leosinprisa:
    Gracias por tus apreciaciones 😛 si menudo párrafo jajaja! Tomaré en cuenta tu opinión, a veces debemos ponernos del lado del lector un instante y así haremos un mejor escrito.

    Ortzaize:
    Me reí por un rato con tu comentario jejejjej gracias. Creo que es un buena acotación teniendo en cuenta que el narrador es un narrador testigo y no omnisciente.

    Sin emabrgo, la casa de los Morgan estaba bastante cerca de nuestro testigo jajjajaja

    Escrito el 28 enero 2016 a las 00:47

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