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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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El último beso - por Basilisa Nogales

―Buenos días, por decir algo.

―Buenos días, Isabel. Menuda mañanita. Quería preguntarte: “¿Los vecinos sabían algo de lo que salió ayer en el periódico?”

―Ay, no, Carmen, esto no se lo esperaba nadie. Estoy por apostar que si se lo vas preguntando a uno por uno todos te dirían que les pilló por sorpresa. Bueno, a mí me dejó de piedra Juani, la del 5º C, cuando me lo contó anoche. Claro que yo soy muy despistada y no me entero de la misa la media. A otros a lo mejor les gusta andar metiendo las narices donde no los llaman. A mí no, yo siempre a lo mío. Ya sabes: “Cada uno en su casa y Dios en la de todos”. Que al principio, fíjate lo que te digo, sí que me llamó la atención la vestimenta que traía. Venía con una minifalda de cuero, muy estrecha, una camiseta de tirantes corta enseñando el ombligo y unos taconazos… Que yo pensaba: “Traerá zapatillas y ropa más suelta para limpiar la casa, porque con esta falda y estos zapatos para mí que no podrá”. Claro que no parecía que viniera a fregar, toda pintarrajeada y peinada de peluquería. Que, la verdad, parecía una fresca. Ahora, eso sí, simpática era un montón. Con don Anselmo, siempre “abuelo” para arriba, “abuelo” para abajo. No te digo más que el primer día la tomé por nieta. Me acuerdo de que subimos juntos en el ascensor y ella le dio un beso en la calva. Que pensé: “La suerte que tiene este hombre con la nieta que ha venido a cuidarlo”. Pero no comenté nada. “Buenas tardes”, “Buenas tardes”. Que a mí no me gusta andar husmeando en vidas ajenas. Anda, ponme dos kilos de naranjas de zumo.

―Pero, ¿y él ya tenía perdida la cabeza para dejarse engañar así?

―Pues por lo visto muy bien no debía de estar el pobre. Que a los ochenta y seis anduviera todavía con esas ganas de fiesta, tú me dirás. Pero si es que fue todo en tres meses. Lo que se dice llegar y besar el santo. Empezó a limpiarle la casa en noviembre y a mediados de enero ya vino la madrileña. Que el primer día que la vi le pregunté a él si estaba mala Catalina, y él: “No está mala, es mala”. Ya ves tú lo que iba a entender yo con esa contestación, porque quién se iba a imaginar lo que había hecho la tipa. Bueno, pero dejemos eso, que no quiero meterme en la vida de nadie. Ponme tres limones.

―¡Cuánta gente mala hay por el mundo, Isabel!

―Ahora, si te digo la verdad, al hombre que siempre piensa en lo mismo le cae bien encontrarse con una lagarta como esa y que le saque los cuartos. Porque don Anselmo habrá tenido mucho éxito con las novelas, será muy buen escritor y todo eso, pero lo que es para la vida un completo desastre. Tú me dirás. ¿Dónde se le escondieron las dotes de observación cuando se dejó engatusar? Y porque el colombiano era buena persona, que si no el escritor estaba criando malvas desde hace tiempo. Para que luego digan de los colombianos. Catalina le ofreció siete mil euros por ponerle la almohada en la boca y él directo a comisaría a poner la denuncia. Y también ella, ¡qué corta, por Dios! Había conseguido, enseñándole las bragas y besito por aquí y besito por allá, que el viejo hiciera testamento a nombre de sus hijos y después le entraron las prisas. A ver si iba a esperar ella hasta que las palmara… Demostró que muchas luces no tenía, la verdad. Y encima se le ocurrió proponérselo a un desconocido. Vio el anuncio en el coche del colombiano en la calle Arapiles y no lo pensó. Si el dueño lo vendía es que necesitaba dinero, así que si le ofrecía siete mil seguro que aceptaba. Que yo me imagino que ella intentó ponerle la almohada más de una vez y no se atrevió. Fíjate, la imagino echando cuentas. Les dejaba a los niños ciento cincuenta mil, dos casas y un montón de fincas y le estaba pagando a ella doscientos al mes por las horas que venía. Menuda miseria. Encima ya debían de estar dándole mucho asco los besos. Apuesto que pensó: “Le doy el último beso con la almohada y santas pascuas”. Pero dejemos eso, que a mí ni me va ni me viene. Ponme plátanos.

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41 comentarios

  1. 1. Basilisa Nogales dice:

    Compañeros del taller:
    Gracias por ayudarme a mejorar este texto con vuestras sugerencias.
    Un saludo.

    Escrito el 18 enero 2016 a las 18:59
  2. 2. Jocelyn dice:

    Buen relato.Los diálogos podría ser mas espaciados porque el personaje se enfrasca en un “casi” monologo y de esos párrafos se pueden sacar mucho mas desarrollo. Pero en general muy bueno

    Escrito el 18 enero 2016 a las 19:13
  3. 3. Lalaith dice:

    Jajaja, me ha encantado la vecina cotilla, que ella no se quiere meter en la vida de nadie pero entre las naranjas y los limones le hace un traje a todo quisqui. Como la vida real.

    A mí me ha gustado mucho, y creo que ese casi monólogo del que habla Jocelyn es precisamente la gracia del relato. Reflejas muy bien cómo la tendera realmente no tiene que hacer casi nada para que Isabel empiece a darle a la lengua y a largar de todo, es que realmente es como la vida misma. Me ha parecido muy bueno y no le encuentro ningún error, la verdad. ¡Enhorabuena!

    Escrito el 20 enero 2016 a las 01:23
  4. 4. Laia Gabue dice:

    Muy buen relato Basilisa, es entretenido y fácil de leer.
    Tengo que decir que en referencia al tema de los diálogos estoy de acuerdo con los dos comentarios anteriores. Me parece original que sean casi monólogos puesto que me imaginaba a la señora hablando muy rápido sin dejar responder a la tendera, y cómo dice Lalaith eso es cómo la vida misma, peró también es cierto que igual me hubiese hecho falta algún parón más porque en algunas ocasiones se hacían demasiado largos para mi gusto.
    Perfectamente encontrado el modo de incluir el narrador testigo, me ha gustado mucho la idea de la vecina cotilla.
    Además la história también está muy bien, y muy bien narrada, te vas enterando poco a poco de lo que ha ido pasando, o de lo que la vecina cree que ha pasado. El hecho de que ella finalmente no se salga con la suya me parece muy original.
    ¡Me ha gustado mucho! ¡Enhorabuena!

    Escrito el 20 enero 2016 a las 16:11
  5. 5. Juana Medina dice:

    Ja,ja,ja. Excelente relato. Talvez le falte alguna intervención más de la vendedora, pero no estoy segura. La catarata de la vecina que “no se mete en la vida ajena es estupenda y necesita su espacio. Seguro que hasta para tomar aire y seguir es apurada.
    Lo mejor de la historia es que Catalina no se sale con la suya.
    El ritmo y el modo en que vamos recibiendo la información impecables.
    Un saludo

    Escrito el 20 enero 2016 a las 22:53
  6. 6. drow_jack dice:

    La temática no es de mi agrado, me caen muy mal las señoras “verduleras”, pero muy bien interpretado y formalmente excelente.

    Nos leemos.

    Escrito el 21 enero 2016 a las 04:36
  7. 7. Basilisa Nogales dice:

    Hola Jocelyn:
    Encantada de que lo consideres un buen relato. Dices que los diálogos podrían ser más espaciados porque el personaje se enfrasca en un “casi” monólogo y de esos párrafos se pueden sacar mucho más desarrollo. La idea era retratar a la que narra como una cotilla charlatana que se mete donde no debe y que cuando coge carrerilla no para.
    Te agradezco en el alma tu comentario.
    Un saludo.

    Escrito el 21 enero 2016 a las 17:40
  8. 8. Basilisa Nogales dice:

    Hola Lalaith:
    ¡Qué bien que te haya encantado la vecina cotilla! Quise retratar, sí, a esa mujer que asegura que ella no se quiere meter en la vida de nadie pero entre las naranjas y los limones le hace un traje a todo quisqui. He conocido a más de una. Tienes razón, esta es como algunas dela vida real.

    Claro que pretendí que el casi monólogo del que habla Jocelyn fuera precisamente la gracia del relato. La idea era esa, sí. Como dices, la tendera realmente no tiene que hacer casi nada para que Isabel empiece a darle a la lengua y a largar de todo.
    Te agradezco tu comentario.
    Un saludo.

    Escrito el 21 enero 2016 a las 17:49
  9. 9. Basilisa Nogales dice:

    Hola Laia Gabue:
    ¡Qué bien que te haya gustado!
    Estuve dudando si meter más intervenciones de la frutera, pero creo que así está como quería. La frutera también queda retratada como cotillona, sin necesidad de hablar mucho. Solo toca la tecla necesaria para que la otra suelte.
    La historia está basada en un hecho real. Leí la noticia en el periódico. Le cayeron cuatro años de cárcel a una asistenta por intentar contratar al colombiano para que asesinase al anciano al que cuidaba. Si pones en Google las palabras claves de la historia, podrás leer la noticia.
    Te agradezco mucho tu comentario.
    Un saludo.

    Escrito el 21 enero 2016 a las 18:14
  10. 10. Basilisa Nogales dice:

    Hola Juana:
    Encantada de que te parezca excelente. Dices que tal vez le falte alguna intervención más de la vendedora, pero que no estás segura. Dudé lo mismo. Finalmente lo dejé así porque me servía para retratarlas a las dos. La clienta hablando por los codos y la frutera tocando la tecla precisa. Comentas que lo mejor de la historia es que Catalina no se sale con la suya. No se salió con la suya en la realidad la asistenta de la noticia porque el colombiano la denunció. Debía de ser una mujer con unas capacidades limitadas. Una persona con dos dedos de frente no llama a un desconocido para proponerle un asesinato.
    Señalas que el ritmo y el modo en que vamos recibiendo la información son impecables. Eso sí puede ser mérito mío. Elegí las cotillas porque el tipo de la noticia se prestaba a ello.
    Te agradezco un montón tu comentario.
    Un saludo.

    Escrito el 21 enero 2016 a las 18:26
  11. 11. Basilisa Nogales dice:

    A drwo_jack:
    Tampoco a mí me caen bien las verduleras. Pero no se me ocurrió ningún otro narrador testigo y opté por ellas.
    Me alegra que te parezca bien escrito.
    Te agradezco mucho tu comentario.
    Un saludo.

    Escrito el 21 enero 2016 a las 18:29
  12. 12. Leonardo Ossa dice:

    Hola Basilisa ¿cómo has estado? me he divertido mucho con tu relato y me alegra saber, como a todos, que Catalina no se sale con la suya, pero de igual manera, me reconforta saber que el colombiano fue honesto. Soy de Medellín capital de Antioquia, así que el desarrollo de la historia cobró un interés adicional durante la lectura. Me pareció que el semi-monólogo, la atmósfera, y el vocabulario, son todos muy acertados para este escrito.
    Me ha gustado leerte.
    Saludos.

    Escrito el 22 enero 2016 a las 02:30
  13. 13. Basilisa Nogales dice:

    A Leonardo Ossa:
    Encantada de que te gustase y de que el semi-monólogo, la atmósfera y el vocabulario te parecieran acertados.
    Los colombianos en mi país tenéis cierta fama de violentos. No sé si has leído los comentarios anteriores. En uno de ellos conté que fue un hecho real del que me enteré por la prensa. Tu compatriota real, el que salvó la vida del anciano, se presentó en comisaría inmediatamente. Si no la hubiese denunciado, el viejito se hubiese ido al otro barrio.
    Nos leemos.
    Te agradezco tu comentario.
    Un saludo.

    Escrito el 22 enero 2016 a las 03:56
  14. 14. Lemo dice:

    Hola Basilia:

    En primer lugar felicitarte, el relato me gustó mucho, tal como dicen los compañeros la vecina “discreta” es genial.
    No veo mejorable el texto, la frutera que tiende la caña y la vecina pica totalmente. De forma lo veo muy bien.

    Ahora una pregunta; ¿Porqué tachas el relato de +18? es para saber un poco el límite de ese +18. Gracias.

    Un abrazo

    Escrito el 22 enero 2016 a las 10:50
  15. 15. Basilisa Nogales dice:

    Para Lemo:
    Me alegra que te gustase.
    Marqué +18 por la violencia. La asistenta intentó matar al anciano. Quiso contratar a alguien que se lo cargase.
    Gracias por tu comenstrio.
    Nos leemos.
    Un saludo.

    Escrito el 22 enero 2016 a las 12:44
  16. 16. Basilisa Nogales dice:

    Para Jocelyn:
    Te he buscado para comentar tu texto y no te he encontrado.
    Si lo has enviado y quieres que lo haga, dímelo.
    Saludos.

    Escrito el 22 enero 2016 a las 21:05
  17. 17. Coral Mané dice:

    Hola Basilisa!
    Jajaja la verdad es que me has encantado, prácticamente me imaginaba allí mismo, detrás de la vecina cotilla, esperando que dejara de parlotear para pedir mi compra, ¡genial! Opino lo mismo acerca de los párrafos, la gracia es que se vea que la cotilla no da a basto para contar todos los chismes que se sabe y la frutera tan tranquila oiga, así se entera de que va el asunto.
    Muy bien caracterizados los personajes y perfecto el modo de introducir al narrador testigo, que mejor personaje que cuente la historia que la típica vecina chismosa…
    Enhorabuena y mi relato es el 118, por si te apetece pasarte!

    Escrito el 23 enero 2016 a las 17:01
  18. 18. Basilisa Nogales dice:

    Hola Coral Mané:
    Porque en el taller no se permiten más de 750 palabras, que si no tienes que esperar un siglo a comprar la fruta. La cotilla jamás da por acabado su parlamento. Si se le agotan los detalles de esta historia, no hay problema. La frutera le sacará a colación otra diferente.
    Encantada de que te parecieran bien caracterizados los personajes.
    Nos leemos.
    Te agradezco mucho tu comentario.
    Un saludo.

    Escrito el 23 enero 2016 a las 17:51
  19. 19. Jose Luis dice:

    Hola, gracias por leer mi relato.
    Me ha gustado la descripción de la típica vecina cotilla, por cómo habla ya te la puedes imaginar físicamente 🙂
    Un relato muy entretenido y divertido, aunque no creo que sea para mayores de edad solamente
    Un saludo

    Escrito el 24 enero 2016 a las 16:54
  20. 20. Peter Walley dice:

    Hola Basilia,

    Muy divertido, y como ya te han dicho, has creado un personaje muy reconocible.

    Sobre la forma, lo único que me chirría un poco son las comillas en la segunda frase (“¿Los vecinos…?”), pero puede que esté correcto, tampoco estoy del todo seguro.

    El final (pónme plátanos) es de antología; ójala hiciesen un taller poniéndolo como requisito.

    Gracias por pasarte por mi relato, y por tus comentarios.

    Un saludo, Peter

    Escrito el 24 enero 2016 a las 20:33
  21. 21. L.M.Mateo dice:

    Hola Basilisa:

    A pesar de lo que te han dicho algunos compañeros, a mí el diálogo me parece estupendo tal y como lo has escrito. Todos conocemos a la típica vecina cotilla que no te deja meter baza ni para despedirte, no sea que la cortes y te escapes.

    Respecto al aspecto formal, te voy a comentar tres detalles que he visto. En caso de equivocarme, dame la explicación, por favor, que así aprendo yo también:

    – «Quería preguntarte: “¿Los vecinos sabían algo de lo que salió ayer en el periódico?”». No entiendo el por qué del uso de comillas en esta oración, ya que la frutera no está parafraseando a nadie, es su propia pregunta. Me parece más correcto «Quería preguntarte, ¿los vecinos sabían algo de lo que salió ayer en el periódico?»

    – «…será muy buen escritor y todo eso, pero lo que es para la vida un completo desastre». En este caso, tal y como se expresa, da la sensación de que el señor es un terrorista de la vida (Ej: “La extinción animal es para la vida un completo desastre”). Me falta el verbo “ser” para entender que don Anselmo es un desastre para su propia vida: «…será muy buen escritor y todo eso, pero lo que es para la vida es un completo desastre». En este caso no me parece incorrecto repetir el verbo ser de un modo tan cercano, ya que en el lenguaje coloquial utilizamos, habitualmente, un registro bastante pobre.

    -«A ver si iba a esperar ella hasta que las palmara…». En este caso veo un error de concordancia, ya “la” hace referencia a “la vida de él”, y debería concordar en singular «hasta que la palmara».

    Por lo demás, me parece un texto muy dinámico, realista y divertido. Menos mal que no tengo que pasar por la frutería esta semana.

    Un saludo.

    Escrito el 24 enero 2016 a las 21:58
  22. 22. L.M.Mateo dice:

    Me autocorrijo:

    – «…repetir el verbo “ser” de un modo…». Me he olvidado las comillas.

    – «ya que “la” hace referencia a “la vida de él”». Me he dejado un “que”.

    Escrito el 24 enero 2016 a las 22:02
  23. 23. Basilisa Nogales dice:

    Hola, L.M.Mateo:
    1.Las comillas de la pregunta están mal. No debieron aparecer. Me he dado cuenta cuando lo ha preguntado Peter.
    2. Antes de “un completo desastre” debí poner coma. No hace falta el verbo “ser” ahí, pero sí la coma. Lo he oído más de una vez. Ej.: “Mi hijo es un buen futbolista; pero lo que es para los estudios, un completo desastre”.
    3. En España los coloquialismos sinónimos para “morir” son muy variados: “estirar la pata”, “criar malvas”, “diñarla” o diñarlas”, “palmarla” o “palmarlas”… Lo más lógico es que estos pronombres estuvieran en singular, pero con bastante frecuencia se dicen en plural y como lo que he hecho ha sido hacer hablar a una verdulera cotillona me ha parecido oportuno poner “las”. ¿Que no es lo correcto? Si lo usara el narrador, habría que quitarlo; en boca de la cotilla queda bien.
    Encantada de que te pareciera dinámico, realista y divertido.
    Gracias por comentar.
    Te leeré en la próxima escena.
    Un saludo.

    Escrito el 24 enero 2016 a las 22:34
  24. 24. L.M.Mateo dice:

    Basilisa:

    Efectivamente, el segundo punto comentado queda claro si le añades la coma. Yo también lo he oído así.

    Respecto a “palmarla”, soy española pero nunca lo había oído como “palmarlas” (si soy sincera, “diñarlas” en plural, tampoco), de ahí que me sonara raro. Supongo que, como muchas cosas, dependerá de la zona geográfica. Así que me voy sabiendo algo más sobre la forma de estas dos expresiones en otras provincias. Gracias por la aclaración.

    Escrito el 24 enero 2016 a las 22:51
  25. 25. Basilisa Nogales dice:

    Para L.M.Mateo:
    He preguntado hoy a una compañera de trabajo si había oído “palmarlas”, “diñarlas”, “espicharlas”… Me respondió que en plural no, que siempre “palmarla”, “diñarla”, “espicharla”… Cuando le coloqué el pronombre delante del verbo ya dijo que sí: “las palmó”, “las diñó”, “las espichó”… El verbo “cascar” solo me suena con el singular: “la cascó”.
    Un saludo.

    Escrito el 25 enero 2016 a las 16:12
  26. 26. L.M.Mateo dice:

    Gracias por el aporte, Basilisa. Lo tengo en cuenta para el futuro.

    Escrito el 25 enero 2016 a las 19:00
  27. 27. Pato Menudencio dice:

    Primero:

    – Gracias por pasar por mi relato, ya que si no fuera por tu comentario, jamás me habría dado cuenta del error. No guardé la versión corregida y envié el borrador al taller (con faltas y todo).

    Segundo:

    – Tu texto es ágil y quedan bien retratadas las vecinas copuchentas.
    – La “nieta” me recordó al caso de una auxiliar de enfermería que cuidaba ancianos en una residencia. Ella les dejaba tocar y ellos le entregaban dinero.

    Creo que habría puesto más diálogo, ya que a veces la narradora se explayaba mucho, tal vez con más diálogos en el texto se eliminaría esa sensación de monólogo.

    Saludos.

    Escrito el 26 enero 2016 a las 22:18
  28. 28. Marcelo Kisi dice:

    Basilisa hola!
    Primero gracias otra vez por tu generoso comentario, donde me decías que mi relato te daba envidia. Después de leer el tuyo, uno se pregunta: ¿envidia de qué??
    Lo que hiciste es una perla de escritura, rayana en la perfección. Es un género que me encanta explorar a mí también, el de un personaje que cuenta la historia dibujándose a sí mismo como de paso. Parece fácil porque lo hacés con maestría, como si no necesitaras pensar ni esforzarte, como si el personaje hablara dentro tuyo o como si fueras vos misma. Pero que sepa todo el mundo que no es cierto: es un complicado y amoroso tejido de macramé. Está escrito con verdadero profesionalismo, desde los modismos hasta el ritmo en el que la vecina chismosa va desgranando los detalles y los giros en la historia. Sin fallos, sin desenlaces abruptos, sin artificiosidades innecesarias, sin faltas ortográficas ni gramaticales. Y todo eso, sin que se note. La autora se hace invisible, a pesar de que sus lectores viajamos plácidos en sus buenas y expertas manos.
    Fuera de esas comillas o alguna coma, correcciones de lujo para escritores de alta gama, es así como les digo a otros compañeros que se debe aspirar a escribir!
    Te aplaudo de pie!

    Escrito el 27 enero 2016 a las 00:00
  29. 29. Emma dice:

    Hola Basilisa.
    Me ha encantado tu relato. Después de tantos comentarios, no tengo muchas cosas que añadir a lo que ya han comentado los compañeros.
    Muy acertado los diálogos entre la tendera y la clásica clienta criticona; que no le gusta hablar mal de nadie, ni meterse en la vida de otros, pero que siempre está en primera plana y lo sabe todo de todos. ¡Dios nos libre de caer en sus redes!
    Los diálogos aunque un poco extensos, creo que están perfectos y que definen muy bien al personaje.
    Enhorabuena, mis felicitaciones.
    Mi relato es el nº 230, por si te apetece leerlo.
    Estaré pendiente de tu próximo relato para leerlo de los primeros. Un saludo.

    Escrito el 29 enero 2016 a las 18:09
  30. 30. Basilisa Nogales dice:

    Hola Peter Walley:
    Me di cuenta del fallo de las comillas solo cuando tú lo señalaste. Te lo agradezco un montón.
    Encantada de que “Ponme plátanos” te parezca de antología, de que el texto te haya resultado divertido y de que el personaje te resulte reconocible.
    Muchas gracias por tu comentario.
    Nos leemos.
    Un saludo.

    Escrito el 29 enero 2016 a las 19:35
  31. 31. Basilisa Nogales dice:

    Hola Marcelo Kisi:
    Se me ha esponjado el alma con tu comentario. Teniendo en cuenta el maravilloso texto que has enviado tú, tus halagos me han encantado. Muchas gracias.
    Como tú dices, el narrador testigo a veces es una opción que sirve para dos cosas a un tiempo: contar la historia y retratarse a sí mismo. Cuando cuenta la historia exclusivamente, no me atrae demasiado; pero cuando, además de contar la historia, se retrata a sí mismo por lo que dice y por cómo lo dice, sí me gusta. Pruebo a dar la palabra, por ejemplo, a una niña caprichosa, a un hombre machista, a un adolescente vago, a un profesor demasiado mandón, a una maruja, a un político corrupto…
    En fin, me alegra que te gustara cómo habla esta cotilla. En otras escenas puede que me anime explorando otras voces.
    Nos leemos.
    Un saludo.

    Escrito el 29 enero 2016 a las 19:52
  32. 32. Basilisa Nogales dice:

    Hola Enma:
    Encantada de que te gustara este relato sobre la criticona que hace trajes a todo el mundo. Creo que todos conocemos a alguna persona así.
    En cuanto a la extensión de los parlamentos de la cotilla, sí que son un poco largos; pero me pareció bien dejarlos así porque eso la retrataba bien. La mujer que corre carrerilla y no deja meter baza a nadie más monopoliza la conversación con mucha frecuencia, aunque no siempre, para despellejar al prójimo. Algunas cotillas hablan bastante y de forma rápida.
    Cuando paso por tu texto.
    Nos leemos.
    Muchas gracias por tu comentario.
    Un saludo

    Escrito el 29 enero 2016 a las 20:01
  33. 33. Basilisa Nogales dice:

    Quise decir: “Cuando pueda, paso por tu texto”
    Se me fue el santo al cielo.
    Un saludo.

    Escrito el 29 enero 2016 a las 20:03
  34. 34. María ESther dice:

    Buen relato Basilisa.Encontraste una idea original para representar al narrad0r testigo.Toda la historia está escrita en un tono humorístico,sin perder de vista la triste realidad de ambos personajes.Felicitaciones.

    Escrito el 29 enero 2016 a las 20:29
  35. 35. Basilisa Nogales dice:

    Hola María Esther:
    Encantada de que te parezca bueno el relato y de que consideres original la forma de encarar el narrador testigo.
    Sí, me interesaba retratar a la cotilla desde el humor, para que el lector dedujese la verdad de la mentira que ella dice. Según ella, no se mete en la vida de nadie, cuando no deja de hacerlo.
    Muchas gracias por tu comentario.
    Nos leemos.
    En cuanto pueda paso por el tuyo.
    Un saludo.

    Escrito el 29 enero 2016 a las 21:51
  36. 36. Basilisa Nogales dice:

    Hola Pato Menudencio:
    Encantada de que el texto te parezca ágil. Dices que quedan bien retratadas las vecinas copuchentas. Te diré que jamás había oído la palabra “copuchentas”. La he buscado. Parece que solo se dice en Bolivia y Chile. Me gusta su sonoridad. La “nieta” te recordó al caso de una auxiliar de enfermería que cuidaba ancianos a los que les dejaba tocar y a cambio ellos le entregaban dinero. Creo que a más de un anciano le ha pasado algo parecido en distintos países.
    Te incomodó el casi monólogo de la clienta. Estuve dudando si meter algo más de parlamento en la frutera. Pero me convenció así. La frutera con lo poco que dice ya queda retratada como la que sabe poner el anzuelo para que la otra pique.
    Muchísimas gracias por tu comentario.
    Nos seguimos leyendo. Me gusta mucho tu forma provocadora de usar la palabra. Aprendo de ti.
    Un saludo.

    Escrito el 29 enero 2016 a las 22:14
  37. 37. Isolina R dice:

    Hola Basilisa:
    Me ha hecho gracia. He imaginado a la clienta y a la frutera en sus cotilleos. La clienta se parece a una de mis vecinas. Te ha salido muy bien el narrador testigo.
    Enhorabuena.
    Nos leemos.
    Saludos.

    Escrito el 1 febrero 2016 a las 00:19
  38. 38. Basilisa Nogales dice:

    Para Isolina R:
    Gracias por tu comentario. Me alegra que te parezca que me ha salido bien el narrador testigo y que te haya hecho gracia.
    Ya me ha pasado por el tuyo.
    Seguiré leyéndote en otras ocasiones.
    Un saludo.

    Escrito el 1 febrero 2016 a las 00:54
  39. 39. Basilisa Nogales dice:

    Para Isolina R:
    Envié un mensaje de agradecimiento por tu comentario y se ha perdido, así que mando otro. Si luego aparece el primero, habrá dos.
    Gracias por decir que me ha salido bien el narrador testigo. Me encanta que te haya hecho gracia.
    Sí, seguimos leyéndonos en próximas escenas.
    Un saludo.

    Escrito el 1 febrero 2016 a las 02:14
  40. 40. Basilisa Nogales dice:

    Para María ESther:
    He buscado tu relato y no lo he encontrado. Si quieres que te lo comente dime quién eres y qué número tienes.
    Un saludo.

    Escrito el 1 febrero 2016 a las 21:54
  41. 41. beba dice:

    Hola, Basilisa:
    Genial tu relato. El registro popular le da mucha vida, así como el ritmo de la cháchara en la verdulería. Muy buena la hechura del personaje.Y la trama de la historia, aunque tira a “sabida”, tiene un final impecable. Aplausos.
    Disculpa la tardanza, pero somos montones, como ya sabes.

    Escrito el 17 febrero 2016 a las 13:58

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