Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Melbrooke House - por Caritobel

Melbrooke House.

Había oído un sonido estridente desde el ala norte de la casa. El exabrupto la había despertado de su ensueño. El reloj de la habitación marcaba las doce de la noche. La hora hechicera. No era la primera vez que le pasaba, desde que se había casado con Harold Melbrooke, hacía más de una semana atrás; le había sucedido cada noche a la misma hora. Primero había creído que era fruto de su imaginación, pero le había ocurrido de manera sistemática todos los días. No podía solo tratarse de un delirio. Menos en ella, que siempre había sido escéptica con ese tipo de temas, no creía en lo sobrenatural, a lo único que debía temerle era a los vivos. Al menos eso había creído hasta llegar a su nuevo hogar.
Alguien repetía su nombre luego del extraño ruido. Una voz gutural y lejana. Crispaba cada cabello de su nuca. Nunca antes había sentido tanto miedo. Aunque no se consideraba una cobarde, en ese momento lo dudaba mucho. Su habitación y la de su marido estaban separadas por solo una puerta de madera, pero siempre estaba cerrada, y sólo Harold poseía la única llave. Por lo demás se sentía terriblemente sola en aquella vieja mansión con más de doscientos años de antigüedad emplazada a las afueras de Londres, podría considerarse el sitio como campiña. Nadie podía ayudarla en medio de la noche allí sin compañía en su habitación. Nadie la oiría.
Sintió unos pasos por el pasillo. Como si alguien se estuviera acercando lentamente, arrastrando los pies, además de oír crujidos de dientes, arañazos y quejidos. O como si mil demonios hubiesen sido liberados de la caja de pandora y la estuvieran buscando, persiguiendo. Atinó a subirse las sábanas hasta casi el cuello, como si eso la salvará de algún espectro terrorífico e infernal. Pero se sentía más confortada de esa manera, de una patética forma.
El fuego de la chimenea iluminaba tenuemente la habitación, dibujando un siniestro juego de sombras y luces.
Vio que algo pasó por enfrente de la puerta cerrada. Podía ver una silueta por debajo de la abertura de la puerta. Se pego un poco más al respaldo de la gran cama con dosel. De repente comenzó a transpirar, el camisón se le pegaba al cuerpo, pero no por el calor del ambiente, sino por el miedo que le causaba tanta tensión. Ni siquiera se atrevía a gritar. Tenía mucho miedo de que la trataran de loca. Nunca nadie comentaba oír nada por las noches, y ella no quería ser la excepción, pero le ocurría y no sabía cómo manejarlo. Se sentía atormentada y sentía que nadie la comprendería, ni siquiera su marido. Él menos que nadie.
Luego de unos minutos, el monótono silencio lo invadía todo nuevamente, retomando la tranquilidad habitual de la noche. ¿ Y si todo sólo ocurría en su mente? ¿ Si se encontraba sugestionada por el trajín de la última semana?
Trató de infundirse ánimo. – Eres una Anderson, Melanie, no debes temer- se dijo. Como si hablar con uno mismo no fuese desde un principio raro de por sí. Aunque lo cierto era que ya no era una Anderson, era una Melbrooke, y desconocía si la valentía era un rasgo de aquella familia. Seguían sin entender cómo había sido manipulada para casarse con aquel hombre misterioso y enigmático, de parcas palabras y escasa interacción social. A penas si se comunicaba con ella.
Si algo la estaba asediando, sin dudas debía enfrentarse a ello sola. Porque su nuevo marido no parecía estar interesado en asuntos que no estuvieran relacionados con sus empresas e industrias, donde ella quedaba relegada, a no segundo, si no último plano.
Pero esta vez siguió oyendo movimiento a través de las gruesas paredes. Había cambiado el patrón. No tardó mucho en percibir el olor a humo entrar por sus fosas nasales. Fuego. No podía tratarse de otra cosa. Olvidando su terror inicial saltó de su cama, armándose con el corta cartas que se encontraba sobre su cómoda. Salió precipitadamente al exterior. Mirando a ambos lados del pasillo para constatar que no hubiera nadie allí. Entonces se percató de que el humo salía de la habitación de su marido. Se quedó estupefacta ante la espesura de aquella neblina negruzca que invadía el lugar. Temió que fuera demasiado tarde. Pero antes de ser presa de la desesperación, actuó. Abrió la puerta como una posesa. Nunca hubiese estado preparada para ver lo que vio.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

17 comentarios

  1. 1. Frida dice:

    Hola Caritobel. Empiezo con unas cosas mejorables.
    -“Se pego”. Sería se pegó.
    -“¿ Y si todo sólo ocurría en su mente?”. Creo que esta pregunta quedaría mejor si cambiases el lugar de sólo: ¿Y si todo ocurría sólo en su mente?.
    -“Seguían sin entender”. Aquí dices que seguían, ¿Pero quién seguían?, si es un monólogo tal y como y lo entiendo, deberías haber dicho “Seguía sin entender”, pues está hablando con ella misma.
    -“a no segundo”. Veo más correcto que hubieses dicho “no a segundo, sino a último…”

    En cuanto a la narración, he tenido la impresión de estar en la mansión de “Rebeca”, con esa joven esposa recién casada, con un hombre al que apenas conoce. En Rebeca, era el espíritu de esta lo que envolvía la atmósfera de la casa, en tu caso también hay sombras fantasmales, pero creo que más bien van encaminadas hacia ese esposo que debe ser un tanto rarillo, pues dudo mucho de que lo que la pobre va a hallar en la habitación sea siquiera medio normal. El final no es previsible, te deja en vilo y, la tensión que has ido creando desde el principio es la que acaba de redondear ese fin.

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 19:12
  2. 2. Caritobel dice:

    Hola Frida. Gracias por el comentario. Si, me parecen acertadas las correcciones. En una sola puedo justificarme la “n” de “seguían” se escabulló, no iba ahí.
    Y en cuanto a la narración, sí, me imaginé que seria de todo menos lo que podía parecer.
    Es la primera vez que escribo y dejo que alguien me lea. Fue menos terrible de lo que pensé.

    Escrito el 20 febrero 2016 a las 03:19
  3. 3. Lucas Trevisiol dice:

    Hola Caritobel.
    Gracias por pasarte por mi relato y haber comentado, te lo agradezco.
    La historia me llamó la atención, aunque hay cosas que me gustaría comentarte y dejártelo a tu criterio, ya que yo también estoy aprendiendo:

    Primero, noté que la lectura se traba un poco por tantas oraciones cortas “El reloj de la habitación marcaba las doce de la noche. La hora hechicera” yo hubiera puesto “El reloj de la habitación marcaba las doce de la noche, la hora hechicera”. Cosas así bajaron, por lo menos para mí, el ritmo.

    Otra cosa que no tiene que ver con la redacción pero si tiene que ver con la historia:

    ¿Por qué dormían en habitaciones separadas? No sé en que época esta orientada la historia, aunque supongo que en épocas anteriores a la actual.. no estoy seguro si el motivo es ese o si el motivo es que el marido era un antisocial tal como lo describís.
    Sea como sea ¡Me gusta mucho el final! Me dieron ganas de más.
    Sigue en el taller, nos leemos.
    ¡Hasta la próxima!

    Escrito el 20 febrero 2016 a las 19:19
  4. 4. Caritobel dice:

    Gracias por el comentario Lucas. Tendré en cuenta lo de las oraciones cortas. Es más una manía que otra cosa. En cuanto a las habitaciones separadas, sí, se trata de otra época. Aunque si mal no entiendo, ahora está de moda dormir en habitaciones separadas.
    Hasta la próxima

    Escrito el 20 febrero 2016 a las 19:27
  5. 5. Caritobel dice:

    Frida, ¿ Cuál es tu relato? Es que quiero leerlo y no lo encuentro. Ojalá me respondas.

    Escrito el 20 febrero 2016 a las 20:46
  6. 6. Frida dice:

    Hola Caritobel, verás, existe una forma fácil de hallar a una persona en la lista de relatos, te lo digo por si te hace falta en el futuro, tan sólo has de pulsar control al mismo tiempo que F y en la parte de abajo de tu ordenador, te saldrá una casilla de búsqueda. Mi relato es el 236.

    Escrito el 21 febrero 2016 a las 13:26
  7. 7. Ian Pellicer dice:

    Hola que tal.
    Concuerdo con los demás sobre las oraciones cortas. Otra cosa es la separación de párrafos que a mi también me recomendaron para hacer la lectura más ágil.
    En cuanto a la trama se me hizo interesante, tiene buena atmosfera y trasmites muy bien el ambiente de tensión. El final fue simplemente genial, eso si es enganchar al lector para dar página y seguir la lectura ansioso por saber que pasa jeje muy bien.
    Saludos y gracias por pasarte al mio 🙂

    Escrito el 21 febrero 2016 a las 20:12
  8. 8. Coral Mané dice:

    Hola Caritobel
    Gracias por pasarte por mi relato, ahora me toca a mí comentar el tuyo. Empezare diciéndote algunos fallitos que he visto, Pandora se debe escribir con mayúscula y exabrupto no es un ruido, sino que más bien es una reacción de una persona, como de enfado repentino, por lo que he podido contrastar en la Rae.
    En cuanto a la historia, al igual que a Frida, a mí también me ha recordado un poco a Rebeca, pero la atmostfera de tensión es de tu propia creación e indudablemente la has sabido mantener hasta el final. Nos dejas con la intriga… ¿Qué pasará con el marido?
    Un saludo

    Escrito el 22 febrero 2016 a las 08:04
  9. 9. Peter Walley dice:

    Hola Caritobel,

    A mí también me ha recordado un poco a la historia de Rebeca, y también a algunos de los relatos de Poe, así que estás en buena compañía 🙂

    Coincido con lo de las frases cortas, creo que es una historia que queda mejor leyéndola en voz alta que leída. Puedes probar en algunos casos a usar más puntos y coma para hacer pequeñas pausas sin que quede demasiado abrupto.

    Un saludo

    Escrito el 22 febrero 2016 a las 22:58
  10. 10. Caritobel dice:

    Frida: Gracias por el dato, aunque nunca uso computadora, siempre uso el celular o mi tablet, y ahí no se como seria el asunto.

    Coral: Gracias por las correcciones. Las mayúsculas para sustantivo propio a veces se me escapan. Y he usado exabrupto mal toda mi vida. Ja ja ja.
    En cuanto a Rebeca- que ya varios me dijeron- nunca lo he leído, pero se ve que me gustará en el futuro. Agradezco todo.

    Peter: Tendré en cuenta lo de los puntos y comas. Es casi manía escribir con oraciones cortas. Tendré que suprimir el hábito.

    Escrito el 23 febrero 2016 a las 02:16
  11. 11. Luis Ponce dice:

    Hola Caritobel:
    El estilo que quieres manejar en el relato de misterio está bien planteado. Puede que por ser primera vez que te lanzas al ruedo te vayas a encontrar con comentarios excesivos, pero no te preocupes, así empezamos todos. Cuando tengas tu borrador terminado, debes darle una lectura en voz alta como si lo estuvieras contando a una tercera persona y vas a caer en cuenta de detalles que muchas veces se nos escapan al escribir.
    Te apunto algunos para que los repases en voz y alta y te des una opinión:
    “hacía más de una semana atrás”, “emplazada a las afueras de Londres, podría considerarse el sitio como campiña”, “hasta casi el cuello”,”se sentía más confortada de esa manera, de una patética forma”,”A penas si se comunicaba con ella”.
    Vulevelo a leer y coméntalo tu misma como si el texto fuera de otra persona.
    Cuando lo leas en voz alta te vas a dar cuenta de como manejar la puntuación. Pierdes misterio si cortas el relato continuamente. En las películas de misterio las escenas más intrigantes son manejadas en tomas muy largas y lentas para influenciar sobre el espectador, igual la lectura.
    Espero volver a leerte en el taller y escribe, lee y escribe, es la única manera.
    Saludos

    Escrito el 23 febrero 2016 a las 20:18
  12. 12. Marcelo Kisi dice:

    Hola Caritobel!
    Mil gracias nuevamente por tu visita y tu elogioso comentario a mi capítulo 1! 🙂
    Y felicitaciones por tu debut en Literautas y en la literatura compartida en general. Nunca me pasó a mí, pero entiendo que una persona que escribe para los cajones 😉 y luego se anima a pegar el salto y mostrar sus creaciones al mundo, está dando un paso gigante, valiente e importante, que suele cambiar la vida. Y por eso solo, ya te aplaudo!
    Porque además, no tenés nada de qué avergonzarte. Tu relato promete, está lleno de una tensión bien construida, y es muy visual, que es la manera ideal de escritura literaria. No solo nos contás cómo se siente Melanie, también nos mostrás lo que ella está viendo y oyendo. Muy bien!
    Los compañeros, que son certeros y también muy buenos compañeros, ya te están marcando cosas para pulir, y ejercicios para mejorar. Para aportar mi consejito, uno doble: leer muchísimo y escribir mucho también, todos los días si podés. He llegado a la conclusión de que es como un músculo, que va mejorando y fortaleciéndose. Sobre todo, disfrutá mucho del proceso de escritura y de participación en el taller.
    De paso, ¿sigue la historia? No dejes de compartirla con nosotros, porque el gancho final también es muy bueno.
    Te anoto para que nos sigamos leyendo, que todos estamos aprendiendo!

    Escrito el 24 febrero 2016 a las 10:55
  13. 13. Caritobel dice:

    Luis Ponce: Gracias por el consejo. Lo voy a tener en cuenta. La verdad que nunca habia escrito algo de este estilo, pero lo hice para el taller. Así que todo lo que pueda aprender al respecto es bienvenido.

    Marcelo Kisi: Gracias por el ánimo. La verdad que escribo hace unos ocho años (desde los quince) y leo asiduamente desde la misma edad. Creo que mi fascinación por la lectura me llevo a escribir, es como un círculo inevitable. Pero como vos decis, es recién ahora que me animó a hacerlo público.
    Este relato solo lo hice para el taller, pero bueno me entusiasme y ahora lo estoy siguiendo.
    La verdad que estoy aprendiendo mucho gracias a los compañeros/as de Literautas, y eso me alegra mucho. Mucha gente con talento. Y obvio yo tengo ganas de aprender.
    Nos leemos 🙂

    Escrito el 24 febrero 2016 a las 21:43
  14. 14. L.M.Mateo dice:

    Bienvenida, Caritobel:

    Y enhorabuena por tu pérdida de virginidad literaria. Yo también escribía para los cajones de mi mesita, y decidí que ya era hora de desnudarme en público el pasado octubre. No me arrepiento en absoluto.

    Gracias por tus amables comentarios en mi relato.

    Ahora, vamos a por el tuyo. Muchos detalles ya los han comentado los compañeros, así que voy a intentar no repetirme, y depurar un poco el texto:

    – «hacía más de una semana atrás». Quita la palabra “atrás”, ya que estás repitiendo la idea. El verbo ya nos indica que “fue hace una semana”.

    – «sólo Harold poseía la única llave». Si posee la única llave, es que no hay más (¿Ella no tiene copia, por cierto?). Elimina el primer “sólo”, ya que de nuevo repites la idea, y de paso te ahorras esa palabra, que está muy cercana a otro “solo”.

    – «como si eso la salvará ». En este caso “salvara” es sin acento para que concuerde con el pasado del resto del relato.

    – «de la puerta cerrada. Podía ver una silueta por debajo de la abertura de la puerta». Repites dos veces puerta, si unes las dos frases por una coma, puedes eliminar la segunda “puerta”.

    – «¿ Y si todo sólo ocurría en su mente? ¿ Si se encontraba». Los signos de interrogación siempre van pegados, a la primera y última palabra.

    – « – Eres una Anderson, Melanie, no debes temer- se dijo». Elimina las rayas de inciso, ya que para usarlas, deberías dar forma de diálogo y ponerla en línea a parte (si lo dice en voz alta). Si lo piensa para sí misma, lo recomendable y normativo es usar las comillas latinas de apertura y cierre («»). Las puedes escribir con ALT174 y ALT175.

    – «su nuevo marido no parecía estar interesado en asuntos que no estuvieran relacionados con sus empresas e industrias, donde ella quedaba relegada, a no segundo, si no último plano». Cuidado aquí.Tal y como lo expresas parece que quede relegada a último plano en el mundo empresarial, no en la vida de él.

    – “solo/a” se repite muy a menudo en el texto, lo mismo que la palabra “nadie”. Muchas veces se pueden sustituir por otra expresión, o eliminarlas.

    «Nunca nadie comentaba oír nada por las noches, y ella no quería ser la excepción, pero le ocurría y no sabía cómo manejarlo. Se sentía atormentada y sentía que nadie la comprendería, ni siquiera su marido. Él menos que nadie».

    El ejemplo anterior también me sirve para comentarte una vieja manía que yo tengo, y que me está costando horrores quitarme: la frases negativas. Intenta redactar en positivo, es decir, evitando palabras como “nunca”, “no”, “nadie”, “ningún”…. Verás como se enriquece el texto.

    Ponce te ha explicado de un modo maravilloso cómo usar las frases largas y cortas. Sobre todo, no tengas miedo de experimentar y relee en voz alta para ver dónde colocar las pausas. No envíes el texto en cuanto lo termines. Muchos lo redactamos, esperamos un tiempo (dos, tres días como mínimo es lo aconsejable en los relatos cortos. Si tienes más tiempo antes de enviarlo, espera un poco más), y vuelve a leerlo en voz alta, con sus pausas. Verás como muchos de esos pequeños errores los solucionas tú sola.

    El texto tiene mucho potencial, y lo más importante es quitarse la vergüenza, verás como en muy poco tiempo, aplicando algunas normas que irás aprendiendo de los compañeros, y algunas sugerencias (que puedes usar o no, porque son sugerencias), tus textos quedan geniales. Además, irás ganando seguridad y perdiendo vergüenza, que es lo más importante.

    Espero volver a leerte en el próximo taller, y que mis observaciones te sirvan de algo. Sobre todo, que no te de apuro nada de lo que te digan, que aquí estamos todos para mejorar.

    Un beso.

    Escrito el 25 febrero 2016 a las 21:55
  15. 15. Isolina R dice:

    Hola, Caritobel:
    Ánimo. Has dado un salto estupendo con lo de enviar tu texto. Enhorabuena y sigue participando en los próximos meses. Es verdad, aquí todos estamos para aprender.
    Me ha gustado mucho la atmósfera de tu texto. Me ha atrapado. Así que me encantaría seguir leyendo. Si pules el plano formal, te quedará muy bien.
    Cuando veo que L.M. Mateo ya ha comentado un relato, me alegro un montón porque eso quiere decir que tendré menos tarea. Estoy de acuerdo con todo lo que te ha dicho. Así que nada más voy a ceñirme a lo nuevo.
    Procura evitar repeticiones de palabras cercanas: “Su habitación y la de su marido estaban separadas por solo una puerta de madera, pero siempre estaba cerrada” (“estaba-n”), “podría considerarse el sitio como campiña. Nadie podía ayudarla en medio de la noche allí sin compañía en su habitación” (“podría-podía”), “Como si alguien se estuviera acercando lentamente, arrastrando los pies, además de oír crujidos de dientes, arañazos y quejidos. O como si mil demonios hubiesen sido liberados de la caja de pandora y la estuvieran buscando” (“estuviera-n”), “Vio que algo pasó por enfrente de la puerta cerrada. Podía ver una silueta” (“Vio-ver”), “sino por el miedo que le causaba tanta tensión. Ni siquiera se atrevía a gritar. Tenía mucho miedo de que la trataran de loca” (“miedo”), “Se sentía atormentada y sentía que nadie la comprendería” (“sentía”), “Aunque lo cierto era que ya no era una Anderson, era una Melbrooke, y desconocía si la valentía era un rasgo de aquella familia” (4 veces “era”), “Si algo la estaba asediando, sin dudas debía enfrentarse a ello sola. Porque su nuevo marido no parecía estar interesado en asuntos que no estuvieran relacionados” (“estaba-estar-estuvieran”).
    Yo reduciría los determinantes posesivos. Muchas veces se pueden sustituir sin más por los artículos determinados. En: “Crispaba cada cabello de su nuca” yo pondría: “Se le crispaba cada cabello de la nuca”.
    Procura no repetir ideas para que el texto no se enrede. Te pongo un ejemplo: “le había sucedido cada noche a la misma hora. Primero había creído que era fruto de su imaginación, pero le había ocurrido de manera sistemática todos los días”. Esto podría ponerse así: “. Primero había creído que era fruto de su imaginación, pero le había ocurrido de manera sistemática todas las noches a la misma hora”.
    Los verbos “ser”, “estar” y “poder” deberías reducirlos un poco.
    Espero que mis sugerencias te sirvan.
    Saludos.

    Escrito el 27 febrero 2016 a las 15:26
  16. 16. MOT dice:

    Hola Caritobel.

    Me ha gustado mucho este primer capítulo, que, como ha dicho Peter Walley, me ha metido de lleno en el mundo del maestro Poe.

    Visto los consejos — y comentarios constructivos — que ya te han dado varios autores bastante mejores y experimentados que yo, tengo claro que no soy quién para corregirte, pues ya me gustaría a mí escribir la mitad de bien que tú. Lo único que me atrevo a decirte es que la palabra “Apenas” creo que queda mejor escrita así, entera, aunque no es incorrecta la forma poco usada que has elegido: “A penas”. Pero es solo una opinión personal, una modesta opinión personal…

    Saludos cordiales.

    Escrito el 27 febrero 2016 a las 19:34
  17. 17. Caritobel dice:

    L.M Mateo, Isolina y MOT:
    A pesar de que ya estamos con el relato de marzo, le quería agradecer por sus observaciones altamente enriquecedoras – y que he tenido muy en cuenta, como las demás que me han dado los compañeros- y no podía dejar pasar la oportunidad de comentarles esto.
    Este mes al escribir mi consciencia ha sido totalmente diferente, agudizando en cosas que antes había ignorado sin querer.
    Un saludo para todos.

    Escrito el 14 marzo 2016 a las 19:50

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.