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Huyendo del círculo - por Guiomar de Zahara

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Acabo de recibir por correo una carta, el papel es verjurado color marfil y escrita a mano con una letra bella y elegante, está mi nombre. Antes de saber su contenido, necesito poner en orden mis ideas.

Valladolid 30 agosto 2012

Sonó el teléfono hacia las dos de tarde.
– Seguro que es mi padre – ¡Lo siento nena! La reunión se ha complicado – pensé con fastidio. Mi madre estaba dirigiendo un curso de verano en la universidad de Avila, y mi padre y yo íbamos a comer fuera.
– ¿Es la casa de doña Carolina Valdés?
– Sí, pero no está ¿Con quién hablo?
– Llama la policía de tráfico de Ávila.
El corazón me empezó a latir con fuerza.
– Soy su hija ¿Puede decirme de qué se trata?
– Un grave accidente. Está en el Hospital Provincial de Ávila. Vengan inmediatamente.
Y fui yo quien llamé a mi padre. Saltándose todos los semáforos. Al fin llegamos.
– Karol no entres ¡Recuérdala como era!
Pero entré: esa imagen desfigurada no se me quitará de mi mente nunca.
Después de todos los trámites médicos y burocráticos, ya mi madre descansaba en el panteón familiar. Mi padre y yo nos fuimos los dos solos a casa. No queríamos ninguna clase de compañía.
Al entrar, me invadió una profunda sensación de vacío y rompí a llorar. Todas las lágrimas acumuladas brotaron como un torrente.
En el horizonte declinaba el sol. Salí a la terraza, me senté en el suelo sin pensar en nada que no fuera mi sufrimiento; volví a la realidad al oír la voz de mi padre.
– Karol es casi media noche ¡Tienes que comer algo y descansar!
Pero yo seguí pensando: Mi madre había muerto en un accidente de tráfico. Hasta ahí era todo muy triste, pero comprensible. Lo que no podía entender era la conversación que había escuchado en el tanatorio entre dos amigas de mi madre y mi tía.
– Vaya desgracia. Es monstruoso decirlo, pero ¿Crees que Carolina se mató o se suicidó?
– ¡Es horrible! Pero tengo que reconocer que yo también lo he pensado.
En aquel preciso instante, alguien avisó que ya estaba todo dispuesto para ir al cementerio y no pude oír nada más.

Pasados un par de días, me armé de valor y llamé a mi tía.
– ¿Puedo ir a verte? Necesito que me expliques algo.
– Lo que quieras, te espero a comer mañana.

– ¡Hola cariño!
Y, por primera vez, me percaté del inmenso parecido que tenía con mi madre.
– Tengo la comida preparada, algo ligero.
– Te lo agradezco pero no tengo hambre, lo siento. Nunca puedo probar bocado antes de un examen o un enfrentamiento.
– ¿Qué necesitas saber? Karol, tu madre y yo éramos hermanas gemelas, pero a veces no opinábamos igual. Tienes veinte años. Eres joven, inteligente, alegre y más guapa que tu madre o yo. Estás triste. Todos estamos así. Pero el tiempo mengua el dolor.
– ¿Te sorprendió su muerte?
– Por supuesto que sí. ¡Me quedé horrorizada! Fue un maldito accidente que se llevó la mitad de mi alma.
– Cuando estábamos en el tanatorio oí una conversación entre Sofía y Laura. No pude evitar escucharlas, y te aseguro que me hubiera gustado no oír nada, porque no consigo quitarme de la cabeza lo que dijeron. Por lo visto pensaban que no había sido un accidente, sino un suicidio. No puedo dejar de darle vueltas y me estoy volviendo loca.
– Fue un accidente, un coche se le echó encima. Luego vino todo lo demás. No tengo ni idea porque dijeron lo que tú oíste.
– ¿No crees que fue un suicidio el que cayera por el barranco?
– No. El forense no lo cree. La policía allí presente tampoco. A tu padre y a mí, ni se nos ha pasado por la cabeza. Es una pérdida insustituible, una tragedia espantosa, pero nada más. Mi hermana amaba la vida.

Una tarde me decidí por fin, a entrar por primera vez, en el estudio de mi madre y abrir su escritorio, para mirar las últimas fotografías que nos habíamos hecho justo antes de irse. Abrí el primer cajoncito, había un gran sobre blanco cerrado sin ninguna indicación. Las fotos están aquí – me dije. Lo rasgué. Dentro había ocho sobres de papel verjurado color marfil, y con una letra bella y elegante, estaba escrito el nombre de mi madre.

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8 comentarios

  1. 1. Vespasiano dice:

    Hola Guiomar:
    Tu relato me ha parecido excelente y deja un final abierto a toda clase de especulaciones. La similitud de los sobres y la letra del mismo remitente en todas las cartas deja en el aire una posible relación oculta que cumple con creces el reto de este mes e invita a querer saber más sobre la causa de ese trágico accidente.
    Ahora vamos con las premisas del taller:
    Creo que la oración siguiente, al tratarse de un pensamiento interior de la protagonista, debería ir entrecomillada.
    “Seguro que es mi padre.¡Lo siento nena! La reunión se ha complicado”, pensé con fastidio.
    También en: Saltándose todos los semáforos. Al fin llegamos. Aquí yo no pondría punto y seguido. Yo diría: “Saltándose todos los semáforos por fin llegamos”.
    Hay un momento de la historia que no me ha quedado muy claro, pues al citar a las amigas de su madre y de su tía da la impresión que su tía hubiera estado presente en dicha conversación. “…conversación que había escuchado en el tanatorio entre dos amigas de mi madre y mi tía”. yo diría “…entre dos amigas de mi madre y de mi tía”.
    Me ha gustado el enfoque de la historia que sin duda puede tener un desarrollo muy amplio.
    Felicidades.

    Escrito el 17 febrero 2016 a las 22:27
  2. 2. Lucas Trevisiol dice:

    ¡Hola!
    Me gustó mucho el relato, me parece una historia que debe seguir, espero que algún día puedas completarla, causaste intriga y dejas con ganas de mas. Cumpliste con creces el objetivo de este mes.

    En cuanto a correcciones, todo queda dicho en el comentario de nuestro compañero.
    ¡Saludos!

    Escrito el 18 febrero 2016 a las 00:22
  3. 3. Dianet dice:

    Hola Guiomar de Zahara
    Es una historia dramática, aunque pienso que sera solo el primer capítulo. Seguro que después desenlaza un acontecimiento importante en la historia, quizás un secreto de familia. Enhorabuena cumpliste con el reto.

    Saludos.

    Escrito el 18 febrero 2016 a las 10:56
  4. 4. Espi dice:

    Saludos Guiomar!

    Una historia dura, sin duda, me ha gustado particularmente que empieces con ese regreso al pasado enlazando con la carta, me dejas en ascuas con saber que descubrirá a raíz de ellas.

    ¡Espero poder leer la continuación!

    Escrito el 18 febrero 2016 a las 22:19
  5. 5. Lionel Muñoz dice:

    Hola Guiomar, gracias por comentar mi relato.
    El tuyo me gustó, no es del género que acostumbro a leer pero atrapa y dan ganas de seguir leyendo para saber como sigue. Sí encontré un par de errores que te puedo nombrar:
    El uso de la raya de diálogo para pensamientos;
    “Y fui yo quien llamé a mi padre. Saltándose todos los semáforos. Al fin llegamos.” Acá no sabría decirte bien cual es el error pero al leerlo no me suena bien. Las dos últimas oraciones las uniría en una sola.
    “No tengo ni idea porque dijeron lo que tú oíste.” Acá tendría que decir “por qué”.
    Y después hay algunos lugares dónde yo pondría una coma y otros dónde las sacaría, pero eso creo que es mas subjetivo.
    Espero te sirva mi comentario.
    Saludos

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 03:45
  6. 6. CARMELILLA dice:

    Hola GUiomar:
    Buen capítulo. Buen ritmo y avance de la acción.
    Coincido con las apreciaciones sobre las comillas para los pensamientos.
    En el párrafo que Lionel no tiene claro por qué no le suena “bien”, a mi me parece que quedaría mejor separar: “y fui yo quién llamó a mi padre. Condujo saltándose todos los semáforos hasta que al fin llegamos”.
    Algunas otras expresiones que a mi me “suenan” algo raras y que creo que tiene que ver con la manera de expresarnos en los distintos países y que por ello no son expresiones mal usadas.
    Buen final para generar interés en cómo continúa la historia.
    Buen trabajo Guiomar, seguimos por aquí.
    Saluditos.

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 18:25
  7. 7. Marazul dice:

    Hola Guiomar: desde luego consigues atrapar al lector en este primer capítulo. Hay intriga, ya que puede haber accidente, suicidio o incluso asesinato. Sí es un buen comienzo para una novela porque tiene misterio y deja abierta muchas puertas a la imaginación.A partir de ese suceso se puede indagar en la vida de la madre o sacar a la luz esos secretos familiares que se ocultan, pero que antes o después se descubren (quizás también la aparición de más personajes…..un inspector de policía….?)
    Pero no quiero escribir yo esta novela que es tuya Guiomar. Es que se me va la imaginación jajajajaj……
    Ah….en cuanto a la forma todos podemos mejorar. Atención a la puntuación.
    Un abrazo
    Que el primer capítulo termine como empieza es un recurso que también me gusta

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 18:47
  8. 8. Guiomar de zahara dice:

    ¡Muchísimas gracias por vuestros comentarios!
    Tomo buena nota de ellos. Sobre todo os doy las gracias, otra vez, por el hecho de haberos molestado en leer mi escrito y analizarlo.
    Es verdad que cuando surge una idea, comienzo a escribir intentando plasmar en palabras lo que bulle en mi mente y… dejo para el final la corrección (cosa que – no se entere nadie – me aburre mucho)
    ¡Me encantaría tener un secretario/a que hiciera ese trabajo!
    Yo escribo la idea y él/ella ponen los puntos y las comas ¿No os parece una buena idea?
    Un abrazo y nos seguimos leyendo

    Escrito el 26 febrero 2016 a las 11:30

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