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Bernabé, Clarissa y otras cosas que contar - por Seilof
Clarissa caminaba por la fiesta, copa en mano, entre los asistentes al prestigioso Premio Literario Juncal, ocultando su aburrimiento bajo una forzada sonrisa. Junto al escenario su marido, Bernabé, conversaba de forma animada con un grupo de escritores y periodistas. A pesar de mirarle en la distancia asociaba su imagen con el fatídico día, imborrable en cada segundo de su vida.
«¿Cómo puede ser feliz cuando su hijo está muerto?», pensó.
«Respirar, oxigenar y pensamientos positivos», se repitió una vez más.
—Disculpa.
Clarissa se giró con el ceño fruncido.
—¿Sí?
—Perdona que te moleste. Veo que te sientes tan perdida como yo en la fiesta.
La profunda mirada de ojos azules del desconocido la contemplaba sin perder detalle.
«Anda con cuidado, Claris, que éste trae peligro», pensó.
—No, no que va. Es que me gusta observar a la gente.
—Conmigo puedes ser sincera. No los critico. Tenemos que ser diferentes para subsistir como especie.
—Vaya, que profundo. ¿Y cuáles son tus aficiones?
—Soy pintor.
—¿Y cómo te va?
—La verdad es que no me puedo quejar. Desde hace tres años recorro Europa con mis exposiciones.
—Vaya, así que eres un pintor de éxito.
—Es posible, pero háblame de ti, no quiero aburrirte con mis pinturas.
—Yo soy programadora informática.
—Nuestros mundos son muy diferentes.
—Sí, eso parece. ¿De dónde eres?
—De todos y de ningún sitio. Los últimos años vivo en Italia. Me inspira mucho.
Siguieron hablando toda la noche. La azulada mirada de Stefano y el perfume de sus palabras impregnadas de sensualidad evadieron a Clarissa de sus preocupaciones. Necesitaba rozar su anillo con el pulgar, de vez en cuando, para recordar que estaba casada con un hombre al que quería. Sin darse cuenta se había bebido tres copas y empezaba la cuarta, pasó su mano por la frente, sudaba a pesar de la refrigeración, tenía que controlarse. Reía todas las bromas y adulaciones de Stefano. Aunque se lo negara estaba coqueteando con sus mejores armas.
La música dejó de sonar, la fiesta terminaba.
—Toma una tarjeta de mi próxima exposición. Me gustaría que vinieras.
—No sé.
—Tranquila, no pretendo más que una conversación agradable. —Su gesto hizo dudar a Clarissa de sus verdaderas intenciones.
Cogió la tarjeta con reparo, la guardó en el bolsillo de su chaqueta y se despidieron. Fue al baño. En el espejo sus carrillos se mostraban enrojecidos.
«Tranquila Claris, que no has hecho nada malo».
Se refrescó la nuca, retocó su maquillaje y salió en busca de su marido.
—Hola, cariño —dijo Clarissa al acercarse a Bernabé.
El corazón de Clarissa seguía acelerado. Temía que su marido oyera los fuertes latidos de la culpabilidad.
—Bueno, cuéntame —dijo Bernabé—. ¿Qué has hecho? ¿Te has divertido?
Se dirigieron a la salida mientras Bernabé se iba despidiendo de los nuevos conocidos.
—He estado hablando con gente, ya sabes de todo un poco.
—Me ha parecido que hablabas con Stefano. Era él, ¿verdad? Ya sabes el fornido de pelo largo.
Clarissa permaneció unos eternos segundos sin respuesta, la boca se le secaba.
«Resulta que le conoce. ¿Y por qué no me ha dicho nada?».
—Sí, estuvimos hablando.
—Ten cuidado con él, no es de fiar.
—¿Por qué lo dices? A mí me pareció agradable. ¿De qué os conocéis?
—Es una larga historia. Hazme caso, sé de lo que hablo. —La miró con seriedad para un segundo después mostrar una amplia alegría—. Cambiando de tema, tengo buenas noticias. León Carrasco me ha ofrecido impartir talleres en su escuela de escritores. Después del éxito de mi primera novela, cada día veo con más claridad dedicar mi vida a la escritura. ¿Qué opinas? Sobre lo que hablamos… esto sería un apoyo económico para poder dedicarme a la segunda novela y a la escritura a tiempo completo.
—¿Para qué me preguntas? Si lo tienes tan claro.
—Sí, verdad. Lo pensaré un par de semanas, tengo tiempo. Los talleres empiezan en tres meses.
Clarissa contemplaba a su marido había conseguido o estaba camino de conseguir su verdadero sueño. Lo veía feliz. Se preguntaba si había olvidado que hace tan solo dos meses habían perdido un hijo.
«Otra vez Claris, respirar, oxigenar y pensamientos positivos».
Clarissa caminaba con la mirada perdida mientras Bernabé hablaba de fondo, el frescor de la noche le hizo meter las manos en los bolsillos de la chaqueta, al notar la tarjeta del pintor la acarició y una sonrisa se asomó a sus mustios labios.
Es muy bueno. Tal vez, en el diálogo entre Stefano y Clarissa deberías haber incluido un poco de narración; al final ya no sabía quién estaba hablando.
Pero, como he dicho antes, está muy bien. Sigue escribiendo 😉
Muchas gracias, Laia.
Revisaré el diálogo del que me hablas.
Me gusto mucho, las narraciones entre diálogos, dan imágenes claras de lo que acontece.
Dos indicaciones, una técnica, el gancho(la sonrisa de ella acariciando la tarjeta), me parece débil.
La otra, de gusto propio, no le pondría una sonrisa en sus labios mustios.
Gracias por tus comentarios a mi relato, tienes razon y trabajare con ello para el proximo.
Gracias, Dante.
Lo reflexionaré.
Hola Seilof. Me gustó mucho tu relato. Bien estructurado. Los diálogos me parecen muy bien llevados. Coincido con Dante: no le pondría una sonrisa en sus labios mustios.
Un placer leerte.
Si quieres comentar mi relato es el nº 18
Hola Seilof. Buen relato, consigue dejar al lector con ganas de saber más sobre la historia. Quizá, y esto es una opinión muy personal, a mí me hubiera enganchado aún más si de alguna manera dejaras caer un detalle o hicieras una sutil referencia al asunto que hace que Stefano no sea de fiar para que el lector empiece a pensar y sacar sus propias conclusiones ¡nada me engancha más que comprobar si estoy en lo cierto en mis suposiciones!
Hay algún detallito por ahí como “amplia alegría” que yo cambiaría por “amplia sonrisa”.
Gracias de nuevo por tu comentario ¡Hasta la próxima!
Hola otra vez Seilof.
Todo un gusto leer tu historia, ha sido ligera y clara.
Ya quiero saber que sucede después.
Felicitaciones.
Gracias a Emma, Nuria y Angie agradezco vuestros comentarios.
Veo que los mustios labios no han tenido el efecto deseado, lo cambiaré.
Nuria, lo de amplia alegría: tienes razón mejor cambiarlo. En cuanto a no desvelar más sobre el problema entre Stefano y Bernabé es porque se trata del primer capítulo de la novela y se irá desvelando a lo largo de los capítulos. Si fuera un relato estaría de acuerdo contigo al 100%. De todos modos me lo replantearé. Gracias por tu opinión.
¿Es una historia sobre infidelidad?
Porque si lo es, le falto un poco más de coqueteo entre Stefano y Clarissa. No sé, algo más de conversación, aunque por otro lado entiendo que el numero de palabras es limitado. Pero si lo que que pasa entre Stefano y Clarissa es el eje pudiste haber invertido más palabras en ellos dos y dejar el detalle de que ella estaba casada hacia el final, como una sorpresa para el lector.
Hola, Jorge:
Gracias por tu comentario.
Entiendo lo que dices. Los protagonistas de la novela son Bernabé y Clarissa, Stefano es el antagonista. El primer capítulo se centra más en la perspectiva de Clarissa. A lo largo de la novela los otros tienen sus capítulos.
Sí fuera una relato estoy totalmente de acuerdo en tus últimas líneas de comentario.
Respecto a más diálogo de coqueteo, es cierto que he tenido que recortar mucho. En principio era de 2000 palabras el capítulo y he tenido que recortar, no he querido perder el hilo de la historia. Ya que se pidió un primer capítulo.
Me apunto tus ideas para futuras mejoras.
¡Hola! Gracias por tu comentario en mi relato, voy a tener en cuenta tus sugerencias.
Para empezar, tengo que decirte que el primer párrafo no me atrajo. Creo que deberías acortarlo o dividirlo en más oraciones. La primera frase para mí es fundamental, y soy bastante perfeccionista con ella. Escribir los pensamientos del personaje me parece un recurso de doble filo: hay que saber usarlos muy bien para que encajen. En este caso, me parece que podrías omitirlos, ya que no le aportan demasiado al conflicto.
En cuanto al nudo de la historia, tengo que decirte que no me cuadra: ¿cómo puede una madre que acaba de perder un hijo coquetear con otro hombre tan abiertamente? Al principio imaginé que el hijo fallecido era sólo por parte de Bernabé, así que podía entender que coqueteara, pero ¡también era su hijo! No me cuadra para nada que unos padres que acaban de pasar por lo peor que le puede suceder a un padre estén tan bien. Siento que la historia perdió credibilidad.
La situación entre Stéfano y Clarissa me pareció sosa para ser un coqueteo digno. Le faltó acción, descripción. Necesitaba que me mostraras que sus miradas despedían chispas entre sí, algo que creara una atmósfera.
Me gustó mucho esta frase: “Necesitaba rozar su anillo con el pulgar, de vez en cuando, para recordar que estaba casada con un hombre al que quería.”
Espero que mis críticas te sirvan.
Saludos!
Hola Seilof:
El capítulo no me llamó la atención nada más empezar a leer, pero cuando he seguido leyendo me he metido mucho más en la historia y me he quedado con ganas de más. No soy una experta en eso del cliffhanger, pero creo que tú lo has conseguido.
Por otra parte, me hubiese gustado saber algo más sobre ese tal Stefano, aunque entiendo que 750 palabras no dan para mucho y que tan sólo es el primer capítulo. También me habría gustado que el diálogo entre Clarissa y él fuese algo más largo o quizás distinto, no está mal del todo, pero era como si le faltase algo.
En general me parece muy bueno, sigue así.
Gracias otra vez por pasarte por mi capítulo.
Hola, Gemma:
No todo el mundo somos igual.
Al final escribimos sobre lo que sabemos y nuestros personajes siempre llevan algo nuestro.
En mi caso he sufrido grandes problemas personales como mucha gente. Y nunca me he quedado encerrado en casa llorando las penas largas temporadas. Después de unos días busco motivaciones para ser feliz y olvidar aunque sea por unos instantes los problemas.
Hola, Lorena:
Gracias por tu comentario.
Me alegro que te haya gustado.
Lo de Stefano se va mostrando a lo largo de la novela.
En cuanto al diálogo me faltó espacio.
Me replantearé el diálogo.
¿Que tal Seilof?
Me pareció bastante buena la historia en sí, creo deducir que si continuases con ella podrían venirse muchas situaciones extremas, roces, infidelidades, hasta la muerte de alguien. No soy muy crítico en algunos aspectos, por lo general veo que solo se te fueron algunas comas, pero es algo que a todos nos pasa xD. Por lo demás me gustó.
Gracias por comentar mi historia, un saludo 😀
Gracias Rodolfo. Lo reviso
Hola Seilof primera vez que te veo en el Taller, bienvenido!
No estoy de acuerdo con algunos comentarios de arriba porque siendo el primer capítulo la idea es despertar el interés y creo que se logra bien en tu relato. Das datos pero dosificados, y eso me pareció muy bien. El cliffhager quedó perfecto.
Me gustan los diálogos ya que dan fluidez a tu historia. Se lee rápido sin interferencias que aburran.
En cuanto al coqueteo entre Clarissa y Stefano si concuerdo que debías dar más detalles y poner más chispas, a menos que más que una situación futura de infidelidad pudiera ser que Stefano tenga algo que ver con la muerte del pequeño hijo de la pareja.
Felicidades de nuevo, un abrazo 😀
Gracias, Janna30 por tu comentario.
Veo que el diálogo es uno de los puntos a ampliar para la novela.
Hola Seilof,
No voy a comentar lo que ya han comentado otros, a saber el diálogo entre Stefano y Clarissa, que al parecer ya te han hecho ver. Por mi parte yo he visto otras cosas. Si es una historia de infidelidad como dice Jorge, es un tema tan manido que no tiene sorpresa alguna porque ya nos lo has dicho todo en el primer capítulo. Podría ser que el intríngulis estuviera en la bomba que va a explotar con esa infidelidad, del índole que sea, y entonces no nos has dado indicios, con lo que el tema decae.. La infidelidad esta al orden del día. ¿Qué tiene esta para ser tan especial?
Y otra se refiere únicamente a mi gusto personal. Cuando el o uno de los protagonistas escribe, en tu caso incluso va aa dar clases en un taller de escritura, se me ponen los pelos de punta. Intuyo que viene “una de moral”. Cuidado con eso. ¿Qué vamos a ver a continuación? ¿Vas a volcar en Bernabé tus gustos y enseñanzas sobre la escritura?.
No sé quizás me equivoque pero no me ha gustado, lo siento
y más cuando tu capacidad es buena, escribes bien y puedes imaginar mil y una cosa.
No pasa nada si acaba de perder a un hijo y está pensando en liarse la manta a la cabeza con una infidelidad, tampoco nos hablas de cuanto hace, además está bebiendo y se dice que va al psicólogo pero Gemma Cuello tiene razón perder un hijo no es un problema, es directamente entrar en el infierno.
Te voy a seguir leyendo.
Soy el 228, hasta pronto.
Hola Seilof!
He leído los otros comentarios, aunque no con mucho detenimiento, pido disculpas si me repito mucho en mis comentarios.
En general, me ha gustado mucho. Veo una historia interesante y muchas posibilidades como novela. Sin embargo, creo que el relato está un poco descompensado, no lo veo como primer capítulo de una novela, apenas hay algunas líneas que dibujan a los personajes y se mete muy pronto en la escena de la fiesta.
Por otra, la conversación entre Clarissa y Stefano no me resulta creíble, me parece un poco forzada. En seguida le dice “puedes ser sincera conmigo” (¡un desconocido!) y ella pregunta muy rápido por “sus aficiones”.
Creo que esto ya te lo ha señalado algún compañero: los juicios hacia Stefano no me gustan. Se puede sugerir algo, pero es demasiado contundente, ya desde el principio no es de fiar, le resta al lector la emoción de descubrirlo.
Gracias por tu comentario en mi relato, me sirvió de mucho.
Saludos Seilof:
Muchas gracias por pasar por mi relato y tu comentario.
Primera vez que te leo, y he leído a “vuelo de pájaro” los comentarios.
La temática, puede dar para mucho, es decir que bien puede ser una infidelidad, o quizá se convierta en un thriller con un Stefano sicópata. En fin, que solo es un primer capítulo, pero parece más una primera escena; por lo que imagino que has reducido mucho.
Penosamente cuando tenemos algo previamente escrito, rebajarlo a X cantidad de palabras, todo o se vuelve amarañado o la idea de lo que no se contó, se nota.
En este caso, ya te han dicho sobre el hijo, el marido, el diálogo, el duelo, etc., pienso que debes atender lo que lector ha notado; porque esos consejos te ayudaran a crear el realismo que hace una historia empatice.
Pienso que era mejor reducir los diálogos y dejarlos como narrativa, y ahí se podría incluir ese “coqueteo” que te han mencionado; pero creo que tu original debe contener mucho más de eso que la muestra aquí.
En cuanto a las mejoras técnicas, hay que evitar el leismo, y lo has usado inncesariamente, cuando se puede usar el LO. Seré sincera y yo he amado el leismo, porque es muy usual en mi pais, pero la literatura lo ha condenado a casi su extinción; así que ahora lo noto y para felicidad de la RAE lo menciono siempre.
Concuerdo con las sugerencias que te han mencionado, como es el uso de las comas. Y tal como comenté, para mí lo veo más cómo una escena, pero si expandieramos todas esas interrogantes que te han mencionado, creo que sería un capítulo de mayor peso.
¡Nos leemos!
Hola, KMarce:
Gracias por tu comentario.
Sobre las comas es cierto, se me ha ido alguna. Lo reviso.
En cuanto al leísmo, He vuelto a leer el texto y solo he visto dos uno se refiere a un hombre por lo que es correcto. Y el otro es un complemento indirecto también correcto.
El capítulo original era de unas 2000 palabras. Lo reescribiré pensando en los comentarios.
Hola Aner!
Soy Tucci, del relato 223, y vine aquí para continuar con la cadena. (Pido disculpas por adelantado si lo que diga te parece incorrecto, soy nueva en esto).
Primero, me gusta como empezaste el texto, esa actitud refrescante y casual, con un toque de ser humano que nos identifica que le diste a Clarissa. Pero la simpleza con la que la presentaste sigue en la presentación de Stefano, y creó que deberías haberlo descripto mejor, agregando “imágenes” del lugar y el momento.
Lo del hijo de ella y Bernabé me parece un poco atrapamte, pero no lo suficiente, y el cliffhanger al final lo consideré un poco pobre, como si no hubiera logrado su objetivo.
Por último, me gusta ese sentimiento de acusacion leve que tiene Clarissa hacia Bernabé por lo de su hijo, y como se arrepiente más tarde.
Esperó que mi opinión re sirva de algo!
Hola Seilof,
Ante todo, darte las gracias por tu comentario en mi texto, seguiré tus consejos, se agradecen.
Respecto a tu texto, poco que decir y que añadir a lo que se ha comentado por los compañeros. Me ha gustado y me gusta la forma en que escribes y cuentas la historia, está muy bien estructurada. Sin embargo, hubiera contado algo más de Stefano, puesto que da la sensación de que es un personaje que aparece por casualidad, cuando realmente no lo es.
Felicitaciones, es un buen texto.