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El ultimo beso - por matkow

Era una tarde lluviosa, de esas que no se recordaba en meses. Parecía que toda la sequía que se había hecho hueco el mes de abril se vengaba con saña esa tarde triste, gris y fría. Suerte que Lis no tuvo que ir hoy a trabajar. Se encontraba sentada en el alfeizar de la ventana con una taza de té caliente entre sus manos. Era una sensación reconfortante. Sentirse resguardada y calentita mientras observaba todo el mundo a sus pies.

Era la mejor elección que había tomado sin duda, comprar esa casa con vistas a Palm Street. Sus pies empezaron a enfriarse. ¡Claro! ¿Dónde demonios estaban sus calcetines? Se levantó y mientras caminaba por el pasillo una imagen en blanco y negro le azotó la mente. Roberto.

En ese mismo instante una angustia le recorrió por todo el cuerpo aposentándose en su estómago. Ya no está, pero ella aún no lo ha asimilado. Es difícil olvidar a alguien de la noche a la mañana cuando has compartido tanto de tu vida. Además, que coger ese piso había sido idea de él. Allá donde miraba lo veía.

¿Por qué? Su cabeza repetía una y otra vez. No puedes controlarlo todo, eso está claro, pero ese maldito borracho porque cogió el coche con la mala suerte de cruzarse en su camino. Parece que nunca ocurra en la vida real, pero ocurrió.

Cuando Lis llegó al hospital ya se había ido. Solo quedaba un cuerpo donde no reconocía a su Roberto. La despedida fue muy dolorosa y más sin poder darle el último beso.

Lis deja caer la taza de té involuntariamente. Sus dedos no responden, se han quedado como sin vida y el golpe que ocasiona la cerámica al tocar con el suelo hace que salga de ese estado de shock. Sus pies aun descalzos se mojan.

– ¡Jolín! ¡Que desastre! – corre hacia la cocina en busca de algún paño y va dejando sus huellas por todo el pasillo. Cuando ya lo ha limpiado todo vuelve al alfeizar de la ventana, ahora ya sí con sus calcetines de topos rojos y blancos, y se vuelve a asomar observando de nuevo a esa ciudad que ahora parece extraña. De repente suena el teléfono. ¡No es posible! ¿Qué broma es esta? En la pantalla lee Roberto y su número de teléfono 455-654-544. ¡Pero si lo dieron de baja hace meses! El corazón se le acelera y solo nota el latido del corazón que cada vez se hace más intenso y más fuerte. Descuelga y contesta:

– ¿Si?
– Hola princesa
– ¿Quién es?
– Soy yo. ¿Ya te has olvidado de mí? ¡No me lo puedo creer! Pues vaya si me quieres poco, que ya ni me recuerdas…

Lis está inmóvil y a punto de sufrir un colapso. Es la voz de Roberto. ¡No puede ser! Hace meses desde que pasó el accidente…

– ¿Roberto?
– ¡Claro! ¿Quién iba a ser sino? Tenemos un asunto pendiente que hay que tratar. No pudimos despedirnos como debíamos y esta es una oportunidad que me han dado y no podemos desperdiciar.

Lis aún no se lo cree. Esta petrificada. Nota todos los músculos de su cuerpo en tensión y el corazón desbocado que de un momento a otro parece que salírsele por la boca. Pese a lo imposible de la situación está segura que es Roberto, su Roberto.
A medida que van pasando los minutos ella se siente más cómoda. Y se abre cual florecilla. Empieza a explicarle todos los sentimientos que tiene enterrados, las angustias, las dudas…, también se deshace de los sentimientos que le impiden salir adelante y le aprisionan en un dolor insoportable. Tiene miedo. Se siente sola y desamparada.
Roberto le va disipando uno a uno todos esos sentimientos que la impiden ser feliz. Solo él era capaz de hacer algo así. No está todo arreglado, eso está claro, pero por lo menos ya no siente ese dolor. Tras más de tres horas al teléfono, se oye un pitido.

– ¡Mierda! La batería. ¡No.… no.… no…! No puede ser. Roberto me quedo sin batería. ¿Qué hago? Estoy hablando desde el teléfono inalámbrico y no puedo cargarlo mientras hablo.
– No te preocupes preciosa. Lo que teníamos pendiente ya está zanjado. Se feliz y recuerda siempre que te quiero.

Se ha colgado. Lis no puede evitar llorar, pero a la vez se siente feliz. Ya no nota el lastre que le acompañaba. Se ha deshecho de él. A lo lejos oye una voz que le dice:

– Cuando cuente hasta tres despertarás: uno… dos… y tres. ¡Despierta!

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5 comentarios

  1. 1. Bea dice:

    Hola Matkow:

    Buen relato! Lo único negativo que destacaría es que hay algunas frases mal compuestas y eso me ha hecho salirme un poco de la historia.

    Por lo demás el relato me ha parecido original y sobretodo el final me ha gustado mucho precisamente por ser tan inesperado.

    ¡Felicidades! Nos leemos.

    Escrito el 18 enero 2016 a las 17:55
  2. 2. Marcelo Kisi dice:

    Hola matkow!
    Te felicito por un relato muy bien escrito, y también original, sobre todo el final, al que dejás entreabierto, pues hasta el final no sabemos en qué genero literario estamos, y aun así. Muy bien!
    Como dice Bea, hay algunos errorcillos que, sin embargo, no desmerecen la obra completa.
    En: “…una angustia le recorrió por todo el cuerpo…” es un caso de “leísmo”. Debe ser “la”: “…una angustia la recorrió por todo el cuerpo…”, ya que se trata de objeto directo. Si fuera objeto indirecto, la frase correcta usando “le” sería algo así: “Una angustia le recorrió todo el cuerpo”. POr que Lis es el objeto indirecto, y lo que recorre la angustia es “el cuerpo”.
    Parece que es un tema bien difícil. En la frase: “Roberto le va disipando uno a uno todos esos sentimientos que la impiden ser feliz.”, el primer “le” está bien utilizado, pero luego debe ser también “le”: “…todos esos sentimientos que le impiden ser feliz”.
    De repente te sobran partículas, que hacen quizás al estilo, pero la verdad es que no suenan muy bien. En: “Además, que coger ese piso había sido idea de él.”, creo que la frase ganaría en prestancia sin el “que”.
    La frase: “No puedes controlarlo todo, eso está claro, pero ese maldito borracho porque cogió el coche con la mala suerte de cruzarse en su camino.”, parece que requiere un retoque. Quizás quisiste decir: “No puedes controlarlo todo, eso está claro, pero ese maldito borracho, ¿por qué cogió el coche con la mala suerte de cruzarse en su camino?”.
    Desde: “Lis deja caer la taza de té…” haces un involuntario cambio de tiempo, de pasado a presente. Lo correcto es mantener el tiempo verbal. Una variante es cambiarlo cuando cambia el plano. Por ejemplo, podrías utilizar el presente cuando el hipnotizador la despierta.
    Espero que estos aportecitos te sirvan, disfruté tu relato!
    PD: el mío es el 28, quizás quieras darte una vuelta.

    Escrito el 18 enero 2016 a las 22:54
  3. 3. lunaclara dice:

    Hola Matkow: Tu relato está muy bien. Genial ese final.
    Yo te aconsejo que pruebes a escribirlo con los tiempos verbales en pasado, y no en presente.
    Y te propongo la corrección de los siguientes párrafos:
    – “¿Por qué?, repetía su cabeza una y otra vez. No puedes controlarlo todo, eso está claro, pero ese maldito borracho cogió el coche con la mala suerte de cruzarse en su camino. Parece que nunca puede ocurrir en la vida real, pero ocurre.”
    – “-¡Jolín! ¡Qué desastre! –exclamó. Corrió hacia la cocina en busca de algún paño, dejando sus huellas por todo el pasillo.”
    – “De repente, sonó el teléfono. ¡No es posible! ¿Qué broma era esta? En la pantalla leyó “Roberto” y su número de teléfono, 455-654-544.”
    – “Se apagó. Lis no pudo evitar llorar, pero a la vez se sentía feliz. Ya no notaba el lastre que le acompañaba. Se deshizo de él”

    Felicidades! Las sorpresas finales son las mejores.

    Escrito el 22 enero 2016 a las 13:42
  4. 4. Celeste dice:

    Hola Matkow! Me parece que las correcciones que ya te han dicho ayudarían al relato. Yo no tengo bien claro lo del narrador testigo, creo que en varias ocasiones el narrador comenta los pensamientos de Lis, y los sentimientos y reacciones internas como cuando escuchó la voz de Roberto al otro lado del teléfono.
    A mi entender lo del reto opcional no está logrado.
    La historia en sí me gustó, fue intrigante lo de la llamada telefónica, me imaginé muchas cosas, y el final me sorprendió también!
    (Esta vez no participé del taller)
    Espero leerte en próximos talleres! Saludos!

    Escrito el 24 enero 2016 a las 17:07
  5. 5. Wiccan dice:

    Buenas Matkow,

    Antes de nada muchas gracias atrasadas por pasarte por mi relato y por tus comentarios.

    En cuanto al tuyo me parece un relato muy original con un final inesperado que me ha gustado mucho. En cuanto a cosas que mejorar me uno a los comentarios que te han hecho los compañeros, que son cosas que yo también noté en la lectura. Lo leí de un tirón y consigues que el lector quiera saber qué está pasando, llegando a creer en la situación sobrenatural y sorprendiendo con el desenlace así que te felicito.
    En cuanto al tema del narrador testigo, en cierto modo creo que lo has conseguido y en cierto modo no, mientras lo leía pensaba que el narrador estaba contando cosas que no puede saber un testigo por lo que no estaría conseguido pero al final, como entiendo que era una sesión de hipnosis y la chica podría estar describiendo lo que sentía el hipnotizador, si que puede saber esas cosas por lo que sí lo estaría. Aunque claro, no se lo está narrando a nadie, es algo que está viviéndose en ese momento así que… LA verdad es que es muy complicado, yo también intenté el reto y algunos consideran que lo conseguí y otros que no y ni yo lo tengo claro.
    Muchas gracias por compartirlo!!!

    Escrito el 30 enero 2016 a las 14:53

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