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El último beso - por Chuck

Web: http://qumeradigital.wordpress.com

Aquel era un escenario donde los patrones se repetían y cada persona era establecida en un estereotipo. Él, estaba en una de las mesas más viejas del comedor junto a un compañero hablando sobre el argumento de una serie. Ella estaba rodeada de personas, revisaba su celular y fingía estar distraída, su entorno le aburría.

Él la miraba desde lejos, siempre la había mirado y sabía que era diferente a las que la rodeaban. La conocía desde que eran pequeños, bueno… él creía conocerla, solían ver clase todos los años y él no era más que un fantasma que quedaba relegado a los últimos puestos, producto de los prejuicios.

Ella siempre había odiado al sistema y cada una de las superficialidades que involucraban ciertos preceptos. Sin embargo, ante la influencia de su madre y su hermana, se había convertido en parte de lo que más odiaba. Detestaba la superficialidad desde que tenía memoria, pero nunca había intentado contrariar a su progenitora. Ella leía y vaya que leía bastante, solía leer autores clásicos, hasta los nuevos títulos de ficción, terminaba enganchada en cada historia que le pareciera que tenía un propósito y que la hiciera olvidar la que estaba viviendo.

A partir del 3er año hasta el último que estaba cursando, él empezó a escribir una historia de ficción, pensó en un universo propio, en los héroes que lo habitaban y empezó a publicarla a través de Internet. Algunos criticaban la historia, los personajes pero hubo una usuaria anónima que empezó a criticar a fondo cada una de las acciones de la historia. Ella veía puntos diferentes de la trama y sugería diferentes alternativas para los personajes que a él nunca se le hubieran ocurrido; así empezó a hablar con la anónima.

Los últimos días previos al baile llegaron y la mayoría de personas ya tenían a sus parejas, ella rechazaba a todos sus pretendientes en un intento de rebeldía, pero sabía que al final del día debía decidirse. Él no tenía a nadie y ya estaba tan harto de la situación que en un atisbo de valentía, coraje y algo de ebriedad, la invitó a ella al baile. Ella titubeó en primera instancia, pero luego pensó que sería lo más cercano a retar a su madre, aceptando la invitación de él y dándole su teléfono.

Bajo nervios y la expectativa de una gran noche, allí estaba él tocando la puerta de ella, con unas flores rojas en su mano, ella estaba lista, ansiosa por ver la reacción de su madre. El timbre sonó y su madre abrió la puerta, de una sonrisa hipócrita cambió a un rojo que expresaba su ira, cerró la puerta de un portazo, él no sabía qué pasaba. La madre de ella, hizo un berrinche y empezó a tomar, la culpó de los males de su vida y rompió a llorar encerrándose en su cuarto, él seguía afuera sin saber que había pasado, habían transcurrido 10 minutos y quizás debía irse. De un momento a otro recibió un mensaje de ella, le decía que se encontrarían dentro de media hora en el parque central de la ciudad.

Ella llegó tal como había dicho, él apenas se intentaba convencer de que no todo saldría mal y que al menos al menos estaba con ella. La chica se disculpó con él y le explicó parte de lo que había sucedido, no irían al baile, sólo estaban allí en medio del parque ante un cielo estrellado, la escena que cualquier bestseller hubiera elegido. Pero no eran nada, él miraba de un lado a otro y no sabía que decir, mientras que ella empezó a comparar su vida con la de ciertas historias que había leído, él las conocía e inmediatamente empezó a hablar de ellas. Debatieron sobre algunos personajes, circunstancias y sabía que quizás la conocía más de lo que creía y ella por su parte también. De un momento a otro, la conversación los llevó a discutir sobre la historia que él estaba escribiendo y ella, comenzó a criticarla como aquella usuaria anónima que alguna vez hubiera sido, se quedaron un momento en silencio, se rieron y se besaron.

La luna estaba ante ellos, él no lo podía creer, todo había salido bien. Sonó una algarabía que no provenía de ningún lugar, un grito que anunciaba su nombre. Todo se desvaneció, despertó y se encontraba en medio de una clase de matemáticas, siendo regañado por el profesor, mientras los demás se reían de él, incluso ella.

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3 comentarios

  1. 1. Florencia dice:

    ¡Hola!
    ¡Triste! Me gustó mucho cómo lo escribiste, la separación de los párrafos, la redacción muy limpia… Destaco la creación de los personajes, interesantes y muy amplios para un relato limitado en palabras.
    Con respecto a la historia, engancha y entretiene, pero el final es cruel. Igualmente, sorprende. Hay un par de cosas que deberías aclarar, como por qué la mamá de ella lo desaprueba tanto. Y repites “al menos” en el párrafo 7, pero deduzco que es un error de distracción.
    Linda historia, te felicito.

    Escrito el 18 enero 2016 a las 22:08
  2. 2. Jess dice:

    Que tal, Chuck
    La historia tiene mucho de lo que se llama resumen, creo que te faltó mostrar más las escenas, tienes varias cacofonías por ejemplo: estaba, revisaba; pareciera, hiciera etc.
    Nos seguimos leyendo saludos!!

    Escrito el 19 enero 2016 a las 05:44
  3. 3. L. Mor Arcadia dice:

    Hola,es un placer leerte.
    Me gustó mucho que dieras una rápida descripción de la psicología de los personajes a pesar de las pocas palabras que se nos da para ello. La manera en que se desarrollan los eventos en la historia es muy activa pero clara, siento que eso es mi punto devil así que felicidades 😀
    El final causó un curioso y sorpresivo efecto que, en lo personal, me gusta ver en los relatos cortos.
    El único detalle que no me agradó del todo en cuanto a la forma fue el tanto uso de “él” y “ella” pues siento que esto hacía algo monótona la lectura.

    Saludos 😀

    Escrito el 21 enero 2016 a las 02:17

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