Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

El último beso - por L.Sianel

Soplaba un viento gélido en un atardecer de invierno. Ella se apartó suavemente su cabellera dorada de la cara. Sus gestos recordaban la delicadeza de alguien que había crecido rodeado de buenos modales, alguien que nunca había tenido que ensuciarse las manos. Vestía un abrigo de piel negro que cubría un cuerpo esculpido. A pesar de los años, aún conservaba esa figura que hacía girar las cabezas de los hombres y despertaba la envidia de todas las mujeres. Era bella, y lo sabia. Le gustaba jugar a ser el centro de atención, adoraba que la mirasen y la mimasen.
Era prostituta. Ella nunca me lo dijo, pero lo sabía. En una ciudad tan pequeña los rumores se expanden como pólvora. Cuando empecé a buscarla no lo sospeché. Durante muchos días la seguía a escondidas a todos los hoteles que iba, a todos los restaurantes y fiestas en las que solía asistir. Siempre perfecta. Con apariencia de triunfadora, andaba como si se tratase de una actriz famosa. Contoneaba las caderas como si escuchase una música en su cabeza que le susurrase: brilla. La calle se convertía en su pasarela cada vez que salía. Sus acompañantes, hipnotizados por tanta elegancia y belleza, se sentían afortunados. Pagaban para que los otros viesen cómo se paseaban con un trofeo temporal. Un trofeo sucio y vanidoso que había pasado por demasiadas manos y que en realidad nunca logró llegar al pódium.
Una vez me contó que estaba obsesionada con las miradas, pues eran lo único con lo se sentía un poco querida, deseada y en definitiva viva. Cuando llegaba a casa agotada por haberse paseado en tacones y molesta por la ropa ceñida que fingía no asfixiarle demasiado el pecho, era entonces, cuando después de desnudarse la cara, se miraba. Podía permanecer horas ausente, aturdida por lo que veía. Su vida no tenía sentido cuando nadie la miraba. Lloraba. La soledad salpicaba cada gota de aquella casa. Una casa vieja, descuidada en la que siempre se estaba a oscuras. Le producía tanto pánico su vida real que necesitaba disfrazarla continuamente con cada hombre con el que estaba. Soñaba que algún día las luces se encenderían y ella tendría una familia feliz. Pero la vida se encarga de que todas las máscaras acaben cayendo y de que el maquillaje no sea suficiente para cubrir el pánico en el que su corazón se enfrentaba cada vez que se apagaban las luces. Enfermó. Ingresó en el hospital con un pronóstico con fecha de caducidad. Nos quedaba poco tiempo. La esperé durante muchos días pero no salía. Decidí apuntarme como voluntario del hospital para estar más cerca de ella. Su habitación estaba siempre a oscuras, sin acompañantes, solo ella. Cuando nos encontramos por primera vez creí que me reconocería, pero no fue así. En pocas semanas esa mujer de mirada ausente, y aspecto distante empezó a sonreírme. Fue cogiéndome cariño porque, al parecer, fui el único que soportaba sus aires de estrella frustrada, el único que siempre se interesaba por ella. Yo me sentía feliz y sé que es triste que justo fuese en ese momento que nuestros caminos se volvieran a encontrar. Ahora que estábamos tan bien. Recuerdo que la gente se extrañaba por el grado de implicación que tenía con aquella paciente insoportable. Aunque ellos no lo entenderían. La última vez que la vi, me cogió de la mano. Me miró con esos ojos tristes que desee que no se cerrasen nunca, y lo entendí todo. Se estaba despidiendo. Me sonrió, me sonrió con los ojos. Me dijo que me acercase y me susurró “te reconozco Marc y lo siento”. Cerró los ojos y yo la besé. Mis lágrimas cayeron en silencio. La estreché dulcemente entre mis brazos y le dije: “Te perdono mamá”. Sonrió y su corazón dejó de latir.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

7 comentarios

  1. 1. Cesar A. Martín dice:

    Hola L. Sianel
    El texto esta muy bien escrito y se nota el trabajo y las relecturas (correcciones). Nos llevas de la mano durante el mejor momento de la protagonista y nos haces sentir su caída.
    El desenlace le da brillo al relato y nos obliga a contemplarlo todo con nuevos ojos. Es un gran trabajo.
    Desde mi punto de vista la presentación de la protagonista es un poco larga, sé que quieres que entendamos su gran exito pero quizás podrías haber utilizado una acción o anécdota en lugar de una descripción tan detallada que a veces parece reiterativa. Tambien creo que usas algunos lugares comunes (Ella se apartó suavemente su cabellera dorada de la cara. Sus gestos recordaban la delicadeza de alguien que había crecido rodeado de buenos modales, alguien que nunca había tenido que ensuciarse las manos. Vestía un abrigo de piel negro que cubría un cuerpo esculpido).
    Pero consigues transmitirnos el cariño del narrador y la visión romántica de un hijo.
    Enhorabuena y un saludo.

    Escrito el 18 enero 2016 a las 21:36
  2. 2. L.Sianel dice:

    Hola Cesar A.Martín,

    Agradezco mucho tu comentario y que hayas dedicado tu tiempo a leer y corregir mi texto.
    Tendré tus críticas muy presentes.

    Gracias y un saludo.

    Escrito el 19 enero 2016 a las 20:53
  3. 3. Cesar A. Martín dice:

    Hola de nuevo, se me olvidó decirte que espero impaciente tu visita. Entre todos tenemos que ayudarnos a crecer.
    Un saludo.

    Escrito el 21 enero 2016 a las 00:50
  4. 4. Carolina dice:

    Hola L. Sianel me gusto mucho la presentación que haces de la protagonista, muchas descripciones que me permiten como lector introducirme en su vida y paso a paso llegar hasta un final inesperado.
    Una trama muy conmovedora.
    Un saludo!

    Escrito el 22 enero 2016 a las 01:59
  5. 5. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Hola L. Saniel, que pedazo de relato me acabas de otorgar; me alegro de haber llegado a tu página. La descripcion que haces de la protagonista es perfecta y entendible. ahí, fluye el amor a raudales pero tambien, un muy justificado reproche que vine a entender con el desenlace de la historia; simplemente exquisito. Enhorabuena y dale duro. Te dejo porque las lágrimas no me permiten ver el teclado o sera que el cuarto está oscuro.

    Escrito el 24 enero 2016 a las 17:22
  6. 6. Candi Fuentes Arroyo dice:

    Hola, L. Sianel:

    Me ha encantado tu relato. Es entrañable. Parece que sea un amante abandonado quien observa a la protagonista (más aún porque he leído hace poco Travesuras de la niña mala, de Vargas Llosa, y me la ha recordado).
    Cómo explicas cada detalle para trasladarnos el estilo de ella y los sentimientos de él hacia ella es muy bueno. Hace sentir compasión por ella, por esa desgraciada vida que tiene donde camufla su desdicha en la apariencia del lujo.
    El final es sorprendente y hace comprender mejor todo, aunque desde principio me he ido metiendo en la historia y la he percibido muy bien. Haces que sea fácil su comprensión, con la puntuación utilizada.
    Enhorabuena.
    Solo una cosita: En “Yo me sentía feliz y sé que es triste que justo fuese en ese momento que nuestros caminos se volvieran a encontrar. Ahora que estábamos tan bien.”, no sé si es que falta algún nexo que impide la comprensión total o has buscado algún efecto estilístico.
    Algunas preposiciones creo que serían más acertadas que las que utilizas: “las fiestas en las que solía asistir”. Sería mejor utilizar “a”, a mi entender. Lo he visto en otro lugar también. Y algunas tildes te faltan que poner.
    Al final han sido varias cositas, pero eso solo te lo comento para si te puede aportar algo a ese estupendo relato que te ha quedado redondo.
    Espero que te sirva y que me leas y me aportes lo que te parezca mi relato. Es el 216 y aún no me han leído los tres que vais por delante.
    Un saludo

    Escrito el 24 enero 2016 a las 21:31
  7. 7. L.Sianel dice:

    Muchas gracias a todos por los comentarios.

    Agradezco cada palabra.
    Vuestras críticas son muy constructivas y las tendré muy en cuenta.

    Gracias de nuevo y un saludo a todos

    Escrito el 24 enero 2016 a las 23:16

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.