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Soñando una vida - por J. Perez

Un espejo, un armario y una mesita era lo único que necesitaba Manuel en su cuarto. Cuando sonó el despertador su sonido resonó como un estruendo en aquella habitación tan grande con tan poco mobiliario. Había decidido ponerle el sonido de la bocina de un barco, no por que su sueño profundo le impidiera oír cualquier otro sonido, sino por que le recordaba cuando en las noches mas silenciosas de su infancia rompía ese calma la entrada de un barco en el puerto que con su bocina anunciaba su llegada. Siempre que lo oía pensaba en su abuelo volviendo a casa con su barco después de estar meses en alta mar. Esos pensamientos conseguían que se relajase lo suficiente para olvidarse de todo y poder seguir durmiendo. Ahora, pasados los años, solo era un sonido que le traía recuerdos agradables a la hora de levantarse.
Cuando Manuel escucho el despertador llevaba ya tiempo despierto y solo esperaba que el sonido le recordara que era la hora de levantarse. Se levanto ojeroso y pesado por la falta de horas de sueño y empezó su rutina diaria al levantarse aburrido. Se dio una ducha, mas bien fría, con la esperanza que le activara un poco y se preparo un café para tomarlo viendo las noticias de la mañana como todos los días. El locutor movía la mandíbula y soltaba palabras y Manuel lo miraba sin ganas escuchando su voz sin entender nada de lo que decía. Después de un rato embobado mirándole, pensó que tenia que empezar a moverse si no quería quedarse allí dormido y fue a su dormitorio a por el ordenador todavía perezoso por el sueño, quería comprobar si tenia la confirmación de la habitación que hacia días que había solicitado para pasar el fin de semana en Avilés y poder descansar después de unos cuantos días de trabajo en una ciudad que no sabia demasiado de ella y le apetecía conocer un poco mas. Repasando los mensajes pudo encontrar la confirmación de la reserva y empezó a hacer sus maletas para estar hoy en Avilés.
Lo que no había conseguido un café y una ducha fría lo logro el frio de León de febrero, le abofeteo según salia del portal quitandole el poco sueño que pudiera quedarle encima haciéndole temblar obligandole a sacudírselo frotando sus manos contra su cuerpo. Había caído una buena nevada durante toda la noche, se podían ver los montones de nieve acumulados a los lados de la acera que los operarios del ayuntamiento se afanaban en quitar, estaba claro que sus esfuerzos no eran suficientes pues había sitios donde no había podido llegar la sal y caminar resultaba difícil y trabajoso. Cuando por fin pudo llegar a su furgoneta Manuel tenia las manos entumecidas y encendió la calefacción mientras esperaba que se calentara el motor con la esperanza que el también pudiera entra un poco en calor.
Lo poco que pudo ver de las noticias fue el estado de las carreteras y avisaban del mal estado del puerto Pajares para circular por allí, tampoco hacia falta ver las noticias para darse cuenta de eso por que Manuel podía ver un paisaje completamente blanco desde la ventanilla de su coche, de hecho aun seguía nevando por eso decidió ir por la autopista para cruzar a Asturias.
El frio y la nieve le acompaño durante todo el trayecto y la calefacción de su vieja furgoneta no era suficiente y para combatirlo siempre llevaba una manta para esas ocasiones y poniéndola sobre sus piernas le ayudaba a soportarlo un poco mejor. Cuando por fin llego a la entrada al túnel que da paso a Asturias tuvo la esperanza que las cosas cambiaran. Le habían contado historias sobre el cambio del tiempo en el famoso túnel que separa Asturias de León, incluso el mismo pudo comprobarlo cuando en un caluroso día de verano fue por primera vez a Asturias y no pudo imaginar lo que al salir del túnel iba a encontrarse, un cielo completamente nublado y una sensación de humedad que aumentaba según bajaba el puerto y se acercaba mas a la costa. Algunos se lo habían dicho ya, la cordillera cantábrica retiene la humedad dejando mas seca la zona de León, por eso ese cambio en el clima. Tenia la esperanza de que ese día también ocurriese lo mismo pero lo que se encontró cuando salio del túnel fue el mismo día de frio y nieve que no se suavizo hasta llegar casi al litoral asturiano.

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4 comentarios

  1. 1. Elvi dice:

    El principio de tu relato me parece hermoso y evocador, sin embargo creo que alargaste demasiado el viaje donde cuentas las inclemencias del tiempo, dejando poco espacio para el personaje.
    No obstante me gusta como describes y escribes.
    Espero en el siguiente capitulo tener una sorpresa.
    Saludos

    Escrito el 18 febrero 2016 a las 20:18
  2. 2. M. H. Heels dice:

    Las descripciones de lugares y paisajes son muy buenas y te colocan en el lugar exacto. Casi puedes notar el frío y la nieve. Pero siento decirte que tu relato aporta poco más.
    Como “primer capítulo” se queda flojo. No conocemos el motivo del viaje ni a dónde nos llevará esta historia. La verdad, no sabría que esperar de esta posible novela. Este capítulo no “engancha” a la historia. Lo siento.
    Por otro lado, es necesario que pongas algún punto y aparte y separes en párrafos, se haría más sencillo de leer.
    Nos leemos

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 09:16
  3. 3. Marcelo Kisi dice:

    Hola J. Pérez,
    Debo decir que coincido con M.H.Heels. La consigna del taller de este mes -de hecho, de toda novela, de todo relato- es enganchar desde la primera página, y ello lamentablemente no ocurre. Una de las cosas que he aprendido en el taller es a no hablar más del clima. De verdad, está demasiado trillado y no se entiende por qué tantos lo usan, porque la verdad es que aburre en lugar de enganchar. También te recomiendo apretar el acelerador de la trama. Fijate cómo dedicas infinitas palabras al sonido del despertador y a todas las acciones del protagonista cuando se despierta. Como creación de clima, si te es tan imprescindible, dos renglones alcanzan: una persona se levanta, va al baño y luego a desayunar. Ya. ¿Entonces qué pasó? Me ilusioné con que algo pasaría cuando dices al final “lo que se encontró cuando salió del túnel…” dije: ah, por fin: alguna catástrofe, el cadáver de una joven ahí tirado en el camino, una nave espacial, el fantasma de su padre, un cocodrilo, algo! Algo que nos sorprenda y que justifique seguir leyendo. Pero no: más nieve! (más informes meteorológicos!), y encima nos anuncias que no se terminará por largo rato.
    Como primera recomendación si quieres dedicarte a la pasión de escribir: deja ya los partes del estado del tiempo y cuéntanos una historia. Como ejercicio: ¿cómo sería una historia contada a toda velocidad? Ojalá estos comentarios te sirvan, aunque suenen duros. Saludos!

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 10:03
  4. 4. J. Perez dice:

    Elvi, Heels, Marcelo, muchas gracias por decirme las cosas tan claras y directas sin ambigüedades y formalismos.
    Tendré muy en cuenta lo del parte meteorológico jeje, me hizo mucha gracia, pero me he dado cuenta que a lo mejor me enredo demasiado en algunas cosas que realmente no significan demasiado en la historia.

    Escrito el 21 febrero 2016 a las 04:31

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