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Madrugadores profesionales - por @jaiarus

Web: http://ladronesdeltiempo.tk

Nadie más notó su falta, pero claro, tenía sentido, con seguridad ella era la única que se había fijado en ese señor que cada mañana viajaba en el mismo autobús, y siempre era el primero en bajarse, como si fuera el único con algo importante que hacer, mirando al resto por encima del hombro. Pero tampoco estaba sorprendida de no encontrarlo hoy, ya hacía días que sospechaba que alguien la seguía y el tenia todas las papeletas.
Compartía con varias personas el autobús de las 7 de la mañana con las que cruza una mirada complice día tras día, la que les reconoce como madrugadores y madrugadoras profesionales, expulsando a los esporádicos de su exclusivo grupo. Pero él era diferente, rehuía las miradas con los ojos nerviosos, como si ese ritual mañanero le fuera totalmente indiferente.

Intentó ignorarle, pero ese hombre y su actitud le fascinaban, y no podía dejar de fijarse en el. Y así es como se percató de que el también de fijaba en ella en exceso, como si analizara y registrara cada uno de sus movimientos.
Es difícil precisar el momento en que ambos se descubrieron como perseguidor y perseguido, ni tampoco que papel representaba cada uno en esa obra. Estaba claro que ambos eran conscientes de la existencia del otro, y por eso, tal y como había aparecido en su vida había desaparecido, no así su inquietud hacía el fin de su escrutinio. Si lo pensaba detenidamente, no tenía sentido, y no sólo por el hecho de que no se le ocurría porque alguien se interesaba por ella ahora, y no antes, si no, por qué únicamente la observaban en el trayecto de ida en el autobús. Toda esta historia le sacaba de quicio. ¿La seguían por “eso”? Siempre había sido precavida, y nunca lo mostró en público…
Pero hoy no, hoy ese hombre no se había montado en el autobús lo que le daba un respiro. Durante el trayecto le había dado un par de vueltas al asunto, y quizá no le encontró sentido porque no lo tenía y todo eran imaginaciones suyas, porque otra cosa no, pero imaginación le sobraba.

De momento la imaginación no es suficiente para teletransportarse, y como siempre llegó tarde, por suerte la clase aun no había empezado, se sentó en su asiento habitual respirando aliviada.

– ¡Dios! Cada día está peor el tráfico. Debería empezar a plantearme buscarme un piso en el centro. – Su compañera Emma le dedico una sonrisa y la miró con fingida malicia.
– Claro, como si pudieras permitírtelo.
– Vaya, menos mal que siempre estas cerca cuando alguien necesita un baño de realidad y que le quiten la ilusión. – Le respondió sacándole la lengua.

Su gesto ofendido hizo sonreír a Altair, pero no pudo contestarle, porque por fin la clase comenzaba. No dejaba de sorprenderse de lo fácil que le resultaba bromear con Emma y lo bien que habían encajado en tan poco tiempo.
Al menos el rumbo de sus pensamientos había cambiado, y no precisamente hacía algo mejor, la clase de historia del arte tampoco ayudaba demasiado, Emma tenía razón. Definitivamente no podía permitirse un piso en el centro, que era lo que más deseaba en el mundo ahora mismo. Era un rollo tener que coger dos autobuses cada mañana y otros dos por la tarde, pero el sueldo de vendedora de libros daba para comer y poco más.

– Parece que esta mañana Altair no está muy interesada en el impresionismo.
Cuando escuchó su nombre levantó la mirada y vio a Jose, su profesor, y al resto de la clase, mirándola conteniendo la risa.
– ¿Eh? Si… ¿Estoy de a cuerdo?
Intentó estar seria mientras respondía. Fracasó. La risa contenida explotó llenando el aula.

Una mirada atenta se habría percatado de lo que no encajaba en esa escena, de la nota discordante. Una mirada atenta habría visto esos únicos labios que no se curvaban en una sonrisa, esa garganta que se negaba a reír. Pero no estaba atenta, no tenía razones para estarlo. O al menos, eso creía ella.

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5 comentarios

  1. 1. Gisela Lupiañez dice:

    Hola jaiarus.
    Primero que nada quiero decirte que me gustó mucho ese juego que planteas entre estas dos personas que se observan mutuamente en el colectivo. También lograste dejarme intrigada con ese “secreto” que obviamente guarda Altair.
    Únicamente encuentro dos detalles en tu relato:
    -La concordancia de tiempos verbales: en algunos párrafos hablas en presente y luego en pasado. Eso dificulta un poco la lectura.
    -Algunas oraciones son muy largas y entorpece el ritmo del relato. Me permito hacerte una sugerencia:
    “Si lo pensaba detenidamente, no tenía sentido, y no sólo por el hecho de que no se le ocurría porque alguien se interesaba por ella ahora, y no antes, si no, por qué únicamente la observaban en el trayecto de ida en el autobús”
    Podrías armarlo de la siguiente forma, usando oraciones más cortas.
    “Si lo pensaba detenidamente, no tenía sentido. No sólo por el hecho de que no se le ocurría porque alguien se interesaba por ella ahora, y no antes. También porque únicamente la observaban en el trayecto de ida en el autobús”
    O algo así. Si lo lees en voz alta percibes la diferencia en el ritmo y creo que teniéndolo en cuenta darías mucho más realce a tu historia.
    Saludos y si lo deseas pásate por mi relato, es el número 60

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 01:49
  2. 2. B.M. Donald dice:

    Un texto que deja una intriga creando la pregunta de una respuesta que no llega. Se quiere leer más para saber cuál ha de ser esa historia que provoca una, supuesta, paranoia de la protagonista.

    Sería interesante ir comprobando los signos de puntuación. Aquí sugieren hacer una lectura en voz alta, eso ayuda a la visualización de lo que ha de ser una lectura con más armonía, si los signos de puntuación son los adecuada, los verbos y sus tiempos si se correlacionan en una misma frase y en el texto en general.
    La comprobación de los acentos por ejemplo: “el” sin acento es artículo determinado, si se utiliza como pronombre personal se escribe con tilde “él”

    Dejo unos enlaces que explica cuándo llevan acento algunas palabras por ejemplo: “como” “que” “el” Resulta interesante ir repasándolo.
    http://blog.lengua-e.com/2012/como-y-como/
    http://blog.lengua-e.com/2011/que-con-tilde-y-que-sin-tilde/
    http://blog.lengua-e.com/2011/el-con-tilde-y-el-sin-tilde/

    ¿Qué ha vivido la protagonista para creer que la siguen?

    Gracias por el relato. Un saludo

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 11:34
  3. 3. javier Be dice:

    Hola

    ¿El perseguidor se vuelve perseguido?

    Muy bueno y por supuesto me deja la intriga de ver que más va a pasar.

    Me gustó mucho, salvo lo que comentan los compañeros, no veo que otra pega ponerle

    saludos

    Escrito el 20 febrero 2016 a las 06:02
  4. 4. @jaiarus dice:

    Aupa,

    Gracias a todos por los comentarios, siempre son de gran ayuda. Tenéis razón en los que habéis dicho.

    En cuanto a los tiempos verbales, se me habrá pasado alguno ya que cambié el punto de vista inicial de la historia y parece que no hice un repaso muy exhaustivo, le echare otro ojo.

    Con la puntuación siempre me pasa que lío a poner comas y luego no hay quien entienda la frase, cada vez intento fijarme mas en este punto.

    Y con las tildes soy un desastre, lo intento pero soy incapaz, la ortografía en general en mi punto flaco, pero hay que seguir intentándolo.

    Después de hacer otra revisión haciendo hincapié en lo que me comentáis lo publicaré en mi blog junto con una ilustración por si os apetece echar un vistazo.

    Gracias.

    Escrito el 28 febrero 2016 a las 12:59
  5. 5. Isaías dice:

    Hola,

    La verdad que el texto me gusta, el título me ha llamado la atención y la relación del personaje con Emma también.
    Me ha despistado un poco el uso de oraciones tan largas y las comas.
    Se pueden arreglar cosas, pero en general me ha dejado buenas sensación, saludos y gracias por tu comentario.

    Escrito el 1 marzo 2016 a las 18:37

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