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El último beso - por Bego Asomadaalalocura
Web: http://www.asomadaalalocurarelatosyreflexiones.com
El sol golpea en la cristalera de la cafetería, en la que hace 10 minutos espero a Carmen, mi amiga. Hace tiempo que no nos vemos, quizá la última vez fuera en la cena de navidad que hacemos todos los años con el resto del grupo.
Desde que nuestras vidas tomasen caminos distintos no nos vemos tanto como nos gustaría. Cada vez que nuestras agendas se conjugan, solemos quedar en esta misma cafetería y así compartimos vivencias y algún que otro café.
A través del cristal veo como se acerca, trae el semblante serio. Al cruzarse su mirada con la mía esboza una sonrisa que no se termina de reflejar en su mirada. Se acerca a la mesa y tras darme los dos besos de rigor toma asiento en la silla frente a la mía.
Un pellizco en el pecho me recuerda el día que es hoy, 11 de marzo, pero para entonces ya he pronunciado ese “que mala cara traes” que ha provocado este cortante silencio en el que estamos inmersas.
Tiene la cabeza gacha y la vista fija en sus uñas mientras, nerviosamente, se arranca el esmalte a pellizcos.
-Lo siento, no pretendía recordarte… – Me atrevo a decir
-No te preocupes, -contesta sin levantar la vista. – No hay año que pase que no me duela. Te crees que con el paso del tiempo irá a menos pero no, es llegar este día y la herida vuelve a sangrar…
Asiento, pero el miedo a meter de nuevo la pata me impide articular palabra alguna. Solo la observo mientras vuelca el contenido del azucarillo en su café y remueve el azúcar.
Empezó a salir con Jota cuando aún estábamos en el instituto. Eran ese tipo de parejas que desde el minuto 1 se intuye que son para siempre. Con un solo cruzar de miradas podía notarse la complicidad que existía entre ellos.
Eran inseparables y se palpaba, pero aquel fatídico día quiso el destino que Jota fuera en uno de los trenes que explotó camino de la estación de Atocha.
-¿Sabes qué?- Empieza a decir por fin. – Te parecerá una tontería pero llevo todo el día pensando en ese último beso que no nos dimos.
Con la vista fija en su café me cuenta la absurda discusión que tuvieron la noche de antes y que les hizo irse enfadados a la cama. Una lágrima comienza a resbalar por su mejilla cuando agarro su mano para darle consuelo.
He escuchado tantas veces esa historia que la recuerdo como si yo misma hubiera estado allí mientras discutían, incluso a la mañana siguiente cuando cada uno se tomó su café sin dirigirse la palabra.
-No te martirices más, Carmen.
-A veces siento que estoy viviendo dos vidas. Una, la de los últimos 11 años, en la que soy feliz con Carlos y la peque ¿entiendes?
Levanta la mirada hacia mis ojos buscando la comprensión que intento darle.
-Luego está la otra, en la que sigo esperando a que vuelva. Y es, precisamente esa parte la que me invade cada puñetero 11 de marzo, esa parte que aún no ha dejado de quererle…
Sus palabras están llenas tristeza pero también de ira y rabia y son, justamente estas últimas las que bañan las lágrimas que salen a borbotones de sus ojos.
Soy consciente de que mis palabras no solucionarán nada, me limito a tenderle un pañuelo mientras escucho de nuevo su triste historia…
Hola Bego.
Me ha gustado mucho tu historia. Logras que uno se adentre y no pueda dejar de leer hasta que termina.
Sobre el reto creo que te paso lo mismo que a mí, el narrador testigo es una persona que simplemente se limita a contar lo que sucede, mientras que en tu historia es un personaje determinante.
“Sus palabras están llenas tristeza pero también de ira y rabia y…”
En esta parte deberia decir: “Sus palabras están llenas de trizteza…”
Aun asi la historia es excelente. Felicitaciones.
Bravo Bego! Tanto el papel del relator-testigo, que a mi modo de ver está en su lugar exacto en la historia, como la historia misma.
Me gusta ese instante en el que uno dice justo aquello que no quisiera decir; me gustó también ese sentimiento de vivir dos vidas después de una pérdida tan grande que realmente parte la vida en dos. También ese enorme pesar por no haber arreglado una simple pelea antes de una terrible catástrofe. Es muy duro y mucho más habitual de lo que uno piensa. Realmente, Bravo!!!!!!!!
¿Querrías pasar por el 149?
Muy bien escrito.
El tema: el valor de la amistad.
En realidad la amiga es testigo del último beso que no llegaron a darse. Conmovedor.
Nos leemos
En cuanto al narrador, no te comento si esta bien o mal porque creo que depende mucho. Por ejemplo, tengo entendido que Watson en los libros de Sherlock Holmes es un narrador testigo pero el tiene parte en las conversaciones y en algunos casos ha sido determinante su ayuda para Sherlock, recordandole cosas o resumiendo los hechos. En fin, volviendo a tu relato…
Si que atrapa desde un principio. Me parece un buen relato, con una historia triste aunque interesante. Muy reales los sentimientos de los personajes.
Felicitaciones y saludos.
Buenas Bego.
Has escrito un relato súper intenso y muy triste. Consigues que el lector sienta la misma angustia que la narradora. ¿Cómo ayudar a alguien en esas condiciones?
Además se nota que está muy bien trabajado.
Felicidades por el relato
Saludos
Hola Bego.
Tu historia es sencilla pero toca la fibra del lector al que ganas con las descripciones, haces que toda la escena sea muy visual y se nos hace muy fácil imaginar a las dos mujeres; en este aspecto todo el texto es muy realista.
Respecto al narrador testigo ya te lo ha dicho Ryan.
Te invito a pasarte por mi escena (67).
Un saludo.
Hola, Bego:”No dejes que el sol se ponga sobre tu enojo”(Biblia, o sabiduría popular, no importa).
Me encantó tu historia.Tal vez sea un poco larga de más la introducción. Pero yo soy medio maniática de las síntesis: tal vez esa intro fortalece el dolor de Carmen.Buenísima la escena de “la metida de pata”.
Acerca del narrador,también pienso que el tuyo es protagonista y no testigo;está viviendo la historia desde adentro: toma las manos de Carmen; le habla y aconseja; se siente incómodo por su intervención… Realmente el límite es muy sutil.
Algunos detalles: a- Sólo se escriben cifras en las fechas y horas(bien, 11 de marzo; mal el minuto 1; hace 10 minutos); aunque creo que ahace poco la RAE dejó sin efecto esta norma; ya me fijaré. b-“me atrevo a decir”, y no “Me…”, ya que siempre es un verbo dicendi el que introduce el narrador.
Muy bueno. Saludos.
PD:Como seguramente sabes “tristeza” está bien escrito
Hola Bego! me gustó tu relato, veo perfectamente una conversación de dos amigas, con momentos de “trágame tierra” como pasa algunas veces, y otros de llamarse a silencio ya que las palabras no ayudarían de mucho.
Lo del narrador testigo ya lo han dicho, y lo del 1 como dice Beba tampoco sé si sigue en efecto o no, pero personalmente creo que al escribirlo con letras en tu caso quedaría mejor y le daría más fluidez.
Luego una “s”que se transformó en “e” en “tras el semblante”, y por último una duda que tengo en “desde que nuestras vidas tomasen caminos diferentes” me suena mejor “desde que nuestras vidas tomaron caminos diferentes” puede que esté bien escrito y sólo a mí me suene raro!
(Este mes no participé en el taller)
Buen trabajo! Espero leerte en el próximo! Saludos!
Hola Bego, ciertamente la historia es muy triste y, está muy bien reflejada esa sinceridad que semeja que Carmen solo puede tener con su amiga, la cual, pobre, revive siempre con ella ese mal momento, la violencia del recuerdo y el no saber nunca qué decir ante la tragedia. Me ha gustado la narración , es fluído y destila tristeza.