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EL ULTIMO BESO - por Dalu

EL ULTIMO BESO

No sé por qué la recordé, quizás la lluvia de esa tarde otoñal destemplada; la luz exacta que se filtraba a través de los cristales y que me permitía ver con toda claridad la línea recta de la calle desierta; la canción que sonaba en el tocadiscos…” te recuerdo Amanda, la calle mojada…”. La imagen surgió nítida, tal cual la atesoraba hacía ya tantos años…
Sabía que era hermosa, de chica y adolescente se lo repetían constantemente sus padres, abuelos y tíos; pero después, se fueron sumando las miradas, las cartas, los roces, las invitaciones, insinuaciones, malentendidos…
Mi abuela decía: ¡Es una puta!. Y yo pensaba: ¡Es una puta feliz!, aunque nunca se lo dije a nadie. Me fascinaba su forma de vestir y caminar, contoneándose en un andar acompasado, siguiendo un ritmo interno que no lo alteraba: ni las miradas de desaprobación de otras mujeres, ni las de deseo y lascivia de los hombres. Ella avanzaba indiferente, disfrutando de cada paso que daba y de su vestidillo que se bamboleaba contrario al movimiento de su cuerpo y dejaba entrever unos muslos firmes y bien formados. Y si ser puta era sinónimo de libertad, porque era lo que transmitía, yo quería ser puta. Caminar así, vestir así ¡y ser deseada así!
-¡Esa es más puta que las gallinas!- afirmaba mi papá. Pero bien que la miraba de reojo, pensando quizás que en algún momento le hablaría o lo sorprendería con una sonrisa. Pero ella pasaba a su lado como al de los otros: ignorando a todos y a todo.
Quiso el destino que cuando comencé el secundario estuviese cursando el último año en la misma escuela, así que mis recreos fueron una larga contemplación de sus modales y forma de relacionarse con sus compañeros varones, porque las chicas no se le acercaban. En cambio ellos la adoraban, ya que se sabían privilegiados. Sobresalía su risa franca y cristalina sobre el cuchicheo chismoso de sus compañeras, y más de una aseguraba haberla visto devolver favores a algunos profesores cuando al finalizar el año, recibió mención de honor por mejor promedio en los cinco años.
Por mi parte, jamás la vi con un novio.
Se fue a estudiar a La Plata odontología, y según los comentarios que llegaban al pueblo, estaba más puta que nunca. Cuando vino de vacaciones lo que comprobé fue que estaba más linda… y más osada, provocativa, desinhibida que nunca. En la mirada de las mujeres vi temor, envidia; en los hombres… ¿bronca?
El año en el que falleció su padre, sus vacaciones las trabajó como camarera en el bufete del club. Nunca estuvo tan concurrido, es más, la bufetera (amiga de su mamá) tuvo que contratar refuerzos.
Terminaba el verano, abril llegaba con lluvias y ese día me levanté pensando (mientras miraba la calle mojada y desierta)- hoy nos salvamos de gimnasia-. La vi venir , caminando bajo la lluvia, extraña, pausada. Se paró frente a mi ventanal y me miró con la mirada más triste que vi en mi vida. Corrí hacia la puerta con el corazón golpeándome terriblemente el pecho presintiendo algo terrible. Totalmente empapada, sin decir una palabra me abrazó y sus labios fríos dejaron en mi mejilla un beso cargado de ternura. La insté a que entrara, como no me contestaba ni se movía, entré a la casa a buscar un toallón. Mientras regresaba volví la cabeza hacia el ventanal, había desaparecido. Salí a la calle, miré hacia un lado y el otro, no había absolutamente nadie. Era imposible que se esfumara de esa manera.
A las pocas horas la encontraron muerta, violada y ultrajada de una forma salvaje. Según los forenses llevaba más de veinticuatro horas fallecida.
-¡Sólo era una puta! ¡Se sabía que terminaría así, ella se lo buscó!- Escuché que comentó alguien… Sentí muchos deseos de llorar, gritar y huir.
Nunca comprendí por qué me eligió, quizás porque yo fui quien más la observó, admiró y trató de comprender…
Dalu

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8 comentarios

  1. 1. Tinin dice:

    Tu relato me ha encantado, lo encuentro entretenido, fácil de leer y tan real que seguro que se trata de una historia demasiadas veces repetida, donde la envidia de otras mujeres y el deseo de los hombres de poseerla terminan por enterrar de una u otra manera esa belleza que deslumbra.
    Me ha dado la sensación que leía una pagina al azar de alguna novela de renombre.
    Buen trabajo

    Escrito el 19 enero 2016 a las 00:54
  2. 2. dalu dice:

    Muchísimas gracias Tinin! Te mando un abrazo!

    Escrito el 19 enero 2016 a las 15:12
  3. 3. Carmen Ruiz dice:

    El relato me ha gustado, me ha resultado ameno y real. Me gusta la historia, y esa admiración de la narradora hacia la prostituta me ha resultado curiosa (en el buen sentido). Cuentas más que muestras, pero lo veo un acierto dada la limitación de palabras, además de que no me parece que quede mal.
    Te dejo algunas correcciones ortográficas 😉 :
    ” te recuerdo Amanda, la calle mojada…” Aquí sería “Te recuerdo, Amanda, la calle mojada…”, con una coma entre “recuerdo” y “Amanda”.
    “sus vacaciones las trabajó como camarera en el bufete del club”. Creo que esta frase es incorrecta, porque no puedes trabajarte unas vacaciones, trabajas en vacaciones, así que sería algo así: “en vacaciones, trabajó como camarera en el bufete del club”.
    “ese día me levanté pensando (mientras miraba la calle mojada y desierta)- hoy nos salvamos de gimnasia-” Los pensamientos deberían ponerse entre comillas « », quedaría algo así: “ese día me levanté pensado (mientras miraba la calle mojada y desierta): «hoy nos salvamos de gimnasia».” Aunque la redacción de esa frase me suena rara, personalmente no me gusta.
    “Corrí hacia la puerta con el corazón golpeándome terriblemente el pecho presintiendo algo terrible. Totalmente empapada, sin decir una palabra me abrazó y sus labios fríos dejaron en mi mejilla un beso cargado de ternura.” Te faltan algunas comas: “Corrí hacia la puerta con el corazón golpeándome terriblemente el pecho, presintiendo algo terrible. Totalmente empapada, sin decir una palabra, me abrazó y sus labios fríos dejaron en mi mejilla un beso cargado de ternura.”
    Una última cosa: no he entendido el final, eso de que los forenses dijeron que llevaba más de veinticuatro horas fallecida, cuando la narradora la había visto apenas unas horas atrás D:
    PD: Gracias por pasarte por mi relato y comentar. Espero que mi comentario te sirva de algo, es el primero que hago y estoy un poco perdida… Supongo que iré mejorando con el tiempo 🙂

    Escrito el 21 enero 2016 a las 20:46
  4. El final me dio un poco de miedo. Segun comprendí, se le apareció el fantasma de la mujer. Tu forma de narrar es fácil de seguir. Usas un vocabulario sencillo que hace que el lector lea de un tiron y se quede al final esperando por mas.
    La historia es interesante, el final sorprendente.
    Felicitaciones y saludos.

    Escrito el 21 enero 2016 a las 23:45
  5. 5. dalu dice:

    Gracias queridos Carmen y Ryan!agendo todas tus indicaciones y trataré de llevarlas a la práctica. Me alegro les guste y espero con ansias la próxima consigna! abrazos…

    Escrito el 22 enero 2016 a las 01:01
  6. 6. Marcelo Kisi dice:

    HOla dalu!!
    Gracias de nuevo por pasarte por mi relato y comentarlo!
    Primer relato tuyo que leo y me gustó mucho. Serás platense? Mi madre era de allí y tengo parientes muy queridos.
    En cuanto al relato en sí, comparto y disiento en parte con la compañera CArmen Ruiz (y no te preocupes, que todos estamos aquí aprendiendo, incluso a enseñar 😉 ), pero es bueno intercambiar, por si estamos corrigiendo erróneamente.
    Carmen tiene toda la razón en dos cosas: el famoso “mostrar” en lugar de “contar”, es decir literariamente “acción” y mostrar una escena donde la chica se bambolea justo cuando pasa por esa obra en construcción y los muchachos la miran y le dicen cosas, entonces ella en lugar de putearlos se da vuelta haciendo volar su melena enrulada, les sonríe y les dice: “Hola chicos”, y ellos le contestan un poco turbados: “Eh… hola, linda” y se produce un diálogo de lo más extraño (cuál, exactamente?), aunque uno de atrás se queda en silencio, baja la boina y vuelve a su trabajo bufando.
    En lo otro que te invito a profundizar igual que Carmen, es en el manejo de la puntuación, que te va a llevar a tu próximo nivel 😉 Los guiones de diálogo no son esos (-) sino una raya más larga: —
    En mi compu anterior me salía automáticamente haciendo dos guiones cortos seguidos, ahora se me perdió. Hasta qeu me ayuden con eso hago copy-paste de otros cuentos…
    En lo de las comas Carmen tiene razón, por supuesto, y también con lo de las comillas latinas para pensamientos (« »), a esas yo las conocí también recién aquí en Literautas, también copy-paste, jajaja.
    Disiento con Carmen en una cuestión de contenido y en otra de estilos regionales. La de contenido: la chica no era prostituta, sino una joven más deshinibida que las demás. Tu relato es una denuncia de la sociedad que muchas (demasiadas) veces condena a la víctima de violación en lugar de al violador. Y obviamente a la chica la ve después de muerta. Es un poco clásico, pero (eso sí) lo “mostraste” muy lindo.
    La de estilo regional: en ARgentina sí nos trabajamos las vacaciones y sí nos salvamos de gimnasia. No necesariamente intentes neutralizar estos giros para apelar al público no argentino en el taller, pero tenelo en cuenta. Ya viste que a mí me pasó lo mismo, y lo tomamos todos con humor.
    Por lo demás, espero seguir leyéndote, porque tenés un estilo espectacular!

    Escrito el 22 enero 2016 a las 23:51
  7. 7. Veronica Murillo dice:

    Hola Dalu, el mes pasado me tocó en suerte que fueras uno de mis tres posteriores y desde aquel me quedé esperando por más y no salí defraudada, me ha encantado y has mejorado la forma de estructurar los párrafos, ya que en el anterior se veía un poco apiñado, pero esta vez tiene una mejor visualización. El estilo, por supuesto, excelente y las cuestiones gramaticales ya te las han señalado.

    Marcelo la raya o guion largo sale con alt + 0151.

    Hasta la próxima.

    Escrito el 24 enero 2016 a las 21:14
  8. 8. dalu dice:

    Queridos amigos, ¡cuánto estoy aprendiendo con sus comentarios!
    Marcelo, el guión de diálogo que bien me marcás, ¡está delante de mis narices!, simplemente no lo sabía usar. ¡Qué buen clima reina en este espacio! Estoy muy contenta de haberlos (haberos,jaja) encontrado. Abrazo enorme para todos.

    Escrito el 25 enero 2016 a las 14:29

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