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LA GRAN ESPERANZA - por PEPE ILLARGUIA
Web: http://vientobarrofuego.blogspot.com
No lo miras a los ojos, sueltas el crochet, por qué lo llamarán ring, piensas, si es un salón cuadrado de baile, mientras, cae sobre ti una lluvia de golpes, un uppercut directo a la mandíbula, salvaje, chilla una voz de mujer teñida de platino, lo esquivas pero su cuerpo te cae encima, te abrazas a su cuello, sujetas sus brazos, es una danza de sudor y sangre, el protector se desplaza dentro de tu boca, el público grita levantándose de sus asientos, soltando puñetazos simulados en las gradas oscuras, con la fiebre de asesinos que han pagado su entrada, el brazo del árbitro separándote, tiras una derecha, esta vez no la ha visto llegar, mueves los pies, levantas la defensa, es como golpear una montaña, el sonido de la campana te taladra los oídos, te abrazas a tu rival, el árbitro os empuja, hacia el rincón, oyes que dice, suena su voz como un trueno, no como la del segundo, que te susurra, acuérdate de que es en el cuarto, en el próximo, la toalla remojada te empapa la cara, los ojos, los hombros, bebes agua, escupes un cuajo de vísceras en un cubo, no te acerques demasiado, y sobre todo, cuando caigas que tu culo no se levante, ya no sabes quién es tu enemigo, el que susurra tan cerca, pegajoso y húmedo, el público que muestra su cara feroz y cruel, o el otro, que es como tú, un escorpión letal, dos señoritas pasean el cartel con el número cuatro, cierras el puño dentro del guante, como un martillo, nada parecido al martillo que golpea el metal, segundos fuera, aún tiene tiempo de abrirte el pantalón, de darte aire, y de llevarse la banqueta resoplando como un búfalo herido, te agarras a las cuerdas para impulsarte, te golpeas el pecho, invitando al espectro de pantalón rojo fuego que te mira con la mirada perdida y gris y te golpea, entre la oreja y el hombro, en el cuello, no puedes decir que es un marrullero, porque eso también lo has hecho tú, sueltas la derecha hacia su estómago, sientes cómo se encoge, un uno-dos, arriba y abajo de nuevo, le cierras el ojo izquierdo, oyes los gritos pidiendo más sangre, miras alrededor por la rendija del ojo izquierdo, también tú tienes un ojo cerrado, y el golpe te viene, flojo, por el lado ciego, sobre la sien, te cubres la cabeza, y entonces te cae una lluvia de golpes en el vientre y arriba, echas los brazos al vacío, y el golpe final, el gancho de izquierda, ya no lo sientes, ni en las costillas ni en los huesos, tus rodillas se doblan, no ves al árbitro sujetando al toro negro, besas la lona con la mirada extraviada, y no oyes el
UNO…, hay una playa, donde jugabas de niño, buscas cualquier cosa para ser el jefe de la pandilla, un corcho, un pez muerto, o una espada de madera
DOS…, los besos en la lona no son tan cálidos como los de la mujer que besaste por primera vez, aunque también cerró sus ojos
TRES…, tu padre te va a llevar al circo, este año trae un montón de atracciones, leones, forzudos y payasos
CUATRO…, se abre una puerta, o una ventana, un rayo de luz te ilumina desgarrando las telarañas de tu ojo sano y con el guante te sujetas a la cuerda y al mundo
CINCO…, el tiempo se ha detenido y tu corazón golpea bum, bum, bum en las ramas de tu cerebro
SEIS…, te pones de rodillas, notas cientos de miradas extasiadas como agujas clavándose en tu espalda, y ves la cara de tu manager a punto de arrojar la toalla
SIETE…, un hálito infernal te sube por las entrañas, con regusto a hot dogs y patatas fritas, y sin embargo, con el alma surcada de cicatrices aún te crees capaz de sonreír
OCHO…, en la playa desierta una gaviota escarba y picotea, parecen los restos de un animal, el ave se espanta cuando me acerco, y el animal parece un trozo de cartón con restos de algas enmarañadas, y sus cuencas vacías te miran, te reconocen y te sonríen
y…, te levantas
Hola Pepe.
Tu capítulo me ha encantado. La forma en que describes es muy cruda, e impactante. Me has atrapado desde el principio.
Me gusta el efecto que causa la falta de puntos. Es como estar atrapado con el personaje en el ritmo de la pelea. Sin respiro.
Me alegra que te haya enganchado Nic-Is, la verdad es que yo disfruté mucho escribiendo el comienzo de esta historia cruda y descarnada del submundo del boxeo dominado por la mafia, como en la película La gran esperanza blanca, de donde he sacado el título.
Saludos Pepe; estoy eligiendo al azar (leáse favoritos) y te he buscado.
Tal como dice Nic-Is, el ritmo rápido envuelve; pero a mí en lo particular, me quede sin aliento, porque leo en voz alta y no me dabas respiro. Usé mi lector electrónico, y en definitiva no lo escuchaba bien. Así que volvi a leerlo, por instinto tuve que puntearlo mentalmente.
Mi parte favorita ha sido el conteo, para mi mucho más impresionante que la serie de golpes, sudor, sáliva y sangre. Porque las imagenes mentales fueron muy claras para mí con esa descripción. Y sobre todo, que él no se rinde.
No me gusta para nada el Boxeo y jamás he visto una de Rocky, pero a mi papá le gusta mucho, sé que le gustaría mucho tu historia. Todo bien con tu forma de relatar, pero aunque amo a la devoción las comas, extrañé los puntos y comas y los puntos para hacerme respirar… 😛
¡nos leemos!
Hola Tocayo: ¡UFFFF!
Te felicito es de lo mejor que he leído en los últimos meses. Contundente por lo vertiginoso y brutal y poético al final, una mezcla digna de un marco. ¿Pero y el resto? Lo que queda de la novela debería tener la misma fuerza que el primer capítulo, espero leerla.
Como siempre es un gusto leerte.
No sé realmente qué decir de esto, salvo que me parece magistral. El manejo del ritmo es perfecto. Por algún motivo me hizo pensar en Cortázar (tal vez porque le gustaba el box, quién sabe).
Me da la impresión de que da más para relato que para novela, pero el gancho está muy bien.
Genio.
Aquí estoy habiendo presenciado “en vivo y en directo” como dicen por aquí, una pelea de boxeo, y he sufrido lo que suponía que podía sufrir si alguna vez la hubiera presenciado.
Sin dudas lo mejor es el conteo y “Y… te levantas”. Este tío es capaz de enfrentar cualquier mafia. Quiero saber cuantos y qué golpes dará y recibirá en la lucha. Por favor, no me dejes en ascuas!
Hola, Pepe:
Gracias por la visita, y aplausos por la genialidad de tu capítulo uno. MAGISTRAL. Perfecto.
PD: perdona, pero me parece que debes leer RAE; eso de no saber usar los puntos… ¡Por favooor! ja, ja, ja, ja.
Hola!
Tu texto como primer capítulo de una novela es brutal. Has logrado un relato muy vívido y totalmente efectivo… No encuentro ninguna crítica qué hacer, porque lo que he leído me parece perfecto tal cual. personalmente hubiese preferido hallar más puntos en el recorrido… Pero reconozco que de la forma que lo presentas el efecto es más impactante.
Fantástico inicio… Gracias por comentar el mío.
Saludos
Leyéndolo he imaginado que se trata de la introducción de la víctima para, después, presentarnos al detective… cosas mías. Un ritmo muy ágil y acorde con la escena de acción.
A nivel formal no sé si después de los puntos suspensivos iría una coma y faltan los puntos de las frases que acompañan a la cuenta del arbitro.
Buen texto, sin duda
Hola Pepe
Para escribir lo que has escrito, hay que saber hacerlo.Cualquier otra cosa sobra. Enhorabuena.
Nos leemos
Muchas gracias, amigos, al final lograréis que me ponga colorado, Cortázar me parece una referencia obligada por mi pasado común en la capital francesa (sós una maga Denise).
Yo no creo que sea un relato perfecto, cuadrado sí, je-je, pero se nota que está trabajado, aunque le veo algún defectillo. En cuanto a los puntos, beba, Mayca, que cada uno los ponga donde quiera, la RAE me corroe un poco, esto está escrito como si cada frase fuera un golpe de aire, lo cual para un combate de boxeo le da una pauta de ritmo vertiginoso.
Pepe,
Me ha gustado mucho el capitulo, ademas de un tema que me gusta mucho, el boxeo; adema, suele ser buen material para historias; mafia, bajos fondos, malas infacias…
El unico problema que le veo es que utilizas muchas comas. Se que probable,mente este hecho aposta, para darle continuidad, pero le hace perder ritmo, y hace que no te quede muy claro si en el cuarto asalto se debia dejar caer o no…
Buen trabajo
Nos leemos!
Hola Pepe, gracias por pasar por el primer capítulo de mi futura novela. El tuyo fue realmente vertiginoso, la falta de uso de los puntos al comienzo me hizo necesitar tomar un respiro (paradógico, leo mentalmente, pero necesitaba descansar un momento), pero debo reconocer que eso mismo lo hace aún más abrumador y engancha muy bien al lector. En cuanto al reto, siento que está cumplido, me quedé con ganas de saber que pasa antes de que termine el conteo.
¡Excelente relato!
Hola Pepe,
Me ha encantado. Lo mejor, la imaginativa forma literaria de mostrar, con realismo y veracidad, un combate de boxeo en un solo párrafo, empleando únicamente comas como elementos de puntuación. Consigues ritmo frenético, y casi contagioso.
Muy original también el contaje, y el final, para reflejar la humanidad del boxeador mediante los recuerdos de la niñez, y su honradez al no aceptar el tongo.
A ver ahora como nos cuentas la paliza que le espera por los hampones que manejan el mundillo del boxeo.
Has construido con valentía, un relato que presentaba mucho riesgo. Felicidades y un abrazo.
Hola tocayo:
tengo otros capítulos de mi novela, si te apetece leerlos avísame:
lapis1945@gmail.com, me interesan tus comentarios.
Gracias.
Hola Pepe Illarguia, la lectura de tu texto me envuelve con rapidez en la misma acción del protagonista. Creo que todos hemos coincidido en el efecto que produce la ausencia de puntos. Para mí es una ingeniosa fórmula de redacción que imprime a tu relato mucha credibilidad, amén de otras sensaciones que van surgiendo en medio del combate.
Como primer capítulo de novela me parece efectivo, preciso e interesante.
¡Felicitaciones!
Agradezco tu visita a mi participación de este mes y valoro en alto grado las cariñosas acotaciones al texto, todas muy pertinentes. Me halaga saber que este mes figuraba yo entre tus “escritores fijos”.
Un abrazo.
El relato es desesperante en el sentido de que el lector se vuelve el boxeador, haciendote sentir en medio de todo ese torbellino de gritos, golpes y sangre. Me parece genial, el ritmo rápido muy bien conseguido y el conteo final fue un final de capítulo que cerrastre con broche de oro.
Te felicito por este genial capítulo. Buenisimo.
Saludos y gracias por tu comentario en mi relato.
El relato es desesperante en el sentido de que el lector se vuelve el boxeador, haciendote sentir en medio de todo ese torbellino de gritos, golpes y sangre. Me parece genial, el ritmo rápido muy bien conseguido y el conteo final fue un final de capítulo que cerrastre con broche de oro.
Te felicito por este genial capítulo. Buenisimo.
Saludos y gracias por tu comentario en mi relato..
Pepe te devuelvo la visita (un poco tarde). Agotador y fantástico. Me ha impresionado mucha más la cuenta hasta diez del final, que el párrafo sin puntos.
Me atrevo a sugerir que utilices algún punto y coma. Le quitas un poco de velocidad, pero no ahogas al lector y algunas frases quedan más claras.
Por ejemplo:
“No lo miras a los ojos; sueltas el crochet; por qué lo llamarán ring, piensas, si es un salón cuadrado de baile; mientras, cae sobre ti una lluvia de golpes; un uppercut directo a la mandíbula, salvaje; chilla una voz de mujer teñida de platino; lo esquivas pero su cuerpo te cae encima; te abrazas a su cuello, sujetas sus brazos, es una danza de sudor y sangre; el protector se desplaza dentro de tu boca…”
Como primer capítulo de una novela es espectacular y desde luego que engancha.
Se me ha olvidado comentarte otra cosa que me ha impresionado por su dificultad: el narrador en segunda persona.
¿Tienes pensado mantenerlo durante toda la novela?
Está muy acertado tu comentario Nina, literariamente, pero ahora imagina que no lleva comas:
No lo miras a los ojos sueltas el crochet por qué lo llamarán ring piensas si es un salón cuadrado de baile mientras cae sobre ti una lluvia de golpes un uppercut directo a la mandíbula salvaje chilla una voz de mujer teñida de platino lo esquivas pero su cuerpo te cae encima te abrazas a su cuello sujetas sus brazos es una danza de sudor y sangre el protector se desplaza dentro de tu boca…
Tampoco sería original. Pero es así como lo concibo: el boxeo es un baile feo. Cada frase es un paso o un golpe, o un detalle: la rubia platino que grita salvaje. El punto y coma revierte al orden, la falta de puntos lo subvierte al caos, a la fealdad.
Por otro lado no creo que lo transforme en novela, es cierto que sí hay elementos, pero el primero no se cumple: es el primer relato de todos los que llevo en Literautas en el que el personaje no tiene nombre (aunque no es del todo cierto, tampoco en Inferno, pero este era un microrrelato).
Gracias por vuestra visita compañeros Nic-Is, KMarce, Luis, Denise, Juana, beba, Mayca, David, Paola, Diego, Fernando, Roger, Ryan y Nina. Os espero en la Puerta de Europa I del reto nº 33. Es un ascensor privado con vistas al Ático.
Hola Pepe, te devuelvo la visita y te agradezco que tú me visitaras. También es la primera vez que te leo y te aseguro que no será la última y eso, compañero, es un piropo.
Confieso que cuando veo un texto sin puntos empiezo a marearme, a punto he estado de quedar nokeada en el primer asalto, jajajaja.
Pero yo sí me he visto Rocky, todas las entregas (excepto la última que aún no he tenido oportunidad) y varias veces. Y como Rocky me caigo, me levanto, aprendo y vuelvo al ring si el combate merece la pena.
Y la segunda vez he vuelto con el chip cambiado, leyendo distinto, porque tu relato es distinto y lo merece. Y me ha gustado lo que he leído. No me he parado a mirar si has cometido errores, en estos momentos ando enfrascada en corregir los del relato para el próximo taller.
Y ahora otro piropo. Es la primera vez que disfruto leyendo un texto sin puntos.
P.D. Por favor, para el próximo ponlos, jajaja.
Prometo ser bueno Cryssta:
En el 33 he dejado el estado (,,,) comatoso, incluso creo que hay un punto y coma; y los puntos en su sitio. Todo muy normal. En fin, un asco. Así no hay margen para la inventiva. Este va de un ascensor (es una primicia) en una de las Torres Kio de Madrid, y no llegará al ático.