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El último beso. - por Superandoloimposible

Web: http://superandoloimposible.blogspot.es

El autor/a de este texto es menor de edad

Esos dos eran demasiado impredecibles como para saber qué ocurriría. En cierto modo me lo esperaba, se veía venir, pero aún así quedé perplejo. No tienes idea de todo lo que sentí en ese momento… Ah, lo siento, soy un maleducado. Me llamo Alfredo, Alfredo Tenshi. Estaba hablando de esos dos, ya sabes, Cristina y Leo. Lo sé, a mí también me sigue pareciendo increíble. ¿Cómo? ¿No los conoces? Ah claro, me olvidaba que no estuviste en aquel campamento. Bueno, está bien, no te preocupes, te contaré la historia.

El verano estaba llegando a su fin, ya solo nos quedaban once días más y al fin en casa. No es que me disgustara estar allí, no podía dejar de pasármelo bien cada día haciendo disfrutar a decenas de niños, pero tenía ganas de volver con mi familia. A pesar de todo este grupo iba a ser diferente a los anteriores: los campistas serían más mayores, entre trece y quince años, y las actividades también serían más activas. Todos los monitores estábamos ilusionados.

Llegó el día. Recuerdo que primero llegaron los chicos vascos, eran bastante poquitos y enseguida hicimos las presentaciones. Después llegaron los castellanos, eran un grupo más numeroso y habían realizado un viaje de más de tres horas en autobús así que venían un poco alborotados, pero no hubo problema con ellos. Tampoco lo hubo con los gallegos que llegaron después de comer. All fin estábamos todos.

El transcurso del campamento puedes imaginártelo normal. Desde el principio hubo muy buen rollo entre campistas y monitores, nosotros éramos bastante jóvenes y eso hizo que encajáramos muy bien con ellos, aunque he de decir que entre monitores chicos y campistas chicas hybo mejor relación que viceversa; sobre todo en el caso de Cristina.

Ella tenía algo diferente. Por mi experiencia sé que siempre hay algunos campistas, como monitores, que llaman la atención y a los que coges mucho cariño. Cristina era de esas. Era la más mayor de todos porque cumplía dieciséis años en noviembre pero, sin embargo, físicamente aparentaba ser de las más pequeñas. Era bajita, no muy desarrollada, con el pelo intensamente negro adornado por un flequillo recto que cubría sus cejas y una piel más bien pálida. Aunque, sin duda, lo que nos llamaba la atención de ella era su dulzura y madurez, y su mirada. Toda ella tenía algo especial y Leo fue el primero en darse cuenta.

Tuvieron suerte, Cristina resultó estar en el equipo de Leo. No era el mejor grupo de todos, de hecho ella no tenía mucha relación con sus compañeros así que se refugió en él. Leo no era de los monitores más jóvenes pero tampoco de los menos, tenía 24 años, era romántico y muy cariñoso, divertido y maduro; pronto llamó la atención entre las chicas. Cristina tampoco tardó en ponerse en boca del resto de monitores. Era también muy cariñosa y además tenía cierto grado de picardía, podía dejarte mal de una forma tan sutil y sugerente que era imposible no sonreír ante su encanto. A pesar de ello no destacó de igual manera entre los campistas.

Era común ver abrazados a las chicas y los monitores, todos compartían ratos libres; pero entre Leo y Cristina había un vínculo más fuerte, se veía en sus miradas, sus gestos, su discreta forma de buscarse… Así los días pasaron de una forma tan afectuosa que fue imposible no sentir lástima la última noche. Una marea de lágrimas, abrazos, besos y consuelos se desencadenó a la luz de la luna. Fue entrañable y doloroso. El día siguiente fue muy melancólico y hubiera sido fácil olvidarlo si no fuera por esos dos. El autobús de Castilla ya iba a marchar y sólo faltaba Cristina por subir, pero aún le faltaba despedirse de Leo. Todos los mirábamos, y ellos lo sabían, pero eso no impidió que se besaran. Su primer y su último beso.

No he vuelto a ver a aquella muchacha de mirada penetrante pero sé que Leo quedó desolado. No fue el único, he soñado tantas veces con aquel beso. 05-01-16

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3 comentarios

  1. 1. Javier Be dice:

    Hola superando lo imposible.

    tienes en manos un relato bueno, de hecho al ser menor de edad, me gusta la forma en que te desenvuelves, la gramática usada denota que posees cultura, lo cual se agradece al leer un texto, pues nos proporciona mayor gusto por el relato.

    Veo algunas faltas de ortografía, pero nada que no se solucione con más práctica.

    El relato me deja pensando. ¿el narrador estaba también enamorado de ella? ¿o solamente lo dijo por empatía?

    En cualquiera de los casos invita a la reflexión y a seguir el relato de manera personal

    Si te das una vuelta por mi relato, es el 210. estaré encantado de conocer tu opinión.

    Saludos

    Escrito el 20 enero 2016 a las 17:03
  2. 2. MM Ariel dice:

    Hola Superandoloimposible,

    Ciertamente para ser un menor de edad, no lo haces mal. Si eres un buen lector, vas a avanzar muchísimo en corto tiempo. Por mejorar, encontré un par de cosillas:
    1- “mas mayor” está mal dicho. Solamente escribe mayor.
    2- Esta parte: “su dulzura y madurez, y su mirada. Toda ella tenía algo especial y Leo fue el primero en darse cuenta.”. Quedaría mejor así: “su dulzura, madurez, y su mirada; toda ella tenía algo especial. Leo fue el primero en darse cuenta.” ¿por qué? en primer lugar porque pones dos Y muy seguidas innecesariamente, y en segundo lugar, al dejar la frase sola “Leo fue el primero en darse cuenta” le das énfasis a este hecho.
    Por lo demás, la historia es interesante, y nos muestra una faceta de los chicos de tu edad.
    ¡Sigue adelante!

    Estoy en el 192, por si quiertes comentar.

    Escrito el 21 enero 2016 a las 21:16
  3. 3. Superandoloimposible dice:

    Muchísimas gracias a ambos, sobretodo por haber hecho una crítica tan constructiva para que pueda seguir mejorando y tener en cuenta mi edad.

    Un beso!!

    Escrito el 21 enero 2016 a las 22:32

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