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El empresario enfermo - por Manuel Pla Martí

Web: http://plamarti.wordpress.com

Ha entrado en la oficina, en silencio, arrastrando los pies como hace últimamente, con el semblante gris. Debe ser el reflejo en su rostro de la situación económica por la que atraviesa la empresa, la ciudad, el país entero. Un gris cada día más oscuro. Debe ser por la enfermedad, no se sabe cuál, que lo corroe. Ha perdido doce kilos en poco menos de dos meses. Debe ser la angustia de sentirse viejo. Será, tal vez, el creer que ha fracasado otra vez en su intento de consolidar una empresa pujante. Pueden ser muchas cosas, pero su rostro refleja el eco de la desesperanza, el estar vislumbrando un hundimiento, el estar de más en un despacho que cada día le queda más grande. Es la resignación del vencido.
Yo que recuerdo sus gritos y sus furias, su implacable orgullo, las peleas con su socio; veo su abatimiento como una rendición.
Está enfermo. Se siente enfermo, dice, pero creo que se trata de una enfermedad oportuna, no me atrevo a decir que inventada. Pudiera ser simulada, conociéndolo…, para poder sortear con orgullo los apuros, por los que según él, pasa. Pero se ha puesto muy flaco y demacrado.
Ve que la empresa se hunde, al menos con él al frente. No ha tenido fuerza para frenar las ansias de inversión de sus futuros sucesores, y ahora paga por ello. Se siente sin fuerzas. Agarrarse a la enfermedad es su único asidero para poder sobrellevar con un mínimo de dignidad el derrumbe de sus ilusiones. Por segunda, o tercera, o enésima vez, se siente un empresario fracasado.
Ha entrado en la oficina con gesto cansado, ha caminado alrededor de la mesa de Dulio y se ha acercado a mi mesa. La mano izquierda en el bolsillo de su sobretodo de cuero negro, la bufanda alrededor del cuello cayendo desmayada sobre su pecho enfundado en un jersey de gruesa lana. Ha levantado el brazo con solemnidad y en silencio me ha dado la mano. Luego ha hablado. Ha dicho en voz baja que se va unas semanas. No ha dicho dónde. Se va a internar un par semanas en un hospital para ser sometido a pruebas médicas.
—No me siento bien, estoy enfermo — me ha dicho—. A ver cómo va todo. —Luego ha esbozado una ligera sonrisa.
Es la sonrisa que aparece en los labios cuando se acepta con impotencia la derrota, o cuando uno sabe que está mintiendo. Ha dicho que nos esforcemos para acabar el nuevo catálogo. Con mirada extraña y voz baja me ha repetido que confía en mi esfuerzo y en mi trabajo, que me considera imprescindible. Esas mismas palabras las ha repetido en muchas ocasiones, pero hace unas semanas, después de la visita de unos consultores, también me dijo que era necesario que me jubilara, que la empresa necesitaba recortar gastos a como diera lugar. Cuestión de vida o muerte. Él también tendría que jubilarse. Luego se podría trabajar igual, sin la carga se la seguridad social, eso lo dijo su socio, también con una cierta sonrisa, que yo encuadré en el más puro cinismo.
—Las inversiones que se han hecho el último año, y la crisis, sobre todo la crisis, nos han llevado a esta situación. Si no entran pedidos esto se acaba. Estamos hipotecados hasta el cuello. Yo no tengo nada, todo se debe. Las obras de mi casa las están pagando mi hija y mi yerno. Tendremos que vender los coches. Pierdo un quince por ciento jubilándome anticipadamente, pero tengo que hacerlo. Mi socio hará otro tanto. Tenemos que disminuir los gastos. No podemos seguir cobrando lo mismo. Hemos de recortar por donde sea.
Y ahora me dice con su mirada que me considera imprescindible. Claro, me lo dijo también el lunes pasado cuando entré en su oficina para tranquilizarlo por el hecho de no haber ido a trabajar el sábado. Te necesito, dijo.
Ahora me da otra vez la mano y me dice que haga el gran esfuerzo, que ayude a terminar el catálogo, que en ello nos va la vida. Lo dice en voz muy baja, temiendo que alguien más lo oiga. Quién sabe qué pensará. Está enfermo, dice, se siente enfermo. Siente pánico de que pueda aparecer un cáncer fulminante, después de toda una vida fumando. No sería nada extraño, pienso. Luego se ha retirado haciendo un gesto con la boca a Dulio. Ha salido de la oficina y se ha perdido en el oscuro pasillo.

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10 comentarios

  1. 1. Rinconillo y Cortadete dice:

    Hola Manuel. El título de tu novela creo que ya expresa que el tema es el empresario, personaje que se nos dice vencido por la crisis. Abundan las reflexiones indirectas o directas sobre la situación del jefe y de la empresa, que no nos dice de forma clara a qué se dedica, y se achaca a ” las ansias de inversión de sus futuros sucesores” (quizás falten datos en esta exposición para que veamos cual es realmente el problema). Todo ello constituye un conflicto, y también el narrador muestra su conflicto: se siente amenazado por un despido, pero con la esperanza de ser considerado imprescindible para sacar el catálogo y relanzar la empresa, que es puntera…
    Nos vemos atrapados por esta presentación y realmente todo puede ocurrir, el planteamiento es potente. El tono me parece adecuado a la gravedad de la situación, es denso y nos obliga a una lectura pausada, con datos recurrentes sobre el problema pero desde el punto de vista del narrador. El tiempo presente lo considero útil para crear suspense por lo que sucederá en adelante.
    Me ha gustado tu estilo de narrar, es elegante. Tiene buenas descripciones del empresario.
    La frase ” sin la carga se la seguridad social, eso lo dijo su socio, también con una cierta sonrisa, que yo encuadré en el más puro cinismo.” , además del error tipográfico -se, por de-, podría no necesitar la coma después de “sonrisa”.
    Creo que has hecho un planteamiento original por tiempo empleado y el tipo de narrador testigo. Me parece interesante, e invita a saber que sucederá después. Un saludo.

    Escrito el 18 febrero 2016 a las 18:57
  2. 2. María Elvira Alonso dice:

    Hola, Manuel! Me gusta tu relato. Tiene un estilo muy interesante. Y creo que has logrado crear el clima de cansancio, miedo, pesimismo, con algún atisbo de esperanza, que imagino te proponías. Muy bueno. Y cumple ampliamente con la consigna de generar interés por conocer cómo sigue la historia. Adelante!
    Si quieres puedes pasar a leer el 234 y dejarme tu opinión. Gracias!

    Escrito el 20 febrero 2016 a las 06:56
  3. 3. Miriam Torres dice:

    Hola Manuel!!!

    Ya soy una habitual comentando tus textos, los cuales leo por gusto y a gusto.

    No esperaba menos viniendo de ti que un texto cuidado y elegante, con esos tintes de realismo dramático que tanto me gusta y que caracteriza a la mayoría de ellos (al menos los aquí publicados).

    Me gusta la facilidad que tienes para describir las emociones de los personajes, sus percepciones, pensamientos, etc.

    Y salvo ese pequeño error de transcripción que ya te ha dicho Rinconillo y Cortadete en el primer comentario, el texto es de diez.

    Ojalá pueda llegar a mejorar tanto para conseguir relatos parecidos a los tuyos.

    Enhorabuena.

    PD: me gustaría saber tu opinión sobre el texto nº 57. Gracias.

    Escrito el 20 febrero 2016 a las 15:58
  4. 4. Emma dice:

    Hola Manuel.
    He de confesarte que he leído tu relato y me he visto entre el jefe y el empleado. He podido ver su demacrada cara, así como la desilusión y el abatimiento instalados en su cuerpo.
    Muy bien retratado y redactado. Consigues el reto con creces.
    Un abrazo.
    Mi texto es el anterior al tuyo. Si quieres leerlo y comentarlo, me gustaría saber tu opinión

    Escrito el 20 febrero 2016 a las 21:10
  5. Hola María Elvira.
    Voy a leerte y a dejarte mi comentario.
    Agradezco tus palabras. En efecto trato de mostrar el ánimo de personas cercanas a la edad de jubilación que de una forma serena, a esa edad difícilmente puede ser de otra forma, se enfrentan a los golpes de la vida bajo puntos de vista diferentes.
    Gracias por leerme y saludos

    Escrito el 21 febrero 2016 a las 12:08
  6. Hola Miriam.
    Son varios los comentarios que llevamos compartidos y al abrir esta página, como no, miro con interés a ver si aparece tu nombre. Te agradezco mucho que me sigas leyendo y viertas tus opiniones sobre esos relatos que de la manera más humilde trato de componer. Sí, se metió de por medio el diablo de la errata.
    Ya he leído tu narración. Te mandaré mi opinión.
    Gracias

    Escrito el 21 febrero 2016 a las 12:21
  7. Hola Emma.
    Por medio de esos comentarios no vamos conociendo poco a poco. Gracias por tus palabras.
    Voy a leer tu relato y con mucho gusto te mandaré mi opinión
    Hasta pronto.

    Escrito el 21 febrero 2016 a las 12:24
  8. 8. Wiccan dice:

    Buenas Manuel,
    Antes de nada muchas gracias por pasarte por mi relato y por darme tu opinión sobre el mismo, lo valoro mucho.
    En cuanto a tu texto, me gusta tu forma de escribir, creo que no te había leido nunca, pero tienes muy buen vocabulario y la lectura se hace cómoda y emtretenida. El único pero sobre la forma que te pondría, aparte de la errata que es evidente que se te pasó, es que al leer el texto me pareció que se usaba mucho el verbo “decir”, no se si es incorrecto y desde luego no afecta a la lectura, puede que incluso contribuya al ritmo que le das al texto, pero si que me lo pareció por lo que te lo comento.
    En cuanto al contenido, se entiende perfectamente y el texto contribuye a meterte en el ambiente que narras así que muy bien también. Personalmente, y espero que esto no lo tomes como una crítica porque es una apreciación basada en mis gustos, al ser una historia cotidiana y dar pocas pistas sobre como puede continuar la historia hace que me parezca más un relato que un primer capitulo de una novela, aunque al leerlo me recordó a La Colmena, por eso creo que tiene más que ver con mis gustos que otra cosa.
    En cualquier caso, el texto me parece muy bueno, gracias por compartirlo.
    Un saludo.

    Escrito el 22 febrero 2016 a las 16:43
  9. Hola Wiccan.
    En efecto mi forma de narrar, es lo que me sale, se puede encuadrar en un estilo realista. La Colmena es una gran novela y Cela un gran autor, pero son muchos los autores que admiro y a los que leo continuamente. El realismo mágico me encanta.
    Gracias por darme tu opinión. Nos leemos.

    Escrito el 22 febrero 2016 a las 18:26
  10. 10. beba dice:

    Hola, Manuel:
    Muy interesante el tema; y muy bueno tu trabajo: tono adecuado, lenguaje pulcro y correcto; excelentes retratos físicos y psicológicos.
    Ha sido un placer leerte.

    Escrito el 24 febrero 2016 a las 03:26

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