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El último beso - por Yolanda

EL ÚLTIMO BESO

Te acercaste a la puerta de la discoteca mientras buscabas en tu bolsillo las entradas del concierto, manteniendo fija la mirada en dirección al final de la avenida con sus recién estrenados motivos navideños. No veías llegar a Elena. Comprobaste la hora en el móvil y de paso los “what’s”, por si te habías perdido algún mensaje que avisara del retraso. Nada y solo quedaban unos minutos para el comienzo de los “teloneros”.

De repente te vino a la memoria el partido de fútbol internacional que acababa de iniciarse y comprendiste que, estando tan cerca del campo, el metro no daría abasto; pero Elena no tardó en aparecer, apresurada como siempre, con su sonrisa conciliadora y picara. El movimiento balanceante de su melena rubia, que tantas veces habías observado, acompasaba el ritmo rápido de sus pasos dirigiéndose hacia dónde estabas.

Sin permitir que le reprocharas nada, se abalanzó sobre ti, te dio un beso en los labios, te cogió de la mano y te llevó hacia la discoteca.
-Vamos cariño, ¿Dónde están las entradas? ¡Qué se nos hace tarde!
-Ya te vale, Elena. Los "teloneros" deben estar tocando. Vamos.

El ambiente en la sala transmitía un “buen rollo” especial. Lo habitual era que allí se vieran grupos de rock de bastante calidad, sin embargo el cartel de aquella noche era el más esperado de la temporada y tu, Antonio, estabas excitado, feliz. Cogiste a tu chica por la cintura y, mientras le besabas en el cuello, la levantaste del suelo unos cuantos centímetros.
Os acercasteis a la barra para pedir unas cervezas, oteando la zona cercana al escenario que ya estaba ocupada con gente que hablaba entre sí animadamente, sin prestar demasiada atención a los que estaban tocando.
-¿Que te parece si nos quedamos por aquí?. Preguntaste. Estamos cerca de la bebida, menos agobiados y se ve todo perfectamente.
-¡Muy bien!. Contestó Elena. Yo casi lo prefiero. Mira Antonio, ya están cambiando los instrumentos. ¡Por fin!.

Antes de terminar de pagar las dos cañas que teníais en la mano, se hizo la oscuridad en la sala. Con un aplauso general acompañado de los pitidos entusiastas del público, los músicos aparecieron en el escenario envueltos en una luz roja que los hacía parecer más lejanos, más canallas. En ese momento inicial, con las guitarras eléctricas aporreadas sin cesar, todo parecía estallar y te sentías completamente conectado, no solo con la música que iba poco a poco perfilándose, sino también con todos los que estaban allí disfrutando lo mismo que tú. Abrazaste a Elena y los sonidos reconocibles os invitaron a bailar.
Tocaban la primera canción del último disco y te pareció extraño escuchar en el directo algún instrumento nuevo. Te incorporaste para comprobarlo y aparentemente solo estaban las dos guitarras, el bajo y la batería. Agudizaste el oído.
-¿Petardos? Estos tíos son capaces cualquier cosa.

Un dolor agudo y profundo te hizo caer al suelo y con tu caída empujaste a Elena contigo. La música se fue descomponiendo hasta desaparecer. Los instrumentos abandonados rápidamente en la huida, emitieron un estruendo en los altavoces y el concierto se transformó en una traca implacable, rodeada de gritos angustiosos. Viste en tu mano la sangre y la visión se fue nublando poco a poco. El instinto te había llevado a proteger a Elena con tu cuerpo y esa sería la última vez que estarías sobre ella. Sin tener tiempo de comprender como habías llegado hasta allí, solo pudiste darle un beso. El último beso.

“… Pequeña muerte, llaman en Francia a la culminación del abrazo, que rompiéndonos nos junta y perdiéndonos nos encuentra y acabándonos nos empieza. Pequeña muerte, la llaman; pero grande, muy grande ha de ser si matándonos nos nace.” (Eduardo Galeano)

Yolanda.

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7 comentarios

  1. 1. Coral Mané dice:

    Hola Yolanda!
    Soy una de los tres comentaristas “obligatorios” de tu relato y ciertamente me ha encantado serlo. Tu cuento me ha encantado y al leerlo se me ha puesto hasta carne de gallina.
    Al principio no entendía muy bien lo que pasaba, pero conforme iba avanzando todo cuadraba, hasta desembocar en el trágico final, que además, tristemente, ocurrió de verdad. Es un último beso en toda regla.
    Como alguna falta te tenía que poner, te apunto que los diálogos no están bien marcados, revisa ese aspecto. Por otra parte, pese a que has marcado el reto optativo, creo que al igual que me ha pasado a mi en mi relato (dos por encima del tuyo) no lo has hecho bien. En teoría el narrador testigo no tiene que saber lo que piensan o sienten tus personajes, y el tuyo si lo sabe.
    Pero bueno, en definitiva los pros superan con mucho a los contras y me ha gustado mucho.
    Enhorabuena y un saludo!

    Escrito el 19 enero 2016 a las 20:08
  2. 2. Bastián Robinson dice:

    Hola Yolanda,
    Lo primero de todo gracias por aportar tu historia, pues considero que el simple hecho de escribir ya es un gran mérito y a la mayoría nos supone un gran esfuerzo. Vaya por delante que soy un comentador bastante novel, aunque un voraz lector, es decir que cualquier comentario viene directo desde una relativa ignorancia, pero con toda la buena fe e intención de hacer una crítica constructiva.
    En cuanto al contenido, reconozco que me ha gustado el tema, que además creo que es un homenaje merecido a víctimas de un hecho real. Pero lo que más me ha gustado ha sido que vas desgranando poco a poco los datos hasta que casi al final, le das la pista justa al lector para que por él mismo, determine la ambientación de la historia. Sí que reconozco que me hubiera gustado profundizar un poco más en todo lo que hay previo al detonador de la historia, meterle algo de chispa, ya que creo que el principio es un poco banal, o mejor dicho, un poco “plano”. Para mí el relato empieza en “Antes de terminar de pagar…”.
    Sí que creo que la elección del argumento en relación a la condición que se nos pedía, o sea el título de “El último beso”, ha sido muy acertada, no se ha visto nada forzado.
    En lo que se refiere a la forma, un par de sugerencias con tu permiso:
    -Las palabras que están recogidas en el diccionario de la RAE, creo que no se ponen con comillas, sino directamente en redonda (por ejemplo telonero).
    -Los guiones, efectivamente, son los largos (están en “insertar símbolos”) los que se usan para diálogos.
    -También creo que tu narrador no responde al reto, ya que más que testigo, a mi juicio, sería una especie de narrador EQUIESCENTE o uno en SEGUNDA PERSONA, que se suelen dirigir al lector o se habla a sí mismo. Eso quizá tendría que ser alguien más entendido el que te aconsejara. En todo caso creo que has sido muy valiente al utilizar este tipo de narrador, que creo que es muy difícil de manejar (yo aún no he tenido coj…)
    En general, y para terminar, te digo que me ha gustado leer tu relato, y que se nota que le has puesto sentimiento al redactarlo, además de un enfoque arriesgado y una acertada relación entre la historia y el título, que era la condición exigida.
    Espero que mis comentarios te puedan ayudar en algo y servir de acicate para seguir escribiendo.
    Enhorabuena ESCRITOR/A, y gracias.

    Escrito el 19 enero 2016 a las 20:57
  3. 3. Don Kendall dice:

    Hola Yolanda,
    Has elegido un punto de vista arriesgado para tu relato. Me gusta por eso y me gusta porque en este caso funciona bien. Has utilizado a un narrador en segunda persona. Y en todo momento está claro que el narrador se dirige a uno de los personajes y no al lector. En ese sentido aporta ritmo y fuerza a la narración llevando al lector a un desenlace que no por previsible deja de ser sorprendente.
    En mi opinión esa elección tuya como autor/a pudiera parecer que te alejaba de mostrar a un narrador dentro de la categoría del reto propuesto. Sin que sea un narrador OMNISCIENTE, no da la impresión de saber mucho más que el lector. Así que bien pudiera ser un narrador testigo un poco especial.;-). Tengo mis dudas
    Lo que me descolocó como lector es la cita de Galeano con referencia a la “La petit mort”. Es sabido que esa “pequeña muerte” es como se conoce al estado de “subidón” después de un orgasmo pleno. Como lector adicto me saca de la historia. Y es una pena, porque había llegado hasta ahí a trote forzado por ese “narrador desconocido” en segunda persona ;-).
    Gracias por compartir tu relato. Agradeceré tu opinión sobre mío #116

    Escrito el 19 enero 2016 a las 21:15
  4. 4. Yolanda dice:

    Buenos días a mis tres compañeros,
    Es la primera vez que participo en este blog y me han encantado vuestros comentarios.
    Gracias por vuestra delicadeza y vuestro buen criterio.
    Mi objetivo es compartir y aprender. Y me parece una forma estupenda de hacerlo.
    Comparto íntegramente vuestras criticas. Son certeras.
    Leeré hoy vuestros relatos.
    Un abrazo.
    Yolanda.
    Un abrazo y hasta la próxima.

    Escrito el 20 enero 2016 a las 07:51
  5. Yolanda,
    Estoy de acuerdo con los compañeros que es narrador no parece responder al narrador omnisciente y te lo digo desde mis propias dudas en el relato, me ha resultado muy difícil hacerlo y no sé tampoco si lo he conseguido. Por cierto, gracias por leerlo y comentarlo.
    Tu primera participación ha sido muy buena y para nada parece que sea tu “primera vez”.

    El relato ha narrado perfectamente la situación y para mi, ha mantenido la expectación, consiguiendo que quisiera seguir leyendo para saber qué pasaba y al final esa sorpresa al reconocer ese fatal concierto.

    A mi también la frase final me ha desconcertado, porque como Don Kendall, yo identificaba la petite mort como ese momento justo después del orgasmo y me desconcertaba en el texto.

    Los guiones no son los adecuados para puntuar un diálogo, se usa el guión largo, yo lo aprendí también aquí en el taller (no tenía ni idea de como se hacían), te aconsejo releer algunas de las entradas que han publicado en el taller sobre el uso de los guiones.

    Un saludo y felicidades por tu primera participación.

    Escrito el 23 enero 2016 a las 09:36
  6. 6. Leosinprisa dice:

    Hola Yolanda, además de las cositas que te han puntualizado los compañeros, tengo algunas que quiero comentarte, las que he visto y puedo ayudarte a corregir desde mi modesta posición. En la palabra animádamente, te dejaste la tilde, no es un error grave ni mucho menos, pero ayuda que releas siempre los textos un par de veces, para corregir esos fallos mínimos. Yo los leo un montón de veces y aún asi, los compañeros me siguen sacando defectos. Eso es lo bueno de estas lecturas :).

    También he visto que despues de una interrogación has puesto un punto y seguido. Eso no es así, despues de la interrogación no va ningún punto.

    En cuanto al relato he de decir que al principio no sabía muy bien que querias contar, si una historia de amor, un crimen o una aventura. Luego me ha quedado claro por donde iban los tiros, nunca mejor dicho aunque suene mal. Y he comprendido el carácter de tu historia sobre los atentados en París.

    Ha sido un placer leerte y gracias por pasarte por mi texto. Espero que nos leamos mas veces y nos sigamos sacando “chispas”, con la mejor intención del mundo :). Un saludo.

    Escrito el 23 enero 2016 a las 11:46
  7. 7. Leonardo Ossa dice:

    Hola Yolanda, la verdad no tengo pericia técnica para hacer comentarios, así que leyendo las acotaciones que te han hecho los demás compañeros, debo acogerme a ellas para mi propio beneficio.
    Tu escrito sobre los atentados en París es todo un homenaje y se percibe la solemnidad que le imprimes al relato ¡Me parece muy bien! Considero que es una escena difícil de abordar, pero, considero que la presentaste muy bien.
    Nos seguiremos leyendo.
    Saludos.

    Escrito el 23 enero 2016 a las 20:49

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