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Ouija - por A.R.Payán

Web: http://www.escrites.com/escritos/blogger/listings/antonio-rubio-payan

No debía abrir la puerta ante los insistentes golpes, eso era algo que había leído en una revista especializada en esoterismo; “nunca hay que abrir una puerta en una sesión de ouija, así se evitará la entrada de algún ser del más allá”; el artículo estaba escrito por un reconocido investigador.
Como cada sábado por la tarde se habían reunido en casa de María; una apasionada en temas paranormales, esta vez, para realizar una sesión de ouija. Allí se encontraban sentados en el suelo: Maribel y Jorge, pareja desde hacía tiempo y Trini; una vecina que María había introducido en el mundillo de lo paranormal, el marido de María; Raúl, que de los cinco era el más escéptico, había telefoneado diciendo que se retrasaría, y aunque nunca solían empezar una sesión si faltaba alguno, esta vez decidieron comenzar sin él.
El silencio que reinó tras los golpes de la puerta comenzó a ser incómodo. María miraba hacia la entrada de la casa, los músculos de su cara se tensaron, conocía la leyenda de la llamada a la puerta en medio de las sesiones de ouija, pero nunca las había llegado a creer.
Pasaron unos segundos en el más absoluto silencio, cuando se atrevió y apartó la vista de la puerta, dedicó una mirada a cada uno de los allí presentes. Trini parecía la más asustada, su cara había palidecido, Maribel y Jorge por el contrario, parecían divertidos con aquello.
—Parece que quiere entrar. —La cara de Maribel dibujaba una sonrisa cómplice.
—Continuemos, —dijo Jorge con la mirada puesta en la ouija—. Hablemos con él antes de que se marche.
—Yo casi que me voy, —Dijo Trini. Su voz denotaba miedo.
—Una vez comenzada una sesión, nadie puede abandonarla a medias. —La voz de Jorge sonó firme y segura.
Trini buscó con la mirada a María, quien asintió cuando sus ojos se cruzaron.
Jorge fue el primero en poner el dedo sobre el vaso a la espera que las mujeres hicieran lo propio. Con la sonrisa aún entre sus labios Maribel lo imitó. Maria fue la siguiente mientras que con un ademán animó a Trini para que hiciese lo mismo.
Cuando estuvieron todos preparados se dedicaron unas miradas cómplices, nunca antes habían llegado tan lejos, podría ser la primera vez que contactasen con el más allá. Centraron la atención al centro del tablero, donde esperaba el vaso de cristal soportando el peso de los dedos.
—¿Hay alguien ahí? —Jorge fue el primero en preguntar.
Esperaron unos instantes en silencio. Todos miraban sin pestañear el vaso.
—¡Si estás ahí haznos una señal! —dijo Maribel.
En el tablero no había movimiento alguno.
—Esto no va a ningún lado, —exasperó Trini—. Deberíamos dejarlo ya.
—Hagamos una pregunta cada uno. —Jorge parecía el más decidido.
—¿Cuál es tu nombre? —Fue el turno de María.
El vaso seguía sin moverse en el centro del tablero.
Trini tenía la vista clavada en el vaso. Percibía las miradas incesantes de sus compañeros. Fue a decir algo pero vio cómo la llama de una de las velas luchaba por no apagarse mientras las demás ardían con normalidad. Levantó la vista y pudo ver la misma cara de asombro en sus compañeros.
—¿Quieres entrar? —Con su pregunta, Trini hizo que todos la volviesen a mirar.
Esperaron unos largos segundos. El vaso no se desplazó hacia ningún lado. Jorge parecía el más decepcionado, había creído por un instante poder hablar con un espíritu. El rostro de Trini era todo lo contrario, sus músculos faciales estaban ahora relajados. María y Maribel se mostraron más indiferentes.
—Cerremos la sesión, —dijo Maribel.
Jorge iba a decir algo, pero llamaron a la puerta dejándolo boquiabierto. Miró a los demás que también parecían perplejos.
—Terminemos con esto. —La voz de Trini parecía asustada.
De nuevo unos golpes más fuertes se sucedieron al tiempo que se dejó de escuchar la voz de Trini.
María se acercó a la puerta y miró por la mirilla comprobando que allí no había nadie, retrocedió de espaldas hasta llegar al salón. En silencio todos miraban hacia el fondo del pasillo. Sabían que no debían abrir.
Unos segundos después la cerradura comenzó a girarse, después, la puerta se abrió empujada por Raúl y una bocanada de aire frío atravesó el pasillo apagando las velas.
—¿Qué os pasa, parece que habéis visto un fantasma? —preguntó con sarcasmo al verles la cara.
—Pronto lo veremos, —afirmó Jorge.

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5 comentarios

  1. 1. Dianet dice:

    Hola A.R.Payán siempre me ha atraído este juego de la Ouija sus historias tan escalofriantes y tu primer capítulo lo es desde el principio hasta el final. Eso si, al ser algo tan visto me imagino lo que sucederá pero no quita que da miedo y deja enganchado al lector y esta bien esrita.
    Saludos.

    Escrito el 18 febrero 2016 a las 18:49
  2. 2. Endika dice:

    Al principio los nombres de los personajes me han liado un poco. Quizás echaría de menos alguna descripción más, como para conseguir crear más atmósfera, hubiera sido útil una descripción del espacio en el que estan, ¿Da a la calle? ¿Tiene algún pasillo? ¿De donde viene la puerta que abre Rául? Pero entiendo que con el espacio limitado esta complicado.

    La historia, aunque quizás un poco “vista” me ha gustado igualmente, aunque eche de menos un poco más de descripción, si he captado atmósfera.
    Y a nivel personal me ha gustado mucho, jaja, he supuesto que aparecería Raúl, pero aún así, he respirado más tranquilo cuando ha aparecido.

    No he quedado enganchadísimo a continuar con la novela porque la tensión de la llegada de Raúl se ha resuelto, aún así, seguiría leyendo.

    Saludos

    Escrito el 18 febrero 2016 a las 21:35
  3. 3. Lucas Trevisiol dice:

    Hola!
    Me gusto mucho como llevaste el relato.

    En cuanto a correcciones cambiaria la frase “yo casi que me voy” por otra mas fluida y entendible.

    En cuanto a contenido, me gusto mucho. Aun así, cambiaria la parte final por otra, ya que si bien me intrigaste durante el relato al final quedé poco intrigado. Aun así me pregunto que tenes pensado escribir en los siguientes capítulos.

    Sin mas que decir, te invito a mi relato (51) hasta la próxima.

    Escrito el 20 febrero 2016 a las 01:27
  4. 4. Denise dice:

    Qué tal? El relato está bueno, tiene misterio y asusta un poco, quizás porque a mí el asunto de la Ouija me da cosita XD

    Lo que sí debo decir es que le encuentro algunos problemas.

    1° El ritmo: está un poco acelerado. Las historias de terror suelen jugar mucho con la atmósfera. No me refiero sólo a la ambientación, sino también a la velocidad de la narración, el vocabulario, el tono, etc. Una posibilidad es eliminar un poco de acción y agregar poco de descripción del lugar (sólo los elementos que ayudarían a generar la atmósfera), como dice Endika, de las sensaciones de los personajes, cosas por el estilo.

    2°Puntuación: hay unos cuantos problemas de puntuación, que me parecen que le juegan en contra al ritmo. Compará, por ejemplo, estas citas con lo que escribiste vos: “Como cada sábado por la tarde, se habían reunido en casa de María, una apasionada en temas paranormales; esta vez, para realizar una sesión de ouija.” “Cuando estuvieron todos preparados, se dedicaron unas miradas cómplices. Nunca antes habían llegado tan lejos; podría ser la primera vez que contactasen con el más allá. ”

    3° Información: creo que hay momentos en que se dicen cosas innecesarias para el relato. Tal es el caso de lo siguiente: “No debía abrir la puerta ante los insistentes golpes, eso era algo que había leído en una revista especializada en esoterismo; “nunca hay que abrir una puerta en una sesión de ouija, así se evitará la entrada de algún ser del más allá”; el artículo estaba escrito por un reconocido investigador.”
    Fijate cómo quedaría si eliminaras lo que está de más: ““Nunca hay que abrir una puerta en una sesión de ouija, así se evitará la entrada de algún ser del más allá”, había leído en una revista especializada de esoterismo.” El resto no aporta nada a lo que sucede después.

    4°Explicaciones: hay veces que explicás lo que ya es evidente de por sí: “Trini parecía la más asustada, su cara había palidecido…” Si Trini empalideció, puede suponerse que se debe a que estaba asustada, no es necesario aclararlo.

    5° Exceso de personajes: Endika dice que se enredó un poco con los nombres de los personajes; yo creo que es porque hay demasiados en muy poco espacio narrativo. Me parece que la narración saldría ganando si eliminaras a uno de la pareja, porque, mirándolo bien, los dos se comportan más o menos de la misma manera.

    Según mi experiencia, estos son problemas comunes, fijate si algo de lo que te dije te sirve. El relato está bueno, y me gustaria saber cómo sigue 😉 Gracias por comentar mi texto!

    Escrito el 24 febrero 2016 a las 00:01
  5. 5. José Nuñez dice:

    Yo, francamente, creía que el fantasma era Raúl. De ahí en más, mis esperanzas se desvanecieron. Hubiera sido bueno. No puedo decirte mucho más, pq no me ha gustado. Perdón por la sinceridad.-

    Escrito el 24 febrero 2016 a las 18:08

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