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El último beso - por Carmen Ruiz

El autor/a de este texto es menor de edad

Irene se sentía sobrecogida avanzando por el hospital. Habitación doscientos uno, le habían dicho. Allí se dirigía con manos temblorosas y el pulso acelerado. Al aparcar frente al edificio había creído que estaba preparada, y se lo repitió a sí misma.
Sin embargo, no lo estaba. Al ver a Sara en la camilla, calva y con expresión triste, se derrumbó.
—¿Irene? —preguntó su hermana al verla.
Ella asintió y, llorando, llegó a su lado y la abrazó.
—Ya estoy aquí. —La besó en la frente—. Estoy contigo. Voy a quedarme.
Pasaron la tarde hablando sobre todo lo que había ocurrido en aquellos años. Sara le contó con todo lujo de detalles cómo le había ido en la carrera de filología, su casi instantánea admisión en un instituto como profesora de lengua y literatura, lo feliz que se sentía escribiendo…, omitiendo todo lo relacionado con su cáncer.
E Irene, bueno, Irene no dijo nada. Había dedicado aquellos años, toda su vida, a buscar la cura contra el cáncer, pero los fracasos se habían sucedido y no había dado con nada. Y lo cierto era que se sentía culpable. Si se hubiera esforzado más, la habría encontrado, seguro, y entonces Sara no estaría allí y no iría a morir en un período breve de tiempo.
Irene pasó aquella noche junto a ella, observando cómo dormía. Parecía tan niña, y sin embargo sólo era tres años menor que ella… Siempre sería su hermanita. Se levantó, se acercó a ella y la besó en la frente. «Por favor». No sabía a quién le hablaba, tal vez a ella, o a aquel Dios en el que nunca había creído…, no, era a ella, a Sara, pero no quería despertarla y no sabía si sería capaz de admitirlo en voz alta. «Perdóname». Sara siempre le decía que sería una científica estupenda y que descubriría muchas cosas. Pero no era verdad. No creía ser capaz de seguir investigando, porque, ¿de qué servirían otros descubrimientos si no había podido salvar a su hermanita? Peor aún sería descubrir la cura contra el cáncer más adelante: ¿de qué serviría entonces, de qué, si Sara ya habría muerto? ¿Por qué no lo había descubierto antes? ¿Por un error? «El error más caro de todos». Un error que habría costado la vida de Sara.
Irene no quería tener que enfrentarse a aquello. Ya tenía suficiente con la culpa de aquel momento, pero podía achacarlo a que era una inútil. Sin embargo, si la descubría más adelante…, no podría soportar aquel dolor y aquel remordimiento, porque ya no podría decirse a sí misma que era una inútil, no; lo único que podría decirse sería «soy culpable», por no haberlo descubierto a tiempo. Y no quería que aquello sucediese.
Pasó con Sara los tres días siguientes hasta que, al cuarto, murió. Irene, entre lágrimas y dolor que no sabía cómo exteriorizarse y que la mataba por dentro, besó su frente por última vez. Y decidió que la vez que había pisado su laboratorio hacía casi una semana sería la última que lo haría en toda su vida.

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6 comentarios

  1. 1. dalu dice:

    Carmencita, es una historia muy triste la tuya. Conozco personas que distintas circunstancias han determinado sus futuras carreras buscando respuestas y soluciones. El contenido es bueno y está bien narrado. En cuanto a la forma, particularmente me gustan frases un poquito más largas, el punto es muy cortante y categórico. Te felicito y espero tu próximo relato!

    Escrito el 19 enero 2016 a las 14:59
  2. 2. MM Ariel dice:

    Hola Carmen,

    Una historia bien escrita y fácil de leer. No tengo nafa que corregirte respecto a la forma. En cuanto al contenido, o es una historia de ciencia ficción, o es muy ostentoso de parte de Irene creer que va a encontrar la cura para el cáncer. Bueno, todo lo demás me ha parecido bien hecho.
    Buen trabajo.

    Por si quieres comentar. estoy en el 192

    Escrito el 21 enero 2016 a las 21:26
  3. 3. Leonardo Ossa dice:

    Carmen ¿como has estado? Tu historia es conmovedora y nos ofrece una versión distinta de un último beso. El relato es entretenido.
    Espero seguir leyéndote.
    Saludos.

    Escrito el 21 enero 2016 a las 21:43
  4. 4. Carmen Ruiz dice:

    Muchas gracias, chicos, por pasaros y comentar.
    Dalu, me alegra que te haya gustado, tendré en cuenta lo que me comentas 🙂
    MM Ariel, no pretende ser una historia de ciencia ficción, es una mezcla entre que Irene tenía una meta muy elevada y que las investigaciones contra el cáncer siguen en marcha
    Leonardo, he estado bien, gracias, pero creo que, por el tono, me confundes con otra persona xD Es la primera vez que participo y no habíamos hablado antes. ¿Me confundes con otra Carmen, a lo mejor? XD
    Gracias de nuevo a todos 🙂

    Escrito el 21 enero 2016 a las 22:17
  5. 5. miguel dice:

    Carmen , me parece una historia muy bonita . Casi me he podido meter en la piel de tu personaje y sentir toda esa frustración de la que estaba impregnada tu relato , como soy un principiante y no tengo mucha experiencia no tengo mucho mas que decirte que sigas escribiendoy mucho animo.

    Escrito el 30 enero 2016 a las 21:04
  6. 6. Leonardo Ossa dice:

    Hola Carmen, volví por acá para responder a tu pregunta. En realidad es la primera vez que leo algo tuyo, pero el contenido de tu escrito me generó simpatía y solidaridad. Es difícil saber si lo que narras obedece a una historia particular que ha ocurrido en tu vida, así que pretendí con mi saludo mostrarme amistoso, para que te sintieras acompañada en momentos críticos. En todo caso me alegra conocer tu participación, y espero, volver a leerte más adelante.
    Saludos.

    Escrito el 31 enero 2016 a las 22:42

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