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Bordecorex - por Juan Barcenas de Amenabar Pastor de Castros

Se dirigían a unos de los pueblos libres, eran errantes, nómadas, desheredados de sus tierras y sus posesiones por la gran catástrofe que asolo el mundo. Después del año 0 ya no las necesitaban, podían utilizar cualquiera casa que encontrasen libre a lo largo de su viaje, seguramente sus antiguos dueños estuviesen muertos o habrían huido a lugares que creían mas seguros.
Circulaban por uno de los caminos de concentración que todavía quedaban en las cercanías de Bordecorex. El sol del atardecer alargaba las sombras de la vegetación que empezaba a cobrar las deudas de lo que antes había sido suyo y crecía en él sin llegar a ocultarlo del todo. El pequeño sendero que quedaba libre de la hierba y de los pequeños arbustos lo habían hecho, probablemente, otros huidos, fugitivos, como ellos, todos hombres libres sin Señor que les gobernase.
A un lado del camino se veían tierras de cultivo abandonadas, cobradas de la misma forma por la naturaleza, pero todavía se podían distinguir los montículos de piedras que los antiguos agricultores habían dejado en su pelea con el terreno pedregoso en el que se encontraban. La caída en el horizonte del astro que antiguamente fue venerado y ahora maldecido les daba en la cara, por eso cuando desapareció de repente no pudieron evitar mirar hacia el objeto que lo ocultaba.
-¿Qué es eso?.- Ander miraba al cielo con la mano puesta en la frente en forma de visera.
-Es una de las naves de trasporte de Bordecorex.- Le explico Yon.
-¡Es enorme!. Nunca había visto una como esta.- El chiquillo miraba asombrado el cielo con la boca entreabierta y los ojos como platos para no perderse ningún detalle de la nave. No era extraño que se sorprendiese, el amasijo de metal que sobrevolaba enfrente de ellos podía medir tranquilamente medio km., y no era nada habitual ver uno como aquellos.
-Debemos escondernos. Lo más seguro que con ella vengan naves de reconocimiento y podrían descubrirnos.- Yon no estaba totalmente seguro de lo que acababa de decir, pero no quería correr riesgos.
A la derecha del camino se podía ver una pequeña caseta casi oculta por la maleza pero que todavía conservaba su tejado y tenían una amplia panorámica de todo lo que le rodeaba. Al mayor de los dos le pareció un buen lugar desde el que poder controlar cualquier cosa que se acercase por allí.
– Ese parece un buen lugar. Descansaremos un poco y continuaremos caminando por la noche, lo haremos así a partir de ahora. El fugitivo sabia perfectamente que si querían podían ir a por ellos y que los tenían detectados hacia bastante tiempo, pero quería que Ander se sintiera más seguro. Si no lo habían hecho ya era por que podían pasar por un padre y su hijo buscando un lugar donde vivir a cobijo de la ciudad a la que se acercaban.
Ander se quedo contemplando la nave desde debajo del cobertizo mientras Yon se dedicaba a limpiar el interior y reunía un poco de leña seca para poder hacer una hoguera. No estaba haciendo frió, pero después de unos días intentándolo, Yon había conseguido cazar un conejo con su vieja escopeta. Dejarían por un día la comida deshidratada y las latas que el niño tanto odiaba y siempre comía a regañadientes.
La nave de trasporte se acercaba lentamente a la Ciudad-Estado que ellos querían evitar. "Debe de estar a un km., pero todavía puedo verla con claridad", pensaba todavía asombrado Ander. Observo las luces estroboscopicas y los pequeños drones que la circundaban y no se podía imaginar para que podían utilizarla.
– ¿Que es lo que llevan ahí dentro Yon?.
– Ese tipo de naves de trasporte las suelen utilizar cuando traen mercancías de otros planetas.
El niño no parecía sorprendido después de lo que le había dicho aquel hombre que no era su padre.
Yon se lo había encontrado perdido por lo que antes eran las calles de Zaragoza buscando comida y huyendo de los cazadores de almas, esos mercenarios que se dedicaban a secuestrar personas para luego enviarlas como colonos a otros planetas al servicio de los grandes Señores.
Después de haber descubierto todo tipo de recursos minerales en otros planetas en ninguno pudieron encontrar vida igual de inteligente que la humana y las personas se convirtieron en la materia prima mas importante. …

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3 comentarios

  1. 1. Basilisa Nogales dice:

    Hola, Juan:
    La historia pinta muy bien. Me gusta este primer capítulo. Por si se me olvida al final, quiero recomendarte que la continúes.
    Pero creo que debes ponerte al día con la acentuación. Se te han olvidado varias tildes:
    “asoló”, “más seguros”, “explicó Yon”, “sabía”, “hacía bastante tiempo”, “Ander se quedó contemplando”, “haciendo frío”, “Observó las luces estroboscópicas”, “podía imaginar para qué podían utilizarla”, “– ¿Qué es lo que llevan ahí”, “en la materia prima más importante …”
    “cualquiera casa” debe ser “cualquier casa”.
    En “Si no lo habían hecho ya era por que podían pasar” debería ser “porque”.
    También debes prestar atención a las comas, las rayas de diálogo y otros signos de puntuación.
    Los puntos suspensivos son tres y no se pueden poner después de un punto. Nunca debe haber cuatro: “materia prima mas importante. …”.
    Después de una interrogativa no se pone punto, porque ya vale como tal el de la interrogación que cierra: “-¿Qué es eso?.”, “¿Qué es lo que llevan ahí dentro, Yon?.” Igual debe hacerse en las exclamativas: “-¡Es enorme!.”
    Las rayas de diálogo y de inciso aclaratorio son más largas (―) que el guion y deben pegarse a la palabra. Busca aquí en Literautas el post sobre cómo escribir diálogos. Está muy bien explicado.
    Faltan comas en: “Después de haber descubierto todo tipo de recursos minerales en otros planetas, en ninguno pudieron encontrar vida”, “¿Qué es lo que llevan ahí dentro, Yon?”
    Espero que esto te sirva y pulas el texto, porque merece la pena que lo continúes.
    Un saludo.

    Escrito el 18 febrero 2016 a las 12:03
  2. 2. Noemi dice:

    Hola Juan
    Un comienzo interesante para tu novela. Los primeros párrafos me resultan un poco pesados y lentos como si todavía no hubieses encontrado la voz narrativa justa. A partir del diálogo mejora mucho. Además de las reiteraciones del principio(la vegetación)hay dos frases que habría que quitar porque obstaculizan inutilmente la lectura “La caída en el horizonte del astro que antiguamente fue venerado y ahora maldecido les daba en la cara, por eso cuando desapareció de repente no pudieron evitar mirar hacia el objeto que lo ocultaba” es engorrosa y no dice nada y “Si no lo habían hecho ya era por que podían pasar por un padre y su hijo buscando un lugar donde vivir a cobijo de la ciudad a la que se acercaban” confunde y eso lo explicas mucho mejor unas líneas más adelante. Bueno ahora solo me queda felicitarte y esperar la continuación, pues promete.

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 17:47
  3. 3. Juan Barcenas de Amenabar Pastor de Castros dice:

    Muchas gracias Basilisa y Noemi por vuestros comentarios los tendre muy en cuenta a la hora de corregir el texto. Agradezco el tiempo que os habeis tomado para ayudarme.

    Escrito el 21 febrero 2016 a las 04:20

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