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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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La grieta - por Basilisa Nogales

Web: http://setecientascincuenta.blogspot.com

Se lo había tragado el abismo a traición. Al menos eso pensó Christopher Kurtz allí abajo, en el primer momento de lucidez tras la caída. Acababa de darse cuenta, aunque solo en parte, de su penosa situación: yacía tirado, a algunos metros de profundidad, entre dos paredes de hielo.

Llevaba años arriesgando la vida en tres ochomiles, poniendo al límite su cuerpo vigoroso y su mente disciplinada y esquivando tantas veces el final que había llegado a creer que Dios lo había elegido para un experimento. Le concedía una oportunidad tras otra. Sí, la fortaleza mental y física con la que afrontaba las adversidades lo había convertido a sus propios ojos en un milagro. Así que aquel golpe brutal constituiría solo otra prueba de su grandísima capacidad de supervivencia.

Trató de corregir la postura, mas algo le impidió hacerlo. Intentó mover brazos y piernas y aquellos miembros inertes se negaron a responder. Quiso incorporarse y las manos tampoco obedecieron el mandato de apoyarse contra la superficie helada e impulsarse hacia arriba. No podía levantarse. Poco a poco fue comprobando que, de cuello para abajo, aquel conjunto de huesos, músculos y órganos se le había desconectado del cerebro. Entonces le vino a la memoria el espantapájaros que el tío Adolf ponía en la huerta cada primavera. Hubiera dado el alma por destrozarlo a patadas y puñetazos.

Apretó la boca, también la lengua, parpadeó, movió la mandíbula inferior con rabia y tensó cada músculo del rostro. Si pudiera expresar ira con lo poco que le quedaba vivo aún… No le gustaría que su ridícula flacidez pudiese servir, amparada en el brocal de un pozo, para alejar a los pájaros de las lechugas y las acelgas. «Estoy delirando», pensó.

―¡Dambu! ―voceó, más que nada por seguir dando órdenes.

Solo con que el sherpa tardara un poco en descender, él ya se habría dormido. Incapaz de activarse para espantar el sueño, los ojos se le cerrarían e iría empezando a notar en el rostro el calor de la muerte dulce. Aunque, bien mirado, que la sangre se le congelara antes de que el maldito guía viese su figura de espantapájaros sería una suerte.

―¡Dambu! ―gritó de nuevo, y comprendió que su voz estaba perdiendo autoridad porque apenas resonaba en las paredes, como si fuese un susurro de ultratumba.

Deseaba contemplar por última vez la blancura de la nieve. Solo eso. Fallecer en aquella sima, a oscuras, no casaba bien con su condición de elegido. Pero, sobre todo, las tinieblas de aquel agujero infame, que el destino estaba dándole por tumba, chocaban con su determinación de ascender hasta la cima. Comenzaba a aceptar que se le negaba, para siempre ya, la gloria de llegar a la cumbre. El Nanga Parbat volvía a cobrarse el tributo de otro ario imprescindible. Con él serían cinco. Mas no quería irse de este mundo sin volver a contemplar la majestuosidad por la que merecía la pena morir tan lejos de su patria. Incluso aunque para eso tuviese que confiar en aquel ser inferior.

«Ese condenado nunca ha sido de fiar», pensó. En la expedición anterior había estado a punto de prescindir de sus servicios. Si lo contrató fue porque no encontró a nadie tan resistente. Pero la mirada torva y la expresión huraña de aquel rostro airado le hacían temer de continuo que en circunstancias difíciles el porteador abandonaría a cualquiera a su suerte sin ningún escrúpulo. Había llegado el momento complicado y supuso que aquel desagradecido ya estaría de vuelta al campamento base. Ni siquiera habría dejado una señal para marcar dónde había caído.

La linterna, enfocada por casualidad a sus ojos, lo cegó. Lo había pillado totalmente desprevenido la presencia del guía. El sigilo con el que aquel medio gato había descendido por las cuerdas hasta alcanzar el suelo cerca de sus pies, cuando él lo imaginaba regresando al campamento base, le asustó. Ni siquiera había contestado a sus dos llamadas. ¿Qué se habría creído? Sintió tanto odio contra aquel ignorante…

―Morir arriba ―le ordenó.

En realidad, daba igual qué palabras inglesas utilizase para hacerse entender; en aquellas cuatro expediciones, el sherpa solo había aprendido a afirmar y a negar. De modo que el alemán le serviría lo mismo.

―Súbeme, bestia, aunque después tires mi cadáver aquí ―le ordenó tajante.

La insoportable impotencia de haber pasado en aquel minuto escaso, sin solución de continuidad, de inmortal a moribundo, la descargó Christopher Kurtz insultando al único hombre que podía cumplir su última voluntad.

Dambu guardaba silencio.

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43 comentarios

  1. 1. Basilisa Nogales dice:

    Hola, compañeros:
    Agradeceré que me ayudéis con vuestras sugerencias a mejorar este texto.
    Un saludo.

    Escrito el 17 febrero 2016 a las 22:26
  2. 2. Lucas Trevisiol dice:

    ¡Hola Basilisa!
    Me gusta tu relato, sin duda escribes muy bien en tercera persona, no te vi escribir en primera aún pero seguro que la tercera es tu fuerte.

    En cuanto a contenido, hay algo que queda un poco “colgado” o puesto a la fuerza. Me refiero a la parte donde hablas del espantapájaros del tio del protagonista (o yo no entendi a que se refería, seguro otros compañeros si)
    Lo que me gusta es el uso de “mas” pero no como más, sino como “pero”, eso me sirve a mi para aprender y ampliar mi vocabulario (lo cual te agradezco).

    Me gusta tambien que a medida que avanzaba, poco a poco iba enterándome de que se trataba todo. Felicidades.

    En lo poco que quiero destacar, encontré una falta de ortografía en la palabra “cima”, donde pusiste “sima”.

    Sin más que decir, te invito a que pases por mi relato (num 51)
    ¡Hasta la próxima!

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 00:07
  3. 3. Basilisa Nogales dice:

    Para Lucas:
    Muchas gracias por tu comentario. Me alegra que te guste. Y que te hayas fijado en “mas”.
    No hay una falta en “sima”. La “cima” está en alto, la “sima” en bajo. El protagonista ha caído a una “sima”.
    Mañana me pasaré por tu relato.
    Un saludo agradecido.

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 01:13
  4. 4. Lucas Trevisiol dice:

    Justo me había fijado en Google y no había aparecido “sima”, disculpa mi ignorancia. Ya aprendí dos cosas con tu relato.
    Espero tu comentario. Abrazo!

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 01:28
  5. 5. Caciba dice:

    Hola, Basilisa.

    Lamento no poder ayudarte a mejorar el texto, como pides. No puedo ponerle ni un “pero” (si puede ponerse… a mí se me escapa). Me parece muy bien escrito en todos los aspectos. El vocabulario muy bien elegido, sin ser recargado. La ortografía y puntuación creo que están perfectas. Fácil lectura y atrayente.

    Veo que no has marcado la casilla del reto y sí me parece que lo cumples. No se sabe si el guía le salvará o “le mandará a freir espárragos”. A primera vista puede parecer que si se ha tomado la molestia de bajar será para ayudarle. Pero como entre ellos no hay nada de “feeling” (filin, en castellano), todo puede ocurrir. En el guía está la continuidad de la novela, creo, en su personalidad oscura, por algo no se fíaba Kurtz. ¡A saber quién ese Dambu!

    Tal y como está escrito también podría ser un relato.

    Bueno, no desvarío más. Siento no poder comentar mejor tu texto. Me ha gustado.

    Enhorabuena, un saludo

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 18:43
  6. 6. Caciba dice:

    (Fiaba)

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 18:58
  7. 7. Juana Medina dice:

    Hola Basilisa,
    No pretendo ayudarte a “mejorar” el texto, está muy bien. Quedan las incógnitas y posibilidades de desarrollo que se deben a una novela. Algo como un fin se ha planteado. Por ahora parece el fin de su vida de explorador, alpinista, y vaya a saber qué más. Entonces, como decía Novalis “Si algo comienza con un hallazgo, debe terminar con una búsqueda”. De aquí en más, sea como sea, vamos a una nueva vida, y tus lectores la estamos esperando.
    Dambu es ya un personaje interesantísimo, y a partir de la última frase, el dueño de nuestro destino de lectores.
    Una curiosidad: hay un giro que desconzco, “tres ochomiles”. Me gustaría entenderlo con precisión.
    Un saludo.

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 22:13
  8. 8. Basilisa Nogales dice:

    Para Juana Medina:
    Un ochomil es uno de los catorce picos de más de 8000 metros que hay en el mundo. Los alpinistas los nombran así. Si uno ha logrado hacer los catorce ochomiles, es que ha subido a todos ellos y ha hecho cima en todos ellos. Fíjate a partir de ahora en las noticias deportivas y verás que si en un periódico se habla de alpinismo, las “victorias” se cuentan por el número de ochomiles conseguidos. La rivalidad también viene marcada por ver quién lo logra antes, en invierno, sin oxígeno, por la cara más peligrosa…
    No tengo mucha idea de alpinismo, pero me gusta leer sobre ello en los periódicos porque al ser un deporte tan extremo da bastante juego para crear ficción.
    Muchísimas gracias por tu comentario.
    Pasaré por el tuyo.
    Un saludo.

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 22:31
  9. 9. Basilisa Nogales dice:

    Para Caciba:
    Gracias por comentar. Me alegra que te parezca bien escrito y que no le encuentres fallos. Ojalá no los tuviera, aunque casi siempre se me escapa alguna cosilla. Soy muy tiquismiquis para la otografía y para casi todo, pero así como veo bastante bien los errores en los textos de los demás y a la primera, en los míos los pillo mal.
    No me planteé si cumplía el reto o no. Sobre todo porque la intención de escribir una novela solo era ficticia. Me obligo a participar en el taller todos los meses y cumplir, si puedo y sé, con lo que proponga Iria. Quise participar, solo eso.
    En cuanto pueda paso por tu relato.
    Un saludo.

    Escrito el 19 febrero 2016 a las 22:44
  10. 10. dalu dice:

    Hola Basilia! Te felicito! realmente quedo intrigada y me anoto para el próximo capítulo. En cuanto a lo fallos, no me considero la mejor juez todavía, como para emitirlos. Me pareció bien escrito yu entretenido. Te mando un abrazo y mucha suerte!

    Escrito el 20 febrero 2016 a las 00:10
  11. 11. Basilisa Nogales dice:

    Para Dalu:
    Me alegra que quedases intrigada y que te pareciese bien escrito y entretenido.
    Muchas gracias por tu comentario.
    Cuando pueda paso por el tuyo.
    Un abrazo.

    Escrito el 20 febrero 2016 a las 01:14
  12. 12. Jimmy Conway dice:

    Muy buenas Basilisa.
    Decirte que me gustó bastante tu relato. Sobre todo el enfoque que le das a la tragedia.Pasar de creerte un héroe a estar totalmente a merced de alguien que, más o menos, detestas tiene que ser algo así, como tu lo describes.
    Yo, como el compañero Dalu tampoco soy el mejor para exponer fallos de estilo ya que es la tercera vez que participo y escribo algo, pero si que te digo que me encanta como estructuraste el texto. Lo hiciste muy fácil de leer. Eso, junto al contenido, que me pareció muy atrayente y absorbente hace que haya pasado un buen rato.
    Poco más que añadir salvo felicitarte. Te seguiré leyendo.
    Saludos.

    Escrito el 20 febrero 2016 a las 11:48
  13. 13. Basilisa Nogales dice:

    Para Jimmy Conway:
    Me alegra que te gustase, que te pareciese bien estructurado y fácil de leer. Los adjetivos “atrayente” y “absorbente” me han encantado.
    Muchas gracias por tu comentario.
    En cuanto pueda me paso por tu texto.
    Un saludo.

    Escrito el 20 febrero 2016 a las 17:27
  14. 14. Laura G. dice:

    Hola Basilisa.

    En primer lugar, muchas gracias por ese comentario tan constructivo que me has dejado (en el texto 107). No me había dado cuenta de tanta negatividad, pero ahora que me lo has dicho, creo que tienes razón, que es algo que debería controlar más.

    En segundo lugar, tu texto me parece estupendo. Me has hecho aprender una palabra nueva (sima) y el nombre de una montaña (Nanga Parbat).
    Es refrescante que aquello que leemos, además de hacernos pasar un buen rato, nos enseñe cosas nuevas. En ese sentido, ¡bravo!.
    En cuanto a la puntuación, la ortografía y demás, no tengo nada que añadir, porque creo que está muy bien escrito y estructurado.
    Me ha dejado con ganas de más.
    Se nota que te gusta escribir, sigue así y ¡mucho ánimo!

    Un saludo.
    Laura.

    Escrito el 21 febrero 2016 a las 21:01
  15. 15. Lemo dice:

    Hola Basilisa,

    Genial, me gusta mucho el tema. El problema que veo de meterse en ese tipo de novelas es que hay que informarse mucho para no decir “tonterías”, en tu caso no he visto.
    No obstante me asaltan varias dudas.

    Sigo sin entender lo de los 3 ochomiles, tu frase es la siguiente: “Llevaba años arriesgando la vida en tres ochomiles”, eso quiere decir que lleva años en solo 3 ochomiles, cosa improbable si lleva años, otra cosa es que ya lleve 3 ochomiles a sus espaldas, por lo que entonces debería ser diferente algo así como: “Llevaba años arriesgando la vida entre ochomiles, de los cuales tres ya habían caído”. No sé algo así.

    Tampoco dices en ningún momento a que altura están, no sabemos si la caída se ha producido a los 7800 metros o los 4500, cosa que cambia totalmente la peligrosidad de su situación vital, teniendo en cuenta que aparentemente no se puede mover la diferencia es crucial.

    Mi última duda es que el sería el quinto, el quinto de ese año ? de esa expedición? El nanga es uno de los mas mortíferos.

    Salvo esos pequeños detalles está muy bien el capítulo inicial, solo veo un posible flash back para el resto de la novela, o una trepidante novela de rescate contrarreloj.

    Felicidades.

    Escrito el 21 febrero 2016 a las 21:12
  16. 16. Basilisa Nogales dice:

    Para Laura G.:
    Me alegra que te haya gustado este texto, que te haya entretenido y que te haya servido para aprender una palabra nueva.
    Sí que me gusta escribir, la verdad. Lo paso bien. Creo que como todos los que participamos en este taller para aprender y mejorar cada día.
    Muchísimas gracias por tu comentario.
    Un saludo.

    Escrito el 21 febrero 2016 a las 22:55
  17. 17. Basilisa Nogales dice:

    Para Lemo:
    No tengo intención de continuar la novela. Solo escribí esto para participar en el taller. Me he prometido que haré todos los ejercicios que proponga Iria, me gusten o no. Una novela es demasiada tarea para mi perezosa cabecita.Así que los datos que pides ni siquiera me los plantée. No sé a qué altura se produjo el accidente.
    Con lo de los tres ochomiles no quería decir que hubiera hecho cumbre en los tres. Estuvo intentándolo, aunque no lo consiguió en ninguno. Lo de los cinco arios muertos se refiere a cinco alemanes (contándolo a él) que perdieron la vida intentando subir a diferentes picos de más de 8000. La realidad es que fueron más los alemanes fallecidos en diferentes expediciones. El protagonista es un nazi, un personaje, pura ficción, pero sí que es cierto que para los nazis el himalayismo fue importante.
    Muchas gracias por tu comentario.
    Pronto me pasaré por el tuyo.
    Un saludo.

    Escrito el 21 febrero 2016 a las 23:11
  18. 18. Jose Luis dice:

    Hola Basilisa.

    He leído tu texto y lo único que he encontrado para corregir (y solamente siendo muy puntilloso, ya que tu cuento está perfecto) está dentro de esta frase:

    “El sigilo con el que aquel medio gato había descendido por las cuerdas hasta alcanzar el suelo cerca de sus pies, cuando él lo imaginaba regresando al campamento base, le asustó.”

    Yo habría puesto “lo asustó”.

    Es un placer leer un cuento bien escrito, bien narrado y bien estructurado; se nota que tienes muy buena mano. El tono, genial, lo mismo que la atmósfera creada, la sensación que tienes de odiar y amar al mismo tiempo al personaje principal.

    ¡Enhorabuena!

    Un saludo

    Escrito el 22 febrero 2016 a las 19:45
  19. 19. Basilisa Nogales dice:

    Para Jose Luis:
    Copio y pego el apartado 4a sobre “Leísmo” del Diccionario panhispánico de dudas:
    “Los verbos llamados de «afección psíquica» —los que designan procesos que afectan al ánimo o producen acciones o reacciones emotivas, como afectar, asustar, asombrar, convencer, divertir, impresionar, molestar, ofender, perjudicar, preocupar, etc.—, dependiendo de distintos factores, admiten el uso de los pronombres de acusativo —lo(s), la(s)— y de los pronombres de dativo —le(s)—. La elección de unos u otros depende básicamente de si el sujeto es o no agente activo de la acción y del grado de voluntariedad que tiene o se le atribuye con respecto a la acción designada por el verbo: si el sujeto es animado y se concibe como agente de la acción, el complemento verbal suele considerarse directo y se usan los pronombres de acusativo (A mi madre la asombro cuando como mucho); si el sujeto es inanimado o es una oración y, por tanto, no puede ser concebido como agente directo de la acción, el complemento se considera indirecto y se usan los pronombres de dativo (A mi madre le asombra mi apetito). Por otro lado, con sujetos animados puede darse también esta alternancia, dependiendo de si la acción denotada por el verbo es realizada voluntariamente o no por el sujeto: Su padre, que se había disfrazado, lo asustó (le dio un susto a propósito) / Su padre, que se había disfrazado, le asustó (el susto es involuntario; lo causa el hecho de ir disfrazado). Con sujetos no animados influyen también otros factores; por ejemplo, cuando el sujeto va antepuesto, es más frecuente el uso del pronombre de complemento directo (Mi actitud lo decepcionó), mientras que, cuando el sujeto va pospuesto, es más frecuente el uso del pronombre de complemento indirecto (Nunca le decepciona mi actitud). La distribución antes señalada se documenta en zonas no leístas tanto españolas como americanas: «Su hermano lo escandalizó» (Alviz Son [Esp. 1982]); «A mi madre le escandalizaba que dijera aquellas blasfemias» (Asenjo Días [Esp. 1982]); «Agarra a una mujer que baila, la asusta y luego se revuelca con el pintor encima de la barra del bar» (Paranaguá Ripstein [Méx. 1997]); «De pronto le asustó morir» (Pitol Juegos [Méx. 1982]). En el Perú y en los países del Cono Sur se usan de modo casi exclusivo con estos verbos las formas propias del complemento directo: «La entrevista lo disgustaba» (VLlosa Ciudad [Perú 1962]); «Ese pensamiento lo preocupa» (Guido Incendio [Arg. 1964]); «A Max siempre lo asombraban estas pequeñas cosmogonías» (Contreras Nadador [Chile 1995]”.

    En general, soy leísta de persona en masculino. Aunque en mi descargo he de decir que ese leísmo lo acepta la RAE. Así que solo se trata de un pecadillo venial.
    Muchísimas gracias por tu comentario. Encantada de que te gustase.
    Pasaré por el tuyo en cuanto pueda.
    Un saludo.

    Escrito el 22 febrero 2016 a las 21:58
  20. 20. Emmeline Punkhurst dice:

    Hola Basilisa:
    Me ha sorprendido gratamente tu relato. Me encantan las historias de montaña y creo que tu relato tiene muchas posibilidades. Es una pena que no vayas a ampliarlo a una novela.
    Un saludo.

    Escrito el 23 febrero 2016 a las 08:39
  21. 21. Basilisa Nogales dice:

    Para Emmeline Punkhurst:
    A mí también me encantan las historias de montaña. Para escribir este comienzo, me acordé del relato “Una grieta en la nieve helada” de Bernardo Atxaga, en “Obabakoak”, que me gustó mucho. Te lo recomiendo.
    Encantada de que te sorprendiese gratamente y de que te pareciera que tiene posibilidades. No, no lo continuaré. Para mí una novela son palabras mayores.
    Me pasaré por tu texto en cuanto pueda.
    Muchas gracias por comentar.
    Un saludo.

    Escrito el 23 febrero 2016 a las 15:47
  22. 22. Basilisa Nogales dice:

    Para Emmeline Punkhurst:
    No he encontrado tu texto.
    Si quieres que te comente, dime quién eres.
    Gracias de nuevo.
    Un saludo.

    Escrito el 23 febrero 2016 a las 20:57
  23. 23. Luis Ponce dice:

    Basilisa:
    P e r f e c t o, me ha encantado el relato por lo bien escrito, por el dominio del tema, por el vocabulario.
    Creo que tienes material para hacer una novela, deberías animarte más aún existiendo la posibilidad de que Christopher quede parapléjico, y dambul tenga que cuidarlo por el resto de su vida, soportando las retaliaciones permanentes del mal carácter del alemán, etc.
    Anímate.
    Te felicito, te estaré leyendo.

    Escrito el 23 febrero 2016 a las 23:09
  24. 24. Basilisa Nogales dice:

    Para Luis Ponce:
    Encantada de que te parezca perfecto. Me alegra que lo consideres bien escrito.
    Lo de la novela por ahora va a ser que no. Prefiero algo más corto. Los relatos de 750 palabras o menos sí me atraen. Cuando trato de hacer algo más largo, me canso pronto y lo abandono en un cajón.
    Muchísimas gracias por tu comentario.
    Pasaré por tu texto en cuanto pueda.
    Un saludo.

    Escrito el 23 febrero 2016 a las 23:47
  25. 25. beba dice:

    Hola, Basilisa: Cuando leí tu comentario en mi historia no me pareció haberpasado por aquí. Constaté; en efecto, recién ahora tuve el gusto de disfrutar de tu trabajo. No soy alpinista, pero sí muy montañera, mochilera, etc(años ha, por supuesto).
    Me gustó el manejo de la problemática psicológica; el orgullo pisoteado por la caída; la bronca de que justo te salve el que “no te cae”. Tu lenguaje es muy pulcro y expresivo.
    Gracias por tu pasada. Tu comentario tiene, sin embargo, un pequeño error: no escribí comillas al final de la última entrada(salida, más bien), del gato. Si la hubiera es muy exacto tu señalamiento.
    Muchísimas gracias. Muchos cariños.
    PD:Coincidimos en la intención de cumplir mes a mes las consignas; ayuda muchísimo a repasar, abrirse a otras temáticas y estilos; todo desinteresadamente; pero no tenemos en la mira una novela.

    Escrito el 24 febrero 2016 a las 03:12
  26. 26. Basilisa Nogales dice:

    Para beba:
    Claro que no habías pasado por aquí. Mi agradecimiento era a tu comentario de la escena anterior a mi cotilla que contaba la historia del escritor a la frutera. Como lo vi tan tarde, en lugar de responder allí te he contestado en esta escena.
    De todos modos, me alegré de pasar por tu texto.
    Como me alegra ahora que disfrutaras la lectura de este relato sobre la montaña. Y estoy encantada de que el lenguaje te parezca pulcro y expresivo.
    Muchas gracias.
    Nos seguimos leyendo.
    Un saludo.

    Escrito el 24 febrero 2016 a las 19:57
  27. 27. Leonardo Ossa dice:

    Hola Basilisa, leyendo tu texto he sentido que a nivel de escritura estoy en la base de la montaña empezando mi pausado ascenso. Miro hacia arriba, a la cúspide, y te veo allí disfrutando del paisaje glacial en medio de la gloria. De verdad te felicito. Me ha gustado mucho ese primer capítulo. El manejo de tu castellano lo veo impecable.
    Te agradezco la visita y el comentario a mi participación de este mes.
    Un abrazo.

    Escrito el 25 febrero 2016 a las 04:22
  28. 28. Basilisa Nogales dice:

    Para Leonardo Ossa:
    Encantada de que te gustara y de que el manejo del castellano te pareciera impecable. Estoy aprendiendo, como todos aquí. Pero gracias por tu halago. Me anima a seguir intentándolo.
    Aprendo de ti y de otros compañeros. Os leo con verdadero placer.
    Continuaré leyéndote en próximas escenas.
    Un abrazo.

    Escrito el 25 febrero 2016 a las 09:14
  29. 29. L.M.Mateo dice:

    Hola, Basilisa:

    En primer lugar, gracias por haber pasado por mi texto.

    Me ha gustado mucho tu frase de inicio, invita a leer, y el texto resulta creíble (será porque yo tampoco soy experta en alpinismo. Gracias a Lemo, que nos ha instruido un poco más). Como siempre, haces gala de unos conocimientos formales maravillosos, y una perfecta estructura del contenido que invita a sentarse en el sofá para continuar la historia.

    Solo me ha quedado una duda, que sé que responderás:

    «El Nanga Parbat volvía a cobrarse el tributo de otro ario imprescindible». La palabra “imprescindible” me ha quedado un poco extraña aquí (para mí el alemán es “prescindible”).

    Veo en tus comentarios que te has inspirado en la importancia que dieron los nazis a la conquista de las grandes cumbres, pero del texto no se deduce la época ni la ideología del protagonista (sabiéndolo, podría entender la palabra “imprescindible” como parte de ese orgullo patriótico y depurativo de raza de la época). Por desgracia, al no estar reflejado en el texto, la he considerado una errata.

    Un abrazo.

    Escrito el 25 febrero 2016 a las 22:09
  30. 30. Basilisa Nogales dice:

    Para L.M. Mateo:
    Tuve en mente, desde el primer momento, enfrentar a un nazi (accidentado en la montaña) a la necesidad de que un ser al que considera inferior (el sherpa) le salve la vida, o al menos cumpla su última voluntad: ver la luz otra vez, antes de morir. Y tuve claro que en ese primer capítulo no iba a usar para nada la palabra “nazi”. Con lo que piensa, dice o hace el personaje alemán debería estar caracterizado como nazi (al menos apuntada su pretendida superioridad). No solo las palabras: “ario imprescindible” van en ese sentido. También “su condición de elegido”,”aunque para eso tuviese que confiar en aquel ser inferior”, “Sintió tanto odio contra aquel ignorante…” No quise poner fechas, pretendí que el contexto y la ideología fueran deduciéndose poco a poco…
    Así que la palabra “imprescindible” no es un pegote, como tampoco lo es “inferior”, ni “espantapájaros”. Todos esos términos (en el pensamiento del alemán) servían para caracterizarlo.
    ¿Te parece que es un fallo no haberlo contextualizado de forma clara en la ideología nazi o no haber puesto una fecha concreta que sirviera de marco?, ¿no consideras suficiente que ese hombre tenga al sherpa por “un ser inferior” para que el lector vaya percibiéndolo como alguien que se cree superior a los demás?
    Los sherpas están mejor adaptados que los alpinistas a la montaña y suben cargados como mulas. La gloria se la llevan, después, los ingleses, los alemanes, los franceses, los australianos… Pero esos porteadores, que son los verdaderos conocedores de la montaña, les dan cien vueltas. Que mi protagonista considere “inferior” a Dambu no está muy lejos de lo que han hecho, hacen y harán todas las expediciones de cualquier nacionalidad de Europa que se llevan la gloria mientras las hazañas de verdad las han hecho, sobre todo, los sherpas.
    Imagina qué va a hacer Dambu en el capítulo siguiente. ¿Subirá al nazi ahora que ha visto cómo está?
    Muchas gracias por tu comentario.
    ¡Ah! En el texto de Luis Ponce le comenté una cosilla en desacuerdo contigo sobre la “a” para el CD de persona. Te lo digo por si quieres leerla.
    Nos seguimos leyendo.
    Un saludo.

    Escrito el 26 febrero 2016 a las 00:00
  31. 31. L.M.Mateo dice:

    Gracias por la aclaración, Basilisa. Voy a leer el comentario en el texto de Ponce.

    Escrito el 26 febrero 2016 a las 00:02
  32. 32. Manoli VF dice:

    Formidable texto, Basilisa!! Enhorabuena. Realmente está lograda, tanto la tensión que transmite como las descripciones y el tipo de personaje. Ahora bien, si tu intención era la de que se entendiese que era Nazi, no veo que se cumpla aquí. Sí describes bien con pocas palabras la psicología del personaje y su “forma de pensar” pero que se crea “imprescindible” que a mí también me chocó esta palabra (no se ve muy incluída como parte del pensamiento del personaje) no lo contextualiza en la época que quieres. Sólo sabemos que es alemán y está pagado de sí mismo, pero no hay algún otro dato (como podría ser la fecha) que lo sitúe.

    Pero vamos, dejando aparte este inciso del nazismo, a mí el relato me ha parecido bárbaro, y muy bien abordado. Un abrazo y de nuevo, mis felicitaciones.

    Escrito el 26 febrero 2016 a las 12:25
  33. 33. Basilisa Nogales dice:

    Para Manoli VF:
    Encantada de que te pareciese formidable. Me alegra un montón que pensases que la tensión estaba lograda. Aunque me ha quedado un pelín de desconcierto porque tanto a L.M. Mateo como a ti os han sobrado las palabras “ario imprescindible”. No quería retratar en este capítulo solo a un hombre pagado de sí mismo. Un cierto porcentaje de seres humanos podemos, tal vez,formar parte de ese grupo de los “pagados de nosotros mismos”. Quería retratar algo más peligroso: la supuesta superioridad que puede acabar matando, como ocurrió en el nazismo. Que llame “bestia” al guía, que lo considere “un ser inferior”, “un ignorante”… Es verdad que el insulto de “bestia”se lo dice en alemán y el sherpa no sabe alemán. Pero el tono con el que le ordena es para dejarle claro que le está diciendo algo poco bonito.
    Muchas gracias por comentar. Para mí es muy importante comprobar si dije exactamente lo que quise decir o no lo logré y el lector se fue por otros derroteros. Parece que lo de “nazi” quedó solo en mi mente.
    Nos seguimos leyendo.
    Un saludo.

    Escrito el 26 febrero 2016 a las 15:53
  34. 34. Isolina R dice:

    Hola, Basilisa:
    Hoy una expedición compuesta por un italiano, un pakistaní y un español han hecho cumbre en el Nanga Parbat por primera vez en invierno. Que el descenso les vaya bien.
    Como sé que te gusta el montañismo, te lo cuento. Aunque ya te habrás enterado, supongo.
    Saludos.

    Escrito el 26 febrero 2016 a las 19:28
  35. 35. ortzaize dice:

    hola no habia leido ningun relato de montaña y me ha encantado, que sensacion tiene que ser ir quedandote congelado y en una sima a muchos kilometros de tu tierra.
    dicen que los montañeros alpinistas etccc les gustaria morir en la montaña. bueno yo en mi ignorancia creo que perfecto. saludos.

    Escrito el 27 febrero 2016 a las 02:50
  36. 36. Isolina R dice:

    Para Isolina:
    No me había enterado. Gracias por darme la noticia. Ya la he leído.
    Una mujer se ha quedado a muy poquito de hacer cumbre también. Buenas noticias para los aficionados al alpinismo.
    Un abrazo, amiga.

    Escrito el 27 febrero 2016 a las 08:33
  37. 37. Basilisa Nogales dice:

    Para ortzaize:
    Me alegra que te haya gustado y que hayas leído por primera vez un relato de montaña.
    Gracias por comentar.
    ¡Qué bueno! En el mensaje anterior pegué el nombre de Isolina R para no equivocarme y se ha escrito a sí misma.
    Un saludo.

    Escrito el 27 febrero 2016 a las 08:39
  38. 38. Peter Walley dice:

    Hola Basilia,

    Me ha gustado mucho cómo has contado la historia, parece que no le sobre ni le falte nada. Además has conseguido que por una parte sea autoconclusiva (asumiendo que al protagonista le queden minutos de vida) y por otra que se pueda alargar con todas las incógnitas que planteas sobre Dambu.

    Muy bien hecho, de lo mejor de este mes.

    Un abrazo

    Escrito el 28 febrero 2016 a las 19:22
  39. 39. Basilisa Nogales dice:

    Para Peter Walley:
    Encantada de que te gustase. Y me alegra que te parezca bien como relato y como capítulo de novela.
    Gracias por tu comentario.
    Seguiremos leyéndonos.
    Un saludo.

    Escrito el 28 febrero 2016 a las 20:36
  40. 40. Marcelo Kisi dice:

    Basilisa, poco queda por agregar a tantos comentarios, yo solo agrego aquí mi admiración, porque es un género -el de la emergencia sufrida por un solo individuo que se queda en la estocada en medio de la nada- muy difícil de ejecutar, siempre al borde de aburrir. El tuyo está magistralmente escrito y lográs mantener el suspenso todo el tiempo. Y las ganas quedan de enterarnos cuál será esa intrincada relación que se teje/tejerá con el guía, qué pasará entre ellos, y hacia dónde seguirá el personaje a partir de ahí (si es que lo deja su guía 😉 ). Buenísimo!

    Escrito el 4 marzo 2016 a las 08:40
  41. 41. Basilisa Nogales dice:

    Para Marcelo Kisi:
    Me alegra que te pareciese “magistralmente escrito” y que considerases que logré mantener el suspenso. No habrá continuación. Se trató solo de un ejercicio.
    Gracias por tu comentario.
    Nos seguimos leyendo en próximas escenas.
    Un saludo.

    Escrito el 5 marzo 2016 a las 16:48
  42. 42. Wolfdux dice:

    Es una lástima que no haya continuación. Me uno a las felicitaciones por tu relato. Un saludo.

    Escrito el 6 marzo 2016 a las 17:50
  43. 43. Basilisa Nogales dice:

    Para Wolfdux:
    Gracias por tu felicitación.
    Ya me gustaría a mí poder atreverme con una novela… Por ahora me conformaré con textos cortos.
    Un saludo.

    Escrito el 6 marzo 2016 a las 19:01

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