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El último beso - por Wiccan

Cadetes, en esta jornada trataremos sobre uno de los aspectos fundamentales a tener en cuenta como oficiales de la Flota del Eje Planetario Andrómeda. Por medio de una de mis experiencias, los colocaré en el contexto necesario para responder a la cuestión clave de hoy. Les aconsejo que escuchen atentamente todos los datos por irrelevantes que parezcan, los que me conocen saben que no soy hombre dado a extenderme innecesariamente.

Tendrán que remontarse cuarenta años atrás, a las famosas Guerras Gemini. Yo estaba asignado al equipo del oficial Wasat con los hermanos Alhena y Almeisan. Todo comenzó con los rituales de costumbre, Wasat bromeaba con la mecánica de su nave sobre una cita a su regreso mientras el joven Alhena retaba a su hermano a un pulso. Almeisan, bastante más grande que él, vencía nuevamente. Ambos acercaban entonces los labios a sus manos todavía agarradas y, tras dar un beso al puño del otro, decían: «Si es nuestro último beso, haremos que cuente». Así iniciaban todos sus vuelos, en aquel caso, una partida de reconocimiento para valorar las fuerzas enemigas.

Las primeras horas de misión fueron rutinarias, formación uno-dos-uno, Alhena a la cabeza, Wasat y Almeisan a los flancos y yo a la retaguardia. Teníamos una localización de la flota enemiga estimada por nuestros técnicos de estrategia según la cual nos encontrábamos a diez vectores de distancia del objetivo. Sin peligro inminente y manteniendo la formación, Alhena y Almeisan se distraían haciendo pequeñas piruetas con sus Stormfire. De pronto, la nave de Wasat saltó por los aires y perdí el control de la mía al recibir un impacto. Distanciándome de la refriega a la deriva, comprobé que la mayor parte de mis mandos se encontraban dañados; el soporte vital y el receptor de comunicaciones parecían de los pocos instrumentos operativos. Supongo que por creerme derribado, los cuatro Betas enemigos que nos habían alcanzado centraron su ataque contra mis compañeros. Impotente, seguí sus movimientos por radio y, cuando la posición lo permitía, con mis propios ojos.

Tras el caos inicial nuestros pilotos ejecutaron una maniobra de su cosecha para romper la posición adversaria, una parada en seco seguida de una rotación de trescientos sesenta grados a retaguardia con el disparador láser activado. Ante el abanico de rayos, tres de los Betas escaparon hacia arriba mientras uno se desvió hacia abajo. Almeisan aprovechó el alejamiento de éste último para interceptarlo lanzándole un misil que, atendiendo a los gritos de alegría de mi compañero, debió acertar su objetivo. Por su parte, Alhena indicó que se introduciría en una zona de asteroides buscando dañar a sus perseguidores. No sé si lo consiguió, pero a la salida de la nube de asteroides su hermano ya se encontraba preparado para disparar al Beta más cercano a su posición. Lo siguiente fue confuso, Alhena estaba informando sobre su próximo movimiento cuando la comunicación se cortó en seco. Pocos segundos después divisé en la lejanía un Stormfire sin un ala y parte del casco dañado, despedido a gran velocidad.

Volvimos a recibir la señal del hermano abatido. Contrariado, advertía sobre una flota enemiga que detectaba por el radar y de la que no se habían percatado durante la batalla. Los cálculos de los operarios eran incorrectos, únicamente Almeisan tenía la posibilidad de intentar regresar para alertar a nuestra base. La quejumbrosa voz de Alhena sonó metálica: «Haz que cuente». Parecía malherido. Tras unos momentos, nuestro Stormfire intacto pasó ante mí con el mismo rumbo por el que había desaparecido el navío de Alhena. Esta acción seguramente contribuyó a una de las mayores derrotas sufridas por el Eje Planetario.

Evidentemente fui rescatado, pero lo importante, sobre lo que deben meditar hoy, es la lección que denomino por esta experiencia “el dilema del último beso”. Como han escuchado, cuando llegó el momento de poner en balanza su deber y la vida de un ser querido, Almeisan ignoró sus obligaciones, solo podemos imaginar los sentimientos que le llevaron a tal decisión. Todos ustedes pueden encontrarse en una situación similar en un futuro, ya sea con un familiar, un amigo, un amante… En ese caso, ¿serán capaces de tomar la decisión correcta?

Tal y como he relatado los hechos la respuesta podría parecer sencilla, pero les daré un nuevo dato. Años después una patrulla localizó el Stormfire de Almeisan en un planeta con indicios de la presencia de Alhena en él, aunque ellos nunca fueron encontrados. Es posible que, de alguna manera, ambos sobrevivieran. ¿Seguirían pensando lo mismo? ¿Habría valido la pena?

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8 comentarios

  1. 1. M.M.Puig dice:

    Hola Wiccan.
    ¿Son cosas mías, o alguien ha ido a ver la guerra de las galaxias estas navidades? 🙂
    Lo del narrador testigo tiene una dificultad de la que en un principio no me había percatado, y es que no eres tú el que habla, sino él, con su propia voz, y adecuada a las particularidades que tenga este personaje. Lo he intentado con el mío pero no me acaba de convencer del todo, así que ahora me voy fijando en como lo habéis resuelto los demás.
    El tuyo es un viejo oficial reconvertido en profesor ¿no? Me resulta bastante realista contando sus “batallitas” a los nuevos cadetes, por lo que la voz de tu narrador me resulta creíble. Quizá el vocabulario técnico ha fallado un poco; no sé mucho de términos aeronáuticos, pero no tengo muy claro que se escapen “hacia arriba” y “hacia abajo”…pero eso ya es rizar el rizo.
    Por otra parte, teniendo en cuenta que esta es la historia de como se produjo “una de las mayores derrotas sufridas por el Eje Planetario”, pasas muy por encima un hecho tan trascendente. Quizá
    ha faltado un poco más de énfasis en este hecho.
    Gracias por compartir tu relato. Me ha gustado mucho, como siempre. De hecho, creo que este fin de semana me voy a ver Star Wars…si aún la hacen.
    Saludos.

    Escrito el 19 enero 2016 a las 22:27
  2. 2. matkow dice:

    Hola Wiccan,

    Alguna corrección que a lo mejor te pueda ayudar:”Supongo que por creerme derribado..” creo que debería ir una coma después de “que”.
    Por lo demás es un texto muy bien escrito tanto gramatical, estructural como de ortografía se trata.

    Por lo demás buen relato!

    Felicidades.

    Un saludo y nos leemos 🙂

    Escrito el 21 enero 2016 a las 12:02
  3. 3. Emma dice:

    Hola Wiccan:
    Aunque no soy muy dada a las batallas (soy más bien pacifista), me ha gustado tu relato. Se nota que eres uno de los muchos fans de la trilogía de la Guerra de las Galaxias, pues has conseguido poner en escena una gran batalla Galáctica, magistralmente. Esta muy bien escrito, tanto su estructura como en su gramática. Creo que el reto está conseguido.
    Un placer leerte.
    Gracias por pasar por mi relato nº 230 y dejar tus comentarios. Siempre son bien acogidos.
    Un abrazo, seguimos leyéndonos.

    Escrito el 23 enero 2016 a las 19:13
  4. 4. Leonardo Ossa dice:

    Hola Wiccan, me has entretenido con tu historia. Recordé una serie de televisión donde los protagonistas conformaban una escuadra aérea durante la II Guerra Mundial. Tu escrito es mucho más actual e interplanetario, pero transmite el fragor de la batalla.
    Me parece que el relato es creativo, pues “el último beso” tiene acá un entorno atípico que pesa por lo novedoso. ¡Me parece muy bien!
    Saludos.

    Escrito el 23 enero 2016 a las 21:28
  5. 5. Oda a la cebolla dice:

    ¡Hola, Wiccan! Interesante y “bélico” relato, con buena ortografía y óptimas descripciones. Me ha gustado bastante, aunque no ´veo que esté del todo bien ejecutado ese “narrador testigo”. También decirte que estructurando los dos primeros párrafos con los guiones, espacios y aclaraciones de diálogos, te hubiera quedado más redondo. Aún así, te felicito. ¡Buenas tardes! Saludos.

    Escrito el 24 enero 2016 a las 13:33
  6. Saludos Wiccan.

    En primer lugar permíteme felicitarte por tu trabajo; creo que has conseguido desarrollar sólidamente una historia compleja que cuenta con varios personajes. También has logrado ceñir de un modo muy original tu relato al título que se nos había encargado. Has huído del romanticismo como tu protagonista de las naves Beta enemigas 😉 .

    Tu modo de escribir me ha encantado y, ya en las primeras líneas me he dado cuenta de que tú no eres nuevo en este oficio. Sin embargo, discrepo en que hayas utilizado un narrador testigo para contar tu historia. Más bien me parece un relato en primera persona. De hecho, el narrador utiliza su historia para instruir a los jóvenes cadetes y lo hace para transmitir su experiencia, porque él no sólo estuvo ahí, en la batalla, sino que fue parte determinante de la misma. Además, cuando empiezan los tiros (el elemento desencadenante de la historia) la narración se concentra únicamente en lo que le sucede al narrador, al personaje protagonista, al menos hasta que termina el párrafo; en este punto, el lector (por lo menos yo) ya ha identificado al narrador como protagonista. Por eso opino que el reto del narrador testigo no está completamente logrado.

    De todos modos, déjame insistir: me ha gustado mucho tu historia y estaré pendiente de tus próximas participaciones al Taller.

    Espero que mi criterio te haya servido de ayuda para seguir perfeccionando tu escritura.

    Un saludo,

    Gerard Candreu.

    Escrito el 28 enero 2016 a las 23:15
  7. 7. Leonardo Ossa dice:

    Hola Wiccan, leí tu amable nota sobre mi escrito, estoy muy agradecido por dejarme conocer tus impresiones, las que tendré muy en cuenta para futuros relatos.

    Escrito el 2 febrero 2016 a las 03:47
  8. Hola Wicccan!!

    Gracias pro tu comentario. La verdad es que sí surgen preguntas en un texto tan corto, pero temía que si lo alargaba o explicaba más de la cuenta, me saldría del narrador testigo.

    Pese a que a mi la ciencia ficción no me gusta nada, pienso que has hecho una muy buena descripción de la escena, quizá se podrían introducir algunos diálogos, pero en general es fácil de leer y la separación de los párrafos facilita (me repito) la lectura.

    Un saludo!!

    Escrito el 3 febrero 2016 a las 13:08

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