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Oscuridad - por Espi

No pensaba abrir la puerta.Era ya la tercera ronda que hacía por la casa desde que horas antes hubiera despertado extrañado, ya que a través de la persiana no entraba el más mínimo signo de claridad.

Ya había abierto todas las ventanas de la casa y mirado a través de ellas. Oscuridad tan solo, y nada más. Ni siquiera era capaz de ver el suelo, y ninguna farola brillaba. Demonios, era incapaz de ver más allá del propio alféizar de la ventana.

Tras haberme asegurado de volver a cerrar todas las ventanas, me dispuse a comprobar que ninguna otra cosa anormal estaba sucediendo. Comprobé interruptores y electrodomésticos. Las luces funcionaban con normalidad, no así la televisión o la radio, las cuales solo emitían interferencias. El teléfono tampoco daba línea.

Una horrible sensación de claustrofobia se apodero de mí, y me dirigí a la cocina y me senté. Alumbrado por la luz fluorescente intentaba ordenar mis pensamientos. Aquello tenía que ser una pesadilla, no podía estar ocurriendo.
Intenté despertar con todas mis fuerzas, incluso probé a golpear la pared con la esperanza de despertar en mi cama, pero solo sentí un sordo dolor que me confirmaba que aquello era real.

Me dirigí otra vez hacia la ventana de la cocina y la abrí de par en par. Miré hacia abajo, pero no se veía nada. A esa altura y con la luz encendida detrás mía, debía poder ver el suelo, pero no era así. Cogí un imán de la nevera y lo dejé caer, esperando escucharlo chocar contra el suelo.

Aunque por un momento pensé que para colmo de males aquella negrura sería un pozo sin fondo, lo oí caer a tierra.

Un poco más tranquilo por ello, busqué por toda la casa una linterna que guardaba para apagones, finalmente la encontré en un cajón de la mesita de noche. Me vestí calzándome unas botas de montaña y varias capas de ropa, en una infantil idea de que eso me protegería de algún posible ataque. Finalmente, volví a la cocina y cogí un cuchillo de grandes dimensiones, que a menudo usaba para cortar cebollas.

Parado frente a la puerta miré a través de la mirilla. Tonto de mí, pues solo vi aquella azabache oscuridad.
Dediqué unos minutos a controlar mi respiración y al mismo tiempo armarme de valor, y finalmente tomé aliento, descorrí los pestillos y abrí con fuerza.

Tal como esperaba, no se veía nada, pero para mi sorpresa, ni siquiera la luz de la linterna lograba alumbrar el pasillo ni las escaleras del edificio, era como si fuera de los límites de mi casa solo existiera un espacio infinito y oscuro.
Sentí un profundo miedo recorriéndome la espalda. Pero decidí explorar un poco más, ya que la idea de seguir allí confinado se me antojaba igualmente angustiosa.

Enfoqué la luz hacia el suelo y no iluminé el típico suelo de mármol blanco que solía ser, sino un suelo liso totalmente negro. Alargué un pie y pisé lentamente, aún temiendo poder caer en un abismo sin final. La superficie por suerte parecía sólida.

Dejando la puerta de casa abierta, puesto que era el único punto de referencia iluminado que tenía, comencé a alejarme en dirección hacia donde deberían encontrarse las escaleras que bajaban al portal.

Apenas había dado unos pocos pasos, cuando una horrible sensación se apodero de mí. Tuve la certeza de estar siendo observado por algo o alguien delante de mí, y temblando enfoque la linterna que, una vez más, solo iluminó negrura y más negrura.

De repente, mi mente entró en pánico, ya no sentía que algo me observara, sino que ese algo había visto la luz y se dirigía hacia mí a paso rápido.

Eché a correr hacia la entrada, casi podía notar como fuera lo que fuera aquello me pisaba los talones. Alcancé la puerta y cerré de un portazo.

El corazón me latía a mil por hora, y respiraba desacompasadamente. Me volví y cerré los pestillos de nuevo.

Entonces me miré la mano, y con horror, comprobé que en mi enloquecida huida, había dejado caer el cuchillo…

Volví a la cocina, y cogí otro cuchillo, este de menor tamaño y menos afilado. Volví a recorrer toda la casa, asegurándome de cerrar bien todas las ventanas, persianas incluídas. Volví a comprobar el teléfono y la radio, y seguían igual.
Finalmente, me senté en la cocina una vez más, convenciéndome de que todo era un mal sueño. Entonces, alguien llamó a la puerta…

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6 comentarios

  1. 1. Lucas Trevisiol dice:

    Hola Espi, la idea de tu relato me gustó mucho ya que se relaciona con libros que me gustan.
    En cuanto a la forma de escribir, me gustan las palabras que usas pero a veces con tantas pausas se puede trabar un poco el ritmo (o eso me pareció a mí); lo cual es una lastima porque el contenido es buenísimo.

    Ahora en cuanto a la historia como ya dije me encantó, pero hay algo que no me cuadra, es decir: si bien estaba todo muy oscuro, hace falta algo más en la atmósfera para crear miedo al personaje, por ejemplo agregar que se escuchaba algún ruido o algo que ponga en alerta nuestros sentidos (mas allá de lo oscuro). Entiendo, de todas formas, que solo consta de 750 palabras.

    En fin, te invito a que pases por el mio y lo critiques (aunque ya se que es lo malo del mío), en cierto modo el tipo de historia es similar 🙂 es el número 51.
    ¡Espero leerte en la próxima!

    Escrito el 18 febrero 2016 a las 03:18
  2. 2. Dianet dice:

    Hola Espi que primer capítulo de tu futura novela más interesante, en todo momento mantienes la intriga y desesperación del personaje y esa ultima frase deja un final abierto. Me gustan estas historias de miedo, un saludo.

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 10:06
  3. 3. CARMELILLA dice:

    Hola Espi:
    Muy buen trabajo.
    En un comienzo me generó un tímido interés, pero has ido avanzando e incorporando con muy buen acierto la acción que ha ido generando una situación ciertamente “terrorífica” en el protagonista. Con un final muy bien logrado para que el lector desee leer el siguiente capítulo.
    Algunas apreciaciones:
    El primer párrafo acaba con una frase sin demasiada relación con las anteriores.
    “detrás mía” no es una expresión correcta, sería detrás de mí.
    En el párrafo que hablas del imán que arrojas, continúas con otro párrafo corto en el que llega al suelo, creo que deberías unirlos y hacer sólo uno.
    Pequeñas apreciaciones, tu trabajo me ha gustado.
    ¡seguimos por aquí!
    Saluditos.

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 17:41
  4. 4. agueda varillas dice:

    Un mal sueño, este primer capítulo. Sigue los consejos de Carmelilla, me parecen muy acertados. Yo añado que cuides el mí y el me que se repiten demasiado. Saludos

    Escrito el 20 febrero 2016 a las 19:56
  5. 5. Lucas Trevisiol dice:

    Hola Espi, grcias por pasarte por mi relato.

    Es una pena que de William Hope Hogdson hayan tan pocos libros en edicion, apenas leí uno de el. Si quieres podemos hablar de autores similares cuando quieras.

    Saludos!!

    Escrito el 21 febrero 2016 a las 03:38
  6. 6. Jordi Lafuente dice:

    Hola Espi
    La historia me ha gustado y el desarrollo puede ser muy interesante. Solo me gustaría hacerte unos comentarios sobre la forma.
    Se muy poco todavía pero por lo que me he aprendido (siempre teniendo en cuenta que no hay reglas fijas) se pueden separar los párrafos por conceptos, es decir, todo lo que tenga una relación muy estrecha, puede estar en el mismo párrafo con punto y seguido (si no es que hay una intención clara del autor). El aspecto visual de la página también es importante.
    Al principio del relato repites varias veces “ya”. Para evitar estas cosas, lo que hago yo, es que en la reescritura, si puedo borrar palabras de las frases y conserva su significado, las borro; en lugar de escribir “Ya había abierto …” puedes escribir “Había abierto…”
    Esto es un poco personal, pero no me gustan nada los “De repente”. En mi caso, en lugar de escribir “De repente, mi mente entró en pánico, ya no sentía que algo me observara, sino que ese algo había visto la luz y se dirigía hacia mí a paso rápido” pondría algo del tipo “Mi mente entró en pánico al notar que algo se dirigía hacia mí …” La mayoría de las veces el que sea “de repente” se sobreentiende.
    Felicidades por el texto.

    Escrito el 29 febrero 2016 a las 16:05

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