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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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El último beso - por Luis Ponce

Llovía a cántaros. El frío de la noche congelaba la saliva.
En “El Nectario” un café-bar bohemio, los clientes se abrigaban con dosis de brandy o “canelazos”.
Ubicado cerca de la facultad de Artes, la noche de viernes se convertía en el escenario de los más intensos debates sobre arte, espiritualidad, política o amor. Sólo había que entrar y lanzar al aire un tema y al momento el local se tornaba en un hervidero de controversias, teorías, tendencias o posturas.
La rockola emulsionaba con alcohol su música en los clientes llenándolos de recuerdos, pasiones y sinsabores.
Era una noche digna de entrar en el famoso memorial etílico de los estudiantes de arte: “Confieso que he bebido”.
El grupo formado por Oswaldo, Eduardo, Camilo y Víctor venía de clase de Historia de la Pintura, y el maestro, conocedor del ritual de los viernes, había sembrado en los muchachos la idea del beso como tema obligatorio para la próxima semana.
Su incontrolable fiebre juvenil los convertía en exploradores del presente. Todo debía resolverse al momento. El mañana era un albur. Ellos existían ahora, los que vivirían el mañana serían otros, en sus mismos cuerpos, pero otros. Diferentes.
Eduardo el melómano del grupo se dirigió a la caja de música para buscar algo relacionado con el beso, mientras sus compañeros ordenaban una jarra de “canelazo” con aguardiente.
—Yo no pintaría un cuadro de un beso. No me entusiasma— declaró Camilo mientras tomaba asiento en una mesa junto a la ventana que daba al aguacero y en la rockola estallaba el “Bésame la boca” de Ricardo Montaner.
—¡Yo sí! —dijo Oswaldo—. Un par de indios trenzados en una entrega étnica que simbolice la lucha permanente de mi raza por librarse del yugo del conquistador.
—¿Qué tiene que ver el ósculo con las luchas sociales o la liberación de la clase indígena? —preguntó Víctor.
—Todo tiene que ver, porque es la idea primigenia de la rebelión, es el simbolismo de la lucha de la raza sin distingo de sexo, edad o inclinación política—argumentó Oswaldo.
—¡Salud!—gorjeó Eduardo—mientras Montaner (el Ricardo, no el Carlos Alberto) pedía que le besen el río hasta su desembocadura.

—Hagamos un recuento de los pintores que han plasmado el beso en sus obras, para ver que enfoque podemos dar a un tema que parece tan baladí — dijo Eduardo mientras abría las páginas de una enciclopedia de la pintura.
—Vos siempre con tus libros— le recriminó Camilo—. ¡Si la pintura no se aprende en los textos. Se aprende en la calle, en el sufrimiento, en la desesperación, en la gente. Se lleva en la sangre, en el corazón, en los genes!
Bastó esa aclaración para que el debate se viera interrumpido por un bullicioso brindis que remojó de sentimentalismo el espíritu de los muchachos.
—De todas maneras— terció Víctor—, no me parece mala idea hacer un recuento de los cuadros sobre el beso.
—Aquí está uno: el de las cabezas de los amantes envueltas en trapos húmedos de René Magritte—. Continuó Eduardo explorando la enciclopedia para impedir que su idea se diluyera entre el humo y el alcohol.
—Y aquí el de Gustavo Klimt— agregó, buscando el entusiasmo.
—Ese simboliza el beso de Apolo a la ninfa Dafne mientras se metamorfosea en laurel—acotó Víctor entre la burla de sus compañeros por su léxico.
—Yo pintaría el último beso de Judas Iscariote a Cristo—sentenció Camilo con aire de pastor alemán religioso.
—Ese es el primer beso público en el que interviene la mafia italiana— reveló Eduardo que era un fanático de “El Padrino”, acordándose del beso de Michael Corleone a su hermano Fredo comunicándole que ha ordenado su muerte.
—Mejor pintemos a Kiss, puesss—despotricó Oswaldo cambiando el indigenismo por el rock cuando ya había dado cuenta de la mitad de la jarra de licor.
—Mejor me besas…
El tema del beso se disolvió como todos los viernes, mientras el humo de los cigarrillos formaba volutas en la pared, alrededor de la fotografía que tomó Annie Leibovitz del último beso de John Lennon y Yoko Ono el 8 de diciembre de 1980, cinco horas antes de que Mark David Chapman asesinara a Lennon.

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22 comentarios

  1. 1. Don Kendall dice:

    Hola Luis Ponce,
    Me gusta tu propuesta. Un planteamiento cuasi didáctico que se mantiene en un tono periodístico descriptivo.Me gusta el recurso estilístico de utilizar la “siembra” del profesor como disparador del texto. Haré un par de comentarios, con tu permiso:
    1 – En mi opinión el texto no responde al reto optativo del taller. Aunque tenga un marcado estilo periodístico, el narrador invisible en tercera persona no es testigo, presenta un mundo “ya hecho”. Va hilvanado la trama, pasa de un personaje a otro, desde una “omnisciencia limitada”es decir , que informa objetivamente de los hechos que está pasando, y de forma esporádica entra a la consciencia de alguno de los personajes.
    2 – El texto fluye porque tiene buen “compás” y tal vez oficio ;-). Pero se echa de menos un nudo y desenlace aún con esa estructura. El párrafo final con la aparición de la fotografía, lo encuentro forzado. Es más ya tendría que haber aparecido alguna referencia a la fotografía en la presentación ¿no crees?.
    Cuando aparecen tantos personajes y tan marcados, sería interesante saber más de sus relaciones y no tanto del repaso enciclopédico sobre el beso.
    3 – En el párrafo en el que haces referencia a la canción de Ricardo Montaner tal vez convendría aclarar el juego de palabras con la estrofa del río y la desembocadura. Tal como está puede despistar. No sé, es una apreciación desde fuera de Venezuela desde luego. Al igual que el juego con la confusión de nombres Montaner (cantante y político). No está justificada la presencia del político así de repente. Esas pérdidas de ritmo, pueden echar fuera del relato a un lector entusiasta.
    En resumen. Buen trabajo, con las salvedades , en mi opinión desde luego, de que no se trata de un narrador testigo y que echo de menos un nudo y un desenlace (que seguro que los hay, pero yo no los veo). Un abrazo y salud. Gracias por compartir.

    Escrito el 18 enero 2016 a las 20:33
  2. 2. Bastián Robinson dice:

    Hola Luis Ponce,
    Lo primero de todo gracias por aportar tu historia, pues considero que el simple hecho de escribir ya es un gran mérito y a la mayoría nos supone un gran esfuerzo. Vaya por delante que soy un comentador bastante novel, aunque un voraz lector, es decir que cualquier comentario viene directo desde una relativa ignorancia, pero con toda la buena fe e intención de hacer una crítica constructiva.
    En cuanto al contenido, reconozco que no me ha entusiasmado demasiado al principio el hecho de que para hacer un relato sobre “El último beso”, te bases en que el profesor les ha encargado investigar sobre el beso en la pintura. Posteriormente, la forma que tienes de tratar el tema, con todas las referencias al arte, me ha ganado, quizá porque soy también un gran aficionado a la pintura, y al arte en general. Lo de meter el concepto de “último” tan precipitado en el último párrafo, me pareció un pelín forzado, o sea que me parece que el tema más que “El último beso”, sería “El beso”.
    Por otro lado, el uso de varios personajes en un espacio tan corto, hace que el lector tenga dificultades en dejarse llevar por la trama y esté concentrado tan solo en la identificación de los personajes. Quizá una escena parecida entre dos estudiantes, hubiera atraído más. Pero es una opinión MUY personal, que quede claro.
    En lo que se refiere a la forma, ahí sí que reconozco que me has cautivado totalmente. Utilizas un vocabulario muy variado y con un punto culto sin llegar a ser pedante ni pastoso. Justo lo que más me atrae. “Los clientes se abrigaban con dosis de brandy” o “El mañana era un albur”. Esas me las apunto, y como esas varias. En ese sentido me parece un cuadro literario realmente bello. Además, metes muy bien en la escena al lector con las primeras frases, hablando del frío, del brandy, del local…
    Efectivamente, creo que el relato no se adapta al reto, ya que el narrador sería más bien OMNISCIENTE.
    En general, y para terminar, aunque el enfoque del tema no me ha acabado de convencer, lo has suplido con la belleza literaria de tu estilo, y por la recreación del ambiente. Al final reconozco que me ha deleitado leerlo.
    Espero que mis comentarios te puedan ayudar en algo y servir de acicate para seguir escribiendo.
    Enhorabuena ESCRITOR/A, y gracias.

    Escrito el 19 enero 2016 a las 19:04
  3. 3. Leonardo Ossa dice:

    Hola Luis P, para mí ha sido un relato entretenido con una atmósfera acogedora, que ilustra a la perfección, la tertulia alrededor del tema del beso.
    Confieso que no domino los conceptos sobre los distintos tipos de narrador, por lo cual, yo podría estar confundiendo en tu texto el narrador testigo con otro. En todo caso, me ha parecido un buen escrito con un tema ameno y buen ritmo. Has abordado la puesta en escena con un cariz muy original. El vocabulario utilizado es adecuado. Me agrada haberte leído.
    Te agradezco que hayas pasado y comentado mi participación de este mes. Nos seguiremos leyendo.
    Saludos.

    Escrito el 20 enero 2016 a las 03:34
  4. 4. Paola dice:

    Hola Jose Luis
    Un relato muy agradable. Me gusta ese bar, yo quiero!!!
    Echo de menos esos tiempos en los que salias de un examen y te encontrabas con los colegas en el bar del momento…

    Muy chulo, lo he disfrutado.
    Me han parecido interesantes los comentarios de los compañeros

    Nos leemos

    Escrito el 20 enero 2016 a las 12:55
  5. 5. Juana Medina dice:

    Hola José Luis,
    Sí, como ya te han dicho no está el relator-presencial. Al menos no claramente. El reto no era obligatorio asi que la sorpresa fue que tu historia apareciera con la R de los que aceptaron el reto.
    La historia en sí es un muy buen paseo por una noche de estudiantina tratando de poner cuanto bulle: pensamientos, sentimientos, relaciones entre unos y otros, conocimientos recién adquiridos etc.
    Para mi gusto falta algo al conflicto y un nudo que de el necesario giro al relato. Pero como descripción de estudiantina es muy bueno y agradable a la lectura. Estoy en el 149, si quieres pasar.
    Saludos

    Escrito el 20 enero 2016 a las 17:27
  6. 6. Cryssta dice:

    Hola Luis, en estos momentos estoy escribiendo en precarias condiciones por lo que por esta vez paso de hacer la crítica constructiva. Solo quería que supieras que he leído tu relato y en general me ha gustado.
    Si te pasas por mi relato, el 76, verás que tiene algo en común con el tuyo, jeje.
    Un abrazo.

    Escrito el 20 enero 2016 a las 18:30
  7. 7. Coral Mané dice:

    Hola Luis!
    Soy tu vecina de relato, por lo que me ha tocado comentarte. ¡Vamos allá!
    Opino tal y como mis compañeros, no veo claramente el narrador testigo pero la historia en sí me ha gustado mucho. Aunque no tiene mucho nudo y desenlace, como ya te han indicado, creo que no es necesario, ya que simplemente estas contando un momento puntual de lo que sucede en el café. Me gusta el ambiente bohemio, artístico, me recuerda un poco a las típicas películas que se ambientan en el bohemio París, con sus cafeterías llenas de debates filosóficos, pictóricos o lo que surja.
    Me parece un relato fresco y original para un título por el cual casi todo el mundo se ha inclinado a relatos de tipo amoroso.
    Felicidades y un saludo!

    Escrito el 21 enero 2016 a las 15:45
  8. 8. Alejandro Bon dice:

    Estimado Luis, un gusto leerte.

    El relato, para mi, resulta cómodo de leer, de una sola pieza, y el lector se va acomodando en un lugar de ese espacio que describes, como en una mesa aparte, oyéndolos divagar por distintos mundos por los que ha pasado el beso.

    La presencia de Lennon, no está mal, pero como te dicen arriba, no lo presentas al principio (de alguna manera distinta), por otro lado cerrar con la fecha del asesinato del músico inglés, tampoco tiene mucho sentido, aunque puede tomarse como parte del tiempo corriente de la historia; como pasaje de una historia un poco más extensa, al menos lo tomé así porque tu relato merece un reconocimiento.

    Felicitaciones.

    Escrito el 21 enero 2016 a las 16:24
  9. 9. Luis Ponce dice:

    Gracias a mis comentaristas, todas las opiniones son valiosas pues no solamente nos ayudan a ampliar nuestros puntos de vista sino que además a crear una relación con el lector, porque no solamente somos críticos sino lectores que es a donde nos interesa llegar por lo que podríamos decir que cada convocatoria es una especie de encuesta de la que tenemos que sacar beneficios para lo que hacemos.

    Escrito el 21 enero 2016 a las 17:29
  10. 10. Cesar A. Martín dice:

    Hola Luis,
    Te felicito por tu relato, al margen del taller y del reto opcional se aprecia el trabajo que le has dedicado. Cada frase esta meditada en su forma y función, exprimiendo la sonoridad y la precision de las palabras. Consigues trasmitirnos el ambiente viciado y cultural de un bar universitario. Aunque hay puntos que comparto con los compañeros como el exceso de personajes pienso que el problema se debe a la maldita extensión. Hay texto demasiado grandes para 750 palabras.
    Enhorabuena y Un saludo

    Escrito el 21 enero 2016 a las 18:05
  11. 11. Lemo dice:

    Hola Luis:

    Poco queda por decir, salvo mi impresión.
    Me gustan los relatos con finales sorprendentes en primer lugar, y segundo en el ranking están los relatos tipo fotografía. Es un poco como he visto el tuyo. Una foto (casi como un lapse time) de un trozo de vida. Como dice Paola yo también quiero.

    Te leí con gusto.

    Un abrazo

    Escrito el 22 enero 2016 a las 11:19
  12. 12. Manoli VF dice:

    Muy bueno Luis!

    Hacer del tema el relato o, lo que es lo mismo, introducir el tema del beso en el relato es un acierto. Llevas la historia estupendamente y lo único que le quitaría es esa frase cliché con la que justo inicias el texto: “Llovía a cántaros.” No es que me molesten especialmente las frases de este tipo pero aquí, en este relato con tan buena prosa y ambientación desluce.

    No me resta más que felicitarte en toda regla, ah sí, e invitarte a que te pases por el mío (67) y me digas qué te parece.

    Un saludo.

    Escrito el 22 enero 2016 a las 13:40
  13. 13. Darío Lana dice:

    Buenas Luis:
    Me sumo a los comentaristas que opinan que has dibujado una escena magnífica. En este caso a mí no me ha hecho falta el modelo introducción-nudo-desenlace, pues creas una situación tan completa que por sí misma aguanta el peso del reto.
    El final, un poco ajustado, pero aún así, te imaginas la escena disipándose con esa imagen final.

    Enhorabuena por tu relato

    Escrito el 22 enero 2016 a las 15:59
  14. 14. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Hola Luis, como siempre la nitidez de tus escritos me atrae e incúlca enseñanzas para futuros retos. Me encantó como manejas con suavidad los “escapes” de la juventud que vivimos bajo la euforia de tardes bohemias difíciles de olvidar. La aportación de los personajes a tu texto la haces parecer insulsa y sin profundidad pero lo dicho es digno de reconocimiento universal. Te felicito.

    Gracias por pasar por mi trabajo. Dejé por ahí, un agredecimiento y una aclaración por casi volverlos locos con un árbol genealógico tan complicado.

    Escrito el 23 enero 2016 a las 18:21
  15. 15. marazul dice:

    Hola Luis:
    Me parece muy interesante el punto de vista que le has dado a tu relato. Es de los más originales que he leído. Excelente ambientación que me trae recuerdos de mi época universitaria. El ambiente intelectual está muy conseguido, y el beso (el último beso) se convierte en protagonista de la narración. Puede que la estructura no sea en sí la de un relato, pero se compensa por el manejo tan acertado que tienes del lenguaje.
    He disfrutado mucho con su lectura.
    Un saludo

    Escrito el 24 enero 2016 a las 00:00
  16. 16. Luis Ponce dice:

    Gracias compañeros por las opiniones, en realidad puede que no se ajuste a las especificaciones del relato, puede que el narrador no sea el más adecuado, pero creo que consigue enviar un mensaje aunque sea recordatorio para quienes vivimos la etapa universitaria como si fuéramos piratas o conquistadores, con el cerebro pegado al corazón y con el arrojo de lo aventureros.

    Escrito el 24 enero 2016 a las 00:17
  17. 17. Oda a la cebolla dice:

    ¡Hola, Luis! El relato es ameno, muy bonito y se lee fácilmente. Lo que me parece es que el narrador no es muy “narrador testigo”, pero las descripciones del ambiente las hace muy bien. Yo hubiera cambiado alguna cosilla, como poner “gramola” en lugar de “rockola”, y hubiera puesto una coma tras el nombre del bar; pero poco más. ¡Saludos! Seguimos leyéndonos. ¡Buenas tardes!

    Escrito el 24 enero 2016 a las 13:24
  18. 18. Luis Ponce dice:

    Oda a la cebolla, en mi país no se conocieron las “gramolas”, si no las “rockolas”.
    Estoy de acuerdo con la coma.
    Gracias por tu comentario.

    Escrito el 24 enero 2016 a las 15:06
  19. 19. Peter Walley dice:

    Hola Luis,

    Creo que ya te han dicho casi todo, en mi opinión lo mejor, además de la impecable redacción, está en lo bien que has reflejado el ambiente y en cómo has intentado distinguir a los personajes a partir de pequeños detalles. Bien hecho, enhorabuena.

    Escrito el 24 enero 2016 a las 20:23
  20. 20. Vespasiano dice:

    Hola Luis”
    He leído tu relato y estoy de acuerdo con los comentarios que te han hecho Don Kendall y Bastián Robinson . No obstante, al tratarse de un taller literario y con la intención de aprender yo también, quiero aportar alguna cosa de mi cosecha.
    Dices: “La rockola emulsionaba con alcohol su música en los clientes llenándolos de recuerdos, pasiones y sinsabores”. En esta exposición literaria me parece que el narrador testigo ha metido la pata, este no puede conocer ni los recuerdos, ni las pasiones, ni los sinsabores que la música les puede transmitir a esas personas.
    Otra cosa que me ha parecido excesiva es tratar (sin entrar en detalles por causa de las 750 palabras) de abarcar ideas reivindicativas…”la lucha permanente de mi raza por librarse del yugo del conquistador”; mezclarlas con una relación de pintores que han creado alguna obra genial apoyada en un beso, para acabar citando otro arte; el de la fotografía. No sé, me da un poco la impresión de batiburrillo.
    Esto no quita que tu relato no tenga mérito; por el manejo del lenguaje, por la recreación del local y sus clientes, y por otras tantas cosas buenas que los compañeros te han señalado.
    Enhorabuena.

    Escrito el 29 enero 2016 a las 17:26
  21. 21. Isolina R dice:

    Hola, Luis Ponce:
    Estoy de acuerdo con lo que ya te han dicho otros compañeros sobre este relato. No le veo una estructura clara de planteamiento, nudo y desenlace. No hay conflicto. De todos modos, disfruté la escena en ese bar de universitarios. Está bien descrita y es una gozada asistir a sus conversaciones.
    En: “para ver que enfoque” falta la tilde en “que”, porque se trata de un interrogativo indirecto.
    “Eduardo, el melómano del grupo, se dirigió”, la aclaración debe ir entre comas.
    Escribes muy bien.
    Nos leemos.
    Espero que mis sugerencias te sirvan.
    Saludos.

    Escrito el 31 enero 2016 a las 20:37
  22. 22. Luis Ponce dice:

    A mis compañeros: entiendo sus comentarios y los aprecio y agradezco pero no creo que lo que aprendemos en LITERAUTAS sea a hacer un molde o una plantilla para escribir.
    Estoy de acuerdo con que las normas establecidas de la literatura nos enseñen a hacer las cosas de determinada manera, pero igualmente creo que todas las reglas se hicieron para romperlas. Que todo tiene que tener un planteamiento, un nudo y un desenlace, me parece bien como teoría, pero no todo lo que se escribe sigue por ese camino, ni siquiera las vidas humanas funcionan así.
    Muchas vidas han existido sin un solo nudo y hay otras que han tenido millones de ellos y no por eso han dejado de ser vidas. La muerte puede que sea el final de un ser vivo, pero no siempre un desenlace.
    Igual la literatura, uno escribe como puede, no como dictan las normas, porque sino todos escribiríamos igual y la literatura sería un catálogo de aburridos títulos en donde el lector se moriría de aburrimiento. Puede que no esté en el camino correcto, pero trato de dar lo mejor de mí en cada palabra que escribo. Si estoy equivocado, algún momento me pondré a la fila y si no puedo, formaré un trío con dos personas más a las que les gusta leerme y para quienes escribo ahora.
    Pero agradezco todos los comentarios, porque todos los días aprendemos algo y más se aprende de la crítica que del halago.
    Sinceramente.

    Escrito el 1 febrero 2016 a las 22:43

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