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EL ÚLTIMO BESO - por APMB

Abigaíl Fournier se atusó el pelo frente al espejo, se retocó los labios y volvió a la sala, donde la esperaba sentado en el sofá Álvaro de la Torre, el senador conservador y desde hacía unos meses, su amante. La tomó con sus manos animales, grandes y peludas y ella le respondió con unas sonrisas forzadas que ocultaban asco. Asió el bolso hacia así como si fuese a protegerla intentó apartarse, sin demasiado éxito, de los abrazos del senador.
— ¿Qué te pasa, querida? Te noto tensa.
—No me encuentro muy bien esta noche.
Aprovechó la tregua para hacerse un asiento al lado, dejando que el aire corriera entre ambos.
—Toma, bebe un poco de esto, es una de las joyas de mi bodega y tiene más de treinta años. Te sentará bien.
Un poco cohibida, le dio un sorbo a aquel líquido de color meloso. Aquello era un whisky barato del supermercado pero fingió que estaba bueno y dejó el vaso sobre la mesa con un golpe tímido sobre el cristal.
—No dejo de pensar que no soy más que una distracción para ti- dijo, haciendo el rostro a un lado.
—No digas eso, gatita- se acercó otra vez y acarició el pelo de Abigaíl. Inspiró con fuerza para sentir el perfume del champú. ¿Melocotones? ¿Naranja? Luego pretendió hacerle un masaje que le causó dolor en el cuello.
—He conocida a tu hija- insistió ella, distraída, como quien habla del tiempo.
— ¿Susana? No te preocupes, es solo una malcriada, ¿te ha ofendido?
—No, Susana no. A la otra. A Gabriela Sandoval.
Adivinó el rostro petrificado de Álvaro. Por fin se retiró, liberándola.
—¿Quién te lo ha contado?
—Qué más da, lo que me preocupa es cuantas cosas más ocultarás y de cuantas tendré que enterarme por otros. No soy una mujer a la que le gusten las sorpresas ni que la pillen desprevenida. Me aterran los periodistas, siempre husmeando.
—Está bien, no volveré a ocultarte nada más.
—No es cierto ¿Qué hay de esos rumores sobre tus negocios con los árabes? ¿Estás relacionado con la misteriosa muerte de ese abogado?
Álvaro sonrió con condescendencia.
—¿Te refieres a los millones que recibí a cambio de darles los hospitales de la ciudad y a ese metomentodo? Abigaíl, esta casa y todo lo que ves cuestan dinero. Tampoco tú me informas de tus marujeos del trabajo.
Rio escandalosamente mientras se servía otra copa. Abigaíl fingió estar horrorizada por lo que había escuchado. Se incorporó y Álvaro la imitó. La rodeó por la cintura, con delicadeza.
—Vamos, querida, sólo quiero ofrecerte todo lo mejor. ¿Qué son unos cuantos enfermos si puedes tener todo lo que quieras? Esos pobres van a morir igualmente.
Empezó a besarla en el cuello, dejando un rastro de babas mientras sus manos subían hasta su pecho y con movimientos bruscos los estrujaban. Abigaíl suspiraba por el dolor tratando de contenerse, hasta que no pudo más y lo apartó.
—Lo siento, no me encuentro muy bien, tengo que irme. Pero mañana hablamos, necesito descansar.
—Está bien, ¿quieres que te lleve?
—No, tomaré un taxi.
Le dio un tímido beso en los labios, el último, esperaba ella y con una sonrisa fingida salió de la casa. El la acompañó hasta la puerta. Cuando Abigail se hubo metido en el ascensor, no pudo reprimir el deseo de abrir el bolso y sacar la grabadora que guardaba. El corazón le latía fuerte. Rebobinó la cinta, esperando haber sacado algo de la confesión de Álvaro que le incriminara. Escuchó el principio de su conversación, cuando ella llegó al apartamento, luego se disculpaba para ir al baño y tras unos momentos se escuchó la voz ronca del senador: No sabes con quien estás jugando, gatita. En ese instante el ascensor frenó en seco y las luces se apagaron.

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9 comentarios

  1. 1. Caciba dice:

    Hola, APBM.

    Me ha gustado mucho ese final, bueno, la historia entera. Desde el principio me ha interesado, has descrito muy bien la escena y los caracteres de los dos personajes. Los diálogos me han parecido buenos (solo decirte que el guión del diálogo, donde se introduce el narrador, tiene que ser también largo). Y, por decirte algo de la forma, sin importancia, pusiste una “a” de más: “Asió el bolso hacia así” (falló el corrector), y eso lo vi la segunda vez que lo leí porque a la primera ni me di cuenta. Pero el relato está muy bien escrito, a mi juicio.

    Me ha gustado mucho, enhorabuena.

    Escrito el 20 enero 2016 a las 17:24
  2. 2. APMB dice:

    Muchas gracias por tu comentario, Caciba. Sí, me olvidé de añadir los guiones largos 🙂

    Un saludo

    Escrito el 20 enero 2016 a las 20:06
  3. 3. Mariaje dice:

    Hola APMB,
    Soy tu vecina de uno de los textos de arriba, me ha tocado hacer el comentario de tu relato, espero hacerlo bien y que te sirva, es la primera vez que lo hago.
    Lo primero decirte que felicidades, la historia me ha gustado, el final es inesperado y me encanta y el relato tiene buen ritmo.
    También me ha parecido muy acertada la forma en la que desarrollas el personaje del senador, ya que podía verle como si estuviera delante de mí.
    Aunque como te digo me ha parecido muy bien, he buscado algunos detalles que se podrían mejorar según mi criterio:
    -Hay algunas erratas y faltas de ortografía, seguramente por las prisas: los guiones de diálogo como ya te han comentado, “Asió el bolso hacia así “ en vez de “hacia sí” (en esa misma frase falta alguna coma o un punto, no queda muy claro al leer) , “he conocida” en vez de conocido, en “los estrujaban” debería ser “lo”, “El la acompañó” sin acento en el pronombre, en la frase “le latía fuerte” me pega más el advervio “fuertemente”, y por último, la frase grabada del senador, al final del texto, yo personalmente la pondría entrecomillada para que quede más claro que son las palabras del senador.
    -la frase ”Aprovechó la tregua para hacerse un asiento al lado…”, al principio no la he entendido, he tenido que volver a leer el principio, porque no se dice que ella esté sentada en el sofá. Lo malo de tener que releer, al menos en mi caso, es que pierdo un poco el ritmo del relato.
    -Aunque queda claro que quieres remarcar la falta de estilo del personaje del senador, a mi personalmente no me pega mucho que la joya de su bodega sea un whisky barato, es una pequeñez, pero me sonó raro y quería comentártelo.
    -No me he enterado muy bien de qué pasó con los hospitales, a lo mejor es que no querías darle relevancia, pero a mi me ha confundido, porque al principio parece que es una adjudicación ilegal o algo así y luego aparece la frase “¿Qué son unos cuantos enfermos si puedes tener todo lo que quieras? Esos pobres van a morir igualmente“ que insinúa algo más.
    -Así como el personaje del senador está muy bien presentado, muy claro, el de la chica me cuesta más “visualizarlo”, porque no deja ver mucho de sí misma a través de los diálogos, y el narrador tampoco desvela muchos detalles sobre ella.
    -Me he quedado con ganas de saber más sobre la otra hija :-).
    Espero que los comentarios te sean de utilidad.
    ¡Enhorabuena por tu relato!

    Escrito el 22 enero 2016 a las 13:00
  4. 4. Juan Barcenas de Amenabar Pastor de Castros dice:

    Hola APMB.
    Coincido en gran parte con Mariaje menos en los del whisky.
    Me parece una forma muy buena de hacer ver la bajeza del Senador al intentar colarle un whisky barato diciéndole que es de buena calidad, dando a entender que él piensa que es una chica con pocas luces.
    Solo felicitarte y esperar que resuelvas esos interrogantes en próximas entregas.

    Escrito el 22 enero 2016 a las 18:10
  5. 5. Ursula dice:

    Hola APMB, es la primera vez que participo en el taller. Tengo que decir que leí tu relato hace unos días pero esperaba tener algo de tiempo para hacer el comentario lo mejor posible.
    Me ha gustado mucho la historia, y sobre todo tengo que decirte que el final me dejó impactada con el corazón palpitando casi como a la protagonista, realmente no me esperaba ese final y me gustó mucho.
    En cuanto a la forma, sí que he visto algunas cositas como te comentan por aquí arriba, alguna tilde “Rió escandalosamente”, pero en mi opinión lo difícil lo has superado con creces, enhorabuena.

    Escrito el 23 enero 2016 a las 11:26
  6. 6. Sandra Adrian dice:

    Hola APMB, llego tarde para comentarte los fallos que he visto, así que voy a la parte buena: está muy bien escrita, personalmente me ha gustado aunque no es muy del estilo que me gusta leer, pero está genial.

    Si quieres pasarte por mi relato soy el nº 92, amor y celos con un toque de fantasía respecto al narrador.

    De nuevo, felicidades.

    Escrito el 23 enero 2016 a las 19:58
  7. 7. APMB dice:

    Muchas gracias por vuestros comentarios y por las indicaciones. Por motivos de trabajo sólo puedo escribir entre las 23.00 y las 00.00 y no soy nada nocturno, de manera que muchas veces me duermo sobre el teclado 🙂

    Escrito el 26 enero 2016 a las 21:18
  8. 8. Fernando Caporal dice:

    Hola APMB, he leído varios relatos de éste taller y por suerte encontré pocos que estuvieran relacionados a escenas de amor, no porque no me gusten, de hecho las que leí me gustaron, más bien porque parecía obvio a simple vista el título con ese tipo de narraciones. Tu relato me gustó y sobre todo el final, es bastante fuerte y sorpresivo que ella se encuentre con lo que se encontró.
    En cuanto a forma, ya te han recomendado bien otros antes que yo, no tengo nada que agregar, solo espero leerte en próximos talleres.
    ¡Exitos!

    Escrito el 27 enero 2016 a las 02:34
  9. 9. beba dice:

    Hola, APMB:
    Me ha gustado tu trabajo en la elaboración del personaje; Abigaíl resulta, en cambio, un poco desleída, y desubicada con tantos ascos y rodeos.
    Como ya te señalaron hay varios hilos sueltos, pero para eso debemos estar listos los lectores: para re-crear la historia.
    Muy bueno el desenlace. Y loables tus ganas de escribir aunque estés medio dormido. Adelante.

    Escrito el 11 febrero 2016 a las 03:22

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