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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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"El último beso" - por Caciba

Hoy he presenciado un hecho extraordinario en mi lugar de trabajo, algo que llevo esperando mucho tiempo. Permitan que me presente: mi nombre es Mosén Ziego y soy, desde hace veinticinco años, vigilante en una prestigiosa galería de arte moderno situada en el centro de Madrid.

Arte moderno… ¿qué podría decir en su defensa? Ante cualquier obra de arte intento huir de estereotipos artísticos y abrir mi mente para intentar percibir la visión del mundo que expresa el artista, y hago triple esfuerzo con este estilo. Pero hay una delgada línea entre la obra de arte moderno y el esperpento. De no traspasarla en mi galería se encarga su director: D. Setarcos Namor, y por este motivo su trabajo es harto complicado. Bajo su escrutadora mirada desfilan las supuestas obras merecedoras de una peana de mármol en la sala principal. Le tengo mucho respeto y es un hombre con una gran experiencia y muy reputado en los círculos artísticos, pero estoy seguro de que ni él mismo está convencido, muchas veces, de catalogarlas correctamente. A pesar de sus esfuerzos por diferenciarlas físicamente del resto del mobiliario de la sala, sobre todo para facilitar el trabajo al personal de limpieza, he sorprendido a más de uno admirando el extintor del rincón o la sencilla banqueta donde descanso algunas veces.

Por suerte, contamos también con una pequeña sala donde se exponen obras de diferentes estilos artísticos y es ésta la que me da las alegrías. Este mes tenemos el privilegio de exhibir la colección pictórica de Leonid Afremod, poseedor de un estilo único basado en la pintura al óleo con paleta. Su vivo y colorido mundo nos permite soñar.

Con los años he aprendido que una obra de arte se ve a través de los ojos pero se mira con el corazón y las emociones que ella nos produce las demostramos mediante el lenguaje corporal, no solo con el rostro, el cuerpo habla. Lo he aprendido por mi posición en la sala, con los lienzos solo puedo ver a los espectadores por la espalda, pero no por ello dejo de saber si les produce aburrimiento, indiferencia, distancia, interés, y lo más importante y extraño de ver, lo que yo llamo: la comunicación perfecta, cuando la pintura despierta intensamente algún sentimiento.

Verán, D. Setarcos suele rodearse de amistades intelectuales, por eso me asombra la que mantiene con su amiga Sofita Perula, mujer aparentemente banal. Frecuenta mucho la galería y a él le gusta hacer de cicerone por sus dominios, lo hacen a mediodía cuando no hay prácticamente nadie, así que puedo escuchar, aunque no quiera, sus conversaciones. Ella aparenta estar interesada, pero yo sé que no es así (recuerden que domino la kinésica), solo le gusta la agradable compañía de su amigo al que ha hecho confidente y por ende, a mí, confidente colateral. Casada desde hace bastantes años la he oído comentar la conexión inestable que mantiene con su esposo, ingeniero informático, dos caracteres y mundos opuestos.
D. Setarcos está acostumbrado a descifrar el alma de cada obra y tal vez, por deformación profesional, también sepa hacerlo con el de las personas. Quizá seamos todos un poco arte moderno y necesitemos que nos presten atención para revelar lo que escondemos en nuestro interior.

Pues bien, hoy el paseo transcurrió por la sala de Afremod. Ella seguía el patrón habitual de indiferencia, pasando de largo las pinturas hasta que de pronto se detuvo, volvió varios pasos atrás y permaneció silenciosa durante un buen rato frente a una de ellas: el lienzo que lleva por nombre “El último beso”, dos jóvenes abrazados besándose. Sorprendido, decidí observarla, pues nunca la había visto detenerse por voluntad propia ante una obra. Con las manos sujetas a la espalda y un tobillo cruzado por delante del otro, me transmitía una actitud defensiva. Poco a poco fue relajándose, cruzó un brazo por delante del otro, ladeó la cabeza y uno de sus pies se adelantó, transformando su postura en inseguridad y necesidad de ser abrazada. Yo elucubraba sobre su sentimiento: recordaría con añoranza el principio de su historia de amor, de que ellos habían sido esa pareja del cuadro, de cómo comenzó ese alejamiento paulatino y absurdo, de cuándo fue el último beso con su esposo, de que quizá aún no estaba todo perdido. Al girarse observé su rostro y pude comprobar que se había producido la comunicación perfecta: las lágrimas inundaban sus ojos pero una sonrisa dibujaba sus labios. Supe entonces que aquél no sería su “último beso”.

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22 comentarios

  1. 1. Saldivia dice:

    Hola Caciba! me gusta el acercamiento original al tema que planteas, cumpliendo con el reto del narrador testigo. Siento un poco larga la introducciòn, como si hubieses apresurado el final al darte cuenta que te acercas al lìmite de las 750 palabras. La discripciòn kinestèsica de posturas, actitudes, etc. me ha parecido muy buena. Me parecieron curiosos los nombres, Mosen Ziego, Setarcos Namor, Sofita Perula, tienen cierta inspiraciòn rumana (o al menos asì me suenan). Estuve buscando sobre el pintor, conseguì algunas imagenes de Leonid Afremov, y ciertamente en algunos sitios web se refieren a el como Afremod (aunque en su ebsite el apellido termina en v); gracias a ti descubrì este buen neoexpresionista. Espero leer màs de ti, ¡êxito!

    Escrito el 18 enero 2016 a las 22:44
  2. 2. Caciba dice:

    Gracias, Saldivia. Afremov/Afremod me encanta. Los nombres de los personajes son anagramas con los nombres y apellidos de mis familiares y amigos. Así por ejemplo, “Setarcos Namor” lo puedes leer al revés, comenzando por la “r”. Si tengo que usar personajes los llamaré empleando anagramas, que no serán muy bonitos pero sí únicos, jeje. Ah, y yo soy “Caciba Garlan”.
    Luego me paso por tu relato. Gracias
    Saludos

    Escrito el 18 enero 2016 a las 23:42
  3. 3. Mª Luisa Pérez dice:

    Hola Caciba. He leído tu relato y he buscado al pintor Leonid Afremod, que sinceramente no conocía. Voy por partes. Tu relato me parece muy original, sobre todo la forma en la que has metido la frase: El último beso. Que una obra artística te emocione de tal manera que te haga incluso reflexionar o recordar a tu marido y plantearte una reconciliación, me parece fantástico aunque un poco ingenuo (tómalo en tono de broma). Lo que no me ha parecido correcto es la destroza que haces del arte moderno (soy del gremio), pero sería un poco largo meter aquí mis razonamientos. El pintor que nombras y del que he visto solo dos cuadros, no me gusta. Ni tampoco me gustan muchas obras contemporáneas que están dentro (casi) de tus planteamientos irónicos. Tu personaje aunque muy entendido en lenguaje corporal, creo con todos mis respetos, no está capacitado para comprender actualmente el arte más de vanguardia (a veces no es fácil). Por eso creo que no hacía falta destrozarlo tanto para llegar a un final emotivo.
    Imperdonable lo de mis dos as sin hache. No sé como pudo ser.
    Te seguiré en los próximos.¡Ah! y pinta con espátula.

    Escrito el 20 enero 2016 a las 12:13
  4. 4. Caciba dice:

    Hola, María Luisa.

    Creo que no has leído bien mi relato. Bueno, en primer lugar: creo que puedo criticar, ironizar lo que quiera, sin faltar el respeto a nadie. Y para gustos, los colores. Igual que no valoras la pintura de Afremod, tengo el mismo derecho a no valorar ciertas “obras” del arte moderno. Aunque es difícil, quizá, de comprender, sólo critico las mamarrachadas, que las hay. Yo he visto, sobre una peana de mármol, un zapato viejo… ¿Tú a eso lo llamas obra de arte? Porque si lo es, yo creo, entonces, que mi ingenuo relato se merecece el Premio Nóbel de Literatura.

    En segundo lugar, la cultura personal no se mide por el puesto de trabajo que uno desempeña. Voy a tener que escribir otro relato explicando quién es Mosén Ziego y cómo llegó a la galería de arte 😉

    Tercer lugar: libertad de expresión. Si la hay para el arte moderno ¿por qué no para mí?

    Cuarto lugar: repito, no critico todo el arte moderno. No te des por aludida. También digo que quizá seamos todos un poco arte moderno y necesitemos que nos presten atención para que revelemos nuestro interior. Creo que eso no es una crítica negativa, ¿verdad?.

    Gracias por tus sinceros comentarios, nos leemos. ¡Ah! y…no, no te lo digo, que no quiero que te piques 😉

    Escrito el 20 enero 2016 a las 12:48
  5. 5. Luiçao dice:

    Hola Caciba Garlan.

    Yo no voy a entrar en debates sobre el “arte moderno”, principalmente porque no tengo ni idea de ello, yo soy más de “arte urbano”. Me quiero centrar en darte la enhorabuena, Caciba por lo bueno del relato, a mí personalmente me ha gustado empaparme de los conceptos de dicho arte y de cómo lo expresas. Las palabras que introduces por todo el texto lo enriquecen (de muestra que sabes de lo que hablas).

    En cuanto al reto, yo creo que lo superas holgadamente. ¡Buen trabajo! Espero leerte otra vez.

    Un saludo.

    Escrito el 20 enero 2016 a las 17:29
  6. 6. APMB dice:

    Hola, Caciba.
    Me ha gustado tu relato, has descrito y narrado muy bien la historia, también me ha gustado el uso del narrador espectador. Sólo he pillado uno de los nombres, el resto no sé qué significan.

    Un saludo

    Escrito el 20 enero 2016 a las 20:44
  7. 7. Miranda dice:

    Hola Caciba:
    Un placer leerte, por tres motivos; me has presentado un artista desconocido para mi, me has hecho disfrutar de un relato en el que se utiliza la comunicación no verbal (una afición que tengo y además esta bien escrito.
    No he visto errores de forma reseñables, has conseguido el narrador propuesto, que viene perfecto para la historia. Me parece muy divertido que utilices anagramas para los nombres, desde luego tienes originalidad.
    He buscado a Roman Sócrates y a Mosen Ziego y me ha divertido encontrar que existe alguno con ese nombre o similar.
    Los personajes a mi me resultan creibles, un personaje que se pasa el día observando al publico con el tiempo se anticipa a las acciones de forma natural. Y el tipo de pintura que has escogido resulta bastante creíble para llegar a un observador que por tu definición no es demasiado entendido. Los colores brillantes, con mucho contraste y mucha luz pueden perfectamente ser detonantes para llamar la atención. Muy bien elegido.
    Y no he visto ningún destrozo del arte moderno, realmente has expresado lo que la mayoría percibe “Pero hay una delgada línea entre la obra de arte moderno y el esperpento”.
    En la última feria de ARCO a la que acudí, ya hace unos años, el limite se traspaso en tantos casos que termino minando mi interés.
    Un saludo

    Escrito el 21 enero 2016 a las 13:35
  8. 8. Caciba dice:

    Gracias, Miranda.

    La belleza es subjetiva y que unas obras de arte nos gusten más que otras, e incluso nada, entra dentro del gusto personal. Nada que objetar a eso. Yo critico ciertas “obras” englobadas en este tipo de arte, que lo único que hacen es dañarlo. Algunos ejemplos:

    – La Tate Gallary de Londres pagó 880.000 euros por excrementos de elefante…
    – Un perchero roto: 600.000 euros
    – Una limpiadora de un Museo de Milán tiró a la basura una “obra de arte” por confundirla con basura…
    – Excrementos dentro de una lata
    – Un lienzo gigante… ¡En blanco!
    Etc.

    Es a esta tomadura de pelo a lo que me refiero en el relato.

    Un saludo. Luego paso por tu relato. Y gracias

    Ah, “Sofita Perula” = Teófila Puras

    Escrito el 21 enero 2016 a las 15:14
  9. 9. Bastián Robinson dice:

    Hola Caciba,
    En primer lugar, enhorabuena, he disfrutado leyendo tu relato. Ahora te pido que tengas en cuenta que soy un comentador muy novato y que mi idea es aportar el máximo posible de manera constructiva. Ahí voy:
    En cuanto al contenido, quiero que sepas que el tema del arte me ha enganchado desde el principio, porque soy un gran admirador de este género. Me ha parecido muy instructiva la interpretación kinésica; se nota que dominas el tema (Flora Davis and Company?). Me ha parecido muy académico, muy de estudio de arte, y eso creo que le ha podido restar emoción en los primeros párrafos. En el último, cuando ya entras en la materia que vienes adelantando, ya se ve la mejor Caciba, y salen emociones a flote, que es lo que puede llegar más, al menos a mí, en un relato cortito.
    El personaje de Mosén Ziego creo que lo has bordado en el aspecto psicológico, o sea, lo que puede pasar por la mente de una persona con su oficio, y como gestiona sus habilidades me ha parecido muy trabajado.
    En lo que se refiere a la forma, para mi gusto impecable. Me encanta como fluye tu prosa, el uso de la longitud de las frases, y la ambientación del marco espacial (museo). Repito, para mí, impecable.
    Lo que haces con los nombres me parece una exhibición de imaginación, cosa imprescindible para escribir buenos relatos.
    Respecto a la polémica generada en relación con el arte moderno/contemporáneo, estoy totalmente de acuerdo contigo. Pero además no entiendo que se genere una polémica de ese tipo cuando es un relato y no un artículo de opinión. Los personajes pueden actuar y pensar independientemente de su escritor, con total libertad. Aunque en este caso coincida con tu opinión, no tiene por qué ser así siempre (espero que no me llamen asesino porque en mis relatos muera gente).
    En general y como impresión global, una historia con toda su fuerza concentrada al final, con una “preparación” muy instructiva y que invita a la reflexión intelectual, y con una forma que fluye muy bien.
    Espero que mis comentarios te puedan ayudar en algo y servir de acicate para seguir escribiendo. Muchas gracias por compartir tu arte.
    Enhorabuena ESCRITOR/A, y gracias.

    Escrito el 21 enero 2016 a las 21:41
  10. 10. Veronica Murillo dice:

    Hola Caciba, perdón por la tardanza, pero esto de ir de una historia a otra es exhaustivo, contando con la cantidad de emociones que nos proyectan, a mí me marea, jaja. Me encantó tu relato, ¿qué te puedo decir que no te hayan dicho ya?

    Creo que no es necesario que me guste el pintor para entender las emociones de la Teofilita ya que todos nosotros sentimos lo mismo al leer, ¿verdad? Me ha gustado especialmente como utilizaste al narrador testigo, también pienso que la introducción se hizo algo larga pero el clímax lo compensa.

    Me parece que “alma” es femenino, se usa “el” para evitar la cacofonía, así que cuando dice: “también sepa hacerlo con el de las personas”. Debe ser “la de la de las personas”. No es nada dentro de un relato tan bien escrito, felicidades.

    Nos seguimos leyendo.

    Escrito el 22 enero 2016 a las 01:05
  11. 11. Leonardo Ossa dice:

    ¿Cómo has estado? Caciba, tu relato me ha gustado. Me entretuve en la ambientación que vas haciendo de la historia y he recordado algunas exposiciones polémicas que se han hecho en el Museo de Arte Moderno en mi ciudad. Es un buen relato. ¡Felicidades!
    Espero volver a leerte.
    Saludos.

    Escrito el 22 enero 2016 a las 04:22
  12. 12. Cryssta dice:

    Hola Caciba, me alegro de que hayas aclarado el tema de los nombres porque la escena se vive en Madrid y desde luego los nombres no son madrileños así que me chocaban. El de Mosén Ziego era el que se me hacía más raro para un vigilante de museo en el Madrid de hace veinticinco años que es cuando él empezó (por favor escribe esa historia de cómo llegó allí, estoy deseando leerla).

    Setarcos Namor me cuadraba más con el director de una galería y cuando leí Sofita Perula mi mente me llevó a pensar en Pitita Ridruejo, jajajaja.

    Te diré las cosillas que veo mejorables:

    – Después de “Ante cualquier obra de arte” una coma y quitaría la que hay antes de “y hago triple esfuerzo…”
    – Otra coma tras “traspasarla” otra en vez de los dos puntos y otra tras Namor y quitaría el “y”
    – Creo que quedaría mejor decir “aunque estoy seguro de que…”
    – “el cuerpo habla también”
    – Un punto y coma tras “mi posición en la sala”
    – Un intro tras “mundos opuestos”
    – El alma es femenino como ya te han apuntado “con la de las personas”
    – “hasta que, de pronto, se detuvo” el truco para ver si va entre comas es que si quitas “de pronto” la frase sigue teniendo sentido.
    – Dices que “fue relajándose” y a continuación “cruzó un brazo por delante de otro” sería mejor decir “cruzó los brazos” pero en un caso o en otro sigue siendo un gesto defensivo por lo que no estaba tan relajada
    – Cuando pones “de que ellos habían sido esa pareja del cuadro” se podría referir a ella y al marido o a otro hombre y aunque luego sabemos que se refiere al marido conviene que no haya confusión desde el principio
    – De todas formas lo que va delante no concuerda con ese “de que” sería “que” “cómo” “cuándo” “que quizá” sobran los “que” que hay delante.

    Me ha encantado la reflexión que hace Mosén sobre que todos seamos un poco arte moderno y necesitemos que nos presten atención para revelar lo que escondemos en nuestro interior.

    También has escrito un buen final. ¡Enhorabuena!

    Si quieres leer mi relato es el 76. Un abrazo.

    Escrito el 22 enero 2016 a las 12:06
  13. 13. Manoli VF dice:

    Hola Caciba. Realmente te felicito por tu relato. Que un relato como éste genere polémica para mí es positivo. Tal como te ha apuntado algún compañero yo no he visto tampoco ningún “destrozo” en cuanto a arte moderno, comparto tu opinión al respecto y aquí también veo que muchas veces el arte se confunde con el nombre del que firma…pero en cualquier caso, tal como también te han comentado, el tuyo no es un artículo de opinión, por lo cual la opinión personal sobre el tema sería algo secundario.

    Dicho esto, opino que la figura del narrador te ha quedado muy lograda. Es un relato bueno, enriquecido con el lenguaje de los gestos, la imaginación en los nombres, el paseo por la galería de arte…

    Como mejora, yo he visto pequeños detalles de puntuación que cambiaría como:

    Con los años he aprendido que una obra de arte se ve a través de los ojos pero se mira con el corazón y las emociones que ella nos produce las demostramos mediante el lenguaje corporal, no solo con el rostro(.) El cuerpo habla. Lo he aprendido por mi posición en la sala(;) con los lienzos solo puedo ver a los espectadores por la espalda

    Respecto al final sí que he notado un cambio de registro en la ironía del personaje y, aunque me ha gustado, me ha parecido un poco simple, aunque esta no es la palabra, no se bien como decirlo, pero quizás si cambiases esa última frase a modo de moraleja: “no sería su último beso” creo que mejoraría, más que nada para mantener el tono.

    Son detalles, porque, vamos, el relato es magnífico y lo he disfrutado mucho. Te sigo leyendo.

    Saludos.

    Escrito el 22 enero 2016 a las 12:09
  14. 14. Manoli VF dice:

    Discúlpame, se me olvidó entrecomillar el pasaje de tu texto a la hora de comentar la puntuación, para que se viese mejor a lo que hago referencia. 🙂

    Escrito el 22 enero 2016 a las 12:13
  15. 15. Caciba dice:

    Os agradezco mucho a todos vuestras opiniones y consejos. Voy a puntuar nuevamente el relato y a corregir algunas palabras (el error de “alma” es imperdonable :/ )como me habéis indicado y lo voy a comparar. En el próximo repasaré más la redacción.

    Manoli, dudé mucho con ese final. No sabía cómo expresar lo que quería decir. Tanto en el anterior relato como en éste he tenido problemas con el número de palabras, siempre tengo que recortar, algo que sé que no es acertado. Espero que me vaya costando menos en los próximos.

    En cuanto pueda leeré vuestros relatos, pero no voy a poder hacer un análisis tan completo como el vuestro: “me dais cien vueltas”.

    Gracias a todos.

    Gracias a todos.

    Escrito el 22 enero 2016 a las 13:01
  16. 16. Cryssta dice:

    Caciba perdónate a ti misma que errar es de humanos y a todos nos ha pasado que hemos cometido errores tontos en nuestros relatos.

    En cuanto a recortar no es malo sino bueno, tenemos tendencia a poner demasiadas palabras que sobran en el texto porque aportan poco o nada. Por eso motivo es bueno que nos pongan límite de palabras, así podemos practicar el poner frases más cortas.

    Por ejemplo, pones “Fui al parque del Retiro, donde a menudo jugaban los hijos de mi vecina y allí me encontré con un señor bajito que reía a carcajadas”. Entonces ves que te pasas de palabras y lo cambias a “Fui al parque del Retiro y allí encontré un señor bajito que reía a carcajadas”. Por un lado has quitado a los hijos de la vecina que no pintan nada en la historia porque ni se ha hablado antes de ellos ni se va a volver a hablar. Por otro lado has cambiado “me encontré con” por “encontré” y la frase sigue teniendo sentido. Con el ahorro puedes poner otra frase que sí sea interesante.

    Se pueden hacer otros cambios, por ejemplo “había temido” se puede cambiar por “temí” y te ahorras una palabra. Evitar decir “subí arriba, al quinto” y decir “subí al quinto” porque ya sabemos que subir solo se sube hacia arriba, nunca hacia abajo.

    Animo, que la próxima vez lo harás mejor y que conste que este relato está bastante bien.

    Escrito el 22 enero 2016 a las 14:03
  17. 17. Frida dice:

    Hola Caciba. Antes de nada muchas gracias por tu paso por mi relato.

    En segundo lugar me ha gustado tu relato, una profunda reflexión sobre el interior humano. Me ha resultado preciosa esa frase de que, quizás todos seamos un poco arte moderno. Únicos e indescifrables a simple vista. Tan sólo por leer esta reflexión, la lectura ha merecido la pena.

    Recuerdo que en el anterior texto, me comentaste que tú también habías pensado en los espejos que los españoles intercambiaban a los indios por perlas, pues bien, en esta ocasión, te comentaré, que mi primera idea giraba también entorno a un cuadro titulado el último beso, sólo que al final no pudo ser. Así que sorprendida me quedo con tu narración y, contenta de ver lo que has conseguido con esa idea.

    Enhorabuena.

    Escrito el 25 enero 2016 a las 13:14
  18. 18. Caciba dice:

    Muchas gracias, Frida, y¡qué casualidad! A ver en el siguiente si tenemos el mismo pensamiento. Cuando tenga ya la idea de lo que vaya a escribir te la voy a enviar telepáticamente, a ver si funciona .

    Me habría gustado mucho que hubieras podido desarrollar tu idea, para ver de qué manera lo afrontabas. Cuando leo vuestros relatos siempre pienso qué es lo que hubiera hecho yo con esa misma idea (seguramente desgraciarlos).

    Muchas gracias por tus palabras.

    Un saludo

    Escrito el 25 enero 2016 a las 16:32
  19. 19. Sara Ley dice:

    Hola, como yo no entiendo demasiado de arte (es mi hermana la licenciada en esa rama), sólo puedo hablar del relato. Me gustó lo de los nombres de los personajes, en seguida sospeché que había algo “raro con ellos”.
    Sé que el narrador testigo era un elemento de este mes, pero me parece que está muy bien encajado, especialmente en la escena final, con Sofita mirando el cuadro.

    Respecto a los errorcillos, ya te los han señalado los demás, pero en general yo no veo nada grave que me distraiga al leerlo. También me da la impresión, como a algún otro compañero, de que la introducción es muy larga.

    Escrito el 26 enero 2016 a las 00:06
  20. 20. Fernando Caporal dice:

    Hola Caciba, me gustó mucho leerte, hiciste un muy buen trabajo descriptivo de la situación que el narrador testigo ve, y los detalles del lenguaje corporal son geniales. Como no se de arte, no puedo hablar más que del contenido del relato como lector neutral en el tema. Solo pude ver dos cosas que a mi humilde opinión podrían mejorarse o bien cambiarse para dar un poco más de riqueza al relato, que ya de por si tiene mucha. En primer lugar, encajando al narrador como testigo, no creo demasiado relevante la opinión que él tenga sobre el arte, si le gusta o no, si lo entiende o no, no sé, no me pareció necesario. En segundo lugar, el desenlace me pareció algo rápido, o la presentación de la historia me pareció algo extensa, ya que el final es excelente, ya que en un texto breve logras contar muchas cosas, que de por sí resulta bastante difícil, y eso posiblemente me dio la sensación del final algo precipitado, al menos para mi gusto.
    En líneas generales y no tan generales también, me gustó mucho leerte, espero continuar haciéndolo.
    Gracias por compartir tu inspiración.

    Escrito el 27 enero 2016 a las 00:13
  21. 21. Caciba dice:

    Gracias, Sara y Fernando.

    En el anterior relato y en éste me ha pasado lo mismo: introducción larga y final rápido. Me cuesta mucho acomodarme a las 750 palabras, sé que tengo que aprender a desechar los elementos no importantes, pero me cuesta. En el siguiente eso mismo va a ser mi reto, veremos si lo logro. Muchas gracias.

    Un saludo

    Escrito el 27 enero 2016 a las 10:20
  22. 22. Verso suelto dice:

    ¡Muy bueno Caciba!

    Me encanta la aproximación que haces a lo que sea que es el arte.
    Yo he leido el relato de principio a fin con deleite, con facilidad. Si hay algún fallo literario yo no lo he notado.

    En tu relato hay arte.
    ¡Enhorabuena!

    Escrito el 31 enero 2016 a las 12:30

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