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EL SARGENTO ISMAEL - por Mª Luisa Pérez Rodríguez

EL SARGENTO ISMAEL

Un rumor a sus espaldas hizo que se girara rápidamente. Parapetados tras los cristales se encontraban los dos fugitivos a los que llevaba persiguiendo desde hacía horas. Allí estaban, a tiro de piedra como quién dice. Pero bien armados por lo que le habían comunicado desde la centralita. Tenía que ser precavido.
Despacio, Ismael, se aproximó hacia la verja cuidándose mucho de no ser visto. Llevaba revolver y podía en cualquier momento disparar a uno de ellos, pero quedaba el otro, y además las órdenes eran claras: arrestarlos sin que mediara la sangre. O sea un buen marrón tratándose de unos asesinos cuya trayectoria era bien conocida por la policía. Pero pretendían, al detenerlos, que "cantaran" de firme. Eso era lo más importante en este caso. Necesitaban los nombres de la banda que, desde hacía demasiado tiempo, llevaba extorsionando a muchos ciudadanos.
Fue el motivo por el que le confiaron este cometido. Sabían de su temperamento frío y resolutivo ante estas situaciones y no podía decepcionar a sus jefes. Se había ganado por méritos propios la fama de sargento despiadado y no podía defraudarles.
No se encontraba en su mejor momento anímico, pero ya se había acostumbrado a este tipo de situaciones. Llevaba más de veinte años dedicándose a su trabajo en cuerpo y alma, pero no se arrepentía. Se le disparaba la adrenalina y esto hacía que se sintiera vivo. Intensamente vivo.
Tenía que encontrar la forma de poderlos rodear sin correr riesgos, sin peligro. Miró a su alrededor y vio en el suelo una piedra de bastante tamaño. Sin pensarlo dos veces, la lanzó hacia la cristalera donde estaban los delincuentes, produciendo con su rotura un gran estruendo. Ante esa inesperada agresión y el ruido ocasionado, se dispararon los dos revólveres y, por unos segundos, quedaron desconcertados por el falso ataque. Ismael aprovechó esos instantes para abalanzarse sobre ellos y desarmarlos. Una vez más dio pruebas de su eficacia.
Ismael Rey no era un policía cualquiera. Decían de él que no tenía familia, ni parientes, ni nadie que lo quisiera. Su fama de sargento despiadado no le vino de un día, sino de muchas actuaciones al frente de su equipo contra las más sanguinarias bandas, contra todo tipo de mafias, contra los asesinos en serie. No aceptaba negativas de nadie, ni dudas de sus subalternos. Todos lo tenían claro y le temían. Los que trabajaban con él y a los que detenía. Los primeros salían a las más mínima insinuación de orden, los apresados porque conocían sus métodos en los interrogatorios.
Ante todo esas referencias y su desagradable carácter, para Víctor que empezaba en el periodismo, era un personaje interesante para llenar su sección dedicada a los sucesos. Por eso había decidido ponerse en contacto con él para pedirle una entrevista. Una entrevista que consideraba imprescindible para el ascenso que deseaba en su periódico y porque en su subconsciente, le admiraba. Era algo que no quería reconocer, pero sentía fascinación por un tipo como Ismael.
Se propuso visitar los bares y garitos que el sargento frecuentaba, para de ese modo, de una manera aparentemente casual y si intermediarios, poder abordarlo en su ambiente. Se dirigió al bar "Los Flamencos" y se sentó en una de las mesas cercanas a la puerta para no perderle de vista cuando entrara. Le habían dicho que todos los jueves por la noche sin falta, solía caer por allí. Al poco, vio su rotunda y corpulenta figura entrar en el local. Sintió que se le aceleraba el corazón, al tiempo que empezó a dudar de la decisión de entrevistarlo al oír sus primeras palabras: «Hay algún capullo por aquí que quiera invitarme a una copa?».

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5 comentarios

  1. 1. Frida dice:

    Hola Mª Luisa. Comienzo apuntándote un detallito.
    -Llevaba revolver y. Aquí olvidaste la tilde de revólver.

    En cuanto al relato, el retrato del sargento Ismael está muy bien logrado, pero creo que te has recreado demasiado con su figura y que el final, podía ser mucho más abierto, creo que para ser un primer capítulo que debería enganchar al lector, se ha quedado al borde mismo,supongo que el límite de palabras ha jugado en tu contra, pero yo quizá hubiese condensado más el momento de la persecución a los asesinos para acabar con una escena en la que Víctor e Ismael se conozcan abruptamente, quizás en un tiroteo causado por los amigos de los asesinos que acaba de detener, que tratan de matarlo en los flamencos, o cualquier otro sicario, que al parecer a Ismael no le faltan enemigos. Espero que puedas pulirlo un poquito más, como digo tan solo al final para obtener un mejor relato, el cual ya de por sí es bueno.

    Escrito el 18 febrero 2016 a las 19:48
  2. 2. Florna dice:

    Mª Luisa: Tu relato me pareció interesante, esta bien redactado y plantea una buena idea como principio de novela. Lo que quizás le faltó fue un poco mas de acción. Me hubiese gustado ver a Ismael en plena operación, y que su encuentro con Victor fuese más accidental.
    Un periodista que se ve involucrado de casualidad en el encontronazo entre un sargento y los fugitivos que persigue; y que en el incidente encuentra la historia que le valdrá su ascenso en el periódico.
    Victor se interesa en Ismael y necesita averiguar sobre su pasado, nosotros los lectores vamos a querer acompañarlo en su investigación.Creo que con presentárnoslo sin mucha información, es suficiente para engancharnos con este personaje admirable. Te sugiero que dejes un poco de las características del sargento para que las descubramos más adelante; provocando que nos pique esa intriga propia del primer capítulo.
    Muy buena la historia, saludos.

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 02:48
  3. 3. Manoli VF dice:

    Hola María Luisa. Ante todo te felicito por el texto. Tienes buena redacción y la forma es correcta.

    Como sugerencia te anoto algunas cosas que me han llamado la atención:

    -Ante todo te recomiendo separar un poco los párrafos para facilitar la lectura, aunque, tratándose de una novela igual no procede.

    -“vio en el suelo una piedra de bastante tamaño” “bastante tamaño” no indica ningún tamaño, lo correcto es: “de gran tamaño”. O bien:”de tamaño bastante grande”.

    -“Su fama de sargento despiadado no le vino de un día.” No me parece apropiada esta expresión. Quizás: “Su fama de sargento despiadado se sustentaba en…”

    En general el relato me gusta mucho y la atmósfera de intriga policial está bien planteada. Me parece un muy buen comienzo de novela. Te animo a seguir si no lo has hecho ya.

    Un saludo y encantada de leerte.

    Escrito el 20 febrero 2016 a las 20:44
  4. 4. Laia Gabue dice:

    ¡Hola Ma Luisa!

    De entrada gracias por tu comentario en mi relato.

    En general el tuyo me ha resultado interesante, esta bien escrito, es fácil de leer, tiene ritmo…

    En referencia a la forma, te indico algunas frases dónde creo que la puntuación no es del todo correcta:
    “O sea un buen marrón tratándose de unos asesinos…” creo que debería ser “O sea, un buen marrón, tratándose de unos asesinos…”
    “…contra los asesinos en serie.” yo quitaría el los ” contra asesinos en serie.”
    “…su desagradable carácter, para Víctor que empezaba en el periodismo, era un personaje interesante,…” debería ser “su desagradable carácter, para Víctor, que empezaba en el periodismo, era un personaje interesante…”
    «Hay algún capullo por aquí que quiera invitarme a una copa?» en castellano las preguntas siempre se empiezan y se acaban con el signo de interrogación así que lo correcto sería «¿Hay algún capullo por aquí que quiera invitarme a una copa?»

    Cuando describes a Ismael al principio dices en dos frases consecutivas… “no podía decepcionar a sus jefes.” y “…no podía defraudarles”. A mi me resulta reiterativo.

    En el tema contenido, coincido con los compañeros en que la escena de la detención da para mucho más. En mi opinión hay algunas cosas que no cuadran o que yo no alcanzo a entender tal y como están contadas. Por ejemplo, al principio dices que se gira al oír un ruido y es entonces cuando ve a los dos delincuentes… pero si esta de espaldas a ellos y ellos están en un ventanal ¿¿no quedaría expuesto??. Más adelante dices que consigue desarmarlos porque gracias al ruido están como despistados, entiendo yo, ¿¿¿pero a los dos??? ¿¿A la vez?? Creo que eso se merece una explicación. Intuyo que se puede hacer, en las pelis de acción un solo tío desarma a 25, pero si ya viéndolo me resulta poco creíble, imagínate si ni siquiera me lo explican. Creo que el relato ganaría en verosimilitud si contases cómo lo hace.

    El tema es interesante y el encuentro policía – periodista puede dar para mucho, así que ánimos y ¡a escribir! ¡Nos leemos!

    Escrito el 25 febrero 2016 a las 11:29
  5. 5. Mª Luisa Pérez dice:

    Gracias por vuestros comentarios. Todo es mejorable !!!! yo lo que siento es no poder leer todos los relatos que me gustaría ya que con los comentarios se aprende muchísimo, pero hay tantos… el sistema anterior con tres relatos resultaba más sencillo y concreto. Bueno es una opinión, pero si yo tardo en leer un relato (del que debería opinar) y ya tiene catorce opiniones… poner algo nuevo o distinto, es casi imposible.
    Bueno esta opinión es más para los organizadores, pero lo cierto es que me encuentro desbordada (ellos también, supongo)

    Escrito el 28 febrero 2016 a las 20:56

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