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El último beso - por Brenda
El autor/a de este texto es menor de edad
Hace ya muchos años, cuando estaba internado por una enfermedad de la que ya ni recuerdo el nombre, tuve un compañero de habitación que hablaba solo. Cierta noche estaba yo en ese estado entre el sueño y la vigilia, cuando lo oí suspirar un nombre.
—Amelia…
Me di la vuelta dispuesto a decirle que se callara y me dejara dormir cuando vi a aquella muchacha parada junto a la ventana, no dije nada. No tenía idea de cómo había entrado sin que algún guardia la detuviera, pero ella estaba allí. Parecía un ángel.
—¿Cómo estás?—le preguntó a mi compañero, quien la miraba con la mandíbula desencajada.
—Yo estoy bien—farfulló él—, pero tú…
—También estoy bien.
Se acercó al joven que la observaba como si ella fuera la respuesta al mayor misterio del universo y le tomó las manos.
—¿Cómo es posible…? ¿Dónde estás?—balbuceó él.
—Estoy aquí—respondió ella con cautela.
—No, me refiero…
—Sé a qué te refieres—aseguró.
—¡Iré a buscaste!—exclamó el joven tan fuerte que, en la habitación contigua, alguien comenzó a llorar—¡Dime dónde e iré por ti pero no me obligues a vivir solo! Cruzaré la línea entre la vida y la muerte, ¡me suicidaré si hace falta! Pero por favor…
—No lo harás—dijo ella sin alterar el tono, el muchacho comenzó a llorar y ella le acarició el cabello sin decir nada. Cuando habló parecía que las palabras le quemaban la garganta, aunque ahora que lo pienso, quizá lo que pasaba era que se le rompía el corazón; y no debe de ser fácil hablar con el corazón roto—. John, tú decidiste cuando acabar con mi vida, ahora es mi turno de decidir cuándo acabará la tuya.
—¡No depende de ti!—gritó—¡No puedes hacer nada para impedir…!
John apretaba los puños y negaba vehemente con la cabeza. En su momento creí que estaba muy enfadado por algo, pero ahora no lo creo, ahora creo que lo que él sentía era desesperación. Y Amelia lo sabía porque no intentó calmarle, sino que lo dejó llorar y gritar hasta que, por fin, él se creyó capaz de volver a hablar.
—Perdóname—susurró, mirando fijamente los ojos de su amada. Estaban enamorados, nadie que viera como se miraban pondría en duda otra vez la existencia del amor—. Perdóname…—repitió—. No tienes idea lo que fue lidiar con el dolor de tu perdida y el peso de la culpa…
—Ya te perdoné—murmuró ella—, sé que no eras tú aquel día. Sé que estás enfermo. Lo que no te perdonaré es que acabes con tu vida. Quiero que esperes a que la muerte venga por ti, no la busques.
John no respondió y ella se levantó de la cama. Caminó con movimientos delicados hasta la ventana y se dio la vuelta para mirar por última vez al lloroso muchacho. Él se levantó torpemente y se acercó a ella.
—Te amo—susurró Amelia mientras le rodeaba el cuello con los brazos—, y ni la muerte puede cambiar eso.
—Te amo—murmuró él abrazándola por la cintura—, y ni la vida puede cambiarlo.
Entonces, con las mejillas empapadas en lágrimas, se besaron. Se despidieron sin decir adiós y en un abrir y cerrar de ojos, Amelia había desaparecido.
Conté la historia un millón de veces. Mis hijos se hartaron de oírla, pero yo no de contarla ¡Y es que es una historia tan maravillosa! Muchos creían que era una falsedad, algo que inventé en mis ratos libres, ¡pero cuánto se equivocaban esos escépticos!
—¡Ustedes está loco!—me dijeron muchas veces luego de que asegurara que todo era cierto.
—Puede ser—respondía siempre—. Es más, todo sucedió en un hospital psiquiátrico, ¿pero porque quien lo cuenta haya sido un loco significa que no es verdad?
Hola Brenda.
Maravilloso. Con un lenguaje fluido y bien manejado. Y un final sorprendente e inesperado. No se puede pedir más.
Hola, Brenda. Una historia bien narrada y que cumple con creces el reto. Me ha sorprendido que el narrador sea testigo de una historia imaginaria, y que además todo sea verosímil con ese recurso a esa enfermedad “que ya ni recuerdo el nombre”. Genial.
Mi enhorabuena, máxime al ver que está escrita por menor de edad. Te deseo mucho éxito.
Hola Brenda, me has dejado una grata impresión con tu relato. Leer además que eres menor de edad, me da luces sobre el potencial literario que posees. ¡Felicitaciones! Espero seguir leyéndote.
Saludos.
Hola Brenda,
he tenido mucha suerte de estar justo antes que tu en la lista y así poder leer tu precioso relato.
Original, poético y muy bien escrito.
Te felicito
Excelente relato, Brenda. Te felicito porque tu relato atrapa desde un principio y ese final queda exacto. Me encantó. Solo vi un par de errorcillos que te señalaré porque aun nadie los ha mencionado.
“—¡Iré a buscaste!—exclamó el joven tan fuerte que, en la habitación contigua, alguien comenzó a llorar—¡Dime dónde e iré por ti pero no me obligues a vivir solo! Cruzaré la línea entre la vida y la muerte, ¡me suicidaré si hace falta! Pero por favor…”
Es buscarte, no buscaste. Después de llorar creo que la raya de diálogo lleva punto.
“—¡Ustedes está loco!”
En esta creo que es usted, no ustedes.
Son pequeños errores, fáciles de resolver.
De todos modos, excelente relato.
Felicitaciones y saludos.
Hola Brenda!
Gracias de nuevo por pasarte por mi relato y comentarlo!
Y gracias también por el regalo de este relato tuyo conmovedor y mágico. Recuerdo tu primer relato aquí, también había este pasaje entre un mundo y otro, creo que es un motivo que te ocupa bastante. Tu prosa está bien manejada y tienes una imaginación fresca. Bravo y adelante!
Brenda,
Me estaba gustando mucho, pero al ver que era de alguien menor de edad, he de reconocer que me ha impactado… Aqui hay mucho talento.
Sigue escribiendo por favor, limaras los pequenos defectos y te haras aun mejor…
Enhorabuena!
Hola Benda
Un relato fantástico. Bien escrito, con una trama interesante y unos personajes con mucha carga psicológica.
Además le has dado un toque poético que suaviza toda esa tremenda trama.
¿Eres menor de edad, Brenda?
Pues sigue escribiendo que tienes “madera”.
Un beso. Marazul
HOLA COMO LA mayoria de mis compañeros . tambien a mi me ha enganchado desde el principio. y el relato es fino y tranquilo, muy relajado.
es verdad que hay alguna palabras que suenan raras, y ya te las han corregido.
me ha gustado. saludos.
Pese a la “ñoñería” (soy reacio a relatos románticos) que tiene el relato me ha gustado mucho. Los dos errores que he visto ya te los ha comentado Ryan así que en este aspecto no puedo aportar nada más. Solo felicitarte por el relato: esta bien escrito, es atrayente desde el principio y tiene un final que me gusta. ¡Felicidades!