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El último beso - por Gastón
Y es que son tan subjetivos esos instantes, aun cuando una parte de ti los ha vivido, una forma tuya, una expresión de tu ser pasado, de olvido.
Es tonto pensar en ello ahora, mas por eso mismo tiene apremio; dejar lo relevante de la realidad para caer en aquella tarde soleada que olía a lluvia pasajera, tardecita de sol que ya se estiraba perezosa entre edificios deprimentes, de ruido cadente y provocativo. ¿Era quizás de mañana? ¿Qué importa ya?
Siempre fue alta, bueno quizás no siempre lo fue, mas siempre se vio así. Sonriendo un poquito, cómo siempre; es que quizás en ella eso no era una sonrisa, solo la extensión natural de sus labios, de su ser, de su ingenuidad.
Muchacho de mangas remangadas algo descompuestas y arrugadas, con el cuerpo algo flaco para su pretensiosa vestimenta. Cara grave, ceño fruncido, paso firme, pulso desbordando los sentidos, acobardado, acalorado.
Trémulo encuentro de mentiras, falsedad escondida en saludo cariñoso, paso a pasito con lentitud danzan entre gente que los ignora con mal disimulo, envidias.
Alejarse del barullo de miradas para encontrar un rincón de soledad en el que callar incómodos, estrecharse un poquito, aunque sea las manos. ¿Será por cobardía o por culpa? que solo se atreve a tomar su mano. Ambos y ninguno.
Juntan los cuerpos lento, pero con prisa; acentúa la sonrisa, acalla el galope del corazón. Un instante, quizás dos, y el momento ha pasado. Ahora las mentiras se levantan junto a la lluvia suave, verdades que esconden mentiras.
Es curioso cuán ajeno se torna todo con el pasar del tiempo, foráneo, y carente de sentido. Pero cierra los ojos y todo retorna, nunca igual, pero retorna.
Tardecita de lluvia y sol, mentiras y bullicio.
Hay cosas, como el primer párrafo, que me parecen de relleno y realmente no me están diciendo nada de la historia.
Es muy corto y tenías más espacio para trabajar los personajes, veo mucha repetición de palabras como por ejemplo “mentira”, en un espacio muy pequeño.
Me parece una historia típica, de desamor. Me falta algo, como ahondar un poco más en qué hay detrás, qué les está pasando, no es necesario contarlo todo pero estaría bien un poco más de lo que se intuye.
Me da a sensación de que es algo que te ha salido del alma, pero se podía haber trabajado un poco más.
Por lo demás está bien redactado y espero seguir leyéndote.
Si te apetece pasarte el mío es el 205.
saludos
Hola Gastón.Comienzo apuntándote dos cositas. En el segundo párrafo repites mucho la palabra siempre y, en la segunda línea del cuarto párrafo, dices pretensiosa en vez de pretenciosa.
Al igual que Lesly tengo la impresión de que es un relato que te ha salido del alma. Yo aquí veo que plasmas el recuerdo de un instante fugaz de felicidad, quizás del primer amor, el más nostálgico de todos, el que más condiciona. Como relato sobre un instante pasajero pero memorable, lo veo bien redactado, ¿qué se podía haber sacado más?, sí, pero tampoco considero necesario que haya que plasmar nada más. No tengo esa sensación de querer saber más, para mí ha sido más que suficiente lo que he leído, pues no he visto que hayas tenido pretensiones de mostrar más, simplemente has narrado lo que deseabas narrar. ¿Qué se hubiese mejorado con la inclusión del reto?, sí, pues el narrador podría bien haber sido un testigo ocular de ese suceso, un viandante espontáneo que advierte en el nerviosismo de la pareja, en sus ademanes una historia similar a una suya pasada, o quizás un amigo o conocido que sabe de las mentiras y engaños, de las amarguras y sinsabores que cada miembro de la pareja esconde.
Pero sacando eso, he visto un texto muy correcto que trataba de interiorizar en las miserias del alma humana. Con el paso de los talleres y, cuanto más ejercites la escritura, mejores textos podrás sacar. Nos seguimos leyendo.
Hola Gastón. Leo tu texto y me sumerjo sin proponérmelo en una poesía sin rima o en una prosa poética, como se quiera ver, porque leer tu texto es leer poesía. El personaje arranca con una abstracción que se va concretando poco a poco. No pretende contarnos la historia de su fracaso sentimental, simplemente nos cuenta los pensamientos que acuden a su mente y estos pensamientos soltados de forma indefinida van concretando poco a poco una escena a la que el lector no tiene acceso en su totalidad, pero que se ve dibujada a pinceladas, para que pueda imaginarse el resto, lo que falta. Por eso creo que a pesar de ser un relato muy corto, es lo suficientemente largo para captar el interés y mostrar mucho más de lo que está escrito.
Me gusta el estilo que has utilizado. Posiblemente te ha salido así, sin ninguna premeditación, pues tal parece que el narrador y el autor son la misma persona. Lo que demuestra que si lo que se escribe sale del corazón llega con facilidad al corazón del lector. Los que escribimos, aunque sea de manera ocasional, deseamos con nuestros escritos crear vida, que el lector se zambulla de cabeza en nuestra historia porque la ve tan real, aunque sea fantástica, como la vida misma, y yo creo que tú lo has conseguido. De una forma parca, casi telegráfica, has dicho lo que querías y, al menos a mí, me has transportado a esta tarde o mañana, en realidad tiene poca importancia el momento del día, en que dos personas que van a la deriva se juntan, buscan un lugar recoleto y sin saber muy bien ni que hacer, ni que decir, pues las palabras pueden esconder falsedades, se dan un último beso que les acompañará, así sea como un vano recuerdo, toda la vida.
¿Que el texto pudiera estar mejor redactado y mejor desarrollado?, cierto; pero cuál es el texto, aún de los grandes maestros, que no acepta mejoras? No me he preocupado en ver si tal punto o tal coma están bien situados, lo importante, para mí, es la sensación global que me ha dado y el que me haya transportado a un desencuentro triste. Tal vez esa sensación se ha acentuado por el hecho de que ya no soy ningún jovencito.
No se puede decir más con menos palabras. Felicidades.
Lesly, Frida y Manuel,
Muchas gracias por haberse tomado la molestia de leerlo y haber dejado opiniones tan enriquecedoras.
Lesly, sobre el uso de la palabra “mentira”, tienes razón, no queda del todo bien.
Frida, sobre las repeticiones de “siempre”, soy culpable, las hice adrede porque los sinónimos no me sonaban muy naturales, y quería acentuar un tanto la obsesión; tus ideas de como pasarlo a narrador testigo me gustan mucho; el error ortográfico, gracias, se me escapó feo.
Manuel, gracias, he intentado escribir sin sobreracionalizar demasiado (con un Cortazar entre ceja y ceja), tus palabras más que un comentario, son quizás una elegante extensión de la historia, gracias por ello.
Debo confesar que lo escribí con muchísimo apremio, porque tenía el reloj en contra, y prefería escribir poco a nada.
Sobre si ha sido un recuerdo? me temo que no, mas espero que no sea una premonición. Escrito con el alma, sí, con la poquita que me queda intacta.
Paso a leerlos ahora mismo.
Saludos!