Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

La Maestra - por Osvaldo Mario Vela Sáenz

El astro de luz, aquel domingo en la mañana, enseñoreaba con sus rayos la belleza de San Carlos. Benita Díaz, la nueva maestra, cruzaba la plaza por primera vez para asistir a misa. Los ojos y oídos de los moradores de aquel poblado, atentos a la atractiva figura y a su armonioso taconeo que se podía escuchar por todo el parque. La tercera llamada a misa había sonado antes de dejar la casa docente, sabía que llegaría tarde al templo. Esperaba que Alberto, a quien conocía sólo de nombre y por chismes, estuviera allí. Debido a ese comunicar pueblerino, sabía que era viudo y tenía un hijo. Deseo de encontrarlo era sólo por curiosidad.
Lucía bella; se había vestido con pulcritud y coquetería.
Aquel exquisito arreglo de su vestir tan seductor, nunca fue con la intención de incitar la encrucijada emocional que la envolvió en el santuario. Toda su atención cautiva en aquella varonil figura en la primera fila, no podía apartar su mirada de él; su mente apabullada por la masculinidad que emanaba de aquel hombre. Su instinto le susurraba que se trataba de Alberto. Su conciencia aturdida a lo largo de la misa, por fijación hipnótica de su propio mirar. Reflejo femenino e involuntario, esencia de su doncellez, al llamado de un hechizo. Por primera vez sucumbía la mujer que llevaba dentro. No se dio cuenta, ni de la oración de entrada, ni del evangelio, ni del oficiar en latín. Regresó a sus cabales hasta la hora del sermón, cuando el Sacerdote, con quien ella se confesó el día anterior, la presentó a los feligreses como la recién llegada maestra. El murmullo de admiración de la gente al detener su mirada en ella, la hizo sonrojar. Al seguir el observar de la gente, Alberto se dio la vuelta. Sólo una banca los separaba. Al tenerlo de frente, sus entrañas se estremecieron; el rubor de Benita se tornó granadino.
Alberto poseía una mirar cándido; ella intuía que dentro de aquella figura que la impactara bullían emociones sin límite a punto de aflorar. El oficio continuó y “Beni” dentro de aquel torbellino de sensaciones que no entendía.
A la hora de la comunión, Alberto e hijo le dieron el paso frente a ellos. La cercanía de ambos a su espalda la llenaba de un calorcito diferente. No hubo palabras ni miradas. La ceremonia terminó: "Podéis ir en paz". Como podía ir en paz con el desasosiego que sentía. Permaneció en su lugar de rodillas, orando más tiempo de lo normal. Con sus ojos cerrados le pedía ayuda a Dios. La iglesia poco a poco se quedó en silencio. Se creyó sola…
Se puso de pie para tomar el pasillo central.
Al alzar la vista, se topó de frente con su mirada.
La envolvió su calidez.
La dominó con su altura.
Se sentía pequeñita.
Quería desaparecer.
Deseó nunca haber venido al pueblo.
Alberto se plantó frente a ella y le dijo: "Soy hombre de pocas palabras ¿Te quieres casar conmigo?”. Ella; estática, permaneció callada.
Sopesó la profundidad de aquellos ojos sugestivos que la dominaban.
Ninguna replica salió de sus labios. Su mente inmersa en profunda evaluación.
Aquel hombre, quien despertaba en ella inquietudes y le quitaba el aliento, era el primero en declarársele y ella con veintisiete años…

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

22 comentarios

  1. 1. beba dice:

    Hola, Osvaldo:
    ¡Qué momento para Beni! ¡Así, sin anestesia, le propone matrimonio el viudo! Da para imaginar bastante sobre su personalidad.Seguro será una novela impactante.
    Te sugiero una relectura en voz alta. Yo encuentro muchas oraciones que suenan incompletas, tal vez porque se les coló una conjunción indebida, o porque les faltan elementos. Te muesto un par de ejemplos: 1- “El oficio continuó y “Beni” dentro de aquel torbellino de sensaciones que no entendía.”Tal vez, “.Beni seguía dentro …” 2-. “Su conciencia aturdida a lo largo de […]al llamado de un hechizo”. Aquí, posiblemente, mejorarían sin tantos puntos, y con la inclusión de algunos verbos: estaba, continuaba, permanecía, se sentía”. espero haberte sido útil.

    Escrito el 18 febrero 2016 a las 19:33
  2. 2. Chochu dice:

    Hola!
    Con respecto al estilo y a la redacción, la encontré amena y llevadera, salvo un par de cosas de las que ya te habló Beba arriba. Me dedico a comentarte la trama. Está muy bien la manera en que nos introduces en ella, pero me pareció que le faltaba algo para ser un principio. Engancha, pero no llegó a atraparme del todo, me parece que un primer capítulo debería tener un poco más de tensión.
    Es mi impresión, y más allá de eso, repito, el estilo me resultó ligero y dulce, algo digno de ser leído.
    Te felicito y espero que lo continúes.

    Escrito el 18 febrero 2016 a las 23:11
  3. 3. Luis Ponce dice:

    Hola Osvaldo: muchas gracias por tu comentario en mi relato, eres muy generoso, pero te cuento que va a tener muy poco de ficción. Está basado en una realidad que no queremos ver pero que está dando pasos agigantados para la reducción sistemática de la población mundial.
    En cuanto al tuyo, has marcado las personalidades de los dos protagonistas y has empezado con una doble explosión: la hormonal de ella y la práctica de él. Tienes material para muchos capítulos.
    “Deseo de encontrarlo…”, podría ser “Su deseo de encontrarlo…”
    “Alberto poseía una mirar cándido…?
    Son pequeños detalles que se nos escapan.
    Como siempre me ha gustado leerte.

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 03:16
  4. 4. Leonardo Ossa dice:

    Hola Osvaldo, estoy muy agradecido con la visita y el comentario que has hecho a mi participación de este mes. Tu primer capitulo de la novela me parece sorprendente, por lo general, en las novelas las propuestas de matrimonio llegan al final cuando se aclaran todas las inquietudes, pero acá nos presentas una situación osada a partir de un amor a primera vista en ambos protagonistas. ¡Interesante planteamiento! A partir de allí seguramente vendrán los inconvenientes, el sufrimiento y mucho más adelante un amor muy bien correspondido. Osvaldo me agrada leerte.
    Saludos.

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 03:43
  5. 5. Vespasiano dice:

    Hola Osvaldo:
    Tu relato me ha gustado y me ha parecido muy bien escenificado, hasta el punto que me ha transportado a pueblos semejantes al que describes y que he tenido la oportunidad de conocer viajando por tierras de Sudamérica.
    Ahora vamos a comentar la forma, con el mayor respeto,dentro de mis limitaciones.
    Después de “…la belleza de San Carlos”, debería haber punto y aparte.
    ”Deseo de encontrarlo era sólo por curiosidad”. En esta oración echo en falta un pronombre. Debería ser: “El deseo de encontrarlo era sólo por curiosidad”
    “…varonil figura en la primera fila, no podía apartar su mirada de él”, Aquí creo que debería haber un punto y seguido después de “la primera fila”. Quedaría así:
    “…varonil figura en la primera fila. No podía apartar su mirada de él”.
    “Regresó a sus cabales hasta la hora del sermón”. Debería ser: “No regresó a sus cabales hasta la hora del sermón”.
    “Alberto poseía una mirar cándido”. Esto me suena raro, yo diría: “Alberto poseía un mirar cándido”, o también “Alberto poseía una mirada cándida”.
    “…y “Beni” dentro de aquel torbellino de sensaciones que no entendía”. Esta oración no queda muy clara, yo diría:
    “…y “Beni” se debatía dentro de aquel torbellino de sensaciones que no entendía”.
    “Como podía ir en paz con el desasosiego que sentía”. Creo que quedaría mejor si colocaras esa oración entre signos de interrogación. ¿Como podía ir en paz con el desasosiego que sentía?
    “Deseó nunca haber venido al pueblo”. Creo que esta oración puede mejorarse diciendo: “Deseo no haber venido nunca a este pueblo”
    “…le dijo: “Soy hombre de pocas palabras ¿Te quieres casar conmigo?”. Después de “…le dijo” debe haber dos puntos y aparte y también falta el guión de diálogo y la conversación no debe ir entrecomillada, quedaría así: “…le dijo”:
    —Soy hombre de pocas palabras. ¿Te quieres casar conmigo?
    “Aquel hombre, quien despertaba en ella inquietudes”. Yo diría: “Aquel hombre, que despertaba en ella inquietudes”.
    Bueno espero haberte ayudado.
    Felicidades.

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 15:48
  6. 6. Eguzkia dice:

    Hola Osvaldo:
    Tu relato me ha parecido de una ternura envidiable. Creo que este capitúlo desembocará en una preciosa novela.
    La forma, estoy de acuerdo con Vespasiano, tal vez deberías mejorarla un poco, pero eso realmente se puede corregir, pero realmente, el valor del relato, desde mi punto de vista estriba en la belleza de las descripciones, que tu lo has conseguido de manera genial.
    Me ha gustado mucho. Ánimo y sigue escribiendo.
    Felicidades

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 18:38
  7. 7. Marcelo Kisi dice:

    Osvaldo hola!
    Gracias de nuevo por pasarte por mi relato y comentarlo.
    El tuyo tiene el mérito de combinar estilo y trama en perfecta armonía. Se trata de un argumento romántico en el que las pasiones desenfrenadas corren por debajo de la escena como corrientes subterráneas, y de repente emergen por pequeños grandes gestos, como una enorme ballena que sale a respirar. De otro modo no se entiende que una persona que conocía a otra solo por “chismes” logra dar rienda suelta a sus hormonas en una iglesia nada menos. Eso me pareció como raro. Pero el hecho es que, se conocieran antes o no, se enamoran, al punto que tienen claro que son el uno para el otro para siempre. Este contrapunto entre lo ascéptico del ambiente eclesiástico y las pasiones desatadas pero invisibles, es el gran acierto de tu capítulo. En cuanto a lo formal, te recomiendo hacer caso a los compañeros que te han hecho sugerencias más que pertinentes. Especialmente hace ruido la excesiva abundancia de oraciones sin verbo, un recurso que deberías escamotear, y usar como una pincelada escasa y exclusiva, una vez solamente. Indudablemente un relato para continuar leyendo!

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 20:36
  8. 8. Jose Luis dice:

    Hola Osvaldo
    Gracias por tus comentarios a mi relato
    Procedo a leer el tuyo para ver qué tal.
    En cuanto a la forma, ya te han indicado otros compañeros lo que necesitas saber.
    En cuanto al contenido, yo creo que el relato está bien escrito y bien narrado, las descripciones son precisas y se percibe la emoción al final, ayudado por las frases cortas.
    Un saludo

    Escrito el 20 febrero 2016 a las 21:48
  9. 9. Janna30 dice:

    Hola Osvaldo 🙂 muchas gracias por pasar por mi relato.

    Te cuento que tu historia crea muy buenas imágenes y es fácil meterse en esa iglesia y en las emociones de Benita. Si te confieso que al principio está un poco floja, a pesar de que “el taconeo” es un punto a favor que ayuda a llamar la atención del lector. Sin embargo el inicio lo puedes mejorar para que armonice con el resto del relato que si tiene fuerza e intensidad.

    La trama me gustó mucho porque tiene coherencia dado que los pueblos se prestan mucho para los chismes y los amoríos como el que nos presentas. Los personajes tienen mucha vitalidad tanto Benita con el viudo. Y me imagino que Benita por tener 27 años de edad y estar aun soltera fue que reaccionó tan pasionalmente jejejje.

    Todos los detalles de forma debes tomarlos en cuenta ya que si faltan tildes y signos de puntuación. Así también la sonoridad se ve un poco afectada por las frases que parecieran estar incompletas.

    Debo resaltar que las palabras que usaste para las descripciones en su mayoría están perfectas.

    Saluditos ..

    Escrito el 21 febrero 2016 a las 01:51
  10. 10. Wolfdux dice:

    Coincido con Leonardo: que se pida matrimonio a las primeras de cambio me ha sorprendido, y mucho. El texto es ágil y ameno, y pese a que es una temática que no me agrada mucho, has sabido captar mi atención hasta ese final inesperado. Un abrazo.

    Escrito el 21 febrero 2016 a las 16:58
  11. 11. Ratopin Johnson dice:

    Hola Osvaldo,

    Qué buena historia. Aunque encuentro algunas frase smuy brillantes, y otras algo atropelladas, pero el conjunto es muy bueno, y tu vocabulario muy rico como siempre. Un placer leerte.
    En cuanto a lo que se cuenta, los “calores” de la maestra con ese hombre que tiene delante, me ha parecido muy bien narrado. Y claro, se supone que estamos en otra época, hace 50 o 60 años quizá, o al menos yo sitúo de ese modo tu relato. Decirte también que me he sentido un poco decepcionado por la reacción del hombre, de Alberto, porque me ha da la impresión de que Beni va a ir a parar a con un hombre de las cavernas :), que la tratará como a un objeto. Esto me anima a pensar que la novela va a ser una tragedia, y en algún momento, después de casada, aparecerá alguien por el pueblo, y Beni, encontraá de verdad el amor. Vaya, cómo me he emocionado jeje. Espero no haber destripado tu novela

    Saludos Osvaldo

    Escrito el 21 febrero 2016 a las 17:03
  12. 12. Marazul dice:

    Hola Osvaldo
    Aunque mi estilo es más sencillo a la hora de escribir y suelo despojarme de adjetivos y expresiones retóricas sé muy bien apreciar un texto como el tuyo. Es tu estilo y tu forma de escribir muy particular.También es verdad que se nota la diferencia entre el español hablado en América y el que se habla en España. Todo es enriquecedor.
    Por otra parte, es verdad que tu primer capítulo se ambienta en una zona rural y probablemente unos años atrás. Entonces, y me vas a permitir la gracia, donde más se ligaba era en la iglesia. Una maestra joven, en un pueblo y hace unos años pues me recuerda a uno de mis personajes preferidos: Ana Ozores, en la Regenta y algún parecido en sus “represivos calores” a Madame Bovary. Con esto quiero decir, Osvaldo, que muy bien podrías continuar una novela de tipo psicológico. Incluso puede ser el comienzo de una saga familiar.
    Muchas gracias por comentar mi relato.
    Un saludo

    Escrito el 21 febrero 2016 a las 23:30
  13. 13. L.M.Mateo dice:

    Hola, Osvaldo:

    Gracias por tu generoso comentario en mi relato.

    Como a Marazul, a mí me ha recordado a algún pasaje de “La Regenta” y de “Madame Bovary”. Tienes una riqueza de vocabulario maravillosa, y esa forma de escribir pausada y tranquila de las novelas de costumbres.

    Sin embargo, opino como los compañeros que esa petición de matrimonio queda algo precipitada. ¿Por qué no terminar con los calores de Benita, dando rienda a su imaginación y santiguándose o confesando sus inmorales pensamientos? Y dejar el matrimonio para cuando corresponda…

    En el aspecto formal ya te han comentado que en algunos lugares faltan verbos o pronombres, y que debes revisar la puntuación. Añado un par de tonterías:

    – «Como podía ir en paz con…». Sea que dejes la frase así, o la pases a interrogativa como te han sugerido, el “cómo” va acentuado en esta ocasión.

    – «Alberto se plantó frente a ella y le dijo: “Soy hombre de pocas palabras ¿Te quieres casar conmigo?”. Ella; estática, permaneció callada». El diálogo inserto en el párrafo es correcto, aunque es preferible usar comillas latinas para introducirlo. Tras el segundo “ella”, usa coma. El punto y coma separa, pero “ella” es el sujeto de “permaneció”, por tanto no procede en este caso.

    – “réplica”, como sustantivo, lleva acento.

    Para aplicar las comas correctamente, te recomiendo leer el texto en voz alta haciendo las pausas en el lugar exacto que tú has marcado. Verás cómo marca la diferencia.

    Un abrazo.

    Escrito el 22 febrero 2016 a las 20:52
  14. 14. Peter Walley dice:

    Hola Osvaldo,

    Muchas gracias por tu comentario en mi relato.

    Me ha gustado sobre todo cómo has desarrollado la atmósfera en el tuyo, consigues que el lector se ponga rápidamente en situación. Es verdad que el final es sorprendente, pero como también nos has centrado en Beni durante toda la historia no conocemos apenas a Alberto, así que puedes tener unos cuantos ases guardados en la manga.

    Ya te han comentado unas cuantas cosas de la parte formal, así que no te comento más. Enhorabuena por el resultado.

    Un abrazo

    Escrito el 22 febrero 2016 a las 21:29
  15. 15. L.M.Mateo dice:

    Por cierto, se me olvidó añadir que la palabra “sacerdote” debe escribirse con minúscula, ya que los tratamientos solo se ponen en mayúscula en su forma abreviada.

    Por error publiqué este comentario que era para ti, en mi propio texto. XD

    Escrito el 22 febrero 2016 a las 22:30
  16. 16. Juana Medina dice:

    Hola Osvaldo,
    Ante todo muchas gracias por pasarte por mi relato-capítulo y comentarlo. Pasemos al tuyo: Todo lo que se puede mejorar en cuanto a la redacción te lo han dicho los compañeros. Estoy particularmente de acuerdo con Vespasiano. En cuanto al clima que has creado, me llama la atención que sin poder comprobarlo me sentí transportada a un México o acaso Colombia de unos 50 años atrás, donde el machismo reinaba en hombres y mujeres de modo que Beni muy bien podía haberse entusiasmado por Alberto antes de conocerlo y viceversa.
    Fortísimo ese ¿inesperado? pedido de matrimonio. Absolutamente en seco, sin el menor intento de seducción y sin la menor duda. Me da un poco de miedo. Me pregunto si aceptaría. Pero justamente es el punto álgido en el que uno se queda en suspenso preguntándose cómo evolucionarán y sobrevivirán estos personajes con semejante intensidad de sentimientos.
    Espero la continuación, por supuesto.
    Enhorabuena y hasta la próxima lectura

    Escrito el 24 febrero 2016 a las 01:49
  17. 17. Osvaldo Mario Vela Saenz dice:

    Para despejar las dudas de mis comentaristas les digo que la historia cuenta con 4300 palabras y el final es una justificación por una petición matrimonial tan atrevida.

    Pasaron ocho años…

    Alberto me mintió. Mi ahora esposo, no es hombre de pocas palabras, habla hasta por los codos y ama con la misma intensidad. En realidad, la razón de una declaración tan abrupta fue por culpa de don Porfirio, presidente municipal y padre de Alberto, quien me diera la bienvenida al pueblo. Él, le aconsejó que me buscara, le dijo que yo le convenía. Cuando Alberto le respondió que no me conocía que no tenía nada que decirme. Ante el titubeos Alberto, don Porfirio le dio una orden: pídele que se case contigo.

    Alberto,como hombre de rancho y buen hijo, así lo hizo.

    Escrito el 24 febrero 2016 a las 19:03
  18. 18. Roger/NHICAP dice:

    Hola Oswaldo,
    Me ha gustado la deliciosa manera de situar al lector en el ambiente de la misa dominical en el pueblecito de San Carlos; pude imaginar perfectamente lo que pretendías expresar en ese primer párrafo.
    La descripción que haces de Beni, es algo mejor que un buen retrato al óleo, o una exposición fotográfica, con la maestra como modelo. Romanticismo puro, con una exageración meditada, y bien medida, para no caer en cursilería. No se trata de explicar los sentimientos de Beni, sino que el lector experimente en su imaginación todo lo que ella siente por Alberto. Y tu así lo has hecho, un ejemplo de buena técnica narrativa.
    El final es genial: sorprendente e inesperado. Te permite continuar la novela por diferentes caminos. Ya nos contarás.
    Un abrazo

    Escrito el 24 febrero 2016 a las 20:21
  19. 19. KMarce dice:

    Saludos Osvaldo:
    Muchas gracis por leer y comentar mi reto del mes.
    Concuerdo las sugerencias de texto, he visto que mencionas “varonil” y “masculino” en unas frases muy seguidas, ambas indican el “porte” de Alberto pero me parece sobreabundado, yo restaria “varonil”, porque me parece más apropiado para la juventud y no la madurez que creo posee Alberto.
    Concuerdo también con Marcelo, pero comprendo ese ímpetu de la propuesta, siempre cuando reducimos algo queda por fuera, y según leí tu original era extenso.
    Menciono que entre el texto del reto y tu adición, hay dos cambios de narrador, por lo que pienso que el original era en primera persona, y lo pasaste a narrador omniciente. Cuando introduces a “Beni” en la narración, se debe mencionar algo así: «”Beni”, como era llamada por algunos»; ya que el narrador no puede empatizar con los personajes, ya que es solo un observador de lo que acontece y expresa llanamente las emociones de estos.
    Pero me ha gustado mucho las imagenes que has dejado en mi mente, muy vívidas y claras, y tambien entendidas que no son de estos años, sino una época pasada, quizá yo me voy muy atrás, a los años treinta o cuarenta, quizá pensando en la juventud de mi abuela. Porque a esas edad y ser soltera… era una verdadera cruz.
    Me ha gustado y espero le des el final que merece tu escritura. ¡Nos leemos!

    Escrito el 25 febrero 2016 a las 04:22
  20. 20. Verso suelto dice:

    Hola Osvaldo,
    el relato está muy bien ambientado y eso ayuda a imaginar alos personajes y a adentrarse en su sicología. La liturgia, las llamadas, los calores,…todo esmuy sugerente.
    Me parece un buen relato y, seguro que, con los retoques formales que han comentado los compañeros, logras redondearlo.
    Un saludo

    Ah! y gracias por tu comentario en mi cuento.

    Escrito el 25 febrero 2016 a las 11:47
  21. Tu vocabulario es buenisimo como siempre. Me gusta como puedo imaginar toda la escena y los personajes como si fuera una telenovela. Rayos, si hasta se siente la tensión, jajaja. Hay algunas cuestiones que ya te mencionaron los compañeros así que no abundaré. Solo me queda felicitarte por este excelente relato que muy bien puede convertirse en una interesante novela.
    Saludos y muchas gracias por leer y comentar mi relato.

    Escrito el 25 febrero 2016 a las 16:59
  22. 22. Isolina R dice:

    Hola, Osvaldo:
    Después de tantos comentarios y tan atinados, tengo poco que añadir.
    Me parece una historia muy buena, pero necesita un poco más de trabajo para pulirla en el plano formal. Ya te han dicho otros compañeros lo de las oraciones inacabadas. Estoy de acuerdo con ellos.
    A mí, además, me ha llamado la atención la sobreabundancia de infinitivos, algunos de ellos sustantivados. Los he contado por curiosidad. Tienes 18 en su función verbal y seis sustantivados. Me parecen multitud, sobre todo estos últimos. Deberías reducirlos. La sustantivación del infinitivo habría que utilizarla menos. Con tantos, el texto quedó recargado y un pelín artificioso.
    Espero que mis sugerencias te sirvan.
    Saludos.

    Escrito el 26 febrero 2016 a las 22:44

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.