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El ultimo beso - por Ana María García Notario

Web: http://historiaspasadasatinta.blogspot.com

Eran las 2:00 a.m. 30/01/1940. Varsovia, Polonia.
Abrí los ojos de golpe, dejando mi plácido sueño inacabado. Oí unos ruidos en el salón, metal chocando, a veces enmudecido por una tela gruesa. Al principio me asusté, pensaba que era un ladrón robando. Pero cuando oí las voces de mis padres, me calmé. Aunque ellos vociferaban. Se oía por media casa, hasta un tímido gato en la lejanía se atrevía a inmiscuirse en la conversación.
– ¡No entiendo por qué te tienen que coger a ti, Tanek! ¡Tienes niños pequeños! ¡¿Eso no lo entienden?! –
–Debes entenderlo, Izolda. Soy un hombre joven. Y es lo que necesitan, juventud y fuerza. – La voz de mi padre parecía más consoladora que la iracúnda voz de mi madre, que parecía muy enfadada.
– ¡Entonces iré contigo! ¡nos querrán a ambos! –
–¡Pero estás loca! Tenemos a Jadzia, que es muy pequeña para quedarse sola, y menos huérfana.Por no hablar de Piotr… Debes quedarte en casa, querida, a cuidar de los niños y a rezar por mi regreso. –
– ¿Y si no regresas Tanek? –
Las voces de mis padres se apagaron de repente. El inicio de sollozos de mi madre me alertó. Mi madre nunca llora,es fuerte. Me deslicé al suelo lentamente desde mi cálida cama, caminando de puntillas por el pasillo hasta que me aproximé al quicio de la puerta del salón, desde donde, agazapada, contemplé cómo mi risueña mirada infantil se volvía llanto.
El cacharreo que antes oí es lo que más me dolió y me frustró por dentro. Fruncí el ceño cuando vi que era mi padre. Mi padre metiendo en una mochila de tela todo aquello que creía que podría acarrear. Su destino: LA GUERRA. Esa palabra que me daba tanto miedo y que hacía pocos días que había empezado según la radio en nuestro país.
– No puedo seguir de brazos cruzados viendo cómo destrozan mi país. ¡Tengo que hacer algo! – gritaba mi padre mientras blandía en su mano una cuchara antes de meterla en el petate.
Mi madre no paraba de llorar desconsolada en un sillón, casi sin fuerzas para estar en pie. Aferrada a la chaqueta de mi padre, sus lágrimas caían sin cesar por sus mejillas. Sólo susurraba una cosa: ¿Por qué?
Al contemplar aquella escena, quería volver a la cama, pero mis pequeños pies no respondían, y mi cerebro quería saber cómo finalizaba aquello.
Una vez que había terminado de hacer su petate, mi padre agarró a mi madre por los hombros y la incorporó con delicadeza.
– Tranquila, Izolda, estaré a salvo. Sabes que soy un hombre de palabra. – se agachó hasta el regazo de mi madre. – y te prometo que conoceré al pequeño que llevas aquí. –
– Piotr está creciendo sano y fuerte. Lo noto en mi interior.- mi madre se tocó su abultado vientre, donde estaba mi hermanito, como si ya lo estuviera arrullando.
– Piotr, ten paciencia. El enemigo es fuerte, pero nosotros lo somos más.-Desató a mi madre de su lazo amoroso y arrimó su petate al hombro. – Lo siento Izolda, me tengo que ir. Es la hora –
Mi madre se despidió efusivamente.
– Cuídate, mi querido y amado Tanek. Haz honor a tu nombre (Tanek en polaco significa “inmortal”)-
Mi padre bajó los ojos y me vio. Me asusté, siempre me impresionaron sus grandes ojos azules. Corrí hacia mi madre, pero, mi padre me cogió con el brazo que le quedaba libre del camisón, donde me hizo para en seco.
–¿Dónde vas tú? –
Y me soltó, como hacía cada noche, con un beso en la frente. Ese beso me quedó marcado para siempre, recibido entre lágrimas y una ligera sonrisa que esbozó mi rostro.
– Te deseo toda la suerte del mundo, mi pequeña Jadzia-
Soltó mi camisón, dejándome libre para seguir mi camino. Pero en lugar de eso, me abracé a su pierna cubierta por una extraña tela gruesa. Raspaba contra mis mejillas, pero no me importaba. Era mi padre, ese pedacito al que era accesible. Mi padre hizo que le soltara, agachándose a mi altura.
– Estaré aquí antes de lo que tú te crees. No dejes que tus ojos azules se pongan tan grises. Kochan ciᶒ (te quiero)-
Abrió la puerta y se fue. Nos quedamos mi madre y yo solas. Y ese beso fue hasta ahora… su último beso.”

– Y por ese motivo me he alistado, señor. Para encontrarlo. Me llamo Jadzia, 16 años. –

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6 comentarios

  1. 1. Anahi dice:

    ¡Me ha encantado! Sobretodo porque esperaba que el ultimo beso fuera entre los padres y que en realidad al final fuera para su hija ha sido adorable.
    Solo una nota, creo que los guiones de dialogo no se usan al final de este, solo al comienzo de la linea. Y creo que las notas extras que colaste en el texto entre paréntesis debieron ubicarse al final o directamente no debiste ponerlas, me distrajeron un poco a pesar de que me ahorraron la búsqueda, lo que en realidad no me hubiera molestado, me gusta buscar ese tipo de nimiedades que le dan mas sentido al texto.
    Pero en fin, es solo mi opinión.

    Saludos 🙂

    Escrito el 18 enero 2016 a las 21:44
  2. 2. Anahi dice:

    ¡Me ha encantado!
    Sobre todo porque había pensado que el ultimo beso seria para la madre, no para la hija, así que fue inesperadamente adorable.
    Una nota, creo que los guiones solo se usan al principio de la linea de dialogo pero no al final. Y con respecto a las notas que pusiste entre paréntesis, pienso que hubiera sido mejor ponerlas al final como aclaración o directamente no ponerlas, ya que me hubiera impulsado a buscar la información por mi cuenta, lo cual no me hubiera molestado. De hecho, me gusta buscar ese tipo de nimiedades que le dan mas sentido al texto.
    En fin, es solo mi opinión.
    Saludos.

    Escrito el 19 enero 2016 a las 03:37
  3. 3. Verso suelto dice:

    Es una historia muy emotiva que se deja leer muy bien.
    ¡Felicidades!

    Escrito el 22 enero 2016 a las 10:50
  4. 4. Sara Ley dice:

    Me ha gustado, el final me ha sorprendido.

    Coincido con la compañera de que algunos guiones están mal puestos.

    En mi opinión, creo que la primera frase que utilizas para situarnos en el tiempo quedaría más natural escrita de otra manera. Por ejemplo, que lo diga la propia Jadzia una vez se ha despertado de golpe. Así creo que quedaría mejor integrada la situación, estaría más “dentro” de tu relato.

    Escrito el 23 enero 2016 a las 01:23
  5. 5. Sara Ley dice:

    *en que algunos guiones están mal puestos, perdón.

    Escrito el 23 enero 2016 a las 01:24
  6. 6. Diego Manresa Bilbao dice:

    Ana,
    Me ha gustado mucho la historia, pero el final me chirria un poco. Es muy raro que la hija se aliste teniendo 16 anios, cuando la guerra duro 5 anios mas y la imagen que se presenta es de una hija muy joven al irse el padre… El resto perfecto.
    Nos leemos!

    Escrito el 23 enero 2016 a las 19:17

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