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Día gris - por Caro

El autor/a de este texto es menor de edad

Astrid Pride. Y, encima del nombre, la foto de una chica rubia, con la tez pálida y unos ojos aguamarina que parecían contener la chispa que no tenía el resto de sus facciones. Mis ojos no prestaron atención a todos los demás códigos e información de la tarjeta de identificación, tan solo a su nombre escrito con letras azules. Era curioso cómo, después de anhelar algo casi imposible, la vida te lo ponía en las manos de las maneras más bizarras.

Había sido solamente esa misma mañana cuando, tras desperezarme y tomar el desayuno de rigor, había salido por la puerta gris de mi edificio para caminar por las aún más grises calles de mi sección bajo un cielo encapotado. Para complementar al tiempo y a mis preocupaciones, había dejado escapar el único y destartalado vehículo colectivo del día.

El camino a la Universidad hizo que mi humor empeorase aún más. Parterres de flores y bancos empezaron a aflorar en cuanto llegué a Theta y se hicieron aún más numerosos y vistosos en la entrada. No hacían más que recordarme mi imperiosa necesidad. Pasé mi identificación por la ranura con hastío y, rompiendo con la habitual monotonía, una voz metálica me contestó.

—Retraso. No admitido.

Chasqueé con la lengua, irritado. Otro espectáculo más para los demás estudiantes que pasaban delante de las puertas de cristal y se me quedaban mirando. Seguramente criticaban internamente lo rarito que era y… sí, digámoslo sin miedo, mi indisciplina.

El mundo parecía estar riéndose de mi cuando una tarjeta llovió del cielo, haciéndome que me apartase dando un respingo. La miré casi con miedo de tocarla. No sería raro que fuese otra broma más de esa gente a la que llamaba compañeros, pero que más bien se comportaban como críos de guardería.

—Prueba con la mía. —Una chica me saludó desde lo alto alzando el mentón y apagó su cigarro electrónico. Resultaba que aquello no era una broma, o al menos así lo creía. No entraba en mis cálculos que Astrid, esa chica que nunca me había prestado atención, pero tampoco hecho nada en mi contra, me gastase una broma pesada después de tantos años de paz silenciosa.

Sin mediar palabra, recogí el rectángulo del suelo y lo examiné, curioso. Me encogí de hombros, tenía claro que aquello no iba a funcionar. En la Universidad solamente dejaban efectuar una entrada y salida por persona cada mañana. Casi con desgana y viendo venir lo que se me echaba encima, deslicé la tarjeta de identificación por la abertura.

Un zumbido me sorprendió y miré hacia arriba para encontrarme una mirada burlona.

— ¿Cómo…? ¿Por qué tú sí?—alcancé a preguntar, sin saber ni porque me había ayudado ni cómo lo había hecho.

— Beneficios que tenemos algunos. Ya sabes, cuando estudiamos duro y eso.

Tras estas palabras mordaces, se volvió a meter dentro y de pronto lo vi evidente. Claro, estaba haciendo sus prácticas en el Laboratorio 3. Lo cual significaba que tenía acceso a prácticamente todo.

Quince minutos más tarde introducía la tarjeta en una ranura muy diferente.

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4 comentarios

  1. 1. Frida dice:

    Hola Caro. Expones de manera brillante lo que actualmente es un grave problema en nuestra sociedad: el acoso estudiantil. Si no me he enterado mal, parece que la acción sucede en un tiempo más avanzado que el nuestro, algo un poco más futurista, o al menos esa es la primera impresión que me he llevado. El final es interesante, pero creo que hubiéses podido sacarle más, ese laboratorio 3 da para algo más, para esbozar un misterio tras su puerta, no hace falta mucho, tan solo usar por ejemplo, las palabras área prohibida, de esta manera la frase final cobraría muchísimo más peso. Te animo a que sigas escribiendo.

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 11:52
  2. 2. Rita dice:

    Hola 🙂
    Me ha parecido un relato interesante. Sin embargo, coincido con Frida en que podrías sacarle más partido. A mí, personalmente, me encanta leer historias futuristas, así que te animo a que continúes escribiendo.
    Gracias por tu relato y ánimo 😀

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 20:26
  3. 3. Caro dice:

    Gracias por los comentarios, creo que lleváis razón y que podría haberse creado más misterio con algún otro detalle. Y sí, ocurre en una época futurística. Me alegro mucho de que os guste 🙂

    Escrito el 21 febrero 2016 a las 13:48
  4. 4. beba dice:

    Hola, Caro:
    Felicitaciones por tu creatividad y correcta escritura. Como se trata de un “Capítulo 1”, limitado por las 750 palabras, no creo que pudiera esperarse mucho más; Sí, alguna pista que nos alerte hacia el hilo de la novela.
    Adelante.

    Escrito el 1 marzo 2016 a las 18:54

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