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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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El último beso - por Batián Robinson

EL ÚLTIMO BESO

Fabricio se fue. En realidad todos se habían ido. Cuando la batalla acabó, solo quedó un rastro de humo, el olor a tierra quemada, y la certeza de la indefensión del hombre ante lo que moraba allá arriba. Yo vagué inánime entre los escombros de la ciudad en llamas, entre los restos calcinados de los laberintos de mi propio dolor. Pero no encontré respuestas. Tampoco le encontré a él, a Fabricio.
En mi deambular desconsolado por lo que antes había sido la avenida del Poblenou, y aterido por la helada de esa mañana de invierno que atenazaba mis músculos, me senté. Miré al cielo mientras ligeros copos de nieve borraban poco a poco mis huellas en la hierba. No había vida hacia atrás, todo desaparecía como tierra quemada, como en una maldición de estatuas de sal. Hacia delante, sólo existía el vacío de la vida sin él, sin la ternura de su abrazo, sin la calidez de las mañanas de chocolate con churros en El Sabre de Plata. Demonios, ni siquiera le había podido enterrar.
Miraba al cielo casi echando de menos los días de las grandes justas entre hombres y ángeles —porque eran días en que él existía—, cuando le vi. Se recostaba en el frío mármol de la derruida Capilla de Santa María, hierático, de orgullosos porte como todos ellos. Digno incluso en la derrota. Respiraba con dificultad. Su pecho se movía acompasado de jadeos cavernosos, como de tierra en la garganta. Sus alas ascendían y descendían rítmicamente al compás. Nunca había visto a uno tan de cerca.
—Aproxímate —susurró en un hilo de voz que sonó a metal—, vamos, no te haré nada. Alcánzame la espada para que pueda morir con ella en la mano.
Desde los primeros tiempos en que los seres alados aparecieron en los cielos de Barcelona, se extendieron por las calles todo tipo de rumores sobre ellos, aunque el verdadero motivo de su llegada fue siempre un misterio. Luchaban con honor, morían con la espada en la mano y su beso o su abrazo significaban la muerte. Otros aseguraban que era el tránsito a su mundo, la transformación en un guerrero alado. Nos aferrábamos a vanas e imposibles esperanzas.
—No te tengo miedo. Además, estás herido. —Un fluido espeso y negro bañaba parte de su torso mientras que una de las alas pendía medio quebrada.
Me acerqué lentamente, desconfiado, pero con la arrogancia del que todo lo ha perdido. Tomé la espada entre mis manos temblorosas. Era la primera vez que tocaba un arma pero me sentí poderoso mientras la acercaba a su cuello. El ángel pareció comprender, entornó los párpados, como en una letanía de despedida. Solemne.
—Matasteis al único ser que he amado… Más toma tu espada. Eres el último de la estirpe que bajó del cielo y nos mostró el horror. Pero también eres el único que puede devolverme la esperanza.
Acerqué mis labios a los suyos mientras colocaba el acero en su mano. Era el fin de ambos. Aunque ni por un segundo dudé de lo que iba a hacer, mis labios de poeta pusilánime temblaron. La criatura olía a ceniza y a tierra removida pero me resultó agradable. Me contempló por última vez con un velo de tristeza en la mirada. Parecía orgulloso, como si yo fuera una creación suya. Se inclinó ante mí, asiéndome con fuerza del brazo, y como un maestro experto me besó. Largo y frío. Recuerdo que me supo a mármol y que se prolongó, y se prolongó y se prolongó… Luego, sólo el vacío. Y al fin, la esperanza.
Al Ángel de la Muerte se le escapó la vida entre resuellos de aliento helado, al tiempo que asía con fuerza su espada y mi cuerpo exánime. Mientras, la ciudad paseaba su melancolía entre vapores de niebla, restos de hogueras y ángeles derrotados. Y ahora sí, parecía que todos se habían ido.

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18 comentarios

  1. 1. Don Kendall dice:

    Hola Bastián, Es una historia atractiva que tal vez forme parte de un proyecto mayor. En cualquier caso con tu permiso hago un par de comentarios :
    1- Creo que el relato entra perfectamente en las condiciones del reto. Es un relato en primera persona. Pero con un aspecto importante, no se confunde NUNCA el escritor con el “yo narrador”. En tu relato estamos ante un “yo narrador” que cuenta un acontecimiento del que ha sido protagonista y testigo. Eso hace que una historia que no es “verdadera” tenga “verosimilitud”. Es lo que hace atractivo el relato con independencia de los gustos personales del posible lector. Por eso en mi opinión (discutible desde luego), entra en la categoría propuesta como reto.
    2 – Como lector exigente, querría conocer más de la relación con Fabricio además del chocolate con churros. Quedaría más redondo. Y no es una cuestión de las 750 palabras. Hay algunas palabras prescindibles para la historia como “poeta pusilánime” por ejemplo, además de otras por ahí y cuya ausencia no se notaría. Sin embargo es un personaje interesante que pide más fuerza ;-).En fin, ya digo que es un deseo que me quedó ahí suelto en el primer tercio de la historia y no me permitió completar el círculo que abres al principio, con su ausencia fundamental para el narrador.
    En mi primera lectura que me absorbió, en el párrafo final leí «al tiempo que asía con fuerza su espada y EL cuerpo exánime.» cosa que me encantó. Me decepcioné un poco cuando comprobé que era un “mi cuerpo exánime”.
    Y ya por último, únicamente por señalar algo que supongo es escritura automática “..Más toma tu espada.”, la tilde puede ser que sobre.
    En resumen, me parece una historia atrayente, bien estructurada con un punto de vista claro (primera persona testigo), aunque ya te digo que igual merece la pena hacer una pirueta e introducir en el párrafo final (nada más) un narrador en tercera persona cambiando el adjetivo “mi” por el artículo “el”. Muchas gracias por compartir tu trabajo

    Escrito el 18 enero 2016 a las 19:37
  2. 2. Bastián Robinson dice:

    Muchas gracias Don Kendall por tu completo análisis y por los comentarios. Creo que son muy constructivos y para un escritor novel(ísimo) como yo, muy didácticos, de modo que me los guardo todos en la “saca”.
    Gracias

    Escrito el 19 enero 2016 a las 06:14
  3. 3. Luis Ponce dice:

    Hola Bastián: un relato bien logrado, sólo hay una frase que no termina de convencerme:”ligeros copos de nieve borraban poco a poco mis huellas en la hierba”. Me parece una imagen traída de otro relato si te estás refiriendo a un escenario de una “ciudad calcinada”, “en llamas”.
    Saludos.

    Escrito el 19 enero 2016 a las 22:03
  4. 4. M. Blacksmith dice:

    Hola Bastian Robinson:

    Tu relato me ha parecido muy interesante y original, sobre todo en cuanto a la lucha de hombres contra ángeles.

    En el relato haces mención a las justas entre hombres y ángeles, si bien luego dices que la llegada de éstos últimos es un misterio. Entendiendo la justa como un combate entre dos contendientes para justificar el derecho de alguno, puede que provoque cierta contradicción en el texto, en mi modesta opinión. Por lo demás, he observado alguna falta de ortografía, pero sin importancia.

    Por lo que respecta a la forma, el relato está muy bien narrado que te mantiene leyendo hasta el final. Me parecen muy buenas las descripciones que realizas del lugar, y he apreciado un gran dominio del lenguaje y del léxico.

    Como puntualización personal, un efecto de la narración en primera persona es crear en el lector sensaciones de empatía, rechazo, complicidad… con el personaje, sensaciones que se pierden durante el texto al incluirse en el mismo tanta descripción. Solamente se aprecian un poco al final del mismo.

    Enhorabuena por tu relato.
    Un saludo

    Escrito el 20 enero 2016 a las 12:37
  5. 5. Paola dice:

    Hola Bastian
    Para ser un escritor novel tienes mucho estilo!!
    La ambientación está muy lograda y el ángel en 3D (como se suele decir ahora).
    Coincido con el compañero en que has logrado un lenguaje culto pero sin ser pedante ni molesto.
    El relato me ha trasmitido mucho frío desde el primer momento y no lo digo por la nieve!

    Me ha gustado.
    Nos leemos

    Escrito el 20 enero 2016 a las 13:19
  6. 6. Bastián Robinson dice:

    Para Luis Ponce:
    Gracias por leer mi relato, espero que te haya gustado, y tomo nota de la puntualización de la frase, que, efectivamente, tienes razón, no parece que cuadre mucho con el contexto, y a lo mejor habría que haber buscado algo más cercano a huellas en la ceniza, barro…
    De nuevo gracias.

    Escrito el 20 enero 2016 a las 21:24
  7. 7. Bastián Robinson dice:

    Para M. Blacksmith:
    En primer lugar gracias por realizar una crítica tan constructiva. Que sepas que, como escritor novato (y aunque no lo fuera), tomo nota de todas tus sugerencias.
    Especialmente me ha parecido muy interesante la que habla del narrador en primera persona. Tiene toda su lógica y no me lo había planteado: lo que ganas por un lado en empatizar con el lector, lo pierdes “desenganchándole” con las descripciones, que por otro lado reconozco que me encanta trabajarlas. Intentaré mejorar ese aspecto.
    Gracias de nuevo

    Escrito el 20 enero 2016 a las 21:28
  8. 8. Bastián Robinson dice:

    Para Paola:
    Muchas gracias por pasarte por mi relato, y por hacer el esfuerzo de comentar tantos (ya he visto que te estás implicando mucho), es un detalle y nos ayuda a todos a mejorar. No hay nada que me complazca más que el hecho de que alguien haya disfrutado leyendo algo que ha salido de mi cabeza, ya que esa es mi finalidad principal.
    Un saludo y en cuanto pueda me paso a leer tu relato.

    Escrito el 20 enero 2016 a las 21:32
  9. 10. Don Kendall dice:

    Hermosa escultura. En mi próxima visita a Barcelona va a ser obligatoria. Creo que hay material en tu relato para seguir. En cuanto a la frase de las huellas , discrepo “fraternalmente” de lo que comenta Luis Ponce. Es una imagen fuerte la nieve sobre los restos de una ciudad calcinada. Ahí hubo algo más que una batalla. Nada más que pensar el juego que propone G. Martín con “Hielo y Fuego” . La ofensiva de Teruel en la Guerra Civil española a -30 grados C de temperatura. En fin , una imagen sugerente en el relato. Y la referencia al caminar es anterior a la huella en la hierba «..entre los restos calcinados de los laberintos de mi propio dolor. ». A mí me pareció una metáfora bien llevada sin pedantería y apropiada a la voz del narrador. Lo dicho sin que me gusten los personajes sobrenaturales, es sugerente una guerra de ¿Ángeles? y ¿humanos? en la Barcelona más o menos actual. Ánimo.

    Escrito el 21 enero 2016 a las 00:07
  10. 11. Caciba dice:

    Hola, Bastián.

    Suerte que recordaste esa imagen para escribir tu historia porque es muy original, me ha gustado mucho. Se hace interesante desde el principio. Si difícil es tener una idea original, tambien lo es saber darle la forma adecuada: estructura, ritmo y vocabulario; tú, a mi parecer, lo has conseguido.
    Yo también soy novel (ya me gustaría ser nobel 😉 ), por eso valoro mucho el relato que has escrito.

    Enhorabuena, espero que escribas muchos relatos más.

    Un saludo.

    Escrito el 21 enero 2016 a las 12:58
  11. 12. Bastián Robinson dice:

    Para Caciba:
    Muchas gracias por pasarte a leer mi relato, es un gran orgullo cuando alguien te dice que ha pasado un rato agradable leyendo algo que has escrito, te hace sentirte un poquito escritor.
    En cuanto a la escultura, si alguna vez visitas Barcelona te recomiendo encarecidamente un paseo por el cementerio de Poblenou, a parte de esta estatua hay unos panteones muy sugerentes.
    De nuevo gracias y espero poder pasarme hoy o mañana a leer tu relato.

    Escrito el 21 enero 2016 a las 20:24
  12. 13. Escritores anónimos dice:

    ¡Hola Bastián! No voy a decirte nada que otra persona no te haya dicho antes, estoy segura. Me gustaría destacar el magistral uso de la lengua que haces, hace que todo suene musical, bonito. Es como las canciones en inglés, que no sabes lo que dicen pero suenan preciosas, eso me ha pasado la primera vez que lo he leído, la segunda es cuando he asimilado la historia. Le has dado una vuelta muy poética al tema, te has separado completamente de lo que solemos hacer con estos títulos (me incluyo dentro). Me gustaría decirte que me ha encantado, así que me quedo con tu nombre para el próximo reto.
    ¡Nos leemos!
    PD: si quieres pasarte mi relato es este: https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-31/4701 pero no merece la pena después de haber leído el tuyo.

    Escrito el 21 enero 2016 a las 22:12
  13. 14. Bastián Robinson dice:

    Para Escritores anónimos:
    Muchísimas gracias por tu comentario. El solo hecho de que hayas pasado un rato agradable ya compensa haberle dedicado el tiempo de la escritura, y quiero que sepas que se me cae la baba cuando leo tus palabras. Por otro lugar me congratula que hayas descubierto poesía detrás de mis frases, pues la poesía es una de mis grandes pasiones e inspiraciones. Aunque Borges me pirra, este relato creo que bebe más de “Sobre los Ángeles”, de Alberti. Si no lo has leído, te lo recomiendo encarecidamente.
    De nuevo gracias, y me voy a intentar pasar por tu relato hoy (si puedo, ahora mismo, 04.30, una mala noche la tiene cualquiera…)
    Saludos

    Escrito el 22 enero 2016 a las 04:35
  14. 15. Manoli VF dice:

    Muy buen relato, Bastián. Con una atmósfera apocalíptica muy lograda. La figura del narrador testigo también es acertada. Comparto algunas consideraciones de Kendall, y por mi parte te apunto algunos errores de concordancia como:

    “su dentadura parecía las teclas de un piano viejo”. La cambiaría por: “su dentadura se asemejaba a las teclas de un viejo piano Porque eso de “parecía las” aunque pueda ser correcto me suena mal (mejor parecían las)

    También repites en el segundo párrafo el “cómo” innecesariamente: “como tierra quemada, como en una maldición de estatuas de sal” podría ser algo así: “como tierra quemada, en una maldición de estatuas de sal…”

    El tono general del relato me gusta y el argumento también es bueno (aunque faltan más detalles para un acontecimiento del tipo que narras…)

    Un placer leerte, te invito a pasarte por el mío (67) y darme tu opinión.

    Un saludo.

    Escrito el 22 enero 2016 a las 13:13
  15. 16. Bastián Robinson dice:

    Para Manoli VF:
    En primer lugar, gracias por leer mi relato y me alegro mucho de que, en términos generales, te ha ya gustado.
    En cuanto a la primera sugerencia que me haces “su dentadura parecía las teclas de un piano viejo”, la verdad, no sé de dónde ha salido, pero yo no lo he escrito.
    Los dos “comos” tan seguidos, en efecto hay ahí una cacofonía, que intentaba ser una anáfora, aunque está claro que no está bien conseguida. Revisaré este tipo de estructuras para la próxima vez.
    Se agradecen mucho los comentarios, a mí personalmente es lo que me hace aprender y avanzar, o sea que GRACIAS otra vez.
    Me pasaré por tu relato en cuanto pueda.

    Escrito el 23 enero 2016 a las 05:55
  16. 17. Earendil dice:

    Saludos, Bastián Robinson.
    Has creado un escenario de guerra dantesco y, a la vez, muy poético. Ya sé que mis palabras suenan contradictorias pero no he sabido describirlo de otra manera. Me encanta tu historia, pero haciendo referencia a un comentarista anterior, es como una de esas canciones que te gustan pero no entiendes la letra.
    Entiendo que el primer párrafo el protagonista está buscando a Fabricio, pero cuando acabo de leer la historia parece que él ha muerto. ¿Nos está contando la historia desde el otro lado? Además, por los tiempos verbales que usas, me da la sensación que rememora la existencia de Fabricio en la lejanía: “Miraba al cielo casi echando de menos los días de las grandes justas entre hombres y ángeles —porque eran días en que él existía—, cuando le vi.”. Entonces supongo que lleva tiempo buscándolo después de la muerte y no lo ha encontrado, por eso cobra más sentido la última frase, “Y ahora sí, parecía que todos se habían ido.”. Me agradaría que me explicaras si tengo razón en estas deducciones, porque si no, creo que me estoy perdiendo una buena historia.
    También he encontrado una frase un poco extraña:”Miré al cielo mientras ligeros copos de nieve borraban poco a poco mis huellas en la HIERBA.” Parece algo inusual después de una encarnizada batalla y un incendio.
    “Se recostaba en el frío mármol de la derruida Capilla de Santa María, hierático, de ORGULLOSOS PORTES como todos ellos”. El adjetivo y el sustantivo no guardan concordancia.
    Tampoco me ha quedado muy claro el papel de los ángeles en la tierra. ¿Para qué han venido? ¿Contra quién luchan?
    Dices:”Desde los primeros tiempos en que los seres alados aparecieron en los cielos de Barcelona, se extendieron por las calles todo tipo de rumores sobre ellos, aunque el verdadero motivo de su llegada fue siempre un misterio. Luchaban con honor, morían con la espada en la mano y su beso o su abrazo significaban la muerte. OTROS ASEGURABAN QUE ERA EL TRÁNSITO A SU MUNDO, la transformación en un guerrero alado. Nos aferrábamos a vanas e imposibles esperanzas”. Pero ¿luchaban entre ellos o habían venido a declararnos la guerra?
    En general creo que tu historia necesitaría más de 750 palabras para que, lectores como yo, la entendiésemos mejor.
    Creo que ha triunfado más la forma que el fondo. Te gusta adjetivar mucho y crear frases muy sonoras que, ananlizándolas bien, podrían ser prescindibles para la historia.
    Me alegro mucho de haber pasado por aquí y descubrirte.
    Espero leerte en otros talleres.

    Escrito el 24 enero 2016 a las 19:22
  17. 18. Bastián Robinson dice:

    Para Earendil:
    En primer lugar, gracias por leer mi relato y por tu completo análisis. Como tú mismo has leído, no eres el primero que no ha entendido muy bien el argumento de fondo. Bueno, he constatado que tengo que expresar mis ideas con más claridad, vamos que muy bonito pero no me explico. Mi idea era que el protagonista no está buscando a Fabricio, sino que más bien está añorándole. Ha habido una guerra entre ángeles y humanos (no me parecía importante explicar por qué, pero a lo mejor sí que hubiera estado bien…), y Fabricio ha muerto. En esos días/semanas en los que se confunden las últimas batallas con la de posguerra y añoranza es cuando sucede la acción. El protagonista está vivo, pero al entrar en contacto con el ángel herido, ve la oportunidad de “morir” para de esa forma (tanto si al morir se convierten en guerreros alados como si no) tener la última oportunidad de volver a ver a su amor.
    Lo que tengo claro es que si tengo que explicar todo esto, es que no lo he hecho bien (o al menos no del todo). Me estoy iniciando en el mundillo y a veces veo que lo que hay en mi cabeza no es al final lo que se refleja en el papel.
    Agradezco mucho todos los comentarios, tanto los ortográficos como los gramaticales, pero sobre todo los de contenido, que ha sido el grueso de tu comentario. Espero aprender de todo ello. Gracias por tu sinceridad.
    Espero que nos sigamos leyendo.

    Escrito el 24 enero 2016 a las 20:59

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