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El último beso - por Francis

Nuestro avión despegó con retraso. La niebla había impedido, durante unas horas, el normal funcionamiento del aeropuerto, pero, a mediodía, el tráfico aéreo quedó restablecido.

Cuando aterrizamos en el aeropuerto Leonardo da Vinci, con gran afluencia de pasajeros, tuvimos que compartir un taxi con otra pareja, donde fuimos conociéndonos un poco hasta llegar al hotel.

—Es nuestra primera visita a Roma —dijo Luis—. Estamos recién casados y a Berta le hacía ilusión venir a esta levítica ciudad en nuestra luna de miel. Es licenciada en Historia del Arte y espero que haya hecho una buena elección.
—Ya veréis que sí —dijo Marta, mi pareja—. La ciudad eterna guarda un corazón artístico que hay que descubrir, como lo hicieron en su tiempo Goethe, Stendhal, Dickens, Henry James… Es nuestra tercera visita y espero que no sea la última ¿verdad, Antonio?
—Por supuesto —respondí—, aunque en este viaje hemos tenido problemas desde que salimos de casa. Pero no me hagáis caso, soy un aguafiestas.

El taxi llegó primero a nuestro hotel. Nos despedimos deseándonos una feliz estancia y nos intercambiamos los números de los móviles.

Disfrutábamos de nuestras vacaciones, cuando una mañana recibimos una llamada de Luis.
—Antonio, perdona que te llame; necesito desahogarme con alguien y no sabía a quién acudir. Berta lleva dos días desaparecida y estoy muy preocupado.
—¿Cómo dices, desaparecida?
—Sí, como si se la hubiese tragado la tierra. Aquella mañana, visitábamos el Palacio Spada como dos enamorados. Berta estaba bien documentada y me fue explicando la famosa "Perspectiva" de Borromini, considerada una de las maravillas de esta ciudad. Después, caminamos sin rumbo fijo por las callejuelas del centro histórico hasta llegar a una cafetería. Mientras yo tomaba un café, me dio un beso y se ausentó para comprar unos regalos en una tienda cercana. A partir de ahí, no sé nada de ella.
—¿Has acudido a la policía?
—Sí, está informada de todo, pero no existe ninguna pista fiable hasta ahora.
—No te muevas del hotel, Luis; vamos para allá.
—Gracias, Antonio.

Al llegar, lo encontramos en el vestíbulo. Su semblante era deplorable.

Pasados unos minutos, el recepcionista le entregó una nota, que, al leerla, le cambió la cara.
—No, por favor, no. No puede ser —vociferaba sin parar.
—¿Qué ocurre, Luis? —preguntó Marta.
Me entregó la nota y leí en voz alta: «Si quiere ver pronto a su esposa, deberá depositar en la "Boca de la Verdad" la cantidad de 300.000 euros, el día y a la hora que ya le indicaremos, y sin conocimiento de la policía».
—¿¡Pero quiénes sois!? —gritaba Luis, desesperadamente.
—Tranquilo, no vas a conseguir nada así —intervino Marta.
—Según los expertos, la mafia del sur está cada vez más arraigada en Roma y esto parece que lleva su firma, pero ¿dónde voy a conseguir tanto dinero? ¡Están locos! ¡Y qué lugar para entregar el rescate! No puedo imaginar que esa máscara romana, de tanto valor artístico, esté controlada por esa gentuza.

Cuando la familia de Luis, que poseía un patrimonio considerable, tuvo conocimiento del secuestro, aunó todas sus fuerzas y consiguió reunir la cantidad reclamada, que se entregaría en el plazo y lugar establecidos.

A los pocos días, nuestras vacaciones habían concluido y nos despedimos de Luis con el convencimiento de que Berta sería liberada de un momento a otro.

La distancia y el tiempo nos hizo olvidar la pesadilla en la que habíamos estado inmersos esos días, hasta que una mañana, la prensa nos despertaba así: «LA INTERPOL HA RESUELTO CON ÉXITO EL SECUESTRO LLEVADO A CABO HACE SEIS MESES EN ROMA. LA SUPUESTA VÍCTIMA, BERTA RAMÍREZ, ERA LA ORGANIZADORA DE ESTA TRAMA Y HA SIDO DETENIDA EN CANADÁ JUNTO A SU AMANTE Y CÓMPLICE, RESTAURADOR DE OBRAS DE ARTE EN LA CIUDAD ETERNA».

—¡Ay, aquel último beso…! —suspiró Marta.

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5 comentarios

  1. 1. Laurindiel dice:

    Hola Francis,

    Acabo de leer tu relato, y la verdad es que me ha gustado mucho. Usas un lenguaje sencillo y lo has estructurado muy bien. El “problema”, es que, desde mi perspectiva, resulta un relato demasiado rápido, porque quiere contar una historia muy completa en un “espacio” (las 750 palabras) muy reducido, y por eso quizás se tiene que acelerar.

    Por lo demás, todo perfecto. ¡Enhorabuena!

    Escrito el 18 enero 2016 a las 21:46
  2. 2. Paola dice:

    Vaya vaya con la Berta!! Y nada menos que en “la bocca della veritá”. Me parece estar leyendo Ángeles y demonios!!

    Un relato que se lee muy bien y deja un doble sabor amargo, la de una luna de miel espantosa y la de una traición tan dolorosa.

    Yo cambiaría el artículo en la última parte del relato, allí donde dices que «LA INTERPOL HA RESUELTO CON ÉXITO EL SECUESTRO LLEVADO A CABO HACE SEIS MESES EN ROMA.” ,diría un extraño secuestro…..

    Me ha gustado la frase final de Marta, el lector puede imaginar que ella ya se olía algo raro.

    Nos leemos

    Escrito el 21 enero 2016 a las 19:59
  3. 3. Oda a la cebolla dice:

    ¡Hola, Francis! Un relato muy original, con buen ritmo e interesantes descripciones de lugares a destacar en Roma, como si de un libro de viajes se tratara. Fluye sin problemas, a la velocidad adecuada. La estructura, estupenda. Muy conseguidos el narrador testigo y el misterio que le inyectas a tu narración, con esa sorpresa final. ¡Os admiro a los que lográis reflejar tan bien el intríngulis en vuestros relatos! Sigue así, ¡felicidades! Un saludo.

    Escrito el 22 enero 2016 a las 19:43
  4. 4. beba dice:

    Hola, Francis:
    La velocidad del relato y la abundancia de detalles artísticos apagan la historia; tal vez por el límite de palabras, echo en falta más tensión en el relato; detalles de la búsqueda; el dolor del desengaño y la traición.
    El manejo del lenguaje es pulcro y correcto.
    Saludos.

    Escrito el 24 enero 2016 a las 23:08
  5. 5. Féli Eguizábal dice:

    Hola Francis,
    Me ha gustado tu relato, bien relatado, muy buen ritmos y una atmosfera de misterio cuyo desenlace no has dejado entrever. No encuentro grandes cosas que corregir, si al contrario, muchas que copiar, pues son interesantes. Te felicito,y te invito a leer y comentar mi trabajo. Nos leemos

    Escrito el 28 enero 2016 a las 10:25

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